El poder de Su amor y gracia. Joseph Prince
Romanos 16:20 Y el Dios
de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro
Señor Jesucristo sea con vosotros.
La gracia es lo único
contra lo cual el diablo no tiene defensa. Si vives por tu propio esfuerzo para
ganarte la aprobación de Dios, el diablo tiene poder sobre ti porque siempre
puede señalarte algo que no hayas hecho. Esto le da dominio sobre ti.
Si reclamas la protección
y sanidad de Dios basándote en lo que has hecho, el diablo, que es un maestro
acusador, sólo tiene que señalar uno de tus fracasos y toda tu fe implosiona.
Te descalificarás mental e interiormente para recibir cualquier cosa por la que
puedas estar confiando en el Señor.
Pero la gracia nos
califica para recibir protección. Debido a que Jesús pagó el precio, nosotros
que estamos en Él tenemos derecho a caminar en salud y protección divinas.
Cuando el diablo te
acusa, diciendo: “¿Cómo te atreves a creer a Dios para que te proteja, cuando tú
eres (y continúa enumerando tus fracasos)?”, sólo tienes que señalar la sangre
de Jesús, que ha pagado por todos tus fracasos. ¡Con la gracia como base, el
Dios de paz puede reinar sobre sus temores e impartirte una fe inquebrantable
para recibir Su protección!
Algo más ocurre cuando
comprendes Su gracia: también crecerás en tu entendimiento de cuán
perfectamente amado eres por tu Padre celestial. Dios nos amó tanto a ti y a mí
que envió a Su Hijo unigénito a morir en la cruz por nosotros, cargando todos
nuestros pecados sobre su propio cuerpo para que hoy podamos acercarnos con
valentía a Su trono de gracia.
Él lo hizo para que hoy
no seamos como ovejas sin un pastor, sino que somos profundamente amados y
cuidados por nuestro Abba Padre. Somos Sus hijos y cuando clamamos a Él, Él RESPONDERÁ.
Tenemos un Dios que
demostró Su amor por nosotros cuando todavía éramos pecadores, ¡cuando no
teníamos nada que ofrecerle excepto nuestro quebrantamiento, nuestra vergüenza,
nuestros pecados y nuestras descalificaciones! ¡Oh qué amor perfecto!
La Palabra de Dios dice:
“En el amor no hay temor; sino que el amor perfecto echa fuera el
temor, porque el temor implica tormento. El que teme no se ha perfeccionado
en el amor. Nosotros le amamos a Él porque él nos amó primero” (1 Juan 4:18–19
KJV, negrillas mías).
¿Tienes miedo hoy? Hazte
esta pregunta: ¿Sabes cuánto te ama Dios?
Verás, no puedes disipar
el miedo razonando. Pero cuando tienes una revelación de Su perfecto amor por
ti, todos los temores de tu vida serán eliminados. ¡En la medida en que
comprendas Su amor por ti, vivirás sin miedo en tiempos peligrosos!
Comentarios
Publicar un comentario