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"LA TIERRA PROMETIDA" (1a. PARTE) - QUINTO ANIVERSARIO DE MIRA SÓLO A DIOS-

Muy amados hermanos:

!Dios los bendiga! Hoy con tremendo gozo en mi corazón les comparto que “Mira sólo a Dios” cumple su quinto aniversario. Cinco años de gran gozo al dar la gloria y el honor a nuestro Padre, cinco años de tremendas satisfacciones y alegrías, y también de profundas tristezas y oposición.

¡Tenemos un Dios TAN MARAVILLOSO! ¡TAN EXCELSO! ¡TAN GLORIOSO! ¡Jamás deja de sorprendernos a todos aquellos que le amamos y le buscamos! ¡Él verdaderamente es una fuente ilimitada de recursos! ¡LA FUENTE MÁS MARAVILLOSA DE AGUAS VIVAS! ¡SU MISERICORDIA Y GRACIA SON MAS ALTAS QUE LOS CIELOS, Y MEJOR QUE LA VIDA! ¡POR ESO MIS LABIOS LO ALABARÁN MIENTRAS VIVA! ¡A ÉL Y SÓLO A ÉL DOY GLORIA, HONRA Y ALABANZA Y MI PROFUNDA GRATITUD EN ESTE BENDITO DÍA! ¡Mi amor más escogido es sólo para Él! ¡No hay nada que anhele más que Su Presencia y el perfume de Su Ser! ¡Su amor no tiene límites y es simplemente asombroso y no alcanzan las palabras humanas para magnificarlo y honrarlo! ¡A NUESTRO DIOS SEA LA GLORIA!!!!!

Comparto con ustedes la primera parte de un breve estudio titulado “La Tierra Prometida”. Es mi oración les sea de edificación y bendición. Nuestras oraciones por todos nuestros amados lectores. ¡Dios bendiga y prospere su caminar con Él!

Con amor en Cristo,


Claudia Juárez Garbalena




LA TIERRA PROMETIDA-PRIMERA PARTE
Por Claudia Juárez Garbalena

Oseas 4:6
Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento.

Jeremías 2:13
Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.

Éstas Escrituras fueron reveladas miles de años atrás y tristemente siguen siendo una realidad palpable entre gran parte del pueblo de Dios. Muchos hombres y mujeres que buscan y aman a Dios son destruidos por falta conocimiento y de un correcto entendimiento de las Escrituras. No hacen conexión con la “Fuente de agua viva” que es DIOS. Quieren por sí mismos “retener agua” cavando cisternas rotas, que jamás darán la verdadera VIDA ABUNDANTE que Jesucristo hizo disponible.

Éste conocimiento del cual carece la gente de Dios, de ningún modo se refiere a las ciencias o sabiduría humanas que abundan en nuestros días. Medios de comunicación como la internet son una fuente enorme de éste tipo de conocimiento. De ningún modo hablamos de esta sabiduría.

El conocimiento y la sabiduría de Dios NO se adquieren como cualquier ciencia humana. Es decir, no es sólo leyendo y estudiando las Escrituras que llegamos a conocer a Dios. Nos es NECESARIO también buscar con hambre y sed al Autor de El Libro, al Creador de los Cielos y la Tierra para hacer conexión con el Manantial de la vida. Si nosotros le buscamos a Él, Dios se extiende hacia nosotros, y nos muestra Sus maravillosos caminos y pensamientos.

Proverbios 2:6
Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y inteligencia.

La humanidad quedó, después de la caída de Adán, separada de Dios, incompleta. Dios había formado, hecho y creado al hombre en el principio como un ser de cuerpo, alma y espíritu. Adán al pecar perdió su espíritu y su conexión con Dios, y por ende, toda la humanidad quedamos “muertos en delitos y pecados”, es decir, sin espíritu hasta llegar a Cristo. Cristo es el puente que extendió Dios entre Él y el hombre, redimiéndole así de su estado caído.

Nuestro Dios siempre es una fuente más que ilimitada de recursos y sabiduría, todo lo contrario al ser humano que siempre se ve sumamente corto y limitado en dirigir su propia vida y manifestar la verdadera abundancia. Hay quienes juzgan que tienen éxito en este mundo, porque miden su triunfo en las riquezas corruptibles. Sin embargo, no disfrutan de la paz, del gozo, de la quietud, del deleite, de la plenitud que está disponible al cobijarse bajo el amparo de Dios, y esto aún con los bolsillos llenos de dinero, ellos comen con mucho afán, dolor y miseria todos los días de su vida. ¡Jamás encuentran la plena satisfacción y contentamiento que se encuentran sólo en Dios!

Muchos hombres y mujeres, en vez de reconocer a Dios como el Autor de la vida, y buscarlo para agradecerle, viven en “independencia” del Creador pensando que no lo necesitan o simplemente que Él no existe, y eso les trae como consecuencia una inmensa insatisfacción porque el ser humano es absolutamente incapaz de dirigir una vida realmente exitosa por sí mismo. Pueden tener riquezas y poder, pero eso no le da una genuina prosperidad, no le da sabiduría en cada paso de su vida, mucho menos en situaciones críticas. No son libres de todo yugo y opresión que impone el dios de este mundo. No  tienen paz, ni felicidad. Simplemente no se deleitan en su día a día, como es la plena Voluntad de Dios. Tampoco tienen el gozo de la vida eterna que hay en Cristo. Viven como si todo lo que existiera fuera el aquí y el ahora, pero no hay en ellos la bendita esperanza que se alberga en los que creemos en Cristo. Para quienes le hemos recibido, sabemos que un bendito día él regresará a arrebatar a su Iglesia, y que seremos en un abrir y cerrar de ojos transformados y totalmente libres de las consecuencias del pecado y de la muerte. El cuerpo de la humillación nuestra, será transformado a semejanza del cuerpo de la gloria suya.

El hombre después de la caída de Adán, ha creído LA MENTIRA: “seréis como Dios”. El hombre no cree, ni entiende que, mientras más dependientes nos hacemos de Dios, más libres somos de todo yugo en este mundo.

Juan 8:31,32,36:
Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.

Bajo ninguna circunstancia estoy diciendo que el creyente o hijo de Dios queda exento de los problemas y situaciones de este mundo, pero sí digo que al aceptar a Jesucristo como el Señor y Salvador de su vida y como substituto de sus pecados delante de Dios, tendrá disponible una vida abundante y plena aquí y ahora, y recibirá la esperanza de la vida eterna.

¿Qué encontró el rey David en Dios?

Salmos 4:7
Tú diste alegría a mi corazón mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.

Salmos 16:11
Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre.

            Salmos 5:11,12
Pero alégrense todos los que en ti confían; den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes; en ti se regocijen los que aman tu nombre.

Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; como con un escudo lo rodearás de tu favor.

El siguiente es un pasaje muy interesante escrito por el rey Salomón.

Eclesiastés 5: 13-20
13 Hay un mal doloroso que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas por sus dueños para su mal;
14 las cuales se pierden en malas ocupaciones, y a los hijos que engendraron, nada les queda en la mano.
15 Como salió del vientre de su madre, desnudo, así vuelve, yéndose tal como vino; y nada tiene de su trabajo para llevar en su mano.
16 Este también es un gran mal, que como vino, así haya de volver. ¿Y de qué le aprovechó trabajar en vano?
17 Además de esto, todos los días de su vida comerá en tinieblas, con mucho afán y dolor y miseria.
18 He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte.
19 Asimismo, a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios.
20 Porque no se acordará mucho de los días de su vida; pues Dios le llenará de alegría el corazón.

Eclesiastés 9: 2-10
2 Todo acontece de la misma manera a todos; un mismo suceso ocurre al justo y al impío; al bueno, al limpio y al no limpio; al que sacrifica, y al que no sacrifica; como al bueno, así al que peca; al que jura, como al que teme el juramento.
3 Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que un mismo suceso acontece a todos, y también que el corazón de los hijos de los hombres está lleno de mal y de insensatez en su corazón durante su vida; y después de esto se van a los muertos.
4 Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto.
5 Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido.
6 También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol.

Estas escrituras me recuerdan:
Lucas 12:15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.

7 Anda, y come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón; porque tus obras ya son agradables a Dios.
8 En todo tiempo sean blancos tus vestidos, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza.
9 Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol.
10 Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría.

Dios desea que el hombre y la mujer disfruten su vida. Pero no es elección de Él, sino nuestra, el buscar ardientemente esa VIDA que hay en Él. David escribió:

Salmos 63:1-4:
Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas, para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario. Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos.

Salomón describe en este libro las múltiples aflicciones de la vida y como todo es vanidad en ella. Pero al final de su escrito dijo:

Eclesiastés 12:13:
El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.

¿Cuánta agua puede retener una cisterna rota? ¿Y cuántos recursos ilimitados tiene una fuente de aguas vivas? ésta ultima jamás deja de proveer su recurso en contraste con la cisterna rota que escasamente podrá retener algo de liquido. Dios es el Manantial de la vida y el hombre apenas una cisterna rota.

Cuando aceptamos a Cristo como nuestro Señor y Salvador, recibimos una muy generosa herencia sólo por la bendita y maravillosa gracia de Dios. Éste legado, se puede comparar muy bien con la Tierra Prometida que El Todopoderoso heredó a los hijos de Israel. Ellos fueron libertados de un cruel opresor que los esclavizaba sin piedad. Así vivimos todos hasta llegar a Cristo, muertos en delitos y pecados, sin esperanza y sin Dios en el mundo (Efesios 2:1,12). Cristo es nuestro maravilloso libertador.

El Dios glorioso y eterno, buscando cumplir el gran anhelo que siempre tuvo de tener una familia, nos rescató y reconcilió con Él por el ÚNICO sacrificio perfecto: El Cordero de Dios que ofrendó muy amorosamente SU PRECIOSA VIDA por toda la humanidad.

Hebreos 10:12:
Pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios.

Juan 3:16:
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Cuando creemos en Cristo, igual que el pueblo de Israel, también pasamos nuestro “Mar Rojo” y con asombro somos testigos de las señales, milagros y maravillas que Dios Todopoderoso hace con Su portentosa Mano. Pero al llegar “del otro lado del mar”, hay algunos que tristemente  quieren volverse a la esclavitud en sus corazones olvidándose de esta salvación tan grande y se envuelven en las vanidades y/o distracciones de éste mundo, justo como el pueblo de Israel quiso volverse a Egipto después de haber respirado en libertad según describe Nehemías 9:17.

Pero amados de Dios, es hasta que reconocemos a Cristo como el Señor de nuestras vidas y que él fue nuestro substituto para pagar toda deuda del pecado y de las consecuencias del pecado, y que creemos que fuimos crucificados en la cruz de Cristo y que nos consideramos muertos, sepultados, resucitados, ascendidos y sentados a la Diestra de Dios con él, que llegamos a ésta “Tierra Prometida”, a esta vida nueva llena de riquezas y todos los frutos excelentes en gran manera que en ella habitan.

Romanos 6:3-11:
6:3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?
6:4 Porque somos [fuimos] sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
6:5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;
6:6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
6:7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.
6:8 Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él;
6:9 sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él.
6:10 Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive.
6:11 Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.

Los hijos  de Israel recibieron una heredad fértil y muy buena que no habían trabajado:

Nehemías 9:25
Y tomaron ciudades fortificadas y tierra fértil, y heredaron casas llenas de todo bien, cisternas hechas, viñas y olivares, y muchos árboles frutales; COMIERON, SE SACIARON, Y SE DELEITARON EN TU GRAN BONDAD.

La “Tierra Prometida”, que heredamos de Dios, que es CRISTO EN NOSOTROS, es mucho más rica y generosa que la herencia que recibió el Pueblo de Israel.

En Cristo, hemos sido completamente redimidos, hechos justos, santos, y somos muy amados… somos “completamente, completamente, absolutamente completos en él”. ¡Nosotros somos aceptos en el amado! (1Corintios 1:30,31 y Colosenses 2:10).

En Cristo, recibimos una heredad que NO trabajamos. Y por la Obra Perfecta y finalizada de Cristo tenemos disponible deleitamos con todos los frutos que ésta Tierra tiene en gran abundancia. TODO ES POR LA GRACIA DE DIOS, tal y como los hijos de Israel recibieron su herencia. No la ganaron por su propia fuerza o habilidad, sino que se apropiaron de ella CON EL PODER Y EL FAVOR DE DIOS.

Cuando Moisés envió a doce espías a inspeccionar la tierra que Dios les ofrecía, sólo Josué y Caleb estuvieron plenamente convencidos de que Dios podía entregarles aquella heredad. Toda aquella generación que salió de Egipto rechazó la promesa de Dios y vagó junto con sus hijos en el desierto por cuarenta años y murió sin recibir, por incredulidad, la promesa que tan sólo por fe podrían haber tomado y que sus hijos sí recibieron al creer lo que Dios les había prometido. Dios sustentó a Su pueblo con generosidad esos 40 años en el desierto, pero ellos nunca gozaron de la gran abundancia que Dios les había ofrecido a manos llenas.

Entonces, nosotros también tenemos la bendita opción de apropiarnos por creencia, de todo lo que Cristo ha ganado para nosotros, o, tenemos la opción de vivir “dando vueltas en el desierto” a penas mirando de lejos aquella Tierra fructífera y hermosa que es CRISTO EN TI.

No es por hacer obras piadosas y méritos que llegamos a ver todas las riquezas duraderas del Reino de Cristo. Sino que es al identificarnos con Cristo, al reconocerlo como nuestro substituto de todo lo que merecíamos, que nos apropiamos de todo lo que Dios nos brinda rica y generosamente por Su gran misericordia y amor, es entonces cuando vemos las riquezas de esta Tierra Prometida.

Romanos 6:11:
Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.

Gálatas 2:20,21:
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.

Hay una bellísima canción en ingles titulada “Home again” (“De nuevo en Casa”), en ella, el autor da un breve testimonio de su vida, de cómo conoció el frio y el calor del mundo y nada le saciaba hasta que volteó sus ojos a Dios. Y dice que como el girasol mira hacia el sol así nosotros lo miramos a Él y eso nos da paz estando en la Presencia de Dios y dice “qué bueno es estar de nuevo en Casa”. Es absolutamente hermoso “estar en Casa” en el hogar que Dios nos ha preparado cerca de “Su fuego” calentado por Su amor en donde Sus bendiciones y misericordias llueven en nuestras vidas y literalmente dice: “a salvo del viento y la lluvia, terremotos e inundaciones Su familia cantamos juntos gozosas alabanzas  en una Casa edificada en amor”.


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