Sé contado entre aquellos que no pueden ser devorados. De Joseph Prince
1
Pedro 5:8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león
rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.
El diablo no puede
simplemente caminar directamente hacia ti y robarte tu salud, tu paz, o tu
familia, él no puede simplemente imponer en tu vida enfermedad y destrucción.
Si el diablo pudiera
hacer eso, no tendría que andar “alrededor buscando a quien devorar”. ¡Él solamente
tendría que caminar directamente hacia alguien y devorarlo! Pero ya que la
Biblia dice que él anda alrededor buscando a quien devorar, la verdad es que
hay gente a la cual él no puede devorar.
Verás, el diablo anda
como león rugiendo tratando de despertar temor en la gente con sus rugidos. Pero
a los que no puede devorar son a aquellos que se rehúsan a ser intimidados con
sus rugidos porque saben que el verdadero León de Judá, Jesucristo (Apocalipsis
5:5), ha venido y ha hecho impotente al que tenía el poder de la muerte
(Hebreos 2:14). Ellos saben que el diablo simplemente no puede hacerles nada
porque el León de Judá mora en ellos, y que él es más grande que el diablo que
está en el mundo (1 Juan 4:4).
Amigo mío, el León de
Judá está en ti, él te ha dado derechos, privilegios, autoridad, y poder. Él te
redimió con su sangre. Por tanto, todo acerca de ti y de tu vida ha sido
redimido por su sangre. Así que, si tienes miedo de perder tu trabajo, cubre tu
trabajo con la sangre de Jesús. Si estás preocupado acerca de la seguridad de
tus hijos en estos días de ataques terroristas, pon la sangre de Jesús sobre
ellos. Si has recibido un informe médico que no es bueno, habla de la sangre de
Jesús sobre ti mismo.
Todo lo que has cubierto
con la sangre de Jesús, Dios declara que está ¡protegido! ¡y redimido! y el
diablo huye cuando ve la sangre. Y cuando huye se lleva consigo la enfermedad,
los padecimientos, los dolores, la destrucción y toda perdida.
Una vez que él diablo
sabe, que tú sabes, lo que eres en Cristo y lo que tienes en él, sus días de
intimidarte se han terminado y tú eres contado entre aquellos que él no puede
devorar.
Extraído del sitio “Joseph Prince Ministries”
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