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¡El doble por tu aflicción! De Joseph Prince



Zacarias 9:12 Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble.

Estoy seguro de que has oído la expresión: "¡Cuando la vida te arroja limones, haz limonada!" Bueno, quiero que sepas que cuando el diablo te arroja limones, Dios mismo te hará limonada. Después de todo, la Biblia dice que Dios hace que todas las cosas te ayuden a bien (Romanos 8:28). 

Y Él lo hace con estilo: ¡Él te restaura al doble por tu problema! Amado, si has perdido a un esposo o esposa a través de un divorcio, o a un precioso hijo a través de la muerte, ¡Dios puede restaurarte al doble, de modo que termines teniendo más que antes, si no en cantidad, sí en calidad!

Considera a Job en el Antiguo Testamento. Cuando perdió todo, su esposa le dijo que maldijera a Dios y muriera. Él se negó y, en cambio, respondió a Dios con fe, y el Señor "aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job" (Job 42:10).

Cuando David perdió al hijo que tuvo con Betsabé, dejó de suplicar y comenzó a adorar a Dios porque confiaba en las misericordias de Dios. Más tarde, Dios bendijo a David y a Betsabé con otro hijo llamado Salomón, quien llegó a ser el rey más sabio y más rico que el mundo haya conocido jamás.

Hoy, Dios promete restaurarte al doble por tu aflicción: "hoy también os anuncio [declaro] que os restauraré el doble". Si Él lo declaró, ¡Él lo hará! Así que no puedes sino tener esperanza de que las cosas serán aún mejores que antes. Por eso, en el mismo versículo, Él te llama "prisionero de esperanza". Amigo mío, la esperanza en el sentido bíblico significa una confiada expectativa de que cosas buenas van a suceder en tu vida. ¡Eres un prisionero de esperanza! No puedes dejar de despertar sintiendo esperanza. ¡No debes dejar de esperar que te sucedan cosas buenas!


Así que cuando una aflicción venga del diablo, no te rindas y digas: "¡No hay esperanza!" No te preocupes ni te enojes. Adora a Dios como David lo hizo y ve a ese problema como una oportunidad para que Dios te bendiga con más de lo que originalmente tenías. Y porque Dios lo ha declarado, ¡confía en que obtendrás el doble por tu aflicción!

Extraído del sitio “Joseph Prince Ministries”


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