RECIBE POR GRACIA A TRAVÉS DE LA FE. De Joseph Prince
Gálatas 3:5 Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe? Imagina que estás en un servicio dedicado a ministrar sanidad. Un alcohólico entra a la iglesia con aliento alcohólico. Él se sienta detrás de la pianista, una agradable anciana que ha estado sirviendo en la iglesia durante 50 años. Ambos están sufriendo de artritis reumatoide. El poder sanador de Dios está presente. En un instante, el alcohólico, que nunca había estado en la iglesia antes, es sanado. La pianista no. La mayoría de la gente, al escuchar historias como ésta, podría quedar enfadada y confundida. Ellos podrían preguntar: "¿No debería Dios sanar a esta agradable anciana que le ha estado sirviendo fielmente todos estos años, y no a ese borracho?" Verás, mucha gente todavía cree que Dios sana sólo a aquellos que se lo merecen. Pero no es así como Dios trabaja. Dios mira la fe, no las obras. Su poder se ...