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UNA ANTORCHA QUE BRILLA - Por Michelle Perry

Muy amados de Dios:

Les presento este breve, pero muy hermoso testimonio de Michell Perry. Antes les hemos hecho llegar otro testimonio de ella (“En Su bondad”) y Wayne Jacobsen incluye el fragmento de una carta suya en “El poder de Vivir en el amor”.

Aquí los enlaces por si deseas leerlos después:


Michelle es una hermana en Cristo norteamericana que fue llamada por Dios a cuidar de niños huérfanos en Sudán, en medio de una devastadora guerra. Ella tiene un profundo amor por nuestro Dios y por los niños y niñas que Él le acerca.

¡Verdaderamente el amor de Dios es la fuerza más poderosa en el universo! El amor de Dios tiene el asombroso y maravilloso poder de sanarnos del cuerpo y del alma de las heridas más profundas y dolorosas que podamos enfrentar en este mundo. No hay herida, no hay dolor y no hay enfermedad que Dios no pueda sanar con Su delicado y tierno amor.

¡Dios los bendiga!

Con gran amor de Dios,

Claudia Juárez.

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UNA ANTORCHA QUE BRILLA
Por Michelle Perry
13 de marzo 2011.
Traducción: Claudia Juárez Garbalena.

Mi teléfono móvil suena fuertemente con la melodía de "! Cuán grande es nuestro Dios." La voz en el otro extremo me da noticias de una niña de quince años que acaban de encontrar, después de haber escapado de su cautiverio por parte de la guerrilla en las selvas brutales del Congo. La pregunta fue, si por favor podría venir y quedarse con nosotros, mientras ellos buscan a su familia.

“Por supuesto que puede”, respondí. Es un honor cuando Dios nos trae a estos tesoros, frecuentemente tan rotos y destrozados. ¡Y ver como Él los sana por dentro y por fuera! Nada podría ser más hermoso.

Una camioneta “land cruiser” blanca destella en el sol de la tarde, mientras llega a nuestro recinto. Me extiendo a estrechar algunas manos y para hacer saludos, como es nuestra costumbre aquí en Sudán.

Poco a poco, con mucha ayuda, una joven frágil emerge de la camioneta. Ella esta tan débil que no puede caminar o estar de pie sin ayuda. Tiene unos ojos muy tristes, y un rostro lleno de miedo y demacrado. Sus manos están inservibles y sumamente adoloridas por haber estado atada a los árboles en los campos de la selva remota. Sus brazos están lacerados por las ataduras. Ella está todavía aturdida por su terrible experiencia, preguntándose si realmente esto ha terminado.

Veo esta vida joven y hermosa, y una justa indignación ante el enemigo hierve en mi espíritu. ¿Cómo se atreve a tocar a esta pequeña y a miles como ella? Le sonreímos y suavemente la ayudamos a llegar hasta su cama. En un instante ella está envuelta por los niños, listos para amarla y orar por ella hasta que el cielo descienda y les responda. Me siento con ella y me maravillo como una de mis otras hijas toma el timón en la situación.

Ella conoce muy bien esta historia y la comparte. Ella llegó a casa con nosotros hace más de un año con una historia similar y ahora todo ha sido hecho nuevo. Ella tiene el don que Dios le ha dado, y trae sanidad a sus hermanas que Dios le lleva. La veo amar y compartir la gracia, con suavidad alimenta y toma cuidado de esta pequeña y las lágrimas brotan, corriendo y lavando mis mejillas. La realidad de la restauración se despliega ante mí. No podría ser una mamá más orgullosa.

El nombre de nuestra nueva hija significa antorcha, radiante luz que brilla. Y ¡Oh, de qué forma es así! Con las oraciones de todo el mundo elevadas en su nombre, sus manos inmediatamente muestran signos de mejoría. Ella todavía tiene mucho camino por recorrer, pero estamos celebrando cada logro. Ni una semana más tarde, ella ya esta está pelando maní con nuestras mamás. Esto, para alguien inexperto es una tarea difícil, pero no para las manos de mi niña perfectamente normales, ¡Gracias Papá!

Veo como el amor de Dios le sana cada día a profundidad y lava una y otra capa de dolor en su corazón. Veo como mis bebés y los niños más pequeños la hacen dibujar una sonrisa... y ríe. No ha pasado ni siquiera una semana y ella ríe. Ese es el sonido más increíble en la tierra. Un corazón roto aprendiendo a reírse de nuevo.

Ella adora a mi bebé Paz, sonríe cada vez que puede estrecharla entre sus brazos. Paz está logrando el milagro de su nombre en ella, incluso antes de que ella pueda caminar. Ella está siendo envuelta, no por la ausencia de angustia, sino por la verdadera paz, la paz shalom que nos inunda cuando nada está roto, cuando nada falta y todo está restaurado.

Mirando a Paz acurrucarse muy cerquita, acomodándose cabeza con cabeza, viendo una sonrisa derramarse y surgiendo de luz brillante, de esta querida hija de Dios y mía, me lava el corazón mientras me maravilla. Todo esto en menos de una semana desde que llegó. ¡Es maravilloso lo que el amor de Dios puede hacer!

He visto los ojos de los ciegos abiertos, a los oídos de los sordos escuchar, a las piernas del cojo caminar. Le doy gracias a Él por cada sanidad, en toda forma en la que viene. Cada momento, cada milagro, cada regalo digo: ¡Gracias, Jesús! Pero de alguna forma este milagro, esta transformación de un corazón y un cuerpo aplastado hace que todo se detenga en mí, me llega muy adentro y trae las primeras lluvias de gratitud a mis ojos.

Tal vez porque logro ver esta sanidad desplegarse delante de mí como pétalos  abriéndose en espera de las lluvias. Tal vez porque yo he tenido mi propio corazón destrozado que Él me ha remendado, así que sé un poco de la maravilla de todo esto.

Él sana (remienda por medio de zurcir, repara minuciosamente y hacer entero) a los quebrantados de corazón, (a aquellos que han tenido sus corazones partidos en mil pedazos, hechos añicos y aplastados por la violencia) y venda sus heridas (el dolor y las penas). Salmos 147:3 NVI con cierta expansión en las palabras hebreas. Me gustan las palabras y todo el cuadro que presentan, que nada se quede afuera en la traducción.

¡Es hermoso y divino ser parte de esta historia, mientras está comenzando a ser escrita! Aquellos de ustedes que oran por nuestra nueva hija luz brillante, gracias. Por favor, mantengan sus oraciones por los que vienen. Él está moviendo el cielo y la tierra en respuesta.

Con amor en Jesús,

Michele

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Si deseas conocer a “Luz que brilla”  con Paz y a Michell Perry, te invito a entrar al siguiente enlace, es el sitio de Michell. Que el amor de Dios siga tocando nuestros corazones y brindándonos cada día Su sanidad. ¡Dios te bendiga!




Si deseas contáctanos escribenos a: mirasoloadios@live.com

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