Donaciones
Fuera de México:

Check out with PayPal

Cómo nos ayuda el espíritu santo. De Joseph Prince




Romanos 8:26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.

El Espíritu Santo no está dentro de ti para señalarte tus fallas, fastidiarte o regañarte cuando haces mal. La Palabra de Dios nos dice que él está dentro de nosotros para ayudarnos en nuestra debilidad. En las áreas donde estamos sin fuerza, él está allí para ayudarnos. Cuando no sabemos qué orar, "el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles".

Ahora, no leas este versículo y digas: "Bueno, yo no sé por qué debo orar, y ya que el Espíritu Santo intercede por mí, dejaré que él ore por mí".

Si el Espíritu Santo, sin nuestra participación, hiciera intercesión por nosotros, ¡entonces cada cristiano viviría vidas victoriosas automáticamente! Pero sabemos que hay muchos cristianos que no parecen estar caminando en la plenitud de las bendiciones de Dios. Así que obviamente, Romanos 8:26 no está diciendo eso. ¿Qué dice entonces?

En la primera parte del versículo, la palabra "ayuda" es “sunantilambanomai” en el texto griego original. Significa "tomar fuerza o tomar parte juntos contra algo". Ahora, "juntos" significa que nuestra participación es requerida. En otras palabras, el espíritu santo “sunantilambanomai” o toma parte junto con nosotros contra el problema.

Así que si tú simplemente te sientas, y no tomas parte del problema, el Espíritu Santo no tiene nada en qué "tomar parte" contigo. Si no oras, él no tiene nada qué orar. Si no dices nada, entonces, aunque él quiera orar por ti, no puede. Pero cuando liberas tu oración en lenguas, en realidad estás permitiéndole a él orar por ti. Y él tomará parte junto contigo contra el problema, y ​​hará la oración perfecta a través de ti porque "conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos" (Romanos 8:27).

Y puedes estar confiado de que cuando pides algo conforme a la voluntad de Dios, Él te oye. Y si sabes que él te oye en cualquier cosa que pidas, sabes que tienes las peticiones que le hayas hecho (1 Juan 5:14-15).

Extraído del sitio “Joseph Prince Ministries”

Comentarios