¡NO MÁS MIEDO! JOSEPH PRINCE. DÍA 10
Y estando en agonía,
oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que
caían hasta la tierra.
Lucas 22:44
Pensamiento:
La
obra consumada del Señor te ha liberado de los pensamientos negativos.
Si te encuentras turbado
por pensamientos oscuros, quiero que sepas que nuestro Señor Jesús cargó con
esta opresión por ti para que hoy puedas ser libre de los temores agobiantes,
la creciente ansiedad y la profunda desesperanza. Verás, Él no solo murió por
tus pecados, sino que también pagó para que tú tuvieras la victoria sobre el temor
y los pensamientos negativos.
En medio de la noche,
horas antes de su traición y crucifixión, Lucas 22:39-44 nos dice que Jesús fue
al huerto de Getsemaní, en el Monte de los Olivos, a orar. Durante ese tiempo,
se encontraba en una agonía tan grande al pensar en ser separado de Su Padre y
cargar con los pecados del mundo que comenzó a sudar grandes gotas de sangre
que caían al suelo.
Esta es una condición
médica conocida como hematidrosis, donde, bajo estrés extremo, los capilares,
especialmente alrededor de la frente, se rompen. El sudor y la sangre se
mezclan, haciendo que la persona “sude sangre”.
Amigo mío, en esos mismos
momentos de Su agonía en el huerto, nuestro Señor Jesús cargó sobre sí tu
angustia, tus ansiedades y toda tu opresión mental. Su sangre, que limpia y
restaura, te ha redimido y te ha liberado de tu aflicción mental.
Pero eso no es todo. Más
tarde, Jesús también llevó una corona de espinas (Mateo 27:29) que le atravesó
brutalmente la cabeza para que hoy tú puedas tener una mente sana, libre de
miedo, depresión, ansiedad y estrés. Él te libró de toda maldición y te dio Su
don de justicia para que seas coronado con bendiciones (Prov. 10:6).
Cada vez que te
atormenten pensamientos oscuros, de temor o estresantes, recuerda que Jesús
cargó con toda tu agonía y temor, y derramó Su sangre para que puedas caminar
en la plenitud de las bendiciones del poder, el amor y el dominio propio (2
Tim. 1:7).
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