Recibe libremente lo que Dios libremente te da. Devocional. De Joseph Prince
Romanos
4:13 Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de
que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe.
Dios prometió que tú
serías heredero del mundo. Es la misma promesa que le hizo a Abraham. Y debido
a que tú eres de Cristo, tú eres simiente de Abraham y un heredero "según
la promesa" (Gálatas 3:29).
Cuando Dios te hizo esta
promesa, Él hizo que sea muy fácil recibir para ti: "por la justicia de la
fe". Todo lo que tienes que hacer es creer que, como heredero del mundo, toda
bendición es justamente tuya porque Jesús murió para dártelas. Él también
resucitó de entre los muertos para hacerlas valer en tu vida.
Entonces, no intentes
obtener tus bendiciones "a través de la ley", a través de tus
esfuerzos o desempeño. Recibe libremente lo que Dios te da libremente a través
de Cristo y su obra finalizada en la cruz.
Cuando un miembro de la
iglesia fue despedido a los 41 años de edad, se negó a preocuparse o pensar que
tenía que competir con el resto de la gente en el mercado de trabajo. En
cambio, él creyó que por la gracia de Dios, obtendría un mejor empleo con un
salario más alto. De hecho, a través de un conocido mutuo, le llegó un nuevo
trabajo con un paquete de pago que fue un 60 por ciento más que en el trabajo anterior.
Otro hombre estaba
experimentando una relación tensa con su esposa hasta el punto de que el
divorcio era inminente. Cuando comenzó a asistir a nuestra iglesia, se dio
cuenta de que un matrimonio feliz podía ser suyo, no a través de intentar mantener
su matrimonio o ganarse el amor de su esposa, sino al creer que, aunque podía
ver sus propias debilidades, él todavía era la justicia de Dios en Cristo por
la sangre de Jesús. Hoy, él y su esposa se han reconciliado y disfrutan de un
matrimonio bendecido.
No permitas que el diablo
te descalifique al presentarte la ley y diciendo: "¿Cómo puedes recibir
esta bendición cuando anoche, rompiste la ley de Dios?" O "¿Estás
seguro de que te mereces esto?" En lugar de eso, di: "Padre ¡Te doy
gracias por que recibo todo libremente por Tu gracia, por Tu favor inmerecido
en mi vida, a través de la sangre de Jesús!"
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