Viviendo En Dos Mundos. Por Wayne Jacobsen
La Vida del Cuerpo- Febrero 2004 Traducción por: Charo Quesada No alcanzo a imaginar cómo sería ese despertar por la mañana y encontrarme libre de todo lo que me dificulta y distrae de la vida en Jesús. Ya no tendría que ir a tientas atravesando la niebla de mi egoísmo que desvanece la visión de la Presencia de Dios, y podría ver Su rostro con la claridad que Él ve el mío. No me entretendría, ni un momento más con mis dudas acerca de Su amor por mi o de Su habilidad de atraerme a la plenitud de Su vida. Ya no enfrentaría los estragos de los apetitos carnales que me atraen a la esclavitud sofocante de mis propios deseos. Sólo puedo imaginarme como sería esta vida si cada uno de esos apetitos pecaminosos, fuesen repentinamente silenciados y todo lo que desease fuera lo que Dios desea para mí. ¿Cómo sería vivir sin indicio de miedo, autocompasión o envidia porque la demanda de nuestro propio ser ha sido absorbida por la grandeza de Dios? No tendría nada que ocultar, nada que...