Dios nos ha amado tanto. Joseph Prince
Salmo 91:14 Por cuanto en
mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; lo pondré en alto, por cuanto ha
conocido mi nombre”.
¿Qué te califica para la
protección de Dios?
Hago esta pregunta porque
he escuchado a muchos ministros cuyas enseñanzas hacen parecer que uno debe
calificar para recibir las bendiciones de Dios. Dan la impresión de que Dios te
bendice solo si eres capaz de amar al Señor con todo tu corazón, con toda tu
alma y con toda tu mente.
Esto también aplica en el
área de tu protección. Cuando ellos leen: “Por cuanto en mí ha puesto su
amor, yo también lo libraré” (negrillas mías), concluyen que la protección de
Dios depende de que cumplamos la condición de amar al Señor perfectamente.
Desafortunadamente, esta
enseñanza te roba la fe para creer que Dios te dará protección divina para ti y
tus seres amados. Todo lo que depende de nuestros esfuerzos tiene cimientos
inestables, porque por muy "buenos" cristianos que creamos ser,
nuestro amor por el Señor va a fallar.
Precisamente por eso Dios
envió a su Hijo. Sabía que el hombre jamás podría cumplir todos Sus
mandamientos.
Al enviar a Su Hijo, Él
nos estaba diciendo: "Sé que no puedes, así que déjame amarte con todo mi
corazón, con toda mi mente y con todas mis fuerzas". En eso reside la
hermosa historia de amor que llamamos el evangelio de Jesucristo.
Dios amó TANTO al mundo
que envió a Su Hijo unigénito para salvarnos y rescatarnos. El Señor Jesucristo
mismo cumplió todos los requisitos de la ley. Hoy, incluso cuando nuestro amor
por Él fluctúa, incluso cuando fallamos, ¡Él sigue librándonos del mal!
Un pasaje bíblico que
resume a la perfección la esencia del nuevo pacto de gracia es 1 Juan 4:10
(negrillas mías): “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos
amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo en
propiciación por nuestros pecados”.
Oro para que tu corazón
se afiance en esta revelación. El énfasis del nuevo pacto es el amor de Dios
por ti, no tu amor por Dios.
¿Estoy diciendo que tu
amor por Dios no es importante? Claro que no. Lo que digo es que nuestro amor
por Él siempre fluctúa, pero Su amor nunca falla.
La Biblia declara que “el
amor firme, devoto y constante del Señor nunca cesa” (Lamentaciones
3:22, negrillas mías). ¡Estoy tan agradecido de que estemos bajo el nuevo pacto
de la sublime gracia de Dios, donde podemos confiar en Su amor incondicional,
inmutable e irrevocable por nosotros!
Comentarios
Publicar un comentario