La batalla de tu mente. Segunda Parte. Joseph Prince
https://www.youtube.com/watch?v=N8TcSPnrzKA
La condenación y el miedo
excesivo a perder mi posición con Dios y mi salvación, no vinieron de Dios.
Dios quiere que descanses, que estés seguro de esa salvación. Algunos líderes
quieren que las personas no descansen en esto, las mantienen con miedo para que
regresen a la iglesia, pero lo que sana los corazones de la gente es el amor de
Dios.
Recuerdo cuándo fueron
los atentados del 9/11. Las iglesias en los Estados Unidos estaban llenas, repletas
de gente, las semanas siguientes al evento. Pero después de un tiempo se volvió
a lo mismo, la gente ya no volvía porque no es una buena motivación ir a la
iglesia por miedo, es el amor de Cristo el que nos constriñe, y quiero decirles
algo, el amor de Cristo es mucho mejor que el miedo. Entonces, predicadores,
pastores, líderes, paren por favor de usar el miedo cómo una técnica, eso
solamente va a retener a la gente por algún tiempo, pero no a largo plazo. No
hemos recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, hemos
recibido el espíritu de adopción por la cual clamamos ¡Papi! ¡Abba! Amén. Dios
quiere que tengas y disfrutes de este espíritu de filiación.
Así que estos
pensamientos venían a mí: “has perdido salvación", “estás perdido”, “Dios
está enojado conmigo”. El diablo habla todos los idiomas que son conocidos, él
conoce nuestros lenguajes y pone toda clases de cosas en tu pensamiento. Y era
tan real, verdaderamente sentía que había perdido mi salvación, andaba por
todos lados trayendo gente a la salvación, el poco evangelio que yo conocía se
lo predicaba a la gente. Y ¿saben?, genuinamente creía que si guiaba esta gente
a Cristo, cuando ellos fueran al cielo, cuando Dios lo viera, Él les iba a
preguntar “¿quién te trajo aquí?” y ellos iban a responder “Joseph Prince”, y
Dios me iba a ver en el infierno y esto le iba a impresionar un poquito. Yo de
verdad creía esto, realmente cómo adolescente pensaba esto, y yo estaba
haciendo toda clase de obras pensando que estaba perdido, que había perdido mi
salvación, así que hacia mi mejor y aún me sentía terrible.
¡Qué día! ¡Qué día tan
glorioso fue cuando entendí que no era por mi obediencia, sino por la obediencia
de Cristo que soy salvo! ¿Y qué hay de nuestra obediencia? yo tengo al gran
pastor, ¿qué tal tú?
Puedo decirles, por
ejemplo, que yo amo a mi esposa y que nunca, nunca he dormido con otra mujer,
no me pregunten si en mi mente, porque en la mente todos somos culpables, en el
pasado si tú has sido pecador, yo también. Pero hoy puedo decirles que hasta
ahora nunca he dormido con otra mujer. Pero no quiero hablar de mi obediencia o
de mi justicia. Lo que estoy tratando de
decirles es que cuando tú crees correctamente, vas a actuar correctamente, y
ahí van a estar el gozo, el amor, la paz, y el dominio propio como un fruto, el
dominio propio no se trata de determinación, es un fruto de creer correctamente.
Cuando prediqué este tema
en Palermo, Italia, el año pasado, hubo una recepción después de eso y había un
profesor que era psiquiatra y me dijeron que era el mejor psiquiatra de
Palermo, esta persona era muy brillante, y lo mejor de todo es que es un
creyente. Durante la recepción él vino a mí y me dijo: “Pastor Prince yo simplemente
quiero decirle algo, estoy tan bendecido por esto que acaba de predicar, ¿sabe?
si todo el mundo creyera lo que acaba de enseñar, yo no tendría trabajo” y me
dijo que la vasta mayoría de la gente a la que él atiende en su consultorio,
luchan con la culpa, con la culpa no resuelta y la condenación.
Hay muchos cristianos que,
como yo, piensan que han cometido un pecado imperdonable, y eso les ronda en la
mente. Una creencia incorrecta produce esto. Por eso el evangelio se trata de
una creencia correcta.
Entonces, ¿qué debes
hacer cuando el diablo pone esos pensamientos en tu mente? simplemente
ignóralo. No lo puedes detener, entonces ¡ignóralo! hagan los que las damas
hacen cuando están resistiendo o rechazando a un hombre. Ellas guardan
silencio. La forma más alta de resistencia o rechazo es el silencio.
Entendí esto tiempo atrás,
cuando recién aprendí esta verdad: Yo solía reprender al diablo todo el tiempo,
él ponía pensamientos en mi mente y yo le decía “te reprendo en el nombre de
Jesucristo”, “ya sé que esto viene de ti, te reprendo en el nombre de
Jesucristo”. Así que todo el día estaba reprendiéndolo, y él pensaba, “bueno me
está reprendiendo todo el día, todavía tiene su atención en mi”. Todo el día
estaba enfocado en el diablo, así que rechazar o reprender al diablo no es la
más alta forma de resistirle. De vez en cuando tendrás que hacerlo, pero la forma
más alta de resistirle es ignorar los pensamientos con los que él bombardea tu
mente. Revélate contra ese pensamiento que el diablo pone en ti, no te ayudara
en nada, así que ¡ignóralo! Si estás en un lugar alto, y ves hacia abajo y él
te dice “salta”, ríete de él, ignóralo, ignora ese pensamiento.
Yo he aprendido
observándolas a ustedes señoras, señoritas. ¿Han visto esos lugares de
construcción donde los trabajadores están tomando un descanso, y ven pasar a
chicas guapas y ellos comienzan hacerles señas o comienzan a han chiflarles, a
decirles cosas?, ¿han visto eso?, y hay algunas que se regresan y les dicen
alguna cosa, pero aquellas que son una dama son quienes siguen caminado con su
amiga y actúan como si nada hubiera pasado y eso realmente molesta a esas
personas, porque es como si no existieran.
Esta es la forma más alta
de resistencia, de resistir al adversario. Cuando el diablo venga y te haga
sugerencias o te ponga pensamientos, ignóralo o haz lo opuesto de lo que él te
está diciendo. Cuando el adversario ponga en tu mente: “soy un pervertido”, “soy
un inútil”, ¡ignóralo! la peor cosa que puedes hacer es aceptar ese
pensamiento, repetirlo y comenzar a vivirlo, porque esa fortaleza llega a ser
más profunda.
Así que, después de que
Dios alumbró los ojos de mi entendimiento en el evangelio de Jesucristo, fui
liberado y me di cuenta que no era mi obediencia si no la obediencia de Jesús
lo que me ha hecho justo. Esos pensamientos todavía venían, pero yo los
ignoraba y ocurrió algo muy importante: ¡ya no me condenaba por ellos! No
respondía y no me condenaba más de lo que podría condenarme si una persona
habla cosas profanas contra Dios, porque es su responsabilidad no la mía. Lo
que ocurrió en mi mente fue que todo se disipó, mi mente fue sanada. La Biblia
llama a esto “el yelmo de la salvación”, es de lo que nos habla 1 Tesalonicense
5:8:
…con
la esperanza de salvación como yelmo.
Entonces, nota que la
Biblia dice que cuando crees en Jesús eres salvo y eres justo. Y debido a que
eres salvo, Dios te ha hecho justo, con la justicia de Jesús y eres salvo para
siempre. Esta esperanza es tu yelmo, es un yelmo de esperanza.
Esperanza en el griego es
“elpis”, es “una confiada expectación del bien”. La gente está deprimida, no ve
más que un oscuro futuro panorama, Dios dice: “corre las cortinas y ve la luz,
ten una confiada expectación del bien porque eres salvo, ¡tú tienes la
esperanza de la salvación!”.
Esto es verdad para
aquellos que son salvos, esta es la esperanza de la salvación. Para aquellos
que son salvos su futuro es brillante, su futuro es hermoso. Yo sé que hay
cosas que están sucediendo ahora que no son hermosas, justo como le sucedió a
José en Egipto, pero créeme Dios está preparando un gran lugar, un lugar de
ascenso, un lugar de honor, un lugar de bendición, donde tú vas a poder ser una
mega bendición para muchos. Tu futuro es brillante.
Voy a decirte esto,
cuando el diablo te ataca en algunas áreas, es porque Dios quiere utilizarte
justo en esas áreas. Como yo, yo era tartamudo desde el jardín de niños hasta
la escuela secundaria. Mis profesores decían: "este niño nunca podrá
hablar en público". Pero Dios ama prosperarte en esa área en que el diablo
te ataca, y probablemente el diablo sepa que es esa área donde Dios quiere
servirse de ti. Si eres tímido, si tienes miedo, créeme tú vas a ser en el futuro
una persona de gran denuedo si depositas tu confianza en Dios. Dios está
preparando un montón de gracia en esa área de tu debilidad, va a cubrirte con
Su poder y con Su súper abundante gracia, y aquellos que se sienten muy
condenados, Dios probablemente los va a usar para predicar mucho el evangelio.
Ahora, John Bunyan es el
autor de un libro llamado “El Progreso del Peregrino”, el cual es un excelente
libro para sus hijos, es muy bueno, realmente lo recomiendo. Este hombre
escribió una autobiografía y la cual tituló “Gracia Abundante al Primero de los
Pecadores”.
Permítanme leerles lo que
escribió John Bunyan. Yo descubrí esto años después que comencé a predicar el
evangelio de la gracia, ya era un pastor, al leer su autografía encontré esto
que él dijo, y escuchen, él está describiendo una parte de su vida donde no
estaba creyendo el evangelio correcto, no estaba creyendo el verdadero
evangelio, y este era el resultado:
“Todo mi consuelo y
tranquilidad me fueron robados, y la oscuridad se cernió sobre mí después de
que muchísimos pensamientos de blasfemia contra Dios, Cristo y las Escrituras
venían para oprimir mi espíritu, para crearme confusión y asombro. Yo me encontraba
de pronto en mi mente escuchando pensamiento de maldición, y pensando cosas
horribles de Dios o Cristo y las Escrituras”.
Cuando leí esto pensé,
¡Dios mío! años atrás, ¡alguien pasó la misma lucha que yo!, así que no nos sorprenda
que él escribió este libro titulado “Gracia Abundante al Primero de los
Pecadores”, ¿saben qué lo hizo libre? dice que un día iba caminado, abstraído
en sus propios pensamientos, y escuchó al Espíritu Santo en su corazón
resplandeciendo esta verdad: “tu justicia está en el cielo”, y dejó de estar
preocupado si iba perder su salvación o no. Él estaba temeroso de que si no
hacia las cosas correctas perdería su salvación, al igual que yo. Yo tenía
miedo porque un día era obediente y al siguiente no, yo estaba haciendo mi
propia justicia, y a este hombre le fue revelado: “debido a que tu justicia está
en el cielo, nadie te la puede quitar, porque Jesús es tu justicia”.
Quiero ilustrar esto con
el sumo sacerdote, porque el sumo sacerdote de Israel es una maravillosa
representación de nuestro Señor Jesucristo que está hoy sentado a la diestra
del Padre. Como el sumo sacerdote se encontraba, así se encontraba la nación de
Israel.
El sumo sacerdote es
aquél que entra al lugar Santo de los Santos y si él sale de ahí con vida, eso
quiere decir que Dios lo aceptó a él, y si Dios aceptó al Sumo Sacerdote, la nación
entera es bendecida: van a tener lluvias anuales, van a tener sus cosechas,
victoria en las batallas, Dios va a bendecir sus cuerpos, a sus hijos. Pero si
el Sumo Sacerdote muere, Dios ha rechazado también a la nación entera. El
principio es este: Como el Sumo Sacerdote era encontrado, así se encontraba la
nación de Israel también. *
*El Sumo Sacerdote era el principal
representante del pueblo ante Dios que tenía a su cargo la supervisión de los
demás sacerdotes. El hecho de que los pecados del sumo sacerdote pudieran
acarrear culpabilidad sobre todo el pueblo, destacaba la dignidad, seriedad y
responsabilidad de su puesto. (Lev 4:3.) Solo el sumo sacerdote podía entrar en
el Santo de los Santos, y debía hacerlo exclusivamente un día al año, el Día de
Expiación. (Lev 16:2.) Ese día, no podía haber en la tienda de reunión ningún
otro sacerdote cuando él entraba en ella. (Lev 16:17.) Oficiaba todos los
servicios del Día de Expiación. Hacía expiación por su casa y por el pueblo en
ocasiones especiales (Lev 9:7), e intervenía ante Jehová a favor del pueblo
cuando la ira de Jehová ardía contra ellos. (Núm 15:25, 26; 16:43-50.) Cuando
surgían asuntos de importancia nacional, él era el que se dirigía a Jehová con
el Urim y el Tumim (Nú 27:21), y también era quien oficiaba cuando se degollaba
y quemaba la vaca roja, cuyas cenizas se empleaban para el agua de limpieza.
(Núm 19:1-5, 9.). El sumo sacerdote también llevaba la delantera en la
instrucción religiosa de la nación. (Le 10:8-11; Dt 17:9-11.). [Nota de
traductor].
Y, ¿quién es hoy nuestro Sumo
Sacerdote? ¡Jesucristo! y él no puede morir, él está bajo el poder de la vida
eterna, porque como Jesús es, así somos nosotros en este mundo (1 Juan 4:17).
Así es como podemos andar
con denuedo en este día del juicio “como él es” en tiempo presente, ahora
mismo, “así somos nosotros”, ¿cuándo? ¿cuándo muramos? no, en este mundo. Como
Jesús es, así somos nosotros, como tu Sumo Sacerdote es, así somos nosotros.
Israel no podía decir: “como
mi sumo sacerdote es aceptado, así soy yo”. Ellos no podían decir eso, pero hoy
si podemos decir: “como Jesús es”, ¿es Jesús justo hoy? ¡Si! “así soy yo” ¿en
dónde? “en este mundo”.
¿Jesús puede perder en
algún momento su salvación, su lugar a la diestra de Dios? Así en esa misma forma,
en ese mismo lugar de seguridad estamos nosotros por la gracia de Dios.
¿Puede Jesús volver a ser
condenado en nuestro nombre como lo fue en la cruz? ese pagó ya fue saldado en
nuestra cuenta. “Como él es, así somos nosotros en este mundo”. Como es Jesús, tu
Sumo Sacerdote, así eres tú. ¿Él puede morir? ¿su posición delante de Dios es
eterna?, entonces, esa es tu misma posición también. Eso es lo que dice la Biblia
en la profecía de Daniel 9:24, que él iba a traernos a una eterna justicia (o
“justicia perdurable”, como traduce la Reina-Valera 1960).
Quiero enfocarme en una
parte de la vestimenta del sumo sacerdote, en la Mitra Santa que es el tocado o
turbante que llevan los sumos sacerdotes, por favor recuerden esto, “como Jesús
es, así somos nosotros en este mundo”.
El primer sumo sacerdote
de Israel fue Aarón, él es una representación de Jesucristo, y esto es lo que
la Biblia dice acerca del Mitra en:
Éxodo
28:36 RV60 Harás además una lámina de oro fino, y grabarás en ella como
grabadura de sello, SANTIDAD A JEHOVÁ. [“SANTO AL SEÑOR”, “CONSAGRADO A YAVÉ”].
En la parte de la frente
de la mitra está grabada esta frase: “Santidad a Jehová”.
37
Y la pondrás con un cordón de azul, y estará sobre la mitra; por la parte
delantera de la mitra estará.
38
Y estará sobre la frente de Aarón, y llevará Aarón las faltas cometidas en
todas las cosas santas, que los hijos de Israel hubieren consagrado en todas
sus santas ofrendas; y sobre su frente estará continuamente, para que obtengan
gracia delante de Jehová.
Éxodo
28:36 (NBLH): “Harás también una lámina de oro puro, y grabarás en ella, como
las grabaduras de un sello: ‘Santidad (Consagrado) al Señor.’ 37 La fijarás en
un cordón azul, y estará sobre la tiara. Estará en la parte delantera de la
tiara. 38 Y estará sobre la frente de Aarón, y Aarón quitará la iniquidad de
las cosas sagradas que los Israelitas consagren en todas sus ofrendas santas.
La lámina estará siempre sobre su frente, para que sean aceptas delante del
Señor.
Así que iba a estar en la
frente de Aarón, el sumo sacerdote de Israel quien es una representación de
nuestro Señor Jesucristo, y Jesucristo es nuestro Sumo Sacerdote hoy.
Ahora, todo lo que
ustedes ofrezcan a Dios es impuro, incluso su adoración, es impura, pero si eso
es traído a Dios través del Sumo Sacerdote, ese Sumo Sacerdote pone Su fragancia
en eso, él toma esa iniquidad tuya y la presenta a Dios con su fragancia. No
sólo esto, dice: y sobre su frente estará
continuamente, para que obtengan gracia
delante de Jehová. ¿En qué frente va a estar siempre esto puesto? En la
del Sumo Sacerdote, ¿y quién va a ser acepto? toda la nación.
Hoy el principio es el
mismo, no son tus pensamientos lo que te dan aceptación delante del Señor, sino
los pensamientos de Aquel que está sentado a la diestra de Dios, sus
pensamientos se te han imputado. Sus pensamientos, son tus pensamientos, Dios
no te juzga más basado en lo que tú eres, te juzga basado en lo que Su Hijo es.
Una vez que pones tu confianza en Cristo, como él es, así eres tú en este mundo.
Si él es justo, Dios dice que tú eres justo, si él es bendito, Dios dice que tú
eres bendito, si él está bajo el favor de Dios, tú también estás bajo el favor
de Dios. ¡Aleluya!
Ahora, tú puedes hacerme
la pregunta, “Pastor Prince usted dice continuamente que hay que mirar a Jesús,
y mirar a Jesús, ¿cómo se hace eso? ¿cómo se mira a Jesús? El diablo quiere que
observes tu obediencia o la falta de ella, él viene a ti y te dice: "mira
tus pensamientos", "mira tus emociones", "mira lo que
dijiste" "mira lo que hiciste". E incluso cuando haces lo correcto
te acusa, si tú lees la Biblia, él te dice: “no has leído lo suficiente”, “no
has orado lo suficiente”, “no has hecho el suficiente sacrificio”. Incluso
cuando haces lo correcto, él te apunta y te dice “no has hecho lo suficiente”.
Cuando haces lo malo, él
apunta lo malo que has hecho, él es alguien que te desaprueba todo el tiempo,
es el acusador, y su técnica para deprimirte, para hacerte sufrir esta
esclavitud mental, es que te enfoques en tus propios pensamientos, que te
enfoques en tus acciones, que te enfoques en tus obras, que te enfoques en ti
mismo, así entras en esta espiral descendente de depresión. Pero tu respuesta
debe ser: “diablo ves aquél que está sentado a la diestra de Dios, ese es quien
yo soy. Así que ve y obsérvalo a él, no
me mires a mí, porque como él es, así soy yo en este mundo. Si encuentras
fallas en él, encontraras fallas en mí”. Hermanos, cómo él es, así somos
nosotros en este mundo.
¿Saben algo? los pensamientos
de Jesús son siempre santos y porque sus pensamientos son siempre santos, esos
pensamientos están en su mente, como decía la vestimenta del sumo sacerdote, y
porque él es santo, porque sus pensamientos son santos tú eres siempre aceptado
delante de Dios, Dios nunca te rechaza por tus malos pensamientos, porque Él no
mira más tus pensamientos si son buenos o malos, Él está mirando los
pensamientos de Jesús, si sus pensamientos son santos, entonces tú eres
aceptado. ¡Aleluya!
Los pensamientos de Jesús
son siempre santos, y porque él es santo, tu eres siempre aceptado por Dios.
Dios nunca te rechaza por tus malos pensamientos, ¿Por qué? Porque Él no mira
tus pensamientos, sino los pensamientos de Jesús. ¿No es maravilloso? ¿no es
nuestro Dios maravilloso? ¡démosle alabanza!, porque esto es maravilloso.
Sabes algo, nunca vas a
ser más feliz, nunca vas a tener más paz, ni más gozo que cuando dejes de
ocuparte en ti mismo, cuándo dejes de mirarte a ti mismo. En vez de estar
mirándote a ti mismo debes ocupar tus pensamientos en alguien que es más
amoroso, más grande que tú. Cada vez que pones tus ojos en Jesús verás que él
es perfecto, él es como un diamante, cuando le das vuelta y lo observas, ves la
perfección, la belleza, la gloria y la excelencia en él. Si alguien pone sus
ojos en mi van a decir: ¡ahj! y no se rían porque es lo mismo con ustedes. Pero
mientras más observas a Jesús te vas a dar cuenta que él es hermoso, él es
humilde, majestuoso, él es Rey y, aun así, lava tus pies. Todo lo que puedas
observar de Jesús, te harán ver que él es hermoso. Y lo más que lo mires a él,
vas a ser transformado, está es la parte práctica de la enseñanza. Dios no va a
dejarte en esta parte práctica, esto va a ocurrir cuando tú contemples a Jesús,
ahí vas a ser transformado en la misma imagen, y esto no es por tus esfuerzos,
sino por el espíritu del Señor en ti.
Mientras los ojos de
Pedro estuvieron en Jesús, él caminó en el agua, él hizo algo sobrenatural
enfocándose en Jesús, pero en el momento que él miró la tormenta y los fuertes vientos,
regresó al reino natural. El diablo quiere que pongas tus ojos en todo lo que
está sucediendo en vez de enfocarte en Jesús y su obra finalizada, ese es su
recurso.
Estamos aprendiendo cuáles
son sus artimañas, entonces alentémonos unos a otros. Cuando alguien esté
atravesando alguna circunstancia dile: “hermano observa donde están tus
pensamientos y ponlos en Jesús, Jesús es siempre santificado en su mente, y a
ti se te ha imputado esa aceptación que él tiene delante del Padre, por sus
pensamientos santos.
A continuación, quiero
orar por ustedes. Quizá tú estás atravesando algo, algunas esclavitudes como
las que he descrito aquí hoy, y algunas de estas cosas quizás no recuerdes ni
siquiera el momento en que empezaron. Quizá eras un niño, un adolescente cuando
el diablo empezó a poner estos pensamientos en tú mente, y él te dijo “yo
soy_______”, tú puedes llenar esa raya en blanco, lo que sea que él te haya
engañado a pensar, quizás él te dijo: “soy una persona insensible”, quizás tu
madre te dijo eso, quizás tu papá te dijo eso, quizás tu maestro te dijo eso, y
en el momento que tú creíste que eras insensible, llegaste a ser más
insensible, y cuando actúas como alguien insensible, llegas a ser más
insensible, y ocurre este círculo que es una espiral descendente. El diablo
puede decirte: “soy un fracaso”, “soy un perdedor”, “he sido maldecido”, “tengo
mala suerte”. En el momento que tú lo repites vas a confirmar estás cosas que
ya estás creyendo, y al primer signo de que has fallado, dices: “Si, mira, así
es, soy un perdedor, estas cosas siempre me pasan a mí”, y esa espiral
descendente sigue poniéndose peor y peor. Lo más que ves ocurrir estás cosas en
tu vida, lo más que lo crees y lo más que lo crees, lo más que lo confiesas y
lo más que lo confiesas, lo más que vas a ver estás cosas, pero ¿sabes una cosa
hermano? Cristo te ha hecho libre.
Hermano, si tú quieres
esta liberación, voy a decirte esto: Aquel a quien el Hijo hace libre, es
verdaderamente libre. Yo estoy aquí, delante de ti, para decirte que Jesús es
la gracia y él te ha hecho libre, a mí me hizo libre y también te va hacer
libre. No me interesa que tan profunda sea esta fortaleza, no me importa que
tan poderosa sea esa esclavitud, más poderoso es Dios para derribar esa
fortaleza. Así que donde quiera que te encuentres, que estás escuchándome, si
estás sufriendo de este tipo de esclavitud pon tu mano en tu corazón o en tu
frente como un acto de fe, voy a orar por ti. El mismo Jesús que dio su vida en
la cruz te ha hecho libre.
Padre en el cielo te doy
gracias Señor, por cada uno que escucha mi voz, te doy gracias por el regalo de
tu hijo Jesucristo, te doy gracias porque él cargó nuestros pecados y nuestra
condenación en la cruz, y te doy gracias porque él ha sido glorificado con el
Espíritu Santo. Padre en el cielo en el poderoso nombre de Jesucristo, yo vengo
contra toda fortaleza, vengo contra toda esclavitud, vengo contra toda
depresión, en el nombre del Señor Jesucristo demuelo cada fortaleza, la derribo en el
nombre del Señor Jesucristo por la unción que destruye cada yugo, yo los
declaro libres en el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús, en el nombre de
Jesús sé libre, es para darte libertad que ha venido nuestro Señor, así que sé
liberado en el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús ¡Amén!
Ahora repite conmigo, “¡soy
libre!” y créelo, di: “soy libre”. Ahora tu mente es un recipiente vacío, ¡llénalo
con la Palabra de Dios!, llena tu mente con la Palabra de Dios. Un excelente
versículo para memorizar es: Romanos 5:19:
Porque
así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos
pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos
justos.
y otro: 1 Juan 4:17: pues como él es, así somos
nosotros en este mundo.
Así que trae tu mente,
tus pensamientos a la obediencia de Cristo, para enfocarte en su obediencia, y
ve como tu mente se hace más y más sana. ¡Alabado sea el nombre de Jesús!
Traducción por Claudia Juárez Garbalena
Dios la Bendice mi amada hermana!Gracias por todo su servicio a los Santos. Que Dios la siga bendiciendo y llenando de sabiduria en gran manera y que la paz de Dios nuestro Padre sean con usted siempre. Doy tantas gracias a Dios por su vida. Que bendecida estoy! Un fuerte abrazo <3
ResponderEliminar@Unknown Amén!! Gracias! bendiciones en el nombre de nuestro Señor Jesucristo! Shalom!
ResponderEliminarGracias le doy a Dios por las enseñanzas de la palabra al Pastor Prince y a usted hermana por su trabajo precioso de traducción. Yo también llevo sintiendo esto mismo desde hace ya 2 años y ahora es que entiendo que ya Cristo pago mi precio. Amén 🙌🙌
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