¡La acción de gracias puede resucitar lo muerto! Devocional. De Joseph Prince
Juan
11:41, 42 …Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por
haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes…
Después de que Jesús hubo
dicho estas palabras, él clamó a gran voz: "¡Lázaro, ven fuera!" ¡Y
el hombre que había estado muerto por cuatro días salió de su tumba!
Este es uno de los
mayores milagros que Jesús llevó a cabo. Lázaro había estado muerto durante
cuatro días cuando Jesús lo resucitó. ¿No estarías de acuerdo en que la muerte
es un problema extremo? No tener dinero en el banco, enfermarse y perder tu
trabajo, tan malas como estas cosas son, ¡no son tan malas como estar muerto!
Pero lo que quiero que
veas es esto: si Jesús, en el más extremo de los problemas, nos muestra que la
solución aún es: "Padre, gracias te doy", entonces cuánto más
deberíamos agradecer a Dios en medio de problemas menos serios que enfrentamos
Si la acción de gracias puede resucitar a un muerto, demos gracias a pesar de
las circunstancias negativas y veremos la victoria.
Desafortunadamente,
tendemos a hacer lo opuesto: murmuramos y nos quejamos. Pero murmurar y quejarse
solo magnifican el problema. La acción de gracias, por otro lado, es el
lenguaje de la fe que agrada a Dios. No digo que demos gracias por los
problemas que tenemos. No, le agradecemos a Dios que Él es nuestra respuesta y
que ya nos ha dado todas las bendiciones (Efesios 1:3).
"Pero Pastor Prince,
lo que tengo es muy poco".
Amigo mío, da gracias a
Dios por lo poco que tienes y se multiplicará. ¡Jesús le agradeció a su Padre
por cinco panes de cebada y dos pececillos, el almuerzo de un niño pequeño, y estos
se multiplicaron para alimentar a más de 5,000 personas con 12 canastas llenas
de sobras! (Juan 6:8-13). Y fíjense en que cuando el Espíritu Santo volvió a
hablar de este evento, mencionó específicamente al Señor dando gracias: "junto
al lugar donde habían comido el pan después de haber dado gracias el Señor"
(Juan 6:23). Dios parece estar más complacido con el acto de dar gracias que con
el milagro de la multiplicación o las 12 cestas llenas de sobras.
Amado, cuanto más le
agradeces a Dios, más le satisfaces. ¡Lo poco que tienes se multiplicará y todo
lo que esté muerto en tu vida resucitará!
Extraído del sitio Joseph Prince Ministries:
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