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EL GOZO DE LA LIBERTAD QUE ES DIGNA DE SEGUIR - Wayne Jacobsen

La Vida Del Cuerpo • Julio 2006
Traducción – Juan Luis Molina.

Para ser honesto, la mayor parte de las mañanas las vivía sumergido en las demandas y programas de la religión. Me levantaba ya derrotado. Miraba el despertador temiendo lo que el día traería y ponderando cómo podría conseguir tener todas las cosas tan bien controladas que así Dios pudiese hacer cosas increíbles a mí alrededor. No creía que estuviese  equivocado. Yo amaba a Dios. Estaba tan apasionado por Él como lo estoy ahora, pero también me encontraba exhausto todo el tiempo. Había tantas cosas que atender, tantas personas que ir a ver y tantas reuniones para preparar.
Yo oraba intensamente cada mañana para que Dios bendijera esto, o que me  librase de aquello. La mayor parte del tiempo mis oraciones no parecían hacer ninguna diferencia. Era horrible. No importaba lo bien que hacía las cosas, a diario, siempre sentía que me quedaba corto en mis propias expectativas. En mis mejores días, ni ganaba ni perdía, la mayor parte de los días me sentía increíblemente frustrado, tanto por mis propios fracasos o, entonces, por lo poco activo que Dios parecía ser. Pero yo no sabía que hubiese otra manera de hacer las cosas.
Cuando ahora recuerdo esos días pasados, me parecen como una distante pesadilla después de haberme despertado. Eso terminó, ahora me despierto todas las mañanas con la expectativa de una aventura muy divertida en la vida de Cristo. (¡Debes mantener en mente que yo soy una persona madrugadora!). Ahora mis primeros pensamientos en la mañana son pensamientos de maravillosas expectativas. No consigo estar quieto hasta que llega el día para ver cómo son esas revelaciones únicas.  Y, cuando voy dejándome adormecer por la noche, no solamente sobreabundo de gratitud por lo que Dios me permitió experimentar en ese día, sino que también estoy ya mirando lo que me espera para el día siguiente.
Algunos de vosotros pueden estar suponiendo que ésta es la buena vida de un escritor viajante, como si esa fuese la fuente de la diversión. Pero honestamente, eso no es lo que me mantiene en esa expectativa radiante, mis días difícilmente son fáciles o exentos de dolor. La razón por la que me levanto en esa bendita expectativa cada día se debe a que estoy impaciente por ver lo que Dios ha puesto en mi camino, o cómo Él soluciona algunas cosas sin resolver en mi vida o en la vida de alguien a mí alrededor. 
¿Podría ser esto a lo que Jesús se refería cuando nos prometió la plenitud de su vida? Él nunca habló sobre circunstancias fáciles, o la realización de nuestros sueños, sino de la absoluta aventura que suponía andar en el día a día con él, a medida que su propósito, quieta, pero seguramente, se revela en las circunstancias y las relaciones con los demás a nuestro alrededor. Él se encuentra  presente, en nuestro simple gozo y en nuestras más cruciales circunstancias, siempre invitándonos a su proximidad, siempre transformándonos para que podamos vivir más libremente en él. Si esto no es al final un poquito de aquella vida abundante que prometió, por lo menos se parece más que cualquier otra cosa que yo haya conocido hasta ahora.
¿Por Qué No Queremos Seguir A Personas?
La invitación más increíble que Jesús nos hizo fue para que cada uno de nosotros simplemente lo siguiera a él. Durante la mayor parte de mi vida, sin embargo, yo pensé que seguirlo a él significaba estar sujeto a los principios y rituales de la Cristiandad. Claro que tuve buenos momentos conociéndole aún en medio de esto, pero siempre se esfumaban en los asuntos y las actividades religiosas, que hicieron más bien que yo me apartase en vez de enseñarme a cómo vivir con él.
A medida que leía el Nuevo Testamento, me sentía bendecido de cómo los apóstoles repetían tanto a los recién seguidores que no les estaban ofreciendo una religión a seguir, sino que los invitaban a entrar en una relación con Jesús que les permitiese conocer a Su Padre y participar en Su gracia revelada al el mundo. “! Nuestra verdadera comunión es con él!” “Cree en lo que él te revela personalmente a ti.”
¿Cómo es posible que hayamos cambiado esta aventura por servilismos, doctrinas y principios que prometen lo que no pueden cumplir? Yo me encontré muchas veces a personas que siendo líderes fieles, pastores y participantes en buenas instituciones religiosas, andaban vagando como si Dios no hablase nunca con ellos y como si no fuese él capaz de transformarlos. No tenían la menor idea de cómo disfrutar una relación con el Padre y Su Hijo que les diese esperanza y dirección en sus oscuros días y que les enseñase  cómo vivir en Su poder, en vez de en sus propios esfuerzos. Se me ocurre que no hemos hecho un buen intercambio con eso.
Tan sólo esto sería suficiente para hacernos cuestionar las actividades religiosas y las reuniones que consumen tanto nuestras vidas y, sin embargo, no nos equipan para vivir en la realidad de la amistad que él nos ofrece. No es de extrañar que la religión adormezca. El Nuevo Testamento está repleto con la invitación de seguirle a él y no a que sigamos los dictados de un programa religioso. Yo mismo, ahora, mirando hacia atrás, veo cómo desmotivé a la gente en el intento de seguirlo a él. Claro que han cometido errores en el proceso de aprendizaje, pero queriendo librarlos de esos errores, les enseñaba a que me oyesen a mí en vez de seguir el proceso de aprendizaje oyéndole a él. No funciona como yo suponía. Yo pensaba que les estaba enseñando a seguirlo a él, pero al fin y al cabo, ellos sólo aprendieron a escucharme a mí. Y eso sólo funcionaba al punto de que lo que oían de mí les agradaba. Cuando no les resultaba agradable, ellos simplemente procuraban a otro que les dijese lo que querían oír.
Un Rebaño, Un Pastor
¿Cómo podría haber sido más claro Jesús en Juan 10? Él conoce a cada una de sus ovejas por su nombre y las pastorea con su voz. Esto no parece nada complicado. Él se conecta con nosotros y nosotros le seguimos a él. Esto no parece ciencia aeroespacial o algo que solamente unos cuantos profesionales expertos puedan asimilar. Él vino a decir que sus ovejas reconocerían su voz tan bien y claramente, que nunca seguirían a un extraño. ¡Ésta es una verdad eterna!
Sus ovejas realmente escuchan su voz y, tristemente, esto es justo a lo que fueron enseñadas: A no confiar en ella. Cuando escuchan la voz de un extraño, les suena errada aunque no puedan señalar  o  indicar exactamente por qué. Pero es lo que sucede, les suena raro y diferente de la voz que saben que tiene la verdad. Son acusados de independientes, arrogantes y rebeldes por los que quieren asegurarse de que no vuelvan atrás y que no causen problemas en el grupo. Ellos dicen: “¿Quién crees que eres tu pensando que conoces a Dios? “¿Sabes algo de griego? “¿Quieres argumentar con la sabiduría que ha sobrevivido a través de los tiempos?” 
Por muy bueno que esto pueda parecer, sus efectos son destruir en la gente la confianza en Jesús como el único que quiere guiarles, enseñarles, protegerles y liberarles para vivir poderosamente en su vida. Los líderes en la iglesia del primer siglo ayudaban a la gente a aprender cómo andar con el Jesús viviente, no tergiversaban esa relación poniéndose ellos en su lugar. Hacer eso, no solamente mina el crecimiento espiritual, sino que además divide al Cuerpo en los diferentes puntos de vista de aquellos que piensan que están liderando su rebaño.
Me bendice mucho cuando las personas me dicen que algo de lo que he escrito o dicho les afectó profundamente, no porque sea nuevo para ellos, sino porque le dio voz a algo que el espíritu ya les había enseñado previamente a ellos. Estaban simplemente temerosos de creer que era verdad con todas las voces religiosas diciéndoles lo contrario. El lenguaje de la verdadera comunión entre hermanos siempre nos hará más conscientes de su voz y menos influenciados por nuestros deseos de agradar a la gente, especialmente a los líderes.
Esto es por lo que Jesús dijo que seríamos un sólo rebaño con un sólo pastor. Mientras continuemos teniendo millones de personas poniéndose a ellas mismas en el lugar de aquel que tenemos que seguir, esta familia continuará siendo fragmentada. Pero esto se está modificando en los años más recientes, una vez que está creciendo el número de personas que están simultanea y espontáneamente viendo que la “cristiandad”  ha pasado a ser una religión más, y están aprendiendo de nuevo sencillamente a seguir sólo a Jesús, aun cuando van en contra de lo que otras personas religiosas esperan de ellos. 
He sido muy bendecido encontrándome con miles de estas personas a través de todo el mundo. Parecen estar en la misma aventura que me encuentro yo, y cuando conectamos nuestra relación, la comunión  es inmediata, profunda y llena de vida. Y aunque muchas de estas personas no se encuentren dentro de las estructuras tradicionales que hemos heredado en nuestros días, ellos no son lo independientes o rebeldes que otros han dicho que son. De hecho, estos que están aprendiendo a seguir al Pastor, tienen un profundo deseo de tener una auténtica relación de comunión con otros y un anhelo de ver nacer a la iglesia en nuestros días como un verdadero reflejo de la gloria de Dios en el mundo.
¿Infructuosos Espirituales?
Mucho ha sido escrito en revistas de los Estados Unidos durante el último año acerca de la creciente desilusión que muchos han experimentado con la religión institucional. Están resentidos con la falta de frutos, con la energía y finanzas que se precisan para mantener edificios y sostener el personal que haga correr primeramente programas para los fieles. Algunos están haciendo lo mejor que pueden para ayudar a renovar las cansadas instituciones, otros están abrazando nuevos modelos con la esperanza de alcanzar mejores resultados y muchos otros están mirando por encima de todo esto y procurando una vida dinámica en Jesús y una comunión con otros que ningún tipo o modelo podrá contener alguna vez.
Algunos incluso han despreciado a los que señalan como “fuera de la multitud de la iglesia” llamándoles de independientes o infructuosos espirituales. Estos que así los rotulan dicen que sin tener en cuenta a los talentosos líderes que los libren del error y que coordinen sus esfuerzos, la iglesia de Jesucristo acabará debilitada y siendo  inefectiva. ¿Será cierto? Entonces, ¿Qué diremos acerca de la habilidad de Jesús (¿o deberemos en este caso decir “inhabilidad”?) para levantar un rebaño conforme a su corazón que les permita vivir y trabajar junto a él como siempre ha sido su deseo? Y, ¿Por qué tenemos que dar oídos a aquellos que no confían en la habilidad de Jesús para modificar nuestras vidas?
Estas personas no han visto al Cuerpo de Cristo que yo he contemplado y que está apareciendo por todas partes del mundo, creciendo en la dependencia de Jesús en vez de siguiendo programas imaginarios de cualquier líder humano, están siendo poderosamente transformados por su vida, y están teniendo un impacto increíble en el mundo que los rodea. Y aunque las acciones individuales no aparezcan en las noticias de los periódicos, la suma total de la simple obediencia de estos creyentes está permitiendo que el reino de Dios sea conocido en el mundo.
El Rebaño Siguiendo Al Pastor
Thomas Friedman, un columnista político del New York Times escribió un libro hace unos pocos años atrás, titulado “El Lexus y El Olivo”- “The Lexus and the Olive Tree”. En él describe un poder fundamental que está surgiendo fuera del control de los líderes políticos de los estados-naciones y al que él denominó “la manada electrónica”, son millones de individuos inversionistas que se levantan todas las mañanas, encienden sus computadores y comercian con bienes y materiales para su propio beneficio financiero.
Esta gente mueve millones, si no es que billones de dólares cada día en aquellos lugares que el rebaño electrónico retira más provechos en beneficio propio. Friedman asegura que este movimiento se encuentra tan arraigado, que su poder ha comenzado a emanciparse de los gobernantes y líderes políticos. Con el tiempo, las naciones no serán capaces de manipular con éxito su moneda o economía, porque cuando el rebaño electrónico se entera de sus intenciones, huyen durante la noche para obtener mejores inversiones.
Cuando leí este libro algunos años atrás me impresionó que la gente actuando por cuenta propia y en su propio interés pudiese tener tal impacto en los acontecimientos del mundo. Su poder se deriva de la suma total sus acciones individuales, no de ninguna coordinación entre ellos, y sin embargo están reformando económicamente el mundo. Posteriormente, este libro vino a mi pensamiento como una parábola acerca de lo que está sucediendo espiritualmente en la familia de Dios. Jesús está irguiendo su propio rebaño en obediencia o sujeción: Un pueblo, no que está tomando decisiones todos los días para su propio interés económico, sino que simplemente está respondiendo al Pastor con una acción a la vez, una persona a la vez y en cada situación según se presenta. 
¿Te puedes imaginar el poder de millones de individuos creyentes alrededor de todo el mundo siguiendo simplemente las inclinaciones que Jesús les hace nacer en sus corazones? Yo consigo ver un poquito de esa realidad todos los días por los miembros que conozco. Escucho historias increíbles de vidas que están siendo así modificadas. Veo la mano de Jesús  conectando a las personas cuando planea alguna obra y quiere que la realicen juntos. Veo a gente más centrada en hacer lo que Jesús les pide, en vez de elaborar largos programas o ministerios intentando cautivar la atención del mundo. Irán donde les pida que vayan, juntando los brazos con otros creyentes con los cuales él les invite a juntarse en la misma obra y haciéndolo todo sin deseo de poder, gloria o beneficio propio. Este es el cuadro que nos pinta la Escritura y aquellos que aspiren a trabajar con él en esta aventura no procurarán tomar el lugar de Cristo en la vida de otras personas, sino equiparlas para vivir de la misma manera que él quiere que vivan.
Yo me siento hoy en día sumamente impresionado con lo que Jesús está haciendo en nuestro mundo y casi riéndome, pensando, por supuesto que debe ser de esta manera. Él dijo que sería así. Él sería el pastor y todos lo seguirían  con esta ley de vida escrita en sus corazones. Él nunca quiso que siguiésemos los programas establecidos por los hombres, sino que aprendiésemos a vivir en una creciente confianza en sus capacidades para coordinar su Cuerpo y a amar al mundo a través de nosotros.
Un Pueblo Como No Hay Otro
Yo se que algunos leyendo este artículo se sentirán amenazados porque estoy incentivando a los creyentes a seguir a Jesús a medida que los guía, en vez de alinearse con una de las varias instituciones que reclaman estar preparando el Cuerpo de Cristo para los últimos días. Estos temen que, si las personas no se sienten obligadas a participar, caerán en sus propios egoísmos.
Yo comprendo el por qué algunas personas piensan así. Conozco a muchos que claman estar siguiendo a Jesús y solamente satisfacen sus propios intereses. En vez de estar demostrando gradualmente su gracia y verdad, se vuelven arrogantes, aislados y tan repletos de su propia agenda que sofocan a cualquiera que tengan cerca. Estos no son, sin embargo, los que están creciendo en su conocimiento, sino actuando religiosamente cayendo otra vez en su propio egoísmo.
Pero el hecho de que las personas puedan abusar de la verdad no niega esa verdad. Yo no escribo para aquellos que quieren usar estas palabras como una excusa pensando que se parecen  o justifican aquello que están haciendo. Estoy escribiendo estas palabras para incentivar a los que apasionadamente quieren conocer a Jesús y ser transformados por su vida. Estos hermanos se están dando cuenta de que libertándose de las actividades religiosas, les está inyectando a sus vidas de una pasión más profunda por él, ahora son conscientes de que  él crece de una manera más real dentro de ellos cada día que pasa. Y también tienen un irresistible deseo de conectarse con otros que comparten la misma pasión. Puede que no los encuentren fácilmente, pero a su tiempo, Jesús mismo los pondrá en contacto con otros. Yo he visto un vasto número de personas alrededor del mundo aprendiendo a depender cada día más y más de él solamente. Reconozco por lo menos siete características comunes que se están desarrollando dentro de ellos a medida que aprenden a seguir al Pastor dondequiera que él vaya:
·         Viven en medio de la realidad del amor y no por principios o normas (Juan 13:34-35) A medida que responden a otros con la misma realidad del amor que él tiene por ellos, saben como tratar a otros a su alrededor de forma que la vida de Dios afecta a las personas y compañeros de viaje.
·         Viven con una creciente confianza en el propósito y poder del Padre, no en el temor. (Romanos 8) Mientras más viven en medio del amor de Dios, más y más claro tienen que Dios es digno de confianza en todos los sentidos y esta libertad les permite moverse por el mundo no buscando sus propios beneficios, sino viviendo con lo que Dios les da.
·         Viven en el gozo del Padre y no en la tiranía de cumplir sus propios programas y agendas. (1a Pedro 4:1-2). El crecimiento en la confianza significa que ya no tienen que trabajar debajo de la tiranía de lo que ellos mismos puedan pensar que es lo mejor. Todo lo que precisan ahora es seguirlo él, sabiendo que él cumplirá mucho mejor sus propósitos en ellos cuando no intenten  cumplirlos por ellos mismos.
·         Confían en su poder, no en sus propios esfuerzos.  (Filipenses 3:1-14). Aquellos que siguen a Jesús han dejado fuera cualquier confianza que pudiesen tener en su propia sabiduría o en sus propias habilidades de transformarse a sí mismos o de impactar al mundo. La humildad que resulta de eso les permite hablar la verdad en amor sin ser rudos u obligando a otros a que acepten sus puntos de vista.
·         Viven en el presente y no en la ansiedad de sus imaginaciones  (Mateo 6/Lucas 12). Saben que es más fácil oír su voz en algún momento, y seguirle cuando se encuentran en reposo interior. La mayor parte de nuestras ansiedades proceden de un futuro imaginado en el cual Dios no se encuentra presente. Habiendo visto el tiempo de Dios y como Él hace lo inesperado una y otra vez, están siempre confiados en que toda su vida se encuentra en Sus manos, no se sienten mínimamente preocupados con un futuro que no pueden prever. Saben que la mejor manera para ellos estar donde Dios quiere que estén en los futuros seis meses, es siguiéndole a Él un día a la vez y  viendo cuales son las puertas que Él abre.
·         Viven en una auténtica expresión de comunidad y no en una aislada independencia o en un prefabricado programa. (1a Corintios 12:14). Su libertad en Jesús les permite conectarse en relaciones libres de pretensiones y manipulaciones, y se encuentran conectándose con otros de igual pasión para permanecer en un gozo irresistible que les inspira e incentiva a vivir más profundamente en él.
·         Viven generosamente y con gracia en el mundo, no procurando explotar o usar a otros con sus propios programas. (Marcos 10:42-45). Una vez que han aprendido que es Dios quien provee todas sus necesidades, ya no tienen que usar a otros para éste propósito, ni obtener de ellos lo que desean, o protegerse a sí mismos de otros. Con un corazón para ayudar a los demás abiertamente, Dios puede darse conocer a sí mismo a través de ellos de  maneras  fascinantes y por eso les permiten a otros que vengan a conocer quién es Él.
¡Vive Libremente!
Igual que las flores silvestres salen en el campo en su tiempo, este rebaño sujeto en obediencia a su pastor está iluminando con la gloria de Dios toda la tierra. Cada miembro puede ser parte de él. Mantente simplemente cerca de él continuamente y pídele que se revele a sí mismo en tu corazón. Mantente en cada situación en la que te encuentres pidiéndole que te muestre de qué manera puedes seguirle. Entonces observa y escucha esperando hasta que su camino se haga claro para ti.
Si conoces otros hermanos y hermanas cercanos que estén aprendiendo a vivir esta vida también, pídeles que te ayuden. Aprende de ellos sin hacer que estos sean un sustituto para el andar que Jesús quiere compartir contigo.
Cree en la creciente convicción que él ha puesto en tu corazón y sigue lo mejor que hayas visto en ellos, teniendo gracia con otros a medida que él impregna su imagen en ti. No te preocupes con los errores que puedas cometer y no caigas en la trampa de pensar que alguna enseñanza o modelo de vida eclesiástica podrá alguna vez reemplazar su voz guiándote personalmente a ti.
Es por esto que no tomo partido por ninguno aquellos que reclaman tener un modelo provisto por Dios para la vida en la iglesia. Cuando ponemos nuestra vista en seguir un modelo, aunque sea un modelo bueno, en vez de en seguir a un sólo al Pastor, nos salimos fuera y perdemos de vista cómo está reuniendo Dios a esta familia. Si estas procurando buscar una “iglesia ideal” ya sea en casa, iglesias en células o cualquier otro tipo de iglesia en vez de seguirlo sencillamente a él, quizá te estarás privando de aquellas cosas que él pueda pedirte y andar lado a lado con quienes pueden estar en congregaciones más tradicionales o en grupos sin ningún tipo de formalidades. ¡Permite simplemente que él te guíe!
La gloria de la vida en él no se encuentra en procurar el mejor modelo a implementar, el verdadero principio a seguir o aun en los más poderosos rituales a observar. Tiene que ver con conocerlo a él como nuestro hermano mayor y amigo, viviendo en una relación con el Padre, y siguiéndole a él donde quiera que veas que te guía.
Sin ésta libertad, seremos solamente un grupo de cristianos cautivos en las vanas e improductivas actividades religiosas que nunca nos vivifican, y mucho menos nos ayudan en nada para afectar al mundo a nuestro alrededor. Pero con la libertad de seguirle a él con gozo, Jesús puede realizar cualquier cosa que desee en nosotros y cualquier día es una dádiva del cielo. 
¿No es algo por lo que merece la pena estar firme?
Esta libertad, ¿no es algo digno de seguir?


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Comentarios

  1. Preciosas reflexiones,las compartimos totalmente, asi es nuestra vida.y nuestra forma de pensar. Bendiciones. Toni y rosa.

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  2. Muy amados hermanos Toni y Rosa! Dios los siga colmando de Su altisima sabiduría y derramando toda bendición espiritual en sus preciosas vidas! es un placer ir junto con ustedes de camino a casa! Un caluroso abrazo en Cristo!

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