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CITAS DE E.W. BULLINGER SOBRE LA "evolución”, Y LA FALSAMENTE DENOMINADA “ciencia”.

            De “El Libro de Job, La Lección Más Antigua del Mundo”.
            Por E.W. Bullinger,
            P. 40-42.

…! Oh! Qué importante y enorme lección para todos aquellos que ministran o hablan de parte de Dios es esta en el Libro de Job: Que Dios Mismo sea el único gran tema de todo nuestro testimonio. Nada menos; nada más; y ninguna otra cosa diferente.

Y qué contrario es todo esto a la idea de la “evolución”, tanto Científica como Cristiana. Aquí (capítulos 36 a 41 del Libro de Job), nosotros tenemos a Jehová en cada línea hablando de Sus propias obras, como siendo, cada una de ellas, de Su propia y específica creación, y el resultado de Su propio acto creativo.

Justo igual como, en Génesis 1, tenemos al gran Creador hablando, moviéndose, haciendo y bendiciendo, treinta y cinco veces en aquel solo capítulo, igual pasa aquí, en cada línea que vemos, Jehová habla de Sí Mismo como siendo el Creador de todas las cosas, así en todos sus maravillosos detalles, como en su objetivo, y propósito y efecto. Así que es del todo imposible recibir y creer el testimonio de la Palabra de Dios, y al mismo tiempo las conjeturas de la “evolución”. Son dos cosas opuestas y contrarias. No hay sitio para las dos cosas. Una debe prevalecer, y la otra dejarse de fuera.

Si aceptamos la Palabra de Dios, no podemos admitir al mismo tiempo la idea de la denominada “Evolución Cristiana”. Si aceptamos la “evolución”, sea científica o Cristiana, entonces hacemos a la Palabra de Dios más que mentirosa; la tomamos como una impostora de la peor clase.

De acuerdo a Génesis 1, y estos cuatro capítulos de Job, Dios creó cada cosa con sus específicos atributos, y poderes de reproducción “según su especie”; cada una con su definitivo objetivo y propósito señalado.

De acuerdo a la “evolución Cristiana”, se afirma que Dios no hizo las especies. Él creó, asegura esta teoría, una “célula”: ¡y de ahí se nos pide que creamos con “fe ciega", que todo lo demás, a partir de ella, se hallaba envuelto!

Nosotros respondemos, que es más fácil creer a Dios que creer a esta sin cabida hipótesis. Si la creemos será simplemente credulidad, y no fe; puesto que nadie ha visto todavía cosa alguna evolucionando en otra diferente. Podremos, eso sí, ver flores y animales “mejorados” o “empeorados” genéticamente por cultivo; ¡pero nunca una flor evolucionó  hasta hacerse un animal! Estas plantas podrán ser respectivamente desarrolladas o mejoradas, pero si se las dejase en paz sin intervención humana alguna, revertirían del todo a su tipo de origen, y no pasarían como una “evolución” de ninguna manera, ni tampoco yendo a una diferente y más alta especie de ninguna clase.

 ¡No! los dos sistemas son incompatibles. Y nosotros creemos a Dios. Nosotros aceptamos la gran verdad aquí anunciada: que Dios es más grande que el hombre. Él es el Creador Todopoderoso: y nuestro testimonio tiene que ser de Él, y de Su Palabra, y de Su gracia, y de Su poder y de todos Sus demás maravillosos atributos.

Sin embargo, he aquí, hoy en día los púlpitos están siendo ocupados por predicadores alabando al hombre; los maravillosos descubrimientos e inventos del hombre se sobreponen a todo. La sabiduría humana y agudeza se engrandecen. El hombre es prácticamente endiosado; mientras que Dios es desposeído, o desacreditado de Su propia creación. Este es el evangelio de la humanidad que se está predicando en los púlpitos, en vez del Evangelio de Dios.

Su Palabra, en vez de ser proclamada, es criticada. Y, en vez obedecerla, ¡el hombre se afirma haciendo juicios sobre ella!

Esta, la más antigua lección (del Libro de Job) en el mundo, por tanto, nos llega como un resplandor de luz, exponiendo la vanidad del ministerio moderno, e iluminando y dejando ver bien las tinieblas por las que estamos rodeados.

No hay que admirarse de que el fin que persigue el hombre sea tan diferente del fin que persigue el Señor. No es de sorprender que en vez del pecador se humille en el polvo delante del gran Dios, él se exalte con su propia justicia y orgullo. No es de sorprender que, en vez de inclinar su rostro, lo levante con altanería hacia lo alto. Y tampoco nos sorprenderá que se muestre desde el principio el ministerio de Jehová, como vemos, y que lo hallemos en este libro más antiguo (el de Job).

El objetivo y deseo de uno (del hombre), es hacer y volver al hombre moralmente bueno y recto durante un cierto tiempo; mientras que el “Fin” del otro (de Dios), es la humillación reconocida del hombre, para que pueda ser Divinamente justificado para siempre por Su sola gracia.

La mejoría moral del hombre es la finalidad y meta que el hombre persigue; mientras que convencer al hombre de su pecado, como condición de eterna bendición, es el objetivo de Jehová – “el fin que persigue el Señor.   

Los mismos preceptos y persuasiones que dirigen los hombres (tanto santos como pecadores) solo sirven para ministrar al natural orgullo del corazón humano; y así se tiende a derrotar el mismo fin en vista que persiguen. Porque cumpliéndolos, solamente elevan al hombre a un temporal sentimiento de mayor o menor justicia; mientras que el objetivo único del Evangelio y Sus preceptos es convencer a todos los hombres de su total error y equivocación; de su caída. Porque ese es el requisito único necesario que tiene hoy delante el hombre para conocer la gratuita justicia de Dios. El hombre debe humillarse antes de poder ser exaltado.

Elifaz, Bildad y Zofar están tan activos hoy en día como siempre – intentando hacer buenos a los hombres, a través de razonamientos y persuasiones. Pero solamente, oscurecen el consejo con palabras sin entendimiento.

¡Oh! Qué bueno sería si, igual que Eliú, hablásemos en respaldo de Dios: porque expondríamos la vanidad completa de este evangelio de la humanidad; y señalaríamos a los hombres al Dios vivo y verdadero.

Esta es la lección que aprendemos del hecho de que, cuando Jehová interviene dirigiéndose a Job,  se propone mostrarse en Si Mismo y a Sí Mismo solamente. Donde todos los demás denominados “amigos” han fracasado, Él se basta por Sí Mismo.

Aparte de todo lo que Él dice; aparte de la belleza y gloria de todo lo que Él revela; el hecho de que, Él Mismo, sea Su gran y único tema, nos enseña mucho si tenemos oídos para oír; y ese hecho nos dice que: el verdadero ministro, tiene que interpretar solo al Padre de Gracia a los perdidos pecadores. Y este fue el objetivo del propio ministerio de Cristo sobre la tierra (Juan 1:18)…        



            "La Ascendencia Del Hombre”
            Por E.W. Bullinger
            De “Las Cosas Por Venir”, Julio 1894,1(1):20.

…Vivimos días en los cuales la levadura está tan esparcida a través de toda la masa, que el pan sin levadura de sinceridad y verdad raramente se deja ver o casi nunca aparece.

No solamente la levadura de los Escribas y Fariseos se halla presente, sino también la levadura de los filósofos mentales y naturales se divulga y se lee por todos lados… 

Cuando el Profesor Drummond y Herbert Spencer reconstruyeron su Filosofía de Dios, el Hombre y el Universo, descubrieron para confusión y vergüenza suya que su anterior sistema de Ética Social no pasaba de ser al final de cuentas algo muy pobre, y que el verdadero “Factor” que sostenían en aquel libro era completamente deficiente. Pero tendrán que admitir que, más allá del rango de su filosofía, existe además una sabiduría que no se les ha dado a conocer a los príncipes o filósofos de este mundo, porque si la hubiesen conocido, no habrían crucificado al Señor de Gloria.

…De acuerdo ahora al Profesor Drummond, el primer hogar del hombre primitivo fue una caverna en las rocas, la más rudimentaria y áspera forma de habitación humana. Esta declaración no es, evidentemente, una cita de Génesis, porque el hombre no está relegado a una cueva en Génesis cap.1, ni se puede hallar la palabra “troglodita” en el capítulo 2, pues allí, lo que sobresale es el hermoso lugar que se le otorgó por hogar al hombre, al cual se denomina “Edén”. Ciertamente que el florido aposento y los recónditos valles de este bien regado jardín, eran muy superiores al “pobre cobertizo” del Profesor Drummond.

El más famoso discurso de Lord Salisbury en frente de la Asociación Británica Reunida en Oxford apela en ser una réplica, no solamente del Profesor Huxley y los evolucionistas de la “Filosofía Agnóstica” de Herbert Spencer, sino también de los “Evolucionistas Teocráticos” tales como el Profesor Henry Drummond y Le Conte…

Al mismo tiempo que podemos distinguir claramente los “evolucionistas monistas” del tipo del Profesor Haeckel de Jena, que niegan que haya designio previo en la naturaleza, también encontramos que se desprecia completamente de igual manera la Revelación, por los “evolucionistas teístas” tales como el Profesor Drummond y Le Conte, que si reconocen el diseño, y creen, hasta un cierto punto limitado, en la Palabra de Dios. No podemos cerrar nuestros ojos al hecho de que Lord Kelvin ha respondido con justicia, diciendo que libros tales como el Ascendente del Hombre, que sostienen la hipótesis Darwinista del origen y transmutación de las especies, y la gradual evolución de todas las razas de los hombres a través de los animales, proveniente de la más simple protoplásmica forma de vida, no puede ser tenida en cuenta sino como un necio intento muy bajo de burlarse del Creador…   
    
…Nosotros, los que creemos que existe una Divina filosofía y verdadera ciencia en la Palabra de Dios, que contrasta y es enemiga con los libros de tales escritores, no estamos de manera alguna sorprendidos por los torpes apuros y dificultades en que estos modernos científicos se meten por sí mismos en sus propias filosofías mundanas. 

La verdadera respuesta a estas teorías animales, terrenales y diabólicas tiene que ser hallada únicamente en la Palabra de Dios… 


            Evolución y Cristiandad, o
            "El Ascendente del Hombre” del Prof. Drummond
            Por E.W. Bullinger
            De “Las cosas por venir” Septiembre 1894, 1(3):53-54.

…Para poder poner al descubierto el engaño de la naturaleza espiritual de ángeles caídos y hombres perversos, y finalmente la adoración a Satán por el hombre, como se predijo en Apocalipsis 13, esta reacción de la evolución en un sentido teísta, es por supuesto participe con aquella antigua perversión que hace burla y escarnece la revelación de Dios al hombre, esta evolución tiene significativamente un rasgo muy similar a los sistemas religiosos de Egipto e India…

…! Ahora bien! Sabemos que tanto Satán y el hombre rebelde, se saldrán por algún tiempo con la suya en la administración venidera. El mundo entero terminará en el Apocalipsis adorando al dragón. Este dragón le entregará su poder, su trono “y su gran autoridad” al “Hombre” venidero, y la adoración de la humanidad irá de la mano con la adoración al caído Lucifer a través de la Bestia o Anticristo. Así dice la Profecía.

    Los cristianos que han sido ya trasladados espiritualmente a un “plano superior”…a través de la redención por la preciosa sangre…serán  en breve trasladados por poder divino, y entonces, y no hasta entonces, será Satán, con estos ángeles perversos…los que minuciosamente instruirán a los hombres llevándolos a su perdición.


La Señal de los Tiempos: "Evolución de la humanidad”
          Por E.W. Bullinger
          De “Las Cosas por venir”Octubre 1894, 1(4):79.

    …El gran deseo de Satán es deshacerse de Dios: verse libre de lo sobrenatural. Los críticos se deshacen de lo sobrenatural en la Revelación; los científicos se deshacen de lo sobrenatural en la Creación; y ahora, los Predicadores procuran deshacerse de lo sobrenatural, en Su obra de la Nueva Creación. En cualquier caso y de todas maneras, para ellos es una cuestión de “evolución” y no del propósito de Dios, demostrando con esta afirmación que la evolución es Satánica en su origen, aunque ignorantemente asimilada y llevada a cabo por los hombres. Y el fin de todo lo que persigue esta teoría es decir… ¡No hay Dios! ¡Y es donde todo acabará! Esto es lo que dijo el necio en su corazón. Hoy lo dicen a gritos sin pudor y a voces con sus labios, tanto el hombre en el mundo como los predicadores en sus púlpitos.  

 Sin embargo, no deja de ser en la obra de la Nueva Creación, como fue también en la antigüedad, que todas las cosas son de Dios. 

Si algún hombre se halla en Cristo, es una nueva creación; las cosas viejas pasaron: he aquí que todas son hechas nuevas. Y todas las cosas provienen de Dios (2ª Co. 4:17, 18). 

Este es el testimonio de la enseñanza del Nuevo Testamento. Ahora es verdad y se da el caso, de que, en el corazón del pecador salvo, habita y habitó la vieja creación. “Dios que mandó de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para darle la luz del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. Ahora sucede como sucedió entonces – “Dios mandó”, “Dios dijo”, “Dios llamó”, “Dios bendijo”. 35 veces aparecen expresiones así en Génesis 1, ¡parece como si Dios, previendo de antemano la invención de la teoría de la evolución – hubiese estampado Su nombre tan indeleblemente en aquel primer capítulo, para que nadie pudiera verse libre de él, sin verse libre de la totalidad del libro! Y esto es lo que los críticos están haciendo en este momento, pretenden librarse de toda la verdad, diciendo que la Creación y el Paraíso y la Caída, etc. etc., son todo “Mitos”, y que todo está sujeto antes a su teoría de evolución.

Pero eso lo único que hace es confirmar la veracidad del Libro: puesto que es precisamente eso mismo lo que predice que sucedería y tendría lugar. Viene el tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina; sino que…apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a las fábulas (Gr. – Miths. 2ª Timo.4:3,4)…

Esta obra de la Nueva Creación es tan completa que, cuando experimentamos y recibimos Su maravillosa luz (2ª Co.3:6), hemos con ella ganado también el glorioso conocimiento de Dios, y, como resultado, sabemos que hemos muerto con Cristo; que fuimos sepultados con Cristo; que fuimos vivificados con Cristo; que fuimos levantados con Cristo; y estamos ahora solamente aguardando por nuestra ascensión, para estar siempre juntos con Él. 

Esta es la salvación de Dios. Es divina en su origen; perfecta en su obra; y eterna en sus resultados… 

Si alguno tuviese consigo un poquito o una minucia del conocimiento de lo que Dios ha hecho en Cristo, vería lo necio que sería añadirle alguna cosa o idea humana a Su plenitud, y lo único que se puede hacer, seremos conscientes, es suspirar y tener pena de uno mismo, viendo la incapacidad de intentar si quiera una tan imposible obra, además YA CONCLUIDA por el Creador. Si alguno se da cuenta de la maravillosa Salvación que Dios ha producido, y tiene una buena medida de conocimiento de lo que Dios ha hecho en Cristo para él, entonces tendrá un perfecto reposo, paz y gozo; y en vez de vanamente esforzarse y luchar para el progreso y evolución en Justificación o en Salvación, estará “dándole gracias al Padre, que NOS HIZO aptos, para ser participes de la herencia de los santos en luz. 


Editorial: ¿Evolución en la "Nueva Creación”?
Por E.W. Bullinger
De “Las cosas por venir”. Septiembre 1902, (9):3.

…La teoría de la evolución no es tan actual como parece, sino que tiene su origen en las tinieblas de la mente pagana de la antigüedad también. Fue impartida por Anexagoras (año 428 A.C), Platón (año 384 A.C.), y Epicuro (año 270 A.C.).

El fallecido Sr. Darwin fue, eso sí, es el avivador moderno de esta teoría pagana. Él mismo dice: “Yo creo que los animales descienden en total de solamente cuatro o cinco progenitores, y las plantas proceden de un igual o menor número. Análogamente, de aquí daría un paso más al frente a la credulidad de que todos los animales y plantas han descendido de algún único prototipo o célula…puedo además deducir por analogía, que probablemente todos los seres orgánicos que han vivido alguna vez sobre esta tierra, han descendido de alguna forma primordial, de la cual la vida respiró su primer aliento” (del libro, “El Origen de las Especies”, 1ª edición. 1859, Pag.484).  

El fallecido profesor Huxley llegó a ser el exponente máximo de las teorías de Darwin, y en su último sermón predicado el 7 de Enero de 1866, dijo lo siguiente: “El escepticismo es el más alto de los deberes…”.

…Huxley continuó diciendo: “Si la doctrina de la evolución es verdadera, las criaturas vivientes deben haber surgido de criaturas no vivas,  (en “Anatomía de los Animales Invertebrados”. Pag.39). Así que aquí estamos, después de todo, estancados en el más puro y simple escepticismo; ¡y se espera que nosotros recibamos esta afirmación, llenos de “fe ciega”!

Pero, igual que Eliú en el Libro de Job, tenemos algo a decir en respaldo de Dios, y unos pocos hechos valdrán la pena ser leídos en todo el volumen de “Hipótesis e inferencias”…  

La primera es la PERMANENCIA DE ESPECIES. El gran lema o axioma de Harvey era: “Toda vida es proveniente de un huevo. Los pájaros primeramente produjeron sus huevos y los pusieron; mientras que los animales los incuban internamente y los dan a luz posteriormente. Todos los huevos de los pájaros tienen la misma composición; y sin embargo cada huevo produce su propia especie, sin variación alguna. Cada especie tiene sus propios hábitos identificativos e instintos, diferenciándolos así de las demás especies. Un pato incubado por una gallina irá, al salir de su propia cáscara, a buscar el agua, de la cual nunca tuvo experiencia alguna previa; aunque la gallina no la busque.

Así, pues, tanto en los animales como con las plantas, en ambos reside invariablemente la permanencia de las especies. Es cierto que, “Híbridos y variedades”, pueden obtenerse a través de cruces de una misma especie, pero esos resultados no son permanentes ni tienen poder de reproducción. La manzana brava y la viña pueden crecer juntas desde el mismo suelo. Sus raíces pueden entrecruzarse; pueden tener el mismo aire, la misma agua de riega, el mismo sol; sin embargo, una saldrá amarga y la otra dulce. Esta diferencia siempre se ve permanentemente.

Viendo claramente esta permanencia, el propio hombre nos pide que creamos con fe ciega al hombre, cuando nos dice que esta diferencia la cuentan ellos y quieren que nosotros contemos, como evolución. Nosotros replicamos, que no cometeremos el pecado de poner una “fe ciega” en la teoría del hombre; sino que nos mantendremos escépticos al respecto, y creeremos a Dios, debido a que la inmutable permanencia que vemos en todas las especies de vida, prueba la veracidad de su indeleble marca “según su especie” (Génesis 1:11, 12, 21, 24, 25, etc.) “teniendo dentro su propia semilla” (Génesis 1:11, 12).

Así, pues, probado por los hechos, estamos abiertos a verificar por todo lo visto, que las teorías, y creencias, e inferencias e hipótesis de los hombres no valen para nada y son vanas y sin provecho alguno, y está visto que son completamente indignas de cargar consigo el nombre de ciencia. Pues en latín “scientia” significa conocimiento.

….Hechos son lo que actualmente conocemos, mientras que evolución es solamente lo que el hombre soporta o sostiene con su sola imaginación, apartado de Dios.

Lo que nosotros demandamos, y tenemos el derecho de requerir (en el interés de la propia Ciencia) es que la evidencia debe estar presente, para justificar cualquier creencia en la transición gradual de un genoma en otro diferente.

 Y nuestros lectores deben rehusarse a aceptar cualquier hipótesis que sea puesta sin la tal evidencia.
    

“Cosas Antiguas y Nuevas: Las Falacias de la  evolución”
Por E.W. Bullinger
De “Las Cosas por venir” 
Agosto 1903, 10(2):19-20.

Damos a continuación unos pocos extractos de una muy brillante noticia que apareció en el periódico “Daily Telegraph” del 9 de Febrero. Es una ilustración de lo que Dios dice de los simples científicos que: Pretendiendo ser sabios, se volvieron necios (Romanos 1:22). Y esto es verdad. Tan real, que mientras más grande sea la profesión que el hombre pretenda hacer alejado de Dios, más grande aparece el  necio resultado…

Estas son en esa noticia las “últimas Palabras” de Ernest Haeckel, del contenido en un panfleto impreso de tres intervenciones leídas que el profesor Jena presentó en Berlín, y están traducidas de la segunda edición alemana por el Sr. Joseph McCabe. Se refieren, tratando "la evolución", a la hermosura y diseño perfecto del Radiolario o caparazón o huevo de la Euplectella o variedad de "esponja de mar":

Innumerables observaciones y reflexiones ininterrumpidas se hacen del maravilloso y vital movimiento que se despliega a través de esta más baja y frágil cosa viva, es un ser hermosísimo y muy variado…El bello y pétreo armazón del Radiolario, que envuelve y protege el cuerpo unicelular es significativo y remarcable, no solo por su extraordinaria fineza, sino también por la regularidad geométrica que tiene y la relativa constancia de sus formas…La constancia relativa con la cual 4.000 especies trasmiten la metódica y a menudo muy compleja forma de su dura estructura protectora, de generación en generación,  solo puede explicarse admitiendo en su construcción el plasma invisible molecular del pseudópodo, (fina extensión del citoplasma celular que engloba materiales o partículas externas y tiene funciones locomotoras, alimentarias o de defensa)y una tenaz “recolección” del poder arquitectónico de sus progenitores.

La respuesta del Dr. Haeckel… ¡Es toda una obra de memoria genética!

¡Genial! ¿Quién podría esperar tanta “memoria” en una simple – célula microscópica radiolaria, que no posee ni cerebro ni nervios? Pero por esas líneas ¿No podríamos explicar entonces todas las cosas? - Y además ¿cómo es que sus progenitores aprendieron y adquirieron, en las edades pasadas, el valor de la “geométrica regularidad” que pasaron a su descendencia...si no hubiesen tenido "el diseño o propósito Divino?

....Nos estamos refiriendo a la más bella de las “esponjas de mar”, la Euplectella. El profesor Jena admite que:

“…Las sensaciones y movimientos se desarrollan en el grado más bajo en la esponja de mar; no tienen nervios, ni músculos, ni órganos ni sentidos, y sin embargo tienen memoria y “sensaciones plásticas remotas”, suficientes como para construir un sistema de canales, impregnando a sus  paredes protectoras, con tal simetría y belleza, que difícilmente el hombre podría siquiera “imitarlas”.  

El Profesor Haeckel hizo un profundo estudio de la proteína unicelular y su célula de alma primitiva…Haeckel, dejando de lado el propósito y diseño Divino,  no tiene duda alguna afirmando que no hay "una", sino un cierto número de “almas”. A la par de la célula de alma, también tiene la célula de vida común, la de la vida de los tejidos, la vida de planta, y fácilmente pondría, no tenemos dudas, si eso fuese deseable y necesario para sustentar su teoría, crear así de la nada cualquier número más de “almas” que quisiera… 

Los lectores berlineses bien hubieran hecho en suspender la admisión que este mismo autor había hecho unos años atrás en el mismo auditorio, diciendo entonces que el más intimo o recóndito carácter de la Naturaleza, es tan poco comprensible para nosotros, como también lo fue para Anaximander y Empedoces 2.400 años atrás!...”

…Aquí están sus “Últimas Palabras”: “…Tal y como dice el Evangelio…Encontramos a Dios en las propias leyes naturales. La voluntad de Dios está en operación en cada lluvia que cae y en el cristal que se forma, en el perfume de las rosas y en el espíritu del hombre”.

Son palabras que provienen de uno que se considera a sí mismo como un ateísta monista, alguien que ha ridiculizado la creencia en Dios como si de superstición se tratase, y como si fuera una página pasada que debe “cesar de tenerse como verdad”; sin embargo aquí en sus solemnes “últimas palabras”, les dice a sus discípulos que “¡la voluntad de Dios está operando en cada lluvia que cae de cielo!” ¡Oh Dios mío!  En vez del  Misterio del Universo, ¡ahora, lo que tenemos por fin es…el Misterio de Haeckel!   


Las Cosas Nuevas y Antiguas:
Últimas Palabras sobre evolución: el Misterio de Haeckel.
Por E.W. Bullinger
De “Las Cosas por Venir”
Abril 1906, 12(4):43.

El hombre sin poder ser regenerado, lo mismo da que sea un cristiano profesante como si no lo es, está siempre procurando justificar su incredulidad. Por eso acepta el hombre tan fácilmente la teoría de Darwin…

El hombre ha observado lo que hay en el mundo, y llega a ser consciente y se depara con, dos métodos distintos de obras. Estos dos métodos proceden de dos orígenes espirituales diferentes y son radicalmente diferentes el uno del otro. Uno es el método de la evolución: que es, un método de cambios continuos y de una serie de condiciones casuales hacia otras, con una creciente diversidad y ramificaciones, en el intento de producir, un resultado, que no está claramente definido ni para la conciencia de los que la formulan ni para sus receptores, y que constantemente eluden y tergiversan lo que inicialmente persiguen. 

El otro es un método de creación; que está de acuerdo con que el plan y modelo de que, cada especie y sus variedades, son completamente perfectas desde el principio, no admitiendo mejoría, ni evolución o desarrollo ninguno dentro de ellos. 

Un método, es el de un poderoso pero imperfecto ser espiritual, que procura alcanzar, después de una larga sucesión de tentativas y fracasos, algún estado o resultado ideal, y quien en ese esfuerzo perseverante, evoluciona en un nuevo expediente detrás de otro, a medida que los sucesivos fracasos  vayan apareciendo.

El otro método es aquel de un Ser Omnipotente y Lleno de sabiduría, que opera todo según el consejo de Su buena y perfecta voluntad, El Cual no precisa de experiencias, y con Quien el fracaso es imposible que se pueda dar.

Un método es el de Satán; el otro método es el de Jehová –Elohim…

El método de la evolución se da y se halla, solamente, en los asuntos internos humanos y en ninguna parte más del universo… 

Podemos estar seguros y decir que Satán desea ardientemente que su método sea bien asimilado y seguido por el hombre, sea cual sea la idea que él propio tenga de él, después de tantos siglos de experimentos (pues bien sabe él que Dios hizo todas las especies perfectas desde el principio); y sin duda alguna le da mucha satisfacción engañar con él al hombre, y haberle además impuesto a la apóstata cristiandad la convicción de que, su método de evolución, fue el método Divino de la creación…   

La verdad acerca de la "Evolución”
Por Mauro, P.,
De “Las cosas por venir”
Enero 1908, 14(1):6-9.

La Evolución, innegablemente, no es otra cosa sino el orden gradual de este mundo actual donde se halla la perversión y se dirige a su más bajo grado, (pues la perversión, al igual que la evolución, no puede hallarse fuera del mundo del hombre), y no tiene escape de su evolución perversa el hombre pecador excepto a través de la muerte. Por eso: 

Cristo se entregó a Sí Mismo por nuestros pecados, para que pudiese librarnos de este presente y perverso mundo, de acuerdo a la buena y perfecta voluntad de Dios nuestro Padre  (Gálatas: 1:4). 

Una cualidad común de todos los productos de la evolución que sirve para distinguirlos y separarlos de todos los productos de la creación, es la inestabilidad de la forma o molde primitivo, y su tendencia para revertir su condición original, es decir, revertir la condición en la cual fueron producidos por la creación.

A la luz de la verdad que aquí se nos presenta, podemos percibir bien a quien adoran estos hombres cuando así le prestan homenajes al dios de la evolución.  

La Verdad de la "Evolución”
Por Mauro, P.,
De “Las Cosas por venir”
Febrero 1908, 14(2):20-23.

Tomas A. Edison no es un mal científico, y esto es lo que dice acerca de la falsamente denominad ciencia  en su libro “Terapéuticas Sugestivas”.

....Hay más fraudes en la ciencia moderna que en ninguna otra parte…Formarían un gran montón si nombrase todos sus engaños ahora, y le proporcionaría no solo incertidumbre, sino imposición por medio de lo que ellos declaran como una verdad científica. 

Desde hace tiempo se nos exhiben experimentos como si fuesen hechos por “la ciencia”, curiosamente, sacados por una vía experimental que nunca se ha trillado antes, y sobre la cual han basado “los científicos actuales”  las denominadas verdades científicas. Yo mismo he sido desviado de mi trabajo a menudo por esos engaños y sus engañadores, y eso durante meses y meses seguidos… Pero intenta por ti mismo hacer los experimentos que proponen, y hallarás que el resultado es totalmente diferente de lo que predican…Te puedo bien decir que preferiría no saber ninguna cosa de la ciencia, que estos libros "falsamente científicos" me dijesen.… para propósitos prácticos, para ciencia aplicada, en la mejor ciencia, la ciencia única, yo prefiero asumir la materia y seguir adelante por mí mismo, pues así encontraría más cosas acerca de la verdadera ciencia de lo que hombre alguno de entre estos falsos científicos pudiera decirme, y estaría seguro de lo que vaya conociendo. Esta es la cuestión. El Profesor éste o aquel te discutirá y controvertirá este sencillo principio, diciendo por los libros de que no puede ser así, por la vía correcta, ¡aunque tengas todo el derecho de tu lado y todo el tiempo, con el cual puedas quebrar todas su espectacularidades!

¿Qué es lo que los científicos dirán de este testimonio proveniente de un hombre tan experto y perito? ¿Y qué dirán los muchos que se han acostumbrado a poner tanta “fe ciega” en lo que dicen los científicos? 
  

"La falsamente denominada Ciencia”
Por E.W. Bullinger, 
De “Las Cosas Por Venir”
Octubre 1901, 8(4):39-40.

El “asegurado” resultado de ayer, ha sido sobrepasado por los investigadores actuales del día de hoy. Sin embargo, Dios, “Tú Palabra es Verdad, y permanece para siempre”.

 E.W. Bullinger

Traducción por Juan Luis Molina
Publicado originalmente el 4 de agosto de 2003.

El articulo en inglés:

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