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Noé. Seguro en el arca de Cristo. De Joseph Prince

 

Escritura clave:  

Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación.

Génesis 7:1

Amigo mío, déjame compartirte una poderosa verdad que va a anclar tu alma en tiempos de dificultad: cuando estás en Cristo, tú estás tan seguro como Noé lo estuvo en el arca.

Piénsalo: Mientras las aguas de la inundación trajeron juicio hacia el mundo exterior, Noé y su familia estaban seguros dentro. ¡Así es como tú estás en Cristo!

El arca es una hermosa imagen de nuestro Señor Jesucristo. Justo como Noé fue preservado en el arca, tú estás preservado en Cristo.

¿Pero qué pasa cuando fallo o pierdo el objetivo? ¿No voy a perder la protección del Señor, Su liberación y Su ayuda para salir de mis problemas? ¿No voy a enfrentar Su juicio en vez de ello?

Esa es una gran pregunta, amigo mío. Para responder, déjame mostrarte algo poderoso acerca de la historia de Noé. Noé no era perfecto, ni por asomo. Él tenía sus debilidades y fallas, justo como tú y yo. Aun así, Dios contó a Noé justo debido a su fe en Él.

Incluso cuando Noé tropezó y cayó mientras el arca estaba siendo golpeada, él cayó dentro del arca, nunca fuera de ella. Lo mismo es verdad para nosotros creyentes hoy en día. Podemos tropezar, podemos fallar, podemos perder el control en el tráfico, o decir algo poco amable a alguien amado, pero eso no significa que caemos fuera de Cristo y Su gracia.

Esto significa que nuestra seguridad y victoria en tiempos de dificultad no está basada en nuestra perfección o desempeño pero sí en el trabajo finalizado de Cristo. Justo como el arca soportó toda la fuerza de la inundación mientras Noé permanecía seguro dentro, Jesús soportó las olas y mareas del juicio de Dios de tus pecados y fallas sobre Él mismo en la cruz (Salmos 42:7) para que pudiéramos ser perdonados, hechos justo, y guardados seguros y a salvo en Él.

Yo de todo corazón creo que cuando nosotros hemos experimentado la gracia - el favor inmerecido y no ganado de Dios- eso nos guía naturalmente a desear una vida que lo honre y lo glorifique. Nosotros vamos a querer honrar al Señor en cada área de nuestras vidas, sobresalir en nuestro trabajo, tratar a otros con amabilidad y tomar decisiones que reflejen nuestra verdadera identidad en Cristo. Incluso en nuestros momentos “no tan buenos”, cuando pudimos haber sido más pacientes, más amorosos o con más gracia, es muy importante que sepas y creas que sigues siendo la justicia de Dios en Cristo.

Verás, ahí es cuando vas a tener la confianza para correr hacia el Señor por la ayuda que necesitas, y caminar en Su gracia y poder para vivir una vida santa y victoriosa (Rom. 6:14, 1 Cor. 15:34). Ahí es cuando vas a tener el poder para levantarte después de que hayas caído para seguir adelante y reinar sobre esas mismas áreas de debilidad (Prov. 24:16, Rom. 5:17).

Recuerda, tú no llevas a Cristo, Él te lleva a ti -a través de tus momentos de debilidad o en las tormentas de la vida. Cuando nuestro Padre celestial te mira a ti hoy, y te ve en Cristo, perdonado, vestido con la justicia de Cristo, y cualificado para recibir cada bendición.

Deja que esta verdad llegue a lo más profundo de tu corazón hoy: en Cristo tú estás por siempre seguro.  Jesús ha cargado la fuerza completa del juicio de Dios para que tú puedas disfrutar la plenitud del amor de Dios y Su favor.  Sigue mirando hacia arriba, sigue confiando en Su trabajo finalizado, y sabe que incluso si caes, caes en Su gracia. ¡Tú estás por siempre seguro en los brazos de tu amado Salvador!

 

PENSAMIENTO DEL DÍA:

Estoy por siempre seguro en Cristo, quien cargó con el juicio de Dios por mí. Incluso cuando tropiezo, permanezco en Su gracia y Su protección, y puedo libremente recibir Su poder para reinar sobre mis áreas de debilidad

 

PARA MEDITAR MÁS: Genesis 7 / Proverbios 24:16 / Juan 5:24 / Juan 10:28-29 / Romanos 5:17 / Hebreos 11:7


Fragmento del libro: LA GENTE QUE CONOCE A SU DIOS. De Joseph Prince

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