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PRIMER ANIVERSARIO DE "MIRA SÓLO A DIOS"


Amada familia de Dios:

¡Dios los bendiga!

Hoy estamos cumpliendo nuestro primer año en línea del blog “Mira sólo a Dios” y nuestras primeras 10 000 visitas. Y sencillamente deseo agradecer profundamente a nuestro tan amoroso Padre Celestial por la prosperidad que ha dado a este proyecto Suyo, que surgió de una forma absolutamente espontánea y natural. Mi hijo Josué, que entonces tenía 11 años, me sugirió elaborar un sitio en internet para colocar las cartas y traducciones que hacíamos, y que entonces sólo distribuíamos a direcciones conocidas de e-mails. Mi hijo diseñó todo el proyecto, me lo presentó y me mostró como usarlo. La verdad es que no tenía la menor idea de en que me estaba embarcando y las bendiciones tan grandes que nos lloverían del cielo presentándonos nuestro Dios a tantos hermosos hijos Suyos que le aman por todo el mundo.

Quiero, desde lo más profundo de mi corazón, darle la gloria a nuestro Padre y nuestro más profundo agradecimiento. Tanto Juan Luis Molina, como Gracinha Bento, Charo Quesada y yo, hemos sido tremendamente bendecidos trabajando las 115 publicaciones que tenemos en línea, así como los libros que hemos tenido el privilegio de traducir y que están disponibles libremente en este blog. Es un gozo indescriptible para nosotros, que el Padre llegue a cada uno de ustedes por este medio, y compartir la maravillosa e incomparable Palabra de Dios con el único deseo de glorificarlo.

Que el Dios del cielo bendiga sus vidas hermanos nuestros que reciben estas publicaciones, y quienes siguen el blog a lo largo de toda América,  Europa y África. Que nuestro Dios prospere sus vidas y continúe alumbrando los ojos de nuestro entendimiento para, a una sola voz darle la gloria, la honra, la alabanza, el honor y el poder.

MUCHAS GRACIAS PADRE POR REGALARNOS EL GOZO DE VIVIR PARA TI Y DERRAMARTE NUESTRAS VIDAS A TU SERVICIO.

PADRE CELESTIAL, TUS HIJOS JUAN LUIS, GRACINHA, CHARO Y YO, TE DAMOS ETERNAS GRACIAS POR TU INMENSO AMOR Y BONDAD, POR TODO LO QUE NOS HAS BENDECIDO TRABAJANDO PARA TI Y CONTIGO EN ESTE MARAVILLOSO PROYECTO. BENDITO SEAS PADRE AMADO PORQUE SIEMPRE VAS MUCHO MAS ALLÁ DE LO QUE PODEMOS PEDIR O ENTENDER. TE ADORAMOS CON TODO NUESTRO CORAZÓN, PARA TI NUESTRA MAS PROFUNDA REVERENCIA.

Enseguida esta es la primera publicación que subimos a este blog hace justo un año, hoy quiero compartirla nuevamente con ustedes.

¡Dios los bendiga!

En el amor del Padre,

Claudia Juárez Garbalena
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EL AMOR DEL PADRE
CARTAS ENTRE CREYENTES.
Archivo de artículos anteriores.
24 de Septiembre de 2010.
Por Claudia Juarez Garbalena


Muy amados de Dios y preciosas Obras Maestras del Altísimo:
El Dios de paz y de toda consolación continúe bendiciéndonos con su gran amor, ternura y compasión.

Hoy meditaba: ¿Qué fue lo que hizo caer de rodillas a David, el dulce cantor de Israel, ante la Presencia de Su Dios? ¿Qué hacía a David hablarle con tanto respecto, amor, reconocimiento, reverencia y ternura a su Dios? ¿Qué lo hacía derramarle alabanzas y adoración de continuo y tener esa plena confianza en Él?


Salmos 18:1
Te amo, oh Jehová, fortaleza mía.
18:2 Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador;
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
18:3 Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado,
Y seré salvo de mis enemigos.

David hablaba de Dios con un sentido de pertenencia, de pleno amor y confianza: “fortaleza mía”, “roca mía”, “castillo mío”, “Dios mío”. Seguramente él conocía de la Ley el primer y grande mandamiento. Pero, ¿qué es lo que genera en el corazón de un hombre o mujer amar a Su Dios? Este amor es una respuesta natural y llena de agradecimiento al Amor que primeramente Él le ha dado.

Esto dijo Dios al pueblo de Israel:

Deuteronomio 7: 7
No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos;

8 SINO POR CUANTO JEHOVÁ OS AMÓ, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa...

1 Juan 4:10
4:10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, SINO EN QUE ÉL NOS AMÓ A NOSOTROS, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.

4:11 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.

4:16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. DIOS ES AMOR; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.

Un día, esperando hacer un trámite en una oficina gubernamental, me tocó ver a una de las criaturas más hermosas que he visto en toda mi vida. Era una pequeñita lindísima de poco más de dos añitos. ¡Era tan preciosa y graciosa! ¡En seguida llamó mi atención! Tenía una vocecita muy dulce. Estaba con su padre, un hombre muy joven de poco más de 20 años. Esta niña le cantaba y platicaba de una forma muy tierna a su padre muchas cosas, ¡no paraba de hablar!, bailaba muy graciosa ante su papá y él la miraba con tanto amor, completamente embelesado y cuando ella se acercaba a abrazarlo él la tomaba en sus brazos con muchísima ternura. Enseguida se notaba el inmenso amor que este padre tenía por su pequeña. Esta niñita tenía los ojitos más dulces, tiernos y limpios que me ha tocado ver. Yo estaba cautivada contemplando la dulzura, el amor entre ambos, y la forma en la que la niña se acercaba a su padre. En un punto ella tratando de subirse a una silla, se cayó y lloró enseguida por supuesto, se había dado un fuerte golpe en su cabecita y en una de sus rodillas, inmediatamente su padre la tomó entre sus brazos y la consoló, la acarició y no la soltó hasta que ella se tranquilizó de nuevo y siguió bailando y jugando con su papi.

Ver un amor así tan limpio y precioso es un paisaje bellísimo. Y es una muy pequeña ilustración  del bellísimo amor del Padre perfecto.

Mateo 7:9
¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?
7:10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?

7:11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿CUÁNTO MÁS VUESTRO PADRE QUE ESTÁ EN LOS CIELOS DARÁ BUENAS COSAS A LOS QUE LE PIDAN?

¡DIOS ES AMOR! ¡EL PADRE PERFECTO! Si un padre y una madre sanos y amorosos, se esmeran por cuidar del fruto de su vientre y observan hasta el más mínimo detalle de sus vidas, muchísimo más si son pequeños, ya que son completamente dependientes de ellos; si ellos toman tiempo, esfuerzo y dedicación para procurar lo mejor para sus vidas, si ellos pueden y quieren hacer esto, EL DIOS DE AMOR, TU PADRE CELESTIAL, ¿Qué bendito cuidado tendrá por ti que eres Su hijo tan amado? ¿Cuánto anhelo tendrá por bendecirte?

La Palabra nos muestra La Naturaleza Perfecta de nuestro Abba: AMOR, compasión, bondad, misericordia…

Salmos 103:11
Porque como la altura de los cielos sobre la tierra,
Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.
103:12 Cuanto está lejos el oriente del occidente,
Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
103:13 Como el padre se compadece de los hijos,
Se compadece Jehová de los que le temen.
103:14 Porque él conoce nuestra condición;
Se acuerda de que somos polvo.

Muy al contrario de lo que la religión enseña, Dios es un Padre clemente, amoroso, misericordioso y muy compasivo. Veamos el siguiente relato que describe un amplio periodo de tiempo del pueblo de Israel y como Dios tuvo sumo cuidado de ellos. Romanos 10:21 dice: “…todo el tiempo extendí mis manos a un pueblo rebelde y contradictor”.

Nehemías 9:6
Tú solo eres Jehová; tú hiciste los cielos, y los cielos de los cielos, con todo su ejército, la tierra y todo lo que está en ella, los mares y todo lo que hay en ellos; y tú vivificas todas estas cosas, y los ejércitos de los cielos te adoran.

9:7 Tú eres, oh Jehová, el Dios que escogiste a Abram, y lo sacaste de Ur de los caldeos, y le pusiste el nombre Abraham;

9:8 y hallaste fiel su corazón delante de ti, e hiciste pacto con él para darle la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del jebuseo y del gergeseo, para darla a su descendencia; Y CUMPLISTE TU PALABRA, PORQUE ERES JUSTO.

9:9 Y MIRASTE LA AFLICCIÓN DE NUESTROS PADRES en Egipto, y oíste el clamor de ellos en el Mar Rojo;

9:10 e hiciste señales y maravillas contra Faraón, contra todos sus siervos, y contra todo el pueblo de su tierra, porque sabías que habían procedido con soberbia contra ellos; y te hiciste nombre grande, como en este día.

9:11 Dividiste el mar delante de ellos, y pasaron por medio de él en seco; y a sus perseguidores echaste en las profundidades, como una piedra en profundas aguas.

9:12 Con columna de nube los guiaste de día, y con columna de fuego de noche, para alumbrarles el camino por donde habían de ir.

9:15 Les diste pan del cielo en su hambre, y en su sed les sacaste aguas de la peña; y les dijiste que entrasen a poseer la tierra, por la cual alzaste tu mano y juraste que se la darías.

9:16 Mas ellos y nuestros padres fueron soberbios, y endurecieron su cerviz, y no escucharon tus mandamientos.

9:17 No quisieron oír, ni se acordaron de tus maravillas que habías hecho con ellos; antes endurecieron su cerviz, y en su rebelión pensaron poner caudillo para volverse a su servidumbre. PERO TÚ ERES DIOS QUE PERDONAS, CLEMENTE Y PIADOSO, TARDO PARA LA IRA, Y GRANDE EN MISERICORDIA, PORQUE NO LOS ABANDONASTE.

9:18 Además, cuando hicieron para sí becerro de fundición y dijeron: Este es tu Dios que te hizo subir de Egipto; y cometieron grandes abominaciones,

9:19 tú, con todo, POR TUS MUCHAS MISERICORDIAS NO LOS ABANDONASTE en el desierto. La columna de nube no se apartó de ellos de día, para guiarlos por el camino, ni de noche la columna de fuego, para alumbrarles el camino por el cual habían de ir.

9:20 Y ENVIASTE TU BUEN ESPÍRITU PARA ENSEÑARLES, y no retiraste tu maná de su boca, y agua les diste para su sed.

9:21 Los sustentaste cuarenta años en el desierto; de ninguna cosa tuvieron necesidad; sus vestidos no se envejecieron, ni se hincharon sus pies.

9:22 Y les diste reinos y pueblos, y los repartiste por distritos; y poseyeron la tierra de Sehón, la tierra del rey de Hesbón, y la tierra de Og rey de Basán.

9:23 Multiplicaste sus hijos como las estrellas del cielo, y los llevaste a la tierra de la cual habías dicho a sus padres que habían de entrar a poseerla.

9:25 Y tomaron ciudades fortificadas y tierra fértil, y heredaron casas llenas de todo bien, cisternas hechas, viñas y olivares, y muchos árboles frutales; COMIERON, SE SACIARON, Y SE DELEITARON EN TU GRAN BONDAD.

Nuestro Padre, el Dios Vivo y Verdadero, es muy bueno y ampliamente generoso.

Romanos 5:6:
Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.7 Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. 8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

Romanos 8:32
El que no escatimó NI A SU PROPIO HIJO, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

¿Por qué David adoraba y alababa a su Dios como lo hacía? ¡Porque llegó a contemplar SU HERMOSURA, pues la HERMOSURA de DIOS es SU ABSOLUTO, INCONMENSURABLE, ETERNO, FIEL y PERMANENTE AMOR QUE ABSOLUTAMENTE EXCEDE TODO CONOCIMIENTO!

Ninguna mente humana puede concebir tanto amor que nos ha derramado el Padre en Cristo si no recibimos como niños tanta gracia de Dios.

Lucas 18:17

De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

Un niño pequeño no hace ningún esfuerzo por ganar o merecer el amor de sus padres, simplemente extiende sus bracitos y lo recibe. Aunque no lo entienda, sabe y reconoce que es amado y acepta el completo cuidado y dependencia de sus padres. Y un padre terrenal tampoco busca que su hijo “se gane” o “merezca” su amor, ¡sólo se lo da porque es carne de su carne y sangre de su sangre! Un padre sano solo espera y anhela que su hijo sea feliz.
¿Cómo nos ve nuestro Padre Perfecto de Amor? ¿Qué querrá o necesitará de nosotros? ¿!Es mejor un padre o madre terrenal que Él!!!???

Hace poco tiempo, mi hijo de 11 años debía realizar una tarea manual de la escuela y estaba pasando muchísimos trabajos para lograr hacerla. Varias veces le ofrecí mi ayuda, pero él simplemente la rechazó, al menos 3 veces. Lo vi sufrir y renegar por lo menos media hora y terminó muy frustrado con sus pobres resultados. Sé que en menos de un minuto yo habría hecho lo que él necesitaba, pero simplemente no me lo permitió. Muchas veces así somos con nuestro Abba Padre. Queremos luchar y hacer todo por nuestro propio esfuerzo. El mundo nos instruye que un hombre o mujer exitoso, es aquel que es “independiente”, “autosuficiente”. Pues Dios dice que debemos hacernos como niños para ver Su Reino.

Cuando contemplamos Su salvación tan grande, que recibimos por gracia y la Obra completa y finalizada de Su Hijo Cristo, SIN NINGÚN MERITO DE NUESTRA PARTE, con la cual nos trajo a Su Casa, nos ha perdonado y nos ha hecho justos y limpios delante de Él, cuando como niños aceptamos y entendemos que SIN MERECERLO, NI GANARLO, ¡EL NOS AMA TANTO!!!…caemos de rodillas a Sus Pies para ADORARLO. Acudimos a Él, ya no para alcanzar Su favor, sino para agradecerle Su Amor incondicional, bendito, santo y sublime que excede por mucho el amor de un padre terrenal por sus hijos. Dios nos ama como jamás soñamos ser amados y aceptados, y nos mira con una ternura como jamás nadie nos ha mirado. Nos acercamos a Él para agradecer que en Cristo TODO ha sido ya hecho y consumado: Tu salvación y la mía; tu libertad y la mía de la esclavitud del pecado y de las consecuencias del pecado. ¡Eres libre! ¡Nada le debes a tu Padre!, ¡estás en paz con él por Cristo! (Romanos 5:1,2).

Dios, tu Padre, te ama incondicionalmente y SIEMPRE te extiende los Brazos llenos de amor y compasión por ti. El relato del “hijo prodigo” que debería ser llamado “del padre que perdona”, habla de  dos hijos a quienes su padre les repartió por igual una herencia. Uno de ellos se fue con sus bienes heredados y los malgastó todos. Quedó en una condición tan miserable que trabajaba cuidando cerdos y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que les daban de comer. Hasta que él reaccionó y dijo:

Lucas 15: 17

Y volviendo en sí, dijo: !Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!

18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.

19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.

20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.

21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.

22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.

23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta;

24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.

El padre parece ni haber escuchado completa la disculpa que su hijo le había preparado, simplemente lo recibió con los brazos abiertos, con mucho gozo e inmediatamente lo hizo sentirse amado, aceptado y bienvenido. Nuestro Dios y Padre SIEMPRE nos recibe así, con su perdón, con su ternura y no le importa nuestra condición, nuestras fallas, ¡sabe que somos polvo!

¡Con que anhelo esperó este padre a su hijo! ¡Que dolor debió sentir sabiendo que estaba fuera de casa! ¡Y que gozo cuando lo vio venir de lejos! No le cuestionó, ni reclamó nada, ¡sólo lo recibió en sus brazos! Esta es una parábola que describe muy bien a nuestro Padre y Su gran misericordia por nosotros.

Es muy curiosa la actitud que tuvo el hermano, el otro hijo en esta parábola:

Lucas 15:25

Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas;

26 y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.

27 Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido 
bueno y sano.

28 Entonces se enojó, (¡se enojó! Le dieron celos, envidia!) y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase.

29 Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. (Lo cual era mentira, él había recibido su herencia igual que el otro hermano, solo que él no se fue de casa).

30 Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo.

31 Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas.
32 Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.

Esta es una triste actitud de la naturaleza pecaminosa de Adán: juzgar, señalar, enjuiciar, envidiar, tener celos.

Este padre de la parábola, amaba por igual a sus hijos, y nuestro Padre Celestial también ama por igual a todos Sus hijos, los que están lejos y los que están cerca, a todos nos espera, con todos se goza, a todos nos tiene especial y dedicado cuidado, pero depende, DEPENDE de cómo nos acercamos cada uno de nosotros para recibir todas las riquezas y la herencia que ya nos ha sido dada en Cristo.

La Gracia de Dios, es simplemente una hermosa expresión del INCONMENSIRABLE AMOR que DIOS TODOPODEROSO ha derramado en ti y en mí. Con esta Gracia, Él te ofrece una vida nueva por medio del espíritu con el cual te ha investido. Esta vida nueva produce naturalmente los frutos más maravillosos, ricos y abundantes que la carne NO puede producir jamás. (Gálatas 5:22,23).

Dios, como tu Padre, lo que desea es que disfrutes tu vida, llenarte de todo bien, sobreabundar bendiciones en ti y en tu familia, ¡mostrarte cuanto te ama! Y tal como un padre terrenal sano (¡y muchísimo más porque EL ES DIOS!) sólo anhela tu comunión con El, sólo anhela amarte y disfrutar contigo la nueva vida que  te ha dado por y en Cristo.

Jesucristo dijo, y esto absolutamente expresa el corazón del Padre:

Apocalipsis 3 3:20

He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

En las tierras del oriente, sólo comían juntos la familia o aquellos amigos muy cercanos e íntimos. Si alguien era invitado a comer a una casa, el anfitrión le serviría y comería de pie, a su lado, pero no se sentaría con él a menos que tuvieran una relación muy intima y personal. Al sentarse a la mesa juntos, ellos celebraban el “pacto de sal” que era un compromiso de que sus palabras serian profundas y verdaderas entre ambos. Esta invitación a “cenar con él y él Conmigo”, habla de esa profunda relación de intimidad entre dos seres. Eso desea tu Padre de ti, que lo invites a cenar y que tú cenes con Él y Él contigo.

Dios nos ama con un amor que nos hace derramar lágrimas de gozo y agradecimiento. Sabernos aceptados y cobijados por El, nos llena el alma. El desea mostrarte Sus caminos y pensamientos tal como lo hizo con Su siervo David, “un varón conforme a Su corazón”. David contempló ese corazón hermosísimo de Dios que ES AMOR.

Hermano mío, he orado por tu vida mientras escribía esta carta, Dios conoce tu nombre y tu corazón delante de Él, y he agradecido y pedido porque los ojos de tu entendimiento sean alumbrados para que contemples cada día más lo tanto que  Dios te ama. Él te ha dado el privilegio de ser tu Padre y de llamarte: “MI HIJO MUY AMADO”.

Que Dios te bendiga hermano mío.

SOLO PARA TI, DIOS Y PADRE, TODA LA GLORIA, LA HONRA, EL HONOR, LA REVERENCIA, LA ALABANZA, Y EL PODER.

¡BENDITO SEAS POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS!!! AMEN.


De rodillas adorando a nuestro bendito Dios por Su amor, grandeza y misericordia,

Claudia Juárez Garbalena.

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