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No devores, ¡rumia la Palabra de Dios! De Joseph Prince

Alimentarse de la Palabra de Dios no es como el servicio sin bajarse del auto de comida rápida o como devorar comida rápida. No hay nada de malo en escuchar sermones mientras te trasladas. De hecho, ¡te aliento a hacer eso! Pero, ¿también puedo alentarte a que no solo devores la Palabra de Dios mientras estas en movimiento, sino a que te tomes un tiempo cada día para realmente meditar en los versículos que escuchas o lees?

Puedes comenzar con solo un versículo al día. No se trata de cuántos capítulos leas, sino las profundidades en las que te sumerjas, y cuán profundamente realmente vas a digerir y pensar acerca de las palabras que eligió el Espíritu Santo y por qué lo expresó de la manera en que lo hizo. Tómate el tiempo para ser como una vaca rumiando en la Palabra, dándole vueltas y vueltas en tu boca y saboreándola hasta que la esencia de un versículo se convierta en la verdad que ahoga los hechos que podrían estar mirándote a la cara.

Puede ser un hecho que haya un síntoma preocupante en su cuerpo. ¿Pero sabes qué? La verdad de Dios declara: “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros” (Romanos 8:11). Puede ser un hecho que la cantidad que tienes en el banco está disminuyendo. Pero la verdad es que “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra” (2 Corintios 9:8). Puede ser un hecho que tu médico te haya dicho que no es posible que tengas hijos. Pero la verdad es, “Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá en ti varón ni hembra estéril, ni en tus ganados” (Deuteronomio 7:14).

La luz y la oscuridad no pueden existir en el mismo espacio. Medita en Su Palabra y permite que ella expulse todo miedo y estrés. ¡Al tomar la decisión de priorizar y meditar diariamente en Su Palabra, Sus verdades eclipsarán todo hecho negativo! Que llegues a ser como el hombre bendecido plantado junto a corrientes de aguas, siempre dando fruto en su tiempo. Que cualquier cosa que hagas prospere en el poderoso nombre de Jesús. ¡Amén!

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