LA SERPIENTE DE GÉNESIS 3 - Por E.W. Bullinger
Traducción: Juan Luis Molina
En Génesis 3 no tenemos ni una alegoría, o
mito, o leyenda, ni fábula alguna, sino hechos históricos literales resaltados,
y enfatizados por el empleo de ciertas Figuras del lenguaje.
Toda la confusión de ideas y conflictivas
exegesis que hay a su alrededor han surgido por tomar literalmente
aquello que se expresa por Figuras, o, por el contrario, por tomar de
manera figurada lo que es literal. Pero nunca una Figura se utiliza sino con el
exclusivo propósito de llamar nuestra atención, para enfatizar, e intensificar la
realidad del sentido literal, y la verdad de los hechos históricos que
contiene; así siendo, aunque las palabras empleadas puede que no sean
estrictamente verdaderas en cuanto a la letra, son sin embargo lo más
reales posible en cuanto a la verdad que conllevan o convergen en
sí, y a los hechos históricos con ellas asociados.
Así que, por el lenguaje figurativo de
los versículos 14 y 15, nadie puede ni debe pensar que Génesis 3 se
refiere a una serpiente; al igual que tampoco se nos podría ocurrir cuando
leemos este tercer capítulo en la conexión que tiene con el final de
Apocalipsis (cap.20:2). De hecho, la explicación ahí añadida, diciendo que
la “vieja serpiente” es el Diablo y Satanás, debería inmediatamente
llevarnos a conectar la palabra “vieja” con la más temprana y
primera mención de la Serpiente en Génesis 3; y al hecho de que fue el propio
Satanás quien tentó a hacer lo mismo “al segundo hombre”, “el último
Adán”.
La palabra hebrea traducida “serpiente” en
Génesis 3:1 es Nãchãsh (de la raíz Nãchãsh, relucir,
brillar), y significa un reluciente, o brillante. Por eso,
en caldeo significa bronce o cobre, debido a
su brillo peculiar. Por ese motivo además, es por lo que la
palabra Nehushtãn se traduce como una pieza hecha de bronce en
2ª Reyes 18:4.
Por el mismo motivo Sãrãph, en
Isaías 6:6, se traduce encendido, centellante, y, una vez que
la serpientes mencionadas en Números 21 eran ardientes en el veneno
de sus mordeduras, fueron denominadas Saraphim, o Seraphs.
Pero cuando el SEÑOR le dijo a Moisés, “hazte
una serpiente ardiente” (Números 21:8), Él la empleó diciendo “hazte una Nãchãsh de
bronce”. Así es como Nãchãsh se intercambia con Sãrãph.
Ahora bien, si Sãrãph se
emplea hablando de una serpiente porque su mordedura era ardiente, y
así también se utiliza hablando de un ser celestial o espiritual (un ser
reluciente), ¿por qué no sería apropiado emplear Nãchãsh hablando
de una serpiente debido a su apariencia brillante, y ser también
empleado hablando de un ser celestial o espiritual (un ser brillante)?
De hecho, una estructura de Génesis 3, nos
mostrará que los Querubines (que son seres o espíritus
celestiales similares) del último versículo (Génesis 3:24) requieren un ser
similar correspondiente con ellos en el primer versículo (puesto que la
estructura de todo el capítulo es una gran Introversión). La Nãchãsh, o
serpiente, que engañó a Eva (2ª Corintios 11:3) se denomina “un ángel de luz”
en el versículo 14 ¿No se observa, en esto, una clara intimación de que no se
trata de una serpiente, sino de un glorioso ser brillante, aparentemente un
ángel, a quien Eva mostró tan gran respeto y consideración, como alguien que
parecía poseer un conocimiento superior, y quien sería evidentemente un ser de
un orden superior (y no inferior)? Además, en la descripción que se emplea
hablando de Satanás como “el rey de Tiro”, implica
distintamente que el ser pertenecía a un orden sobrenatural cuando se le
denomina “un querubín” (Ezequiel 28:14, 16, lea desde los versículos
11-19). Su presencia en “Edén, el huerto de Elohim” (vers.13),
se declara abiertamente, como siendo “el sello de la perfección” (vers.
12), “perfecto en todos sus caminos desde el día que fue creado, hasta que
se halló en él maldad” (vers.15), y cómo este ser “se enalteció en
su corazón a causa de su hermosura” (vers.17).
Todo esto nos obliga a creer que Satanás
era la centellante (Nãchásh) en Génesis 3, y especialmente
debido a que las palabras siguientes solo podrían haberle sido dirigidas a él:
- “Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría
a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te
pondré para que miren en ti.” (vers.17).
Aun suponiendo y sabiendo que estas
cosas hubiesen sido dichas a, y de, un ser humano exaltado en los días
posteriores (del Apocalipsis) en Ezequiel 28, aun así “el rey de Tiro”
no es comparable a un ser que no haya nunca existido; y a hechos y
circunstancias que nunca ocurrieron en la comparación.
Hay más cosas acerca de “el rey de
Tiro” en Ezequiel 28:11-19 que fueron literalmente verdad del Príncipe
de Tiro (vers.1-10). Las palabras solo pueden ser entendidas del más grande y
más exaltado ser sobrenatural que Dios haya jamás creado; y esas palabras se
escribieron con el propósito de mostrarnos cuán grande fue su caída. La historia debe
ser verdadera para hacer que la profecía tenga su peso.
Una vez más, la palabra traducida “astuta” en
Génesis 3:1 significa “sabio” tanto en el buen como en el mal
sentido. En Ezequiel 28:12 tenemos la palabra en el buen sentido: “Tú
eras el sello de la perfección, lleno de SABIDURÍA”; y en el mal sentido en
el vers.17: “corrompiste tu SABIDURÍA” (refiriéndose, claro
está, a su caída). Por eso la palabra traducida “astuta” se traduce
como “prudente” en Proverbios 1:4; 8:12; 12:23; 14:8; y en el mal
sentido en Job 15:5, 1ª Samuel 23:22; Salmo 83:3.
La palabra “bestia” también en
Génesis 3, chay, denota un ser viviente, y es tan mala
traducción como también zoa haber sido traducida como “bestia” en
Apocalipsis 4. En ambos casos significa criaturas vivientes. Satanás
es así referido como siendo “más sabio que todas las criaturas
vivientes que Jehová Elohim había hecho”. Aunque retuviésemos la
palabra “bestia”, eso no implica que tanto la serpiente como
Satanás fuesen una bestia, sino solamente que era “más sabia”
(astuta) que las demás criaturas vivientes.
No podemos concebir ni imaginarnos a Eva
manteniendo una conversación con una serpiente, pero podemos comprender su
fascinación por un ser, aparentemente “un ángel de luz” es decir, un ángel
glorioso, que poseía un conocimiento superior y sobrenatural.
Cuando se dice de Satanás ser una
serpiente, se emplea la figura Hipocatastasis, o Implicación; no
puede significar una serpiente, así como cuando a Dan se le denomina del mismo
modo en Génesis 49:17; ni puede significar un animal cuando a Nerón
se le llama un “león” (2ª Timoteo 4:17), o cuando Herodes es llamado una
“zorra” en Lucas 13:32; o cuando a Judá se le denomina “un
cachorro de león”. Es exactamente la misma figura que se emplea cuando
a la “doctrina” se denomina “levadura” en Mateo 16:6. Eso muestra
que algo más profundo y más real se entiende en la verdad que
conlleva. Si así se emplea una Figura de lenguaje, es con el propósito de
expresar la verdad de una manera más impresionante; y se entiende que sea una
figura de algo mucho más real que la letra de la palabra.
Otras Figuras del lenguaje se emplean en
los versículos 14 y 15, pero solamente con el mismo propósito de enfatizar la
verdad y la realidad de lo que se dice con las palabras empleadas.
Cuando en el vers. 15 se dice “tú le
herirás en el calcañar”, está claro que no significa su literal
calcañar de carne y sangre, sino los sufrimientos, más temporarios en carácter.
Cuando dice en el mismo versículo, “él te herirá en la cabeza” eso
significa algo más que un cráneo de hueso, un cerebro y cabellos. Significa que
todos los planes del complot de Satanás, todos sus propósitos, van a ser un día
finalmente deshechos y destruidos, para que nunca más sean un obstáculo para
Dios. Esto se llevará a cabo cuando Satanás sea aplastado debajo de
nuestros pies (Romanos 16:20). Y aquí, una vez más, no
significa nuestros propios pies literalmente, sino algo mucho más real.
La “herida del calcañar de Cristo”
es la más elocuente e impresionante manera de describir y de dar énfasis a los
más solemnes acontecimientos que están por detrás de la letra; y de resaltar
los intentos y esfuerzos hechos por Satanás para evadirse de su sentencia,
además de sus amenazas, para exponer cuales serían los medios que utilizaría
para frustrar su cumplimiento; porque fue a través de la muerte de Cristo
que aquel que tenía el poder de la muerte sería destruido; y toda la
autoridad y poder de Satanás llegaría a su fin, y todas sus obras destruidas
(Hebreos 2:14, 1ª Juan 3:8. Apocalipsis 20:1-3, 10. ¿Cuáles serían las palabras
literales que podrían describir estos hechos literales tan maravillosamente
como lo hacen estas Figuras literarias?
Sucede lo mismo con las demás Figuras
empleadas en el vers.14, “sobre tu pecho andarás”. Esta figura
significa mucho más que un pecho literal de carne y hueso; así como las
palabras “calcañar” y “cabeza” en el vers.15. Describe a los
ojos de nuestro entendimiento la escena de humillación final
de Satanás; ya que la postración es y ha sido siempre la más elocuente señal de
sujeción. Cuando se dijo, “nuestra alma está abatida hasta el polvo”
(Salmos 44:25) eso denota la más profunda postración y profunda sumisión que no
podrían de otra forma ser tan bien expresadas en palabras literales.
Igual ocurre la otra profecía, “polvo
comerás”. Esto no es verdad en cuanto a la letra, o al hecho,
pero es de lo más real en cuanto a la verdad. Nos
expresa la continua y constante desilusión, fracaso y mortificación que le
aguarda; como cuando de los caminos mentirosos se dice que son
como panes de mentira, los cuales al principio son “sabrosos
para el hombre, pero después su boca se llena de cascajos.” (Proverbios
20:17). Eso no significa “cascajos” literales, sino algo bien más desagradable.
Significa una desilusión tan grande que sería preferible
y deseable que fuesen el “cascajo” literal. Igual que cuando los
cristianos son reprendidos por “morderse y comerse” unos a otros
(Gálatas 5:14, 15), significa algo más penoso que las palabras literales
empleadas en la Figura puedan querer decir.
Cuando Sus enemigos lamerán el
polvo (Salmo 72:9) no lo harán doblando sus rodillas y usando
sus lenguas literales; sin embargo llegarán a estar tan postrados y tan
efectivamente derrotados, que ningunas otras palabras podrían literalmente
describir su verdadera postración y subyugación.
Si una serpiente fue después de todo
llamada nãchash, fue debido a ser más brillante que
cualquier otra criatura; y si llegó a ser conocida por su sabia astucia,
eso no fue debido a su propia e innata sabiduría positiva, sino a su
sabiduría y habilidad en esconderse y no poder ser vista debido a su camuflaje;
y por su asociación con uno de los nombres de Satanás (aquella vieja
serpiente) que “engañó a Eva” (2ª Corintios 11:3, 14).
Sería sorprendente que una serpiente
pudiese hablar sin poseer los órganos vocales, o que Satán fuese capaz de
realizar con ella un tan extraordinario milagro, mayor aun de aquel otro
milagro que Dios realizó, abriendo la boca del asno de Balaam.
Eso solamente nos muestra el poder que
tiene la tradición, que ha puesto, desde la infancia de cada uno de nosotros,
delante de nuestros ojos y grabado en nuestras mentes el cuadro de una
“serpiente” y una “manzana”; la primera basada en una errónea interpretación, y
la manzana siendo una pura invención, acerca de la cual ni una
sola palabra se dice en la Escritura.
Nunca antes Satanás había empleado tan
mañosamente su sabiduría como cuando universalmente le hizo creer al hombre y
le hizo que aceptase esta creencia tradicional; pues ha tenido mucho éxito en
hacer fijar en la mente de la humanidad su atención sobre la letra y
no en el significado, y así ha cegado los ojos al hecho
solemne de que la Caída del hombre tuvo que ver ciertamente con la Palabra de
Dios, y que se centra sobre el pecado de creer primero a la mentira de Satanás,
antes que a la verdad de Dios.
La tentación del “primer hombre Adán”
comenzó con la pregunta “¿es verdad que Dios os ha dicho…? La tentación del “segundo
hombre, el Señor del cielo” comenzó con una pregunta similar “Si tú de
verdad eres hijo de Dios…” cuando muy poco tiempo antes la voz del
Padre acababa de pronunciar “Este es Mi Hijo amado”.
Todo gira alrededor de la verdad que Jehová
haya dicho.
Cuestionar la Palabra de Dios fue lo que
llevó a Eva, en su respuesta, (1) a omitir la palabra “libremente” (3:2,
cap.2:16); a seguir, (2) a añadir las palabras “ni le
tocaréis” (3:3, cap.2:17); y finalmente (3) a alterar una
certeza por una contingencia al cambiar “CIERTAMENTE MORIRÉIS” (2:17) por un
simple “para que (tal vez) no muráis” (3:3)
Es muy interesante notar que, las primeras
palabras ministeriales del “segundo Adán” fuesen “escrito está” tres
veces repetidas; y que sus últimas palabras ministeriales contienen una
tripartita referencia a la Palabra de Dios escrita (Juan 17:8, 14, 17).
La primera tentación tuvo éxito porque la
Palabra de Dios fue tres veces mal repetida; la tentación al Señor en cambio se
deshizo porque la misma Palabra fue fielmente repetida.
Esta historia de Génesis 3 tiene por
objetivo enseñarnos el hecho de que la esfera de las actividades de Satanás se
encuentra en la religión, y no en las esferas del crimen o de la
inmoralidad; que su campo de batalla no se halla en el pecado que nace de la
depravación humana, sino en la incredulidad del corazón de la
humanidad. No debemos buscar las actividades actuales de Satanás en las
noticias de los periódicos, o en las cárceles y departamentos policiales, sino
en los púlpitos y los asientos de autoridad religiosa, de sus profesores. En
cualquier parte donde la Palabra se cuestione, allí es donde se encuentra el
rastro de la “Vieja Serpiente”, la cual es el diablo y Satanás. Es por esa
razón que todo lo que sea contra el verdadero interés de la verdad (como tal)
encuentra una rápida admisión en los periódicos del mundo, y se trata como “literatura
de interés general”. Y eso es por lo que cualquier cosa que esté
a favor de la su inspiración y origen Divino y su verdad espiritual es
rígidamente excluida como siendo “conflictivo”.
Eso es por lo que Satanás se da por
satisfecho y se alegra mucho de que la letra de lo que “está
escrito” se acepte en Génesis 3 de la misma manera que el propio
acepta Salmos 91:11. Él propio pudo decir “escrito esta” (Mateo 4:6)
para que la letra de lo que estaba “escrito” pudiese
sustituir la verdad que contenía; y así siendo para que fuese mal
citada y mal aplicada.
Este es el objetivo que tiene perpetuando la
tradición de la “serpiente” y la “manzana”, porque sirve para la
aceptación de su mentira, la ocultación de la verdad de Dios, el soporte de la
tradición, la burla del infiel, la oposición de los críticos y el tropiezo de
los débiles en la fe.
E.W.BULLINGER.
Esto ha sido de gran bendición!! Necesitamos sabiduría para comprender las Escrituras! Muchas gracias esto es ORO.
ResponderEliminar@Carlos Codling Para gloria y alabanza de nuestro Padre! Saludos Carlos! bendiciones!
ResponderEliminar