Si tiene un nombre debe arrodillarse ante el nombre de JESÚS. De Kenneth Hagin
Cuando Dios da un nombre a algo, también te da autoridad sobre ello, y cuando el enemigo etiqueta tu problema, ese nombre se convierte en su debilidad, no en su poder, porque la Palabra declara que ante el nombre de Jesús toda rodilla debe doblarse, no "podría" doblarse, sino que debe doblarse. Si tiene un nombre —miedo, enfermedad, deuda, soledad, depresión, ansiedad—, ya está derrotado. Tu trabajo no es luchar por la victoria, sino permanecer en la victoria que Jesús ya ganó. No negocias con la oscuridad, le ordenas; no temes a la tormenta, le hablas. Toda situación con nombre en tu vida ya está bajo los pies de Jesús, y si estás en Él, entonces también está bajo tus pies. Todo problema con nombre tiene una rodilla, y toda rodilla se doblará ante el nombre de Jesús. Esta verdad no es solo un versículo que citamos; es una ley espiritual que gobierna todo el reino invisible. En el momento en que algo es identificado, etiquetado o recibe un nombre, el cielo ya lo clasific...