Donaciones
Fuera de México:

Check out with PayPal

DURMIENDO ENTRE EL CORRAL DE LAS OVEJAS - Por Bishop K.C. Pillai

Del Libro “Orientalismos de la Biblia” Vol. 1
Traducción Española Por Juan Luis Molina



Bien que fuisteis echados sobre los tiestos, Seréis como alas de paloma cubiertas de plata, y sus plumas con amarillez de oro.
(Salmos 68:13)
Es necesario tener en cuenta que aquellos que tradujeron la Biblia a los idiomas occidentales del hebreo, arameo, y del griego solamente podían trabajar con referencia al lenguaje, ya que ellos no estaban familiarizados con la cultura de la gente del Oriente. Por esta razón, muchos pasajes en las versiones occidentales son incorrectos. Los traductores ignoraron por completo el tema de la figura literaria Oriental. Fueron honestos en sus obras, pero equivocados porque simplemente no las conocían.
Y por el contrario, la Versión Telugu es la obra de hombres del Oriente. Ellos conocían la cultura, estaban así, por tanto, capacitados para darnos una correcta traducción de las escrituras.
El Salmo 68:13 en la Biblia Telugu se lee así:         
Si bien que fuisteis echados (recostados) en el medio del rebaño, seréis como las alas de paloma cubierta de plata, y sus plumas con amarillez de oro.
Observa la diferencia que hay entre "echados entre los tiestos" y "echados entre el corral de las ovejas." La primera no tiene connotación espiritual alguna; la segunda sin embargo sí que la tiene. Te las voy a explicar.
Existen hombres en el Oriente, como en todas partes del mundo, que se encuentran desprovistos, destituidos y despojados de todo. Un hombre como este, al no tener un hogar, deambula de un lugar a otro, apartado del contacto de la familia y de los amigos. No tiene sitio alguno adonde ir. Sus ropas son harapos y vive tiritando en los azotes del invierno. Como no tiene dinero, dirigirse a un albergue está fuera de cuestión. No tiene sitio donde dormir.
Finalmente, él se acerca al pastor buscando que le dé permiso para dormir en el corral de las ovejas. Y es allí entre las ovejas que  por fin encuentra un poco de calor y de descanso. Este es el origen de la figura literaria, "durmiendo entre el corral de las ovejas," que representa carencia, destitución. Esto es verdad en el Oriente en los días actuales.
Existe un conflicto permanente dentro de este hombre que se encuentra en esta situación. Él sabe que debería estar en una posición mejor, pero nunca la halla. Su vergonzosa circunstancia llega a ser insoportable, un fardo mental muy pesado. La falta de alimento apropiado y los cuidados elementares van encorvando gradualmente su cuerpo. Se va quedando doliente, débil y enfermo. Viéndose a sí mismo incapaz de librarse del suplicio, bien puede gemir: "! Oh, que hombre tan miserable soy!"
Ahora, vamos a examinar el resto del pasaje a la luz del pensamiento Oriental. La "paloma" representa la paz y el sosiego. La "plata" levantar o erguidos en alto, y la "amarillez de oro" es la prosperidad. Así que el significado de toda la escritura es este:
Si bien que fuisteis echados entre el corral de las ovejas, aun así seréis lleno de paz, poderosos y prosperados.
Ahora, inmediatamente, la aplicación espiritual se hace patente y obvia. Destituidos de Dios, nosotros de hecho no tenemos hogar, y somos despojados de todo, comiendo algarrobas. Gastamos nuestro dinero en lo que no es pan y nuestra labor en lo que no tiene provecho (Isaías 55:2). Pero cuando nos volvemos a Cristo, él sana la fiebre en el cuerpo y le da alegría al corazón quebrantado. Aunque habíamos sido un mendigo durmiendo entre el corral de las ovejas, cuando nos volvimos al Padre, Él profirió estas palabras con alegría......Hijo mío, tú has estado siempre conmigo, y todas mis cosas son tuyas. (Lucas 15:31), como le dijo al hijo que nunca se había extraviado.
Como hijo de Dios, cada uno tenemos solamente que reclamarle aquello que ya es nuestro para tener paz, fuerza y prosperidad. Yo te puedo dar un buen ejemplo acerca de cómo fracasamos a la hora de vivir como Él entiende que debemos vivir.
En uno de mis viajes a Inglaterra desde la India, Yo había partido desde el puerto de Colombs. Un poco después de que el barco doblase el cabo de costa, me encontré con un hombre de India que estaba dirigiéndose hacia Inglaterra para proseguir con sus estudios. Él se encontraba alojado a dos o tres cabinas de la mía. Paseamos durante un rato antes de retirarnos para descansar.
A la mañana siguiente no apareció en el desayuno. Tampoco fue visto para almorzar ni para cenar. Estaba comenzando a preocuparme pensando que podría estar enfermo, así que me dirigí hacia su cabina para averiguar qué le ocurría. Cuando le pregunté por qué no había ido a comer, la respuesta que oí fue patética. Él no se encontraba nada enfermo. Me dijo que no podía subir para comer. Ya había traído consigo algunas galletas, bizcochos y otras comidas así para el viaje. Cuando le pedí que me acompañase, que viniese conmigo y que comiese, él insistió conmigo que no podía subir para tal cosa. - ¡Qué hombre tan necio era!! Le expliqué que todas sus comidas se encontraban incluidas en el precio del ticket de viaje. Había estado comiendo galletas, mientras que podía haber estado comiendo exactamente lo que comían los demás pasajeros, si hubiese sabido los derechos que tenía.
Mirad cristianos, nosotros hemos pasado mucho tiempo comiendo galletas cuando podíamos haber estado comiendo jamón. Pero es porque todavía no hemos llegado a conocer nuestros derechos en Cristo Jesús. En él estamos perfectos y completos. Nosotros somos uno con Dios, Su vida ahora es nuestra. Y todo lo que es Suyo es nuestro. Fue enteramente pagado en el Calvario. No precisamos de dormir entre el corral de las ovejas. Si reclamamos y exigimos las promesas de Dios, nos quedamos firmemente parados en ellas y las hacemos parte integrante de nuestra vida, podemos vivir en la paz, fortaleza y prosperidad de Dios. Todas las cosas le pertenecen a Él, y nosotros somos Sus herederos.
El hijo pródigo vivió con los cerdos y se hubiese pasado en su cascarón toda su vida si no se hubiese dado cuenta de ¡cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! (Lucas 15:17) Sin embargo, solo dándose cuenta de eso, no satisfacía su necesidad. Tiene que haber más. Me levantaré e iré a mi padre. En el mismísimo momento en que tomó esta decisión, él obtuvo todo aquello que necesitaba. Todo lo que tuvo que hacer fue volverse al sitio donde estaba disponible.
Hay millones de "hijos pródigos" en el mundo hoy en día. Debes estar pensando aun ahora que no hay manera de salir del corral de las ovejas y de entrar en la casa de familia del Padre. Tú estás pensando equivocadamente. La misma decisión que cambió la vida del hijo pródigo de Lucas, capítulo 15, transformará también tu vida. Anda con denuedo y confianza en la plenitud de Dios y descubre que todas las cosas que te hagan falta están esperándote para que te apropies de ellas.
Muchos años atrás, mientras estaba en Inglaterra, tuve un convite para tomar el té. Yo tenía que presentarme a las 4 de la tarde. Me encontraba muy entusiasmado con esta reunión así que anduve la corta distancia que me separaba hasta la dirección que me dieron y llegué justo a tiempo. Toqué al timbre, y toqué al timbre, pero no me respondió nadie. Revisé de nuevo la dirección y vi que estaba en el sitio cierto. Así que volvía tocar el timbre. Y entonces me di cuenta de que había un cartelito por encima del timbre que decía, "Timbre estropeado, pase sin llamar." Yo me di cuenta de mi estupidez. Si hubiese leído las instrucciones, no me hubiese tenido que pasar desperdiciando el tiempo en aquellos cinco o seis minutos. Cuando leí el letrerito, me di cuenta que podía entrar, y fue lo que hice.
¡Oh, Dios mío! Qué tragedia es esto de que estemos tocando timbres cuando Dios dice que pasemos. Tocamos al timbre de los miembros de la iglesia, de las buenas obras, etc., pero nunca llegamos a entrar delante de la presencia del Padre.
Si tú centras tus pensamientos en Dios, Él te conducirá desde el despojo del corral de las ovejas y te introducirá a la gloriosa libertad de los Hijos de Dios. El sosiego, el poder y la prosperidad serán ya tuyos desde el momento que te vuelvas a Él.


Si deseas recibir nuestras publicaciones directamente en tu dirección de e-mail o contactarnos escríbenos a: mirasoloadios@live.com

Comentarios

  1. EXCELENTE ARTICULO, SOLO QUE CUANDO TENEMOS CASA, COMIDA, ROPA Y CALZADO DEBEMOS ESTAR CONTENTOS CON ESTO. UNOS ESTAMOS EN PROSPERIDAD Y OTROS TIENEN LO NECESARIO PERO DIOS CUBRE NUESTRAS NECESIDADES SI LE CREEMOS A DIOS

    ResponderEliminar

Publicar un comentario