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LAS AGUILAS (Orientalismo) - Por Bishop KC Pillai

Amadísima familia: “Las Águilas” es un nuevo trabajo de traducción en los Orientalismos, o costumbres orientales del obispo K. C Pillai, que he tenido el placer de terminar ahora mismo. Me llama muchísimo la atención el espíritu de las palabras que se manifiestan en estos escritos. La voz del Padre que se escucha por toda la tierra salta de las páginas impresas con las palabras que tienen al espíritu santo por detrás. Creo que no hay nada más maravilloso que ver al Padre así, en la comunión que alguno de nuestros hermanos disfruta con el Padre recibiendo de Su boca Su Palabra. Aquello entonces que se deja impreso en papel por la gracia del Padre nos hace que arda el corazón. Es como dice Pracedis que le sucede con las letras de su Biblia, parece que se le meten por sus ojos. Es que  llevan consigo empapada la bendita gloria de nuestro Abba, y bien sabe Él darnos de comer y llegarnos a los más profundo del corazón con ellas.

¡Es tan viva y real la Palabra!! -  y ciertamente el espíritu se encuentra presente cuando ha sido inspirado y escrito algo en la presencia de nuestro Abba Padre, y tiene un poder y una efervescencia impresionante. Recuerdo las palabras de aquellos dos que se encontraron con Jesucristo en el camino a Emaús, poco después de que les revelase su verdadera identidad se dijeron el uno al otro, “¿No ardía nuestro corazón cuando nos hablaba?" - pues igual nos sucede cuando "sentimos"  el espíritu en algún documento inspirado - nos arde el corazón y nos nace en él un deseo enorme de desbordarlo, de darlo a conocer entre nuestros hermanos. Por eso os envío este hermosísimo Orientalismo. Espero que os arda el corazón como puso en llamas el mío. Un fuerte abrazo.
Juan Luis Molina
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LAS ÁGUILAS
Por Bishop KC Pillai
           Vayamos ahora a Isaías 40: 29, 30, y 31. "Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán; y no se fatigarán."
            En el Salmo 103:5 dice, "El que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila."
            Y otra vez en Miqueas 1:16 leemos, "Ráete y trasquílate por los hijos de tus delicias; hazte calvo como águila."
Guarda en tu memoria estos tres pasajes y vamos a considerarlos ahora. "Los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas." - Hay dos tipos de águilas en el Oriente, una es el águila "santa", y la otra es el águila "inmunda". Las águilas inmundas son aquellas que vuelan alrededor de cualquier cadáver en putrefacción para alimentarse con ellos y son como los buitres salvajes. Nosotros, en el Oriente, las denominamos águilas "inmundas." Jesús dijo, en Mateo 24: 28, "Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas." En este relato, Jesús se refería a este tipo de águilas o buitres, porque donde haya un cadáver, allí están los buitres comiéndoselo y picándole. Cuando cualquier hindú termina su tiempo de ayuno, con lo primero que quiere cruzarse es con un águila santa. Si este hindú que procura ver una águila santa se encuentra con una águila inmunda, se vuelve a casa y ayuna de nuevo. Para los hindús, resulta un mal presagio terminar el ayuno y no cruzarse con una águila SANTA.
           Las águilas inmundas están siempre revoloteando alrededor de los basureros. Las águilas inmundas son como los cristianos carnales; siempre, siempre, siempre, siempre están mirando las cosas materiales. Su visión no la tienen en lo alto, ni ponen sus ojos en las cosas celestiales. Siempre están postrados en el suelo, buscando cosas y placeres materiales. Eso es por lo que digo que los buitres son como los cristianos carnales - a mí no me gusta llamarlos cristianos, porque son carnales. Procuran solo lo que comen los cerdos, tienen placer solo en cosas, y cosas, y cosas, y cosas. Muy raramente procuran al Espíritu, sino que miran todo el tiempo cosas materiales.
            Son como los buitres, inmundos, sucios, insatisfechos; ¡son miserables para sí mismos, una miseria para los demás, nauseabundos para sí mismos y para los demás! ¿Por qué? Pues porque están siempre buscando las COSAS MATERIALES todo el tiempo y no al Espíritu. Las COSAS MATERIALES nunca satisfacen a nadie - ¡el ESPÍRITU en cambio sí! Nosotros los cristianos, no debemos andar de acuerdo a la carne, sino que debemos vivir de acuerdo al Espíritu. Existen muchos cristianos que siguen andando conforme  la carne desde que fueron salvos; son salvos por el Espíritu, pero viven según la carne. Pero nosotros que hemos recibido a Jesucristo y le hemos hecho señor y salvador de nuestras vidas no deberíamos andar de acuerdo a la carne; ¡se supone que andemos conforme al Espíritu! Esta es la razón, el motivo del por qué los cristianos son tan infelices, y esta es la razón también del por qué sus maridos, y esposas, y padres y madres no son influenciados por ellos.
        Ahora bien, ¿cuáles son las águilas santas? Las águilas santas nunca comen nada muerto; siempre procuran otra cosa que les sirva de alimento. Hacen sus nidos en las cimas de las palmeras coqueras, a unos 20 ó 25 metros de altura.
       Las águilas santas son como la iglesia de Dios - los verdaderos creyentes que son salvos por fe y andan por fe; los creyentes que no tienen su hogar en este mundo, sino que su casa se encuentra en los lugares celestiales. ¡Un creyente verdadero fija sus ojos en las cosas de arriba, no en las cosas terrenales! ¡Un verdadero creyente YA ESTÁ sentado en los lugares celestiales! - ¡Esa es su realidad AHORA MISMO! - Si tan solo tuviésemos conciencia de este simple hecho, jamás nos sentiríamos miserables. - Tan solo somos esclavos de la tierra en el cuerpo - en el espíritu estamos ya sentados con Cristo Jesús en el Trono. La Biblia dice que "Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio (Dios) vida juntamente con Cristo, (por gracia sois salvos); y juntamente con él nos resucitó y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús." Efesios 2:5 y 6.  Imagínate a una persona como tú o como yo sentado en un trono celestial y escuchando asuntos celestiales - esa sí que es una posición gloriosa, ¿! No te parece!? A la mayoría de los cristianos no se les enseña estas cosas, porque les parecen demasiado sobrenaturales. Sin embargo, para los verdaderos creyentes, ¡estos son hechos corrientes y naturales! Nosotros estamos sentados en los lugares celestiales con Cristo Jesús; fuimos crucificados con él; fuimos sepultados con él; nos levantamos de la muerte con él; ascendimos con él cuando él ascendió; y estamos ahora sentados con él en los lugares celestiales. Esto es maravilloso y excitante cuando lo creemos. Creer produce resultados, pero el simple ejercicio intelectual no trae consigo nada - ¡Es hora de que creamos!  ¡Gloria al Señor!!
Las águilas santas son como los seres celestiales; son los "reyes de las aves." – Entre  cada cinco, diez o quince años, (las personas difieren en cuanto al intervalo) las águilas hacen un nido en la cumbre de la palmera, y entonces se tiran de cabeza, como los que saltan al agua desde un elevado trampolín. Así saltan estas águilas desde la cima de la palmera, se tiran de cabeza y se sumergen en un lago, o en un rio o presa o embalse de agua. Se meten de cabeza, con sus alas pegadas a su pecho - sin volar. Se tiran de cabeza al vacío y se zambullen dentro del agua. Así que chocan contra el agua y se sumergen, vienen hasta la superficie habiendo antes perdido en el choque todas sus plumas. Cuando se tiraron al agua, tenían todas sus plumas; cuando salieron del agua, las plumas se quedaron flotando en el agua, y estas pobres aves que acabaron perdiendo todo su plumaje, se encuentran ahora sin ayuda flotando como náufragos en el agua, porque sin las plumas no pueden volar,  ni tampoco pueden nadar. ¿Qué es lo que les ocurre ahora a estas pobres águilas?
Se esfuerzan y hacen lo que pueden para llegar a la orilla del lago. Cuando por fin llegan a tierra firme, las personas se les acercan y alimentan las águilas con comida, porque las personas orientales las consideran águilas santas, representativas de Dios. Las alimentan con arroz y otros cereales, y las águilas son así socorridas mientras aguardan. Nadie les hace daño porque todo el mundo las considera seres celestiales. Y en seis o siete semanas después, les nacen sus nuevos plumajes y retoman su vuelo. Se remontan a las alturas. Esta es la razón de por qué "Aquellos que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas; LEVANTARÁN nuevas alas como águilas."
Las águilas pierden primeramente sus plumas - ¡Después aguardan! Mientras esperan, sobreviven de lo que puedan obtener - obtienen su nuevo plumaje y ENTONCES se echan inmediatamente a volar. "Aquellos que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas (renovarán sus fuerzas - trad. inglesa); levantarán nuevas alas como águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán." - Así, pues: ¿Donde está ahora tu vieja vida? La gente está siempre hablando de la vejez, y confesando: "Que viejo soy." - Pues si quieres sentirte joven, lo mejor que puedes hacer es perder tu viejo plumaje - tu viejo plumaje de quejas, ¡y tu viejo plumaje de impotencia!! "Yo no puedo" es una pésima expresión, ¿sabes? "Yo no puedo hacerlo" y "yo no puedo verlo" son todas plumas negativas. El ideal cristiano es "!Yo lo PUEDO todo en Cristo que me fortalece!"  Este es un plumaje positivo. Nacimos con una cucharada de "no puedo" en nuestra boca. "No puedo, no puedo, no puedo." Pero cuando llegamos a Jesucristo pasamos a decir, "Yo puedo todo." Cuando tú confiesas, "Yo puedo," tú te elevas por encima de todo, en todo tiempo. Entonces todos en tu ciudad comienzan a ser salvos, a medida que se van dando cuenta de que verdaderamente estás haciendo algo para el Altísimo.
          Cuando nos acercamos al Señor Jesucristo, debemos examinarnos a nosotros mismos, porque antes de acercarnos, debemos estar dispuestos a decir, "Señor, córtame en pedazos, derríteme, moldéame y echa fuera de mí cada una de mis débiles plumas e incredulidades en mi corazón y en mi personalidad, y renueva cada una de las viejas plumas que ha hecho de mí un ser tan débil y tan limitado."¡Un cristiano NO tiene limitaciones, porque Cristo tampoco las tiene! Un cristiano puede hacer cualquier cosa, pero generalmente, ¡los cristianos no QUIEREN hacer cualquier cosa!
         Un cristiano pierde todas sus plumas cuando viene a Cristo, porque "todas las cosas viejas pasaron y he aquí que todas han sido hechas de nuevo." 2a Corintios 5:17. "Estoy crucificado con Cristo: Y ya no vivo yo, sino que Cristo vive su vida en mí." Pablo dice, "y la vida que ahora vivo según la carne, ¿la vivo por…?" ¿A caso Pablo dijo que, "por la vista"? -  se refirió y dijo, ¿"por la religión"? - ¡NO!! ¡Y mil veces NO! - Sino que dijo: Yo vivo "por la fe del Hijo de Dios, quien me amó, y se entregó a sí mismo por mí." Gálatas 2:20. No es de sorprender que no veamos los fines que pretendemos, cuando tratamos de vivir por lo que vemos, y por las cosas materiales - Nosotros, que ya hemos sido salvos, tenemos que vivir por fe, y no por vista; por el espíritu, y no por la carne. Cuando vivimos por el espíritu, podemos decir, " Yo puedo hacer todas las cosas en Cristo que me fortalece." Filipenses 4:13. Cuando te acercas al Señor Jesucristo, el Señor te convence y te señala la cantidad tan grande que tienes de plumas viejas.
         Cada persona conoce muy bien sus limitativas pesadas plumas; tal vez sean iras o enojos, tal vez malicias, a lo mejor orgullo, o criticismo, o celos, o vanaglorias; ¡o tal vez sea cualquier otra pluma vieja y podrida que tengamos todavía del viejo plumaje!
     Cuando venimos a él, el Espíritu Santo nos mete Su dedo en la llaga de aquella pluma, y debemos estar dispuestos a dejar que nos la arranque. Después de haber echado fuera de nosotros todas las plumas viejas que nos impedían recibir las bendiciones, ¡ENTONCES AGUARDAMOS EN DIOS! ¡No podemos aguardar en Dios y pedirle un nuevo plumaje, cuando todavía tenemos el antiguo vestido con nosotros!
Por eso, debemos vaciarnos a nosotros mismos primero antes de que Él pueda llenarnos y hacernos completos de nuevo. En 2a Reyes, en el capítulo 4, cuando la viuda se encontraba en deuda, Eliseo le dijo que le trajera todas las vasijas vacías y que comenzase a echarles aceite dentro. Tan solo poseía una vasija cuando comenzó a derramarlo. Pero tantas vasijas como su hijo pudo encontrar y traerle, fue el Señor capaz de llenárselas, y todavía quedaba más aceite para llenar más vasijas. A medida que la viuda lo iba derramando, el aceite iba aumentando en la vasija. Hoy en día es igual: a medida que tú te derramas más y más, más y más te va incrementando nuevo Dios.
¡Aleluya!!! Esto es lo que hace Dios con nuestras cosas, con nuestros negocios. Si ya nos hemos visto libres de nosotros mismos y de nuestras cosas, desaparecen de nosotros todas las plumas que eran nuestras, y ya no queremos volver a echar mano de ellas, porque si no, ¿Cómo nos iría a bendecir Dios de nuevo? Él solo puede ofrecernos un plumaje nuevo en sustitución del viejo, si nosotros echamos fuera el viejo. Él puede hacer rebosar una vasija vacía, pero no puede llenar una vasija que ya esté llena -  porque ya se encuentra llena.
Este es el motivo por el que las águilas tienen más sentido común que nosotros. Las águilas no le oran al Padre diciendo, "Señor, estas cuatro plumas se me están quedando viejas. Yo solo quiero perder esas plumas, Señor, puesto que las demás todavía me parecen que están nuevas. Así que por favor te pido que pierda yo aquellas cuatro plumas viejas, y dame cuatro nuevas a cambio." Sin embargo, esto es lo que hacen los cristianos, - ¿no es verdad?
Algunos dicen, "Bueno, yo bebo algunos tragos. De vez en cuando me bebo un vaso de vino y no veo que haya ningún mal en eso. Sin embargo, Señor, al mismo tiempo que puedo seguir disfrutando de la bebida, dame, te pido un tanto de tu espíritu santo al mismo tiempo." - ¡Hay que ver que necios son!!!!
El águila pudo haber dicho, "Dios puede hacer la mitad de la obra; suponte que yo pierdo cuatro viejas y que tú me das cuatro nuevas. A lo mejor la semana que viene puedo perder dos plumas más porque se estén quedando viejas también." Pero sin embargo NO, lo que dijo fue, ¿Por qué no me veo libre de todo el traste y paso a ser una nueva creación?" Así que tú también puedes decir, "Voy a abandonar y echar fuera mis plumas." Y entonces zambúllete en el agua, y Dios será Tu ayudador, y tu nuevo plumaje aparecerá de alguna manera. Entonces aguarda humildemente y con mansedumbre en la misericordia de Sus mensajeros. Mientras esperas, Dios estará realizando su obra en ti en el nuevo plumaje, no solo en tres o cuatro plumas, ¡sino en TODO EL PLUMAJE!!! Él puede hacer esto en nosotros cuando TODO lo viejo nuestro haya desaparecido.
Si tú perdieses solamente cuatro plumas, podrías volar un poco mejor, pero no tan bien como podrías, porque las otras todavía te sirven de obstáculo. Eso es por lo que algunas veces vemos cristianos que están tristes y la mayoría que se encuentra sufriendo depresiones. No pueden caminar; no pueden volar; no pueden hablar. Se agotan con tan solo dando un paso. ¿Por qué razón no se les renuevan las fuerzas? - Pues porque no quieren perder sus viejos harapos ni sus viejas plumas.
Eso es por lo que yo no creo en la "vejez." Algunos en nuestro pueblo en India llegan a vivir 165 años. Estos denominados "paganos" llegan a vivir 165 años. Y nosotros, que somos cristianos, así que llegamos a los cuarenta y cinco, comenzamos a quedarnos nerviosos, ansiosos, y preocupados con todo, "! Ay mis nervios!!!!" Cuando llegamos a los cuarenta y siete se nos cae el pelo, y cuando tenemos cuarenta y ocho, nuestras espaldas se comienzan a jorobar, y nos metemos en la cama y vivimos como parásitos diciendo, "Alabado sea el Señor, el Señor es Quien me ha puesto así. Esta es la cruz que tengo que sobrellevar."
¡Vaya una mentira más grande!!! El Señor nuca te hacer llevar una cruz de esas. Nuestra única cruz aquí en esta tierra, amigo mío, no tiene que ver nada con sufrimientos, aunque si es verdad que hay muchos santos que están sufriendo, aun así nuestra cruz es ser testigos del Señor Jesucristo - una cruz de gozo y paz. No es por culpa de Dios que nosotros sufrimos, porque cuando el Hijo se entregó, se entregó por todas nuestras enfermedades. Todas nuestras enfermedades fueron depositadas en él, así que ahora no puedes decir que, "es mi cruz." - No trates de recordarme el espino en la carne de Pablo, porque el pobre viejo Pablo no tuvo nunca ninguna enfermedad, es simplemente una creencia popular, pero nada más. ¿Te das cuenta? los hijos de Israel, cuando anduvieron por el desierto durante cuarenta años, no tenían entre ellos médicos, sino solamente a Dios. No había ni tan siquiera uno que tuviese fiebre, dice el Libro. No había entre ellos enfermo alguno. Murieron debido a su incredulidad, es la verdad; pidieron muerte y la obtuvieron. Obtuvieron lo que querían, y nosotros también nos adueñamos de lo que queremos. "Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él." ¡Puedes cambiar la ley, así que ten cuidado y mira bien lo que piensas! Piensa solo lo que quieres que ocurra. Oh mis amadas hermanas y hermanos, estoy muy bendecido de que estemos tratando de estos asuntos aquí hoy.
Deberíamos dejar de llamarnos cristianos a nosotros mismos, o entonces comenzar a ejercitar la fe, porque no podemos permitir que este fardo de la vieja religión siga trayendo desgracias sobre la Iglesia de Dios. ¡Vamos a intentar pensar lo CIERTO! ¿Qué es lo que quieres ser? ¿Quieres tener una feliz, próspera, satisfecha vida? Entonces piensa lo siguiente, y vendrá a ser tuya, Dios será tu Ayudador, tu Salvador, y tu Señor.
Ahora, por tanto, "Aquellos que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; levantarán alas como las águilas." Nosotros aguardamos en el Señor, habiéndonos despojados de nuestro viejo plumaje, todo aquel plumaje de limitaciones que nos imponíamos a nosotros mismos. ¡Tú puedes pasar a ser una nueva creación en este mismo momento, y echar fuera todas tus viejas plumas YA! -  En el momento en que tú confiesas, "Si, Señor, yo lo ordeno" en ese mismo momento ha desaparecido el viejo plumaje, y entonces Él te puede dar un plumaje totalmente nuevo. ¿Qué hay en el nuevo plumaje que te acaba de ofrecer Dios? Él puso allí: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, mansedumbre, fe, y dominio propio. Puso en él todo esto. Desde el día que te lo dio, puedes vivir como un rey, igual que un príncipe, y heredero y coheredero con Cristo. Cada sitio que mires es tuyo, cualquier cosa que se te aparece por los ojos pasa a ser tuya, cualquier cosa que ves es tuya.
Te podría dar muchos ejemplos: Conozco a un hombre que tiene una hija, y él y su hija van juntos frecuentemente de compras. Yo he ido con ellos muchas veces, y es así como van a la tienda: La hija se da una vuelta por un lugar de la tienda escogiendo algunas cosas que quiere comprar, mientras que el padre está comprando otras cosas por otro lado. Cuando la hija termina de escoger los artículos que quiere aguarda a que su padre termine y la busque, entonces simplemente le muestra los objetos que ha escogido. ¿Crees que se pone a discutir algo con el Padre? diciendo, "anda, por favor, Papa, ¿puedes comprarme esto?" ¡No! ¡Claro que no! Ella sencillamente le echa una sonrisa a su padre, teniendo en sus manos las cosas que ha comprado. Ni tan siquiera tiene necesidad de preguntarle; simplemente le sonríe al padre y el padre es quien paga las compras.
¿No haces tú lo mismo con tu hijo cuando vas con él de compras? - ¡Cuanto amas a tu hijo!!! Cuando tu amado hijo quiere alguna cosa, le dices, "claro, hijo mío, puedes llevártela. Ahora mismo. Cómprala." -  Pues "Si vosotros siendo malos sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial le dará el espíritu santo a los que se lo pidan?" Lucas 11:13. Siempre es así con Dios. "¿CUANTO MÁS, CUÁNTO MÁS, CUÁNTO MÁS?" "Los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas." - Aleluya. Levantarán alas como las águilas." Las alas aparecerán solamente cuando aguardes, y solo podrás aguardar si has abandonado tu viejo plumaje.
Hubo una vez un hombre y su mujer en India que fueron salvos; y su hijo, que tendría probablemente unos cinco o seis años, cayó enfermo. Algunos de los pastores entonces fueron a su casa y oraron por él. (Nosotros ungimos con aceite en nuestra iglesia en estos casos). Mi pastor me dijo, "Pillai, hemos estado orando por un muchacho que se encuentra enfermo. No come nada; no sabemos cuál es el problema que tiene. Su familia es cristiana y todos los del pueblo piensan que es por eso precisamente que su hijo se encuentra enfermo. Y otras personas que habían sido salvas están con miedo ahora, están pensando que si se acercan a Cristo, sus hijos también quedarán enfermos." 
El mismo tipo de cosas sucede también aquí en el Occidente. Si un creyente pierde algún negocio después de que viene a ser salvo, todo el mundo se pone a rumorear. "Oh él es cristiano - eso es por lo que le pasan estas cosas!" En estos casos no debemos ponernos nerviosos. Son solo granos de arena en el zapato en medio de una gran fe. "Todas las cosas ayudan a bien para aquellos que aman a Dios." Esto es exactamente lo que debemos saber cuando las cosas nos corran mal.
Así que me dirigí a la casa de este muchacho para orar por él; vivía en una pequeña cabaña de barro. Estaba levantado. Había varios pastores que fueron conmigo, y el padre y la madre del niño también estaban allí. A medida que iban hablando conmigo, yo iba orando así, "Señor, ¿cuál es el problema? Tú me has dicho que cualquier cosa que te pidamos en Tu nombre, tú la harás. - Mira, estos pastores han estado orando. La comunidad entera también. Tu Señor estás siempre listo para sanar. Para tu propia gloria, Señor, por favor, déjame saber que es lo que está pasando; cual es el obstáculo que está impidiendo a este muchacho que reciba su sanidad." Y mientras que las personas me estaban hablando, yo me mantenía orando de esa manera al Señor. Tú también puedes hacer lo mismo y hablar así con Dios; ¡es muy fácil!
Y de repente, cuando acabaron de hablar conmigo, inmediatamente tuve la respuesta del Señor. El muchacho, durante todo este tiempo, se mantuvo recostado y vi que tenía en sus brazos uno de esos paños de las cuales ya os he hablado en otras ocasiones - son unos paños que los doctores nativos les llevan a los padres. Estos padres cristianos le habían estado pidiendo a los pastores que orasen, pero al mismo tiempo, en su miedo también habían recurrido a sus hechiceros. Eso era lo que estaba pasando. Los pastores no tuvieron la sabiduría suficiente para darse cuenta, pero Dios me lo reveló. Y les dije a los padres, "Los pastores han estado orando por tu hijo. Pero, decidme una cosa, ¿Habéis acudido a los hechiceros, habéis buscado a los doctores antiguos religiosos, para algo?
Y respondieron, temblando, "Si, señor,"
"Pues eso es precisamente lo que está obstaculizando la sanación," les dije. "Dios quiere toda la gloria única y exclusivamente para Él. No quiere compartirla con el diablo, ni con nadie más." Así que le dije al padre del muchacho, "si echas de tu casa esos paños, tu hijo sanará inmediatamente." Él padre los echó fuera, y yo le dije que los quemase, y fue lo que hizo.
"¿Me prometes que nunca más vuelves a pedirle al diablo nada para tu hijo? ¿Me prometes que solo confiarás en el Señor?"
"Si" Dijeron a la vez la madre y el padre.
Entonces puse mi mano sobre la cabeza del muchacho y oré diciendo, "Señor, gracias por revelarme exactamente el obstáculo que había en sus manos. Así que Señor, sana a este muchacho. Muchas gracias por su sanidad, Amén."
Yo creo en sanidad. Todos los cristianos deberían procurar creer en sanidad. Tú no puedes creer solo una parte de la Biblia y simplemente olvidarte del resto de la Biblia. ¡O la creemos toda o no creemos nada! Tan pronto como llegué a casa, el niño comenzó normalmente a ingerir alimentos. Vino un siervo de la casa del muchacho preguntándome, "¿Por qué ha sido sanado solo hasta ahora, y no lo fue anteriormente?" ¡Cuando se desarraiga un obstáculo de incredulidad, viene un nuevo obstáculo!
¿Por qué se mantiene tan arraigado el obstáculo de la incredulidad?
¿Por qué se mantiene tan arraigado el obstáculo del orgullo y las ideas preconcebidas de uno mismo?
¿Por qué se mantiene tan arraigado el obstáculo de las dudas?
¿Por qué se mantiene tan arraigado el vicio de centrarse en uno mismo? - Todo esto hace parte del viejo y sucio plumaje; Siempre te hundirás con ellos si lo cargas contigo. ¿Por qué hundirse? ¡TÚ HAS SIDO SALVO PARA VIVIR! Los cristianos están siempre pensando en morirse, ¿te das cuenta? Cantan aquella canción, "Cuando todos estemos en el cielo recibiendo la corona, que gran día de regocijo será." – Pero, ¿qué tal si comenzamos a regocijarnos ahora!!!? - Así cantaríamos algo sorprendente, ¿verdad?  - Pasamos el tiempo cantando aquello de lo que tendremos en el cielo con la corona, sin embargo no tenemos un miserable dólar en nuestros bolsillos en este momento! ¿! Por que!? ¿Por qué no tener una corona de oro en nuestra cabeza allí, y el oro necesario en nuestros bolsillos aquí y ahora con nosotros? -  ¡Dios es muy capaz y nos da oro ahora, y posteriormente, una corona!!!
¿Te das cuenta? Cuando Cristo vino a nuestro corazón y pasó a vivir su vida en nosotros, pasamos a ser nuevas criaturas, pero también podemos volver atrás y cargarnos de cosas. Unas detrás de otras, las viejas plumas y los viejos harapos y miedos otra vez después de ser salvos, los volvemos a cargar a las espaldas si así lo deseamos. Podemos no querer echarlos fuera. Una vez un hombre se acercó a verme en una estación de tren y me dijo, "Pillai, me gustaría hablar contigo, pero no aquí delante de tanta gente," así que salimos a la calle, y continuó diciendo, "Pillai, hace ya mucho tiempo que soy salvo, desde hace unos catorce o quince años, y durante todos estos años he seguido siempre fumando cigarrillos."
Este hombre se estaba condenando por este hecho, y dijo, "Ya me he prometido dejar de fumar muchas veces. He quemado paquetes enteros. Se lo prometí muchas veces a mi mujer y a mi hijo, pero estas promesas acababan por esfumarse en tan solo diez o quince minutos, y luego viene siempre el diablo y me dice que fume un cigarrito, que no importa. He vivido en una gran condenación. ¡He fumado mucho! - y sé que es un desperdicio de dinero - del dinero de Dios, del dinero de mis hijos."
"Te puedo decir la verdad acerca de esto" Le pregunté. "¿No te ofendes si te la digo? El problema reside en que tú no tienes el deseo interior de verte libre del problema. En lo más profundo de tu corazón, no tienes el deseo de dejar de fumar. Lo que quieres es que Dios actúe como si nada. Te estás refugiando en tu debilidad, no te estás refugiando en tu fortaleza, ¡Cristo Jesús! La Cabeza del Cuerpo. ¡Estás refugiándote en ti mismo, y es por eso que te estás hundiendo! ¡Debes quitar los ojos de ti mismo, y céntralos en Cristo, entonces el poder se hace inherente! En otras palabras, deshazte de los viejos y sucios miedos de oraciones egoístas."
Este cristiano dice que su consagración tardaba en esfumarse unos diez o quince minutos, y que rezaba y rezaba y rezaba. ¡No tiene sentido! El no estaba rezando. Solo rezaba para seguir haciendo lo mismo, nada más. Mira, las águilas no se pasan el día en las palmeras rezando y diciendo, "Señor, que pobrecitas y débiles somos; bueno, no hay problema en que seamos así. Después de todo, tú nos has hecho así de temerosos, ¡esta es nuestra cruz, permítenos que llevemos nuestra cruz!" ¡No! ¡Claro que no rezan de esa manera!
Esa es la manera de hablar, el lenguaje de los seres humanos. Las águilas muestran un mejor sentido y un mejor lenguaje. Eso es por lo que las denominamos águilas celestiales. Saben perfectamente que para verse libres del viejo plumaje tienen que verse libres de sí mismas. Tú te ves libre de ti mismo en el Señor Jesucristo y Dios te ofrece un nuevo plumaje, mi amadísimo y querido amigo. Buenas noches, y que Dios te bendiga.
Del libro: “Light Through An Eastern Window” de Bishop K. C. Pillai
Traducción: Juan Luis Molina

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