NUESTRO PADRE FIEL - Gracinha Bento

CARTAS ENTRE CREYENTES

 ----- Mensaje reenviado ----
De: Gracinha Bento. Lisboa, Portugal
Para: Claudia Juárez  
Enviado: domingo, 10 de octubre, 2010 16:49:26
Asunto: Nuestro Padre Fiel

 GLORIA A TI, PADRE AMADISMO POR TU PROFUNDO AMOR. ADORADO SEAS PARA SIEMPRE, DIGNO ERES DE NUESTRA ADMIRACIÓN, DE TODA LA ALABANZA DE NUESTRO SER.

     Amadísima amiga eterna, muy preciada hermana mía.

     Que gozo es siempre  la Presencia del Padre en nuestras vidas y que comunión tan dulce disfrutamos delante de Él.

     Te amo muchísimo hermanita mía, tan amada.

      Con toda confianza y convicción, he orado a Nuestro Padre,  que es un Dios Bueno y lleno de íntima compasión, para que siga supliendo todas nuestras necesidades conforme a Sus riquezas en gloria. Es un hecho que Él nos bendijo ya, en tiempo pasado, con todas las bendiciones espirituales en los lugares celestiales en Cristo Jesús.  Nuestro Dios es soberano en todo; yo estoy absolutamente convencida de Su bondad y de su invitación a una relación de amor, con cada uno. En esa relación de amor está incluido su cuidado por nuestras vidas en todos sus aspectos; el testimonio de Mueller es muy claro en cuanto a la promesa que Dios hará mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos.

      Estoy absolutamente convencida que si nos dedicamos a mirarlo sólo a Él, nuestro amoroso Padre también proveerá los recursos para que no nos falte nada. Si Dios inspira a un hijo Suyo a dedicar su vida al servicio de Él, entonces, tendrá absolutamente que ofrecerle los medios para  ejecutar esa tarea.

      Si así inspira Dios a un hijo Suyo, no tendrá que pedirle a nadie, ni a ninguna Institución, iglesia organizada o "en casa", nada que pueda suplir sus recursos, tal como lo hizo Mueller, pues sólo Dios lo hace con toda libertad y con muchísima abundancia, sin pedir nada de vuelta. 

     Es algo inestimable vivir sólo dependiendo de Dios, de lo que El Padre nos inspira a hacer, porque es Él Quien preparó de antemano las obras para que anduviésemos en ellas y por simple lógica tendrá que suplir  cada necesidad, cada día. Sí el Padre Celestial alimenta las aves del cielo; mucho más lo hará por nosotros que tenemos un gran valor ante sus Ojos.  Como dice en Lucas 15:4 “¿Que hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?” Así es nuestra vida, así es el valor único e insustituible de cada uno de sus hijos ante Sus Ojos.

    Hay tanta riqueza y abundancia en Dios que es imposible que Él  no multiplique los dos panes y tres peces para saciar una multitud. Lo hizo dos veces, en una ocasión para 4 mil hombres y otra para 5 mil, para que quedara establecido en nuestra mente. Las circunstancias ya no determinan los resultados en nuestras vidas, porque andamos por fe y no por vista.

    Si la motivación es el genuino amor a Dios y hacer lo que Él y sólo El nos inspira a hacer, todo temor caerá por tierra. El Padre respaldará con Su protección, amor y detalle, todo lo que amorosamente nos pone en el corazón.

     ¡Hemos crecido con la convicción que teníamos como Padre un Dios temible, un Juez que nos demandaba un sin fin de tareas que teníamos que cumplir perfectamente para ser favorecidos con Su amor!

     Como escribía un creyente de quien recientemente leía un e-mail: ¿Quién quiere tener una relación con un juez? ¿Por muy justo que sea y que haga justicia a tus demandas?

    Es verdad,  ¿Quién desea tener una comunión con alguien,  como la Escritura refería, hizo justicia a la mujer para que no lo importunara más? No la hizo por compasión, o por amor o por ver su necesidad, sino para que no le molestara más. Lucas 18:1-8.

     No nos hemos dado cuenta del Padre tan amoroso, tierno, perdonador que nosotros tenemos, como tan bellamente describe  “la parábola del hijo pródigo”, que más bien debería llamarse “del padre que perdona”  (Lucas 15:11-32).   

    Un Padre lleno de misericordia que movido por Su intima compasión se lanza a nuestro cuello y nos encuentra en nuestra necesidad. Un Padre muy presente en nuestra debilidad, en nuestra incapacidad de  cumplir con una simple tarea, y que desea caminar  a nuestro lado, de la mano con sus hijos. Un Padre que jamás tarda en respondernos y que "de lejos" nos espera y que más que hacer justicia desea extender su favor y su misericordia. Nos perdemos y dejamos de ver claramente su Presencia. En nuestra necesidad, que a veces es abrumadora, clamamos: ¿En dónde estás Padre, que no te veo? Así nos sucede continuamente.

      Nuestro Padre es riquísimo, ¿cuántas veces tenemos aprehensión por el día de mañana? Basta a cada día su propio afán. Dios suple nuestra necesidad en el día de hoy y lo hará por toda la eternidad. (Mateo 6:25-34).

     Así será con cada uno de Sus hijos que depositan sus vidas absolutamente en El,  nuestro Padre nos cuida con mucho detalle. Estoy absolutamente cierta del amor que nuestro Dios nos tiene y como va a prosperar nuestras vidas, sin que necesitemos preocuparnos con nada si tan sólo confiamos en Él.

     Su Fidelidad es inmensa y no depende de nuestras emociones. ¡Gracias a Dios! ¡Si nosotros que somos humanos tenemos compasión por nuestros hermanos! ¡Cuanto más nuestro Padre Celestial dará abundantes riquezas a quien le cree!!!

     Amadísima hermana, te envío mi tierno abrazo. Me siento muy contenta con tu dulce cercanía y le agradezco todos los días al Padre este regalo del cielo que es adorarlo junto a ti.

  Adorando a Nuestro Rey y Señor,

   Gracinha.