Consiente ser rescatado. Por Joseph Prince
Lucas 15:4-6 ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. ¿Recuerdas la parábola de la oveja perdida que Jesús relató en Lucas 15? Cuando el pastor encontró la oveja perdida, la levantó y la puso sobre sus fuertes hombros. ¿Qué hizo la oveja? Nada. Simplemente consintió en ser rescatada por el pastor. Jesús llama a este consentimiento de parte de las ovejas “arrepentimiento”: “habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento” (Lucas 15:7). Eso es lo que Dios nos invita a hacer hoy: consentir en ser protegidos. Él quiere que estemos sobre Sus hombros, en la seguridad de Él mismo como nuestra fortaleza imp