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El poder del cuerpo y la sangre. Por Joseph Prince


1 Corintios 11:26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.

Hace algún tiempo, una miembro de la iglesia desarrolló una condición llamada trombosis mientras iba en un vuelo a Israel. Mientras desembarcaba del avión ella colapsó. Fue llevada al hospital, pero en el camino hacia allá, su corazón dejó de latir. Aparentemente el coagulo de sangre en su pierna se había ido al corazón, causando que su corazón dejara de latir. El doctor hizo varios intentos por revivirla y logro hacerlo, pero ella permaneció inconsciente.

Cuándo llegue al hospital con algunos de los líderes de la iglesia unos días después, se me dijo que su condición estaba empeorando. Ella estaba en cuidado intensivo. Mis líderes y yo decidimos participar de la Santa Comunión en la unidad de cuidados intensivos, proclamando que Jesús había cargado todas sus enfermedades incluyendo la trombosis, y que su sangre la había redimido de toda maldición, incluyendo cualquier tipo de enfermedad y muerte.

El día siguiente, ella recobró la conciencia. Su recuperación fue tan sobrenatural que después de una semana de observación, ella fue dada de alta y pronto pudo acompañar al próximo tour que llegó ahí.
En otro caso, un miembro de la iglesia tenía a su mamá de edad avanzada que fue sometida a varias cirugías y su condición se estaba deteriorando al punto que el doctor de la familia les dijo que se prepararan para lo peor. La familia tomó la Santa Comunión en la unidad de cuidados intensivos. Incluso ellos pusieron un poquito de pan en la boca de la madre y derramaron un poquito de jugo de uva en su boca. Al tercer día, algo milagroso sucedió: Su madre recobró la conciencia, se puso mejor y fue dada de alta no mucho tiempo después.

Verás, cada vez que tú comes este pan y bebes esta copa, estás proclamando la muerte del Señor por ti. Disciernes que el cuerpo del Señor fue partido para que tu cuerpo pueda ser entero. Tú disciernes que su cuerpo sano fue molido por tus enfermedades y en sus dolores llevó tus sufrimientos y enfermedades para que tu cuerpo pueda estar bien. Así que cuando comes este pan, puedes decir que por sus heridas has sido curado. Y cuando tomas esta copa tú estás tomando la vida misma de Jesús que está representada en su sangre.

Amado la vida de Jesús es libre de dolor, libre de enfermedad y libre de pobreza. Atrae el favor y la bendición de Dios. Y debido a que tú tienes esa vida en ti, eso causa que buenas cosas te ocurran.


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