Permanece firme en la fe. Devocional. De Joseph Prince
1
Pedro 5:8,9 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como
león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes
en la fe…
Cuando era adolescente,
me enseñaron que si quería resistir al diablo, tenía que reprenderlo. Entonces,
cada vez que venía a mi mente un mal pensamiento o yo era tentado, me
encontraba diciéndome: "¡Te resisto, diablo, en el nombre de Jesús! ¡Te
ato, diablo! ¡Aléjate de mí, diablo! ¡Yo te reprendo en el nombre de Jesús!
Esto fue así hasta que
Dios me mostró un día que aunque estaba “resistiendo” al diablo, ¡había pasado
más tiempo hablando con él que con Dios! Estaba más consciente del diablo que
de Dios a través del día.
Estudié la Palabra de
Dios y me di cuenta de que resistimos al diablo no enfocándonos en resistirlo,
sino al establecernos en la fe de que hemos sido hechos justos delante de Dios
a través de la sangre de Jesús, que somos la justicia de Dios en Cristo (ver 2
Corintios 5:21).
Sí, el diablo continuará
recordándote tus errores, fallas y pecados. Y él le dirá que debido a estas
cosas, no puedes recibir tu sanidad, que tendrás que pagar por tus errores o
que algo malo va a ocurrirle a tu familia. Él te acusará, te condenará e
intentará persuadir tu corazón para que creas que puede hacerte cosas malas.
Pero la verdad es que el
diablo no puede imponer nada en tu vida si no puede persuadir tu corazón. Y tu
corazón no puede ser persuadido si está "firme en la fe", si está
establecido en la justicia. Dios dice que una vez que estés establecido en la
justicia, "estarás lejos de opresión, porque no temerás, y de temor,
porque no se acercará a ti" (Isaías 54:14).
Entonces, ahora que mi
corazón está establecido en la justicia, puedo declarar denodadamente:
"Sí, puedo tener estos problemas en mi vida, pero no soy culpable a los
ojos de Dios. He sido justificado a los ojos de Dios por fe a causa de lo que
Cristo ha hecho. ¡Soy justo por la sangre de Jesús! "¡Amigo mío, así es
como resistes al diablo y no permites que pueda devorarte!
Extraído del sitio Joseph Prince Ministries:
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