Una Vida Totalmente Transformada. Testimonio
Al compartir estos
mensajes, mi corazón y profundo anhelo es que Dios sea glorificado y exaltado,
su nombre engrandecido y que la Palabra de Dios llegue a ser mas viva en
nuestros corazones. No es ningún hombre, sino el evangelio de la gracia de Dios
que trae liberación a la vida de los que buscan a Dios. ¡JESUCRISTO ES EL
CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA Y NADIE VIENE AL PADRE SI NO ES POR EL!
En Su amor,
Claudia Juárez Garbalena
Una Vida Totalmente
Transformada
Acepté a Jesús como mi
Salvador cuando tenía siete años. Pero cuando me involucré en una relación
pecaminosa, estaba aterrorizada de que hubiera perdido mi salvación. Había
escuchado una y otra vez en mi mente que iba a ir al infierno.
Viví una vida absolutamente
miserable durante veinte años mientras continuaba en esa relación. Me sentía
como si Dios estuviera enojado conmigo y que iba a tener que enfrentar Su ira y
castigo por el resto de mi vida. También me aparté del cristianismo ya que pensé
que había perdido toda cercanía y comunicación con mi Padre celestial.
Siempre supe que mi estilo
de vida no era lo mejor de Dios para mí. Hubo varias veces que intenté salir de
ese estilo de vida, sin embargo, volvía a lo mismo en cuestión de meses. En un
momento dado, traté de involucrarme en una iglesia para cambiar mi vida, pero
cuando se enteraron de mi pasado, me dijeron que era probable que yo nunca
hubiese sido salva.
Me sentí derrotada y caí
más profundamente en ese estilo de vida pecaminoso. Mi mente me torturaba
pensando cómo iba alguien a querer una relación en serio conmigo conociendo mi
pasado. También creía que iba a estar atrapada en esa relación pecaminosa
indefinidamente. La auto-condenación era insoportable y me odiaba a mí misma.
Estaba deprimida y durante
años tomé antidepresivos y medicamentos contra la ansiedad. Llegue a pensar
seriamente en el suicidio varias veces. Recuerdo un día haber estado sentada en
la cama con una pistola apuntando mi sien, sollozando y temblando. Yo estaba
segura de que iba a perder la vida a través de mis propias manos, que era sólo
cuestión de tiempo que tuviera el valor para hacerlo.
Luego, en 2012, mi madre
llamó y me habló del mensaje de la gracia predicado por Joseph Prince. Ella
dijo: “Tienes que escuchar a este hombre”. Para ser honesta, pensé que mi madre
había perdido la razón. Mi familia y yo estuvimos en una gran iglesia en los
Estados Unidos, y me pregunté qué podría enseñarnos un pastor de Singapur que
no hubiéramos oído ya.
Pastor Prince, cuando
visité a mis padres unos meses después y vi su programa, aprendí sobre el amor
de Dios, Su misericordia y gracia, y cómo la ley fue el ministerio de muerte.
Usted captó mi atención. Nunca antes había oído hablar de la gracia de Dios y
el favor inmerecido.
Empecé a grabar sus
programas y a verlos todos los días. También conseguí su libro “Favor
inmerecido”. Leyéndolo, me rodaban las lágrimas cuando descubrí que Dios nunca
había estado enojado conmigo.
También aprendí que mi
nombre se escribió para siempre en el Libro de la Vida en el instante en que
clamé a Él en mi corazón como una niña. Supe que era para siempre y permanentemente
SALVA, y que nada que pudiera hacer podía cambiarlo. No había nada que pudiera
hacer para ganar o perder mi salvación. He descubierto que cuando Dios me mira,
me ve a través de la obra de Su precioso Hijo. ¡Aleluya!
Aprender quién era yo, y
de Quien soy, me hizo libre. Y cuando aprendí que Dios TODAVÍA me ama, que está
ahí para mí, y que quiere bendecirme, a pesar de todo lo que había hecho, cambió
todo.
Declaré continuamente, aun
cuando todavía estaba viviendo en ese pecado, que por fe yo era la justicia de
Dios a través de la obra finalizada de Jesús. En cuestión de meses, esas
cadenas cayeron totalmente de mi vida y he sido liberada de ese estilo de vida.
Sentí como si cayeran de mi hojas muertas o como si mudara de piel. Esta
transformación sucedió hace tres años y ya no estoy más en esa relación
pecaminosa.
Hoy en día, no batallo
más con la depresión y soy libre de todas las drogas antidepresivas. La
paz-shalom de Dios está en mi corazón y ahora estoy disfrutando de una relación
sana. He sido redimida, mis pecados han sido expiados, y mi vida ha sido RESTAURADA.
También estoy compartiendo mi historia con otras personas que están pasando por
luchas similares a la mía. ¡Toda la gloria es de Dios!
Gracias, Pastor Prince.
Dios me salvó la vida a través de su mensaje de gracia. Oro para que Dios
continúe ungiendo sus mensajes y derramando Su favor sobre usted y su
ministerio.
Anónimo. Colorado,
Estados Unidos. Septiembre, 2016.
Extraído del sitio “Joseph Prince Ministries”
Juan
8:31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros
permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 8:32 y
conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. 36 Así que, si el Hijo os
libertare, seréis verdaderamente libres.
Amén 🙌🙏
ResponderEliminar