Habla en alineación con las promesas de Dios. De Joseph Prince
1
Pedro 3:10 Porque: El que quiere amar la vida ver días buenos, refrene su
lengua de mal, y sus labios no hablen engaño.
Tengo una revelación de
la Palabra de Dios para compartir contigo que cambiará tu vida. Pero permíteme
comenzar haciéndote una simple pregunta ...
¿Qué tan a menudo dices “!amo
mi vida! ¡Es tan bueno estar vivo!?”
¿Todo el tiempo? ¿O rara
vez, si acaso? Es posible que hayas sido criado o incluso enseñado a que se
supone que no debemos disfrutar la vida. Y en vez de eso, que el sacrificio e
incluso el sufrimiento son las verdaderas señales de que tu vida tiene
significado.
Quiero desafiar esta
creencia hoy y decirte: la vida cristiana nunca fue diseñada para ser una vida
de dolor, pobreza y sufrimiento. De hecho, es exactamente lo contrario.
Juan
10:10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para
que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
¡Dios quiere que vivas
una vida buena llena de días buenos!
Este es Su buen plan para
que vivas en salud, provisión, aumento, favor, paz y gozo, ¡todo esto es tuyo
en Cristo Jesús!
Pero aquí está la clave …
Si realmente quieres
experimentar todo lo que nuestro Señor Jesús proveyó para ti en su muerte, es
importante que aprendas a hablar en alineación con las promesas de Dios.
Aquí tienes una simple
declaración:
¡Las palabras que hablas
tienen un efecto directo en la vida que estás viviendo y vas a vivir!
¿Dios quiere que ames la
vida y veas días buenos? ¡Si, absolutamente! ¿Cómo? ¡Absteniéndote de hablar
mal, y hablando las promesas de Dios!
Tu lengua -y las palabras
que hablas- tienen el poder de establecer la dirección de tu vida para bien o
para mal.
Con tu lengua, puedes
bendecir o maldecir. Cuando hablas negativamente sobre alguien o algo, es
equivalente a una maldición. Sin embargo, cuando hablas positivamente, lleno de
fe, y palabras poderosas, alentadoras, estás declarando bendiciones.
Por lo tanto, cuando hablas
las promesas de Dios sobre su vida, el cambio ocurre. El poder de la vida y la
muerte, la bendición y la maldición está en las palabras que tú hablas. Así que
se lo suficientemente denodado para ...
¡Hablar vida y salud a tu
cuerpo!
¡Hablar de ascenso en tu
carrera!
¡Hablar del favor y
protección sobre tus hijos!
¡Hablar de aumento en tus
finanzas!
1.
Simplemente porque Él te ama y ama
bendecir a Sus hijos.
2.
Y porque así puedes bendecir a otros y ser
un ejemplo de la bondad y provisión de Dios.
Si hablas palabras de fe
sobre tu cuerpo, tu dolor, tus problemas, tus preocupaciones -lo que sea que
fuere- ¡estarás alineándote con la Palabra de Dios y posicionándote para recibir
todos los buenos regalos que Él tiene para ti!
Recuerda, Dios quiere que
vivas una vida buena llena de días buenos. ¡Afiánzate a Sus promesas a través
de las palabras que hablas y ve Su bondad manifestada en tu vida!
Hablando las promesas de
Dios,
Joseph
Prince
Traducción Claudia Juárez Garbalena
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