El nacimiento de Jesús en el evangelio de Lucas. Por Claudia Juárez Garbalena
El
nacimiento de Jesús
2 Timoteo 3:16
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir,
para corregir, para instruir en justicia.
Lucas 1:1
Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que
entre nosotros han sido ciertísimas, 2 tal como nos lo enseñaron los que desde
el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra, 3 me ha
parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las
cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, 4
para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido.
Lucas 1:5
Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías…
En el entorno histórico
del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo Israel estaba bajo el yugo romano. Era
una época de gran oscuridad para el pueblo de Dios. Habían pasado 400 años
desde el profeta Malaquías, todo ese tiempo no había habido voz de profeta en
Israel. Era rey en aquella época el llamado “Herodes el grande”, este hombre erigió
el segundo templo, y fue responsable de la matanza de los niños menores de 2
años en Belén y sus alrededores registrada en el evangelio de Mateo 1:16-18
después de la visita de los sabios del oriente buscando al rey que había nacido.
Lucas 1:5
Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías
(“Dios se ha acordado”), de la clase de Abías; su mujer era de las hijas de
Aarón, y se llamaba Elisabet (“Dios es mi promesa” o “promesa de Dios”).
6 Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los
mandamientos y ordenanzas del Señor. 7 Pero no tenían hijo, porque Elisabet era
estéril, y ambos eran ya de edad avanzada. 8 Aconteció que ejerciendo Zacarías
el sacerdocio delante de Dios según el orden de su clase, 9 conforme a la
costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el incienso, entrando en el
santuario del Señor.
“Había dieciocho mil
sacerdotes en Israel, divididos entre los diferentes grupos. Dieciocho mil.
Catorce de esos dieciocho mil, no catorce mil, sino catorce sacerdotes,
recibieron el privilegio de ofrecer el incienso durante un solo año. Solo se
podía tener esa oportunidad una vez, si es que se tenía. Así que, en diez años,
ciento cuarenta sacerdotes tuvieron el inefable privilegio de entrar en el
Lugar Santo y ofrecer las oraciones de intercesión por el pueblo. La ofrenda
del incienso representaba las oraciones del pueblo de Dios y estaba destinada a
ser un aroma agradable para Dios. La gran mayoría de los sacerdotes nunca
tuvieron la oportunidad de ofrecer esta sagrada tarea en el Lugar Santo del
templo.
¿Cómo conseguía un
sacerdote la oportunidad de realizar esta sagrada tarea? Bueno, no era elegido
por sus compañeros sacerdotes para hacerlo. No había ningún concurso para
determinar quién era el más justo de los sacerdotes para ser digno de esta
tarea. No, el único que podía elegir a un sacerdote para este servicio sagrado
era Dios mismo, lo cual hacía mediante el sorteo.” (“El ángel y Zacarias” de RC
Sproul).
Lucas 1:10
Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso.
“Se nos dice: “Le tocó en
suerte quemar incienso cuando entró en el templo del Señor. Y toda la multitud
del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso”. Las oraciones se
ofrecían por la nación en estas ocasiones, tanto por la mañana como por la tarde,
pero la gran multitud llegaba al anochecer para ofrecer estas oraciones. Se
reunían fuera del templo y oraban mientras observaban el humo que salía del
templo. Cuando se quemaba el incienso, el humo subía en espiral desde el techo
del templo. Esa era la señal para que la gente en el patio se postrara sobre
sus rostros en agradecimiento por las oraciones de intercesión que se habían
ofrecido en su favor.”
Lucas 1:11
Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del
incienso. 12 Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió temor. 13 Pero el
ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer
Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan (“Dios es
misericordioso”, “aquel que está lleno de la gracia de Dios”). 14 Y tendrás
gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; 15 porque será grande
delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun
desde el vientre de su madre.
“El ángel dijo esto
porque Juan sería nazareo. Los nazareos hacían un voto de no beber alcohol.
Esto reflejaba un nivel más profundo de devoción a Dios (Números 6:1-27).
Mientras que el hombre judío común bebía alcohol, este profeta no lo hacía. El
ángel estaba diciendo que Juan estaría completamente dedicado a la tarea que se
le había encomendado. Dios estaba extendiendo Su mano a Israel y envió a Juan
delante del Salvador para anunciar su llegada.” (“El ángel y Zacarias” de RC
Sproul).
Lucas 1:16
Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos.
17 E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver
los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de
los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.
Miremos lo que dijo Jesús
acerca de Juan el Bautista:
Lucas 7:28 Os
digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el
Bautista; pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que
él.
¡Guau qué declaración! A
Juan el bautista le tocó preceder y anunciar el ministerio de nuestro Señor Jesucristo
en medio de la oscuridad tan grande que había en Israel.
Lucas 1:18
Dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? (“¿Cómo podré estar seguro de
esto?” NVI) Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada. 19
Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y he
sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas. 20 Y ahora quedarás mudo
y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste mis
palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo. 21 Y el pueblo estaba esperando
a Zacarías, y se extrañaba de que él se demorase en el santuario. 22 Pero
cuando salió, no les podía hablar; y comprendieron que había visto visión en el
santuario. Él les hablaba por señas, y permaneció mudo. 23 Y cumplidos los días
de su ministerio, se fue a su casa.
Algo que quiero hacer
notar aquí es la forma tan asombrosa y magistral en que Dios trabaja con Sus
tiempos. No veremos a detalle el relato en el libro de Mateo acerca del
nacimiento de nuestro Salvador, pero hay una escritura que quiero compartir con
ustedes y que está insertada en medio de la genealogía de Jesucristo que
comprueba su derecho al trono de David:
Mateo 1:17 De manera que
todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce; desde David hasta
la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta
Cristo, catorce.
¡Nuestro Dios Omnipotente
es un matemático tan asombroso y genial! Él respeta el libre albedrío y respeta
la libre decisión de los hombres de seguirle o no, y de alguna forma magistral
hace que los tiempos coincidan y cuadren con una precisión matemática divina y genial!
Hubo exactamente catorce generaciones desde Abraham hasta David, catorce
generaciones desde David hasta la deportación de Babilonia, y catorce
generaciones desde la deportación de Babilonia hasta Cristo. ¡Cómo puede
nuestro Padre hacer cuadrar tiempos precisos entre la vida de los creyentes, y
hacer cumplir Su Palabra es algo que nos causa gran admiración y asombro! ¡Qué
gran Dios tenemos! Nuestro Señor vino al mundo en un momento preciso y
determinado por Dios. Su nacimiento estuvo rodeado gente creyente y hermosa,
incluyendo por supuesto a sus padres María y José que fueron creyentes
asombrosos para aceptar la voluntad de Dios en sus vidas.
Lucas 1:24
Después de aquellos días concibió su mujer Elisabet, y se recluyó en casa por
cinco meses, diciendo: 25 Así ha hecho conmigo el Señor en los días en que se
dignó quitar mi afrenta entre los hombres.
26 Al sexto mes el ángel
Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27 a una
virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el
nombre de la virgen era María. 28 Y entrando el ángel en donde ella estaba,
dijo: ¡Salve, muy favorecida (“altamente favorecida”)! El Señor es
contigo; bendita tú entre las mujeres. 29 Mas ella, cuando le vio, se turbó por
sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. 30 Entonces el ángel le
dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Y ahora,
concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS
(“Yahweh es Salvación”).
32 Este será grande, y
será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su
padre; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá
fin. 34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.
35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el
poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo
Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. 36 Y he aquí tu parienta
Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes
para ella, la que llamaban estéril; 37 porque nada hay imposible para
Dios. 38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase
conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.
Lucas 1:39
En aquellos días, levantándose María, fue de prisa a la montaña, a una ciudad
de Judá; 40 y entró en casa de Zacarías, y saludó a Elisabet. 41 Y aconteció
que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su
vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, 42 y exclamó a gran voz, y
dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. 43 ¿Por
qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? 44 Porque tan
pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de
alegría en mi vientre. 45 Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo
que le fue dicho de parte del Señor.
46 Entonces María dijo:
Engrandece mi alma al
Señor;
47 Y mi espíritu se
regocija en Dios mi Salvador.
48 Porque ha mirado la
bajeza de su sierva;
Pues he aquí, desde ahora
me dirán bienaventurada todas las generaciones.
49 Porque me ha hecho
grandes cosas el Poderoso;
Santo es su nombre,
50 Y su misericordia es
de generación en generación
A los que le temen.
51 Hizo proezas con su
brazo;
Esparció a los soberbios
en el pensamiento de sus corazones.
52 Quitó de los tronos a
los poderosos,
Y exaltó a los humildes.
53 A los hambrientos
colmó de bienes,
Y a los ricos envió
vacíos.
54 Socorrió a Israel su
siervo,
Acordándose de la
misericordia
55 De la cual habló a
nuestros padres,
Para con Abraham y su
descendencia para siempre.
56 Y se quedó María con ella como tres meses; después se volvió a su casa.
57 Cuando a Elisabet se
le cumplió el tiempo de su alumbramiento, dio a luz un hijo. 58 Y cuando oyeron
los vecinos y los parientes que Dios había engrandecido para con ella su
misericordia, se regocijaron con ella. 59 Aconteció que al octavo día vinieron
para circuncidar al niño; y le llamaban con el nombre de su padre, Zacarías; 60
pero respondiendo su madre, dijo: No; se llamará Juan. 61 Le dijeron: ¿Por qué?
No hay nadie en tu parentela que se llame con ese nombre. 62 Entonces
preguntaron por señas a su padre, cómo le quería llamar. 63 Y pidiendo una
tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron. 64 Al
momento fue abierta su boca y suelta su lengua, y habló bendiciendo a Dios. 65
Y se llenaron de temor todos sus vecinos; y en todas las montañas de Judea se
divulgaron todas estas cosas. 66 Y todos los que las oían las guardaban en su
corazón, diciendo: ¿Quién, pues, será este niño? Y la mano del Señor estaba con
él.
67 Y Zacarías su padre
fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó, diciendo:
68 Bendito el Señor Dios
de Israel,
Que ha visitado y
redimido a su pueblo,
69 Y nos levantó un
poderoso Salvador
En la casa de David su
siervo,
70 Como habló por boca de
sus santos profetas que fueron desde el principio;
71 Salvación de nuestros
enemigos, y de la mano de todos los que nos aborrecieron;
72 Para hacer
misericordia con nuestros padres,
Y acordarse de su santo
pacto;
73 Del juramento que hizo
a Abraham nuestro padre,
Que nos había de conceder
74 Que, librados de
nuestros enemigos,
Sin temor le serviríamos
75 En santidad y en
justicia delante de él, todos nuestros días.
76 Y tú, niño, profeta
del Altísimo serás llamado;
Porque irás delante de la
presencia del Señor, para preparar sus caminos;
77 Para dar conocimiento
de salvación a su pueblo,
Para perdón de sus
pecados,
78 Por la entrañable misericordia
de nuestro Dios,
Con que nos visitó desde
lo alto la aurora,
79 Para dar luz a los que
habitan en tinieblas y en sombra de muerte;
Para encaminar nuestros
pies por camino de paz.
80 Y el niño crecía, y se
fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su
manifestación a Israel.
Lucas 1:2
Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto
César, que todo el mundo fuese empadronado. 2 Este primer censo se hizo siendo
Cirenio gobernador de Siria. 3 E iban todos para ser empadronados, cada uno a
su ciudad. 4 Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la
ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de
David; 5 para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual
estaba encinta.
El capítulo 2 de Lucas
nos da información histórica precisa que enmarcó el nacimiento de nuestro Señor
Jesucristo. Muchos detractores acusan a las escrituras de ser imprecisas, ya
que confunden 2 censos que hubo y el cargo exacto que tuvo Sirenio en aquella
época.
“Sabemos que Cirenio era
Gobernador de Siria en los años 6 y 7 después de Cristo y en este tiempo llevó
a cabo un censo, pero no fue el mismo censo que hizo viajar a José y María a
Belén. Lucas nos habla de este otro censo en Hechos 5:37.
Además de esto sabemos
que cuando Jesús nació en Belén, vivía aun el Rey “Herodes el Grande”. Un
hombre que había convertido el templo de Dios en Jerusalén en una de las
maravillas del mundo, pero también un hombre que era gravemente paranoico:
Mandó matar a todos aquellos de quienes sospechaba que podían aspirar al trono,
inclusive a los de su propia familia. Este fue aquel Herodes que mandó a matar
a los niños de Belén después de escuchar del nacimiento de Jesús. José, María y
Jesús advertidos de parte de Dios habían huido a Egipto antes de la matanza, y
no regresarían hasta después de la muerte de Herodes.
La mayoría de los libros
de historia nos dicen que Herodes murió en el año 4 antes de Cristo.
El escritor Judío Flavio
Josefo en “Antiguedades” (Ref. 1 y 2) cuenta que Herodes el Grande murió
después de un eclipse lunar y antes de la siguiente Pascua.
El historiador alemán
Emil Schürer descubrió hace un siglo atrás que en el año 4 antes de Cristo hubo
un eclipse lunar, aunque sólo parcial, que pudo ser visto en Israel por lo cual
concluyó que Jesús debía haber nacido en el año 4 antes de Cristo o aún antes
de esta fecha.
Ahora se nos presenta un
problema, porque por un lado leemos que Jesús nació cuando Cirenio era
gobernador de Siria, que según los historiadores era 6 años después de Cristo y
por otro lado concluimos que Jesús debe haber nacido, antes de la muerte de Herodes,
que ocurrió 10 años antes.
Esta aparente
discrepancia es agua sobre el molino de muchos escépticos y de los diarios que todos
los años publican otra teoría sobre la persona de Jesús.
Sin embargo, vamos a ver
que no hay contradicción en la Biblia, sino sólo conclusiones prematuras por no
tener la información completa.
En primer lugar, hay
buenas razones para creer que la muerte de Herodes fue posterior al año 4 antes
de Cristo. Hubo varios eclipses lunares en aquellos años. Uno de estos, fue un
eclipse total en el año 1 antes de Cristo. El año 1 antes de Cristo es para la
astronomía el año 0.
En este mismo tiempo el
Senado Romano confirió a Augusto César, en su 25 aniversario como Emperador, el
título: “Pater Patriae,” el 5 de febrero del año 2 antes de Cristo. Algunos
historiadores creen que este acontecimiento fue acompañado por un censo en todo
el imperio, en el que todo el mundo tenía que certificar su lealtad al César.
En el museo arqueológico
de Estambul está guardada una inscripción que data del año 3 antes de Cristo en
el que la población de Paflagonia jura lealtad al César Augusto, dando otro
indicio del carácter global del censo.
En cuanto a Cirenio, que
era gobernador recién años después del nacimiento de Jesús aprendemos de
Justino Mártir que Cirenio antes de ser honrado con el puesto de Gobernador de
Siria, oficiaba como procurador del César en la región.
Esto trasladaría el
nacimiento de Jesús más cerca del cambio de era.
Vemos que es
perfectamente posible tener a Herodes, a Cirenio y el nacimiento de Jesús en el
año 2 antes de Cristo. Y armoniza perfectamente con el resto de la escritura.
Del artículo “La Primera navidad”, del
el sitio “Llamada de media noche”.
https://www.llamadaweb.org/despejando-dudas-acerca-de-la-de-primera-navidad/
Lucas 1:6
Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.
7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en
un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
K.C. Pillai en el
capítulo 3“Luz a través de una ventana oriental, Vol. 2”:
“Los hijos de reyes y
princesas en el oriente aún hoy en día son “salados y envueltos en fajas”. Se
rocía una pequeña cantidad de sal sobre el bebé, significando con eso que los
padres harán lo posible por enseñarle a ser verdadero. Después, el bebé es
envuelto en fajas o pañales. Las fajas son unas tiras finas de gasa de
alrededor de 5 cm. de anchura con las cuales se rodea todo el cuerpo del bebé,
desde los brazos y las piernas hasta quedar todo envuelto. Esto es una señal
para Dios de que los padres educarán al niño para que sea honesto y leal
delante del Señor, y libre de rebeldía.
El niño permanece así
durante un espacio de tiempo que varía entre quince minutos a dos horas,
mientras los padres meditan y hacen sus votos de compromiso a Dios concerniente
al sagrado deber que les fue otorgado cuando recibieron al niño.
Lucas registró el
nacimiento del Señor Jesús: “Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió
en pañales (o fajas), acostado en un pesebre…”
(Lucas 2:7). Sabemos que a María le había sido anunciado por el ángel que
su hijo sería llamado el Hijo de Dios; es por ese motivo que ella fielmente
actuó con él de la manera que se hacía con los hijos de reyes y le envolvió con
los pañales.”
Lucas 2:8
Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la
noche sobre su rebaño. 9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la
gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. 10 Pero el
ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será
para todo el pueblo: 11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un
Salvador, que es CRISTO (“el Mesías”, El Ungido”) el Señor. 12 Esto os
servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un
pesebre.
13 Y repentinamente
apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a
Dios, y decían:
14 ¡Gloria a Dios en las
alturas,
Y en la tierra paz, buena
voluntad para con los hombres!
15 Sucedió que cuando los
ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros:
Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos
ha manifestado. 16 Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José,
y al niño acostado en el pesebre. 17 Y al verlo, dieron a conocer lo que se les
había dicho acerca del niño. 18 Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo
que los pastores les decían. 19 Pero María guardaba todas estas cosas,
meditándolas en su corazón. 20 Y volvieron los pastores glorificando y alabando
a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.
21 Cumplidos los ocho
días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS (“Dios es
salvación”), el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese
concebido.
22 Y cuando se cumplieron
los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron
a Jerusalén para presentarle al Señor 23 (como está escrito en la ley del
Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor), 24 y para
ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o
dos palominos. 25 Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este
hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo
estaba sobre él. 26 Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no
vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor. 27 Y movido por el
Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al
templo, para hacer por él conforme al rito de la ley, 28 él le tomó en sus
brazos, y bendijo a Dios, diciendo:
29 Ahora, Señor, despides
a tu siervo en paz,
Conforme a tu palabra;
30 Porque han visto mis
ojos tu salvación,
31 La cual has preparado
en presencia de todos los pueblos;
32 Luz para revelación a
los gentiles,
Y gloria de tu pueblo
Israel.
33 Y José y su madre
estaban maravillados de todo lo que se decía de él. 34 Y los bendijo Simeón, y
dijo a su madre María: He aquí, este está puesto para caída y para levantamiento
de muchos en Israel, y para señal que será contradicha 35 (y una espada
traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos
corazones.
36 Estaba también allí
Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues
había vivido con su marido siete años desde su virginidad, 37 y era viuda hacía
ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día
con ayunos y oraciones. 38 Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a
Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.
Segmento del articulo: “La evidencia bíblica demuestra que Jesucristo no nació el 25 de diciembre” del sitio “United Church of God”:
La historia muestra de
manera convincente que el 25 de diciembre se popularizó como fecha de Navidad,
no porque Cristo naciera en ese día, sino porque ya era popular en las
celebraciones religiosas paganas como el cumpleaños del sol.
Los relatos bíblicos
señalan el otoño del año como el momento más probable del nacimiento de Jesús.
…el Comentario de un solo
volumen del Intérprete dice que este pasaje argumenta que está "en contra
de la posibilidad de que el nacimiento [de Cristo] ocurriera el 25 de
diciembre, ya que el clima no habría permitido" que los pastores vigilaran
sus rebaños en los campos durante la noche.
…Los padres de Jesús
llegaron a Belén para registrarse en un censo romano (Lucas 2:1-4).
En invierno, cuando las
temperaturas a menudo descendían por debajo del punto de congelación y las
carreteras estaban en malas condiciones, no se hacían censos de esa clase.
Realizar un censo en esas condiciones habría sido contraproducente.
Si Jesucristo no nació el
25 de diciembre, ¿indica la Biblia cuándo nació?
Los relatos
bíblicos señalan el otoño del año como el momento más probable del nacimiento
de Jesús, basándose en la concepción y nacimiento de Juan el Bautista.
Como Elizabeth (la madre
de Juan) estaba en su sexto mes de embarazo cuando Jesús fue concebido (Lucas
1:24-36), podemos determinar la época aproximada del año en que nació Jesús si
sabemos cuándo nació Juan. El padre de Juan, Zacarías, era un sacerdote que
servía en el templo de Jerusalén durante el reinado de Abías (Lucas 1:5). Los
cálculos históricos indican que este período de servicio correspondió al
período del 13 al 19 de junio de ese año (The Companion Bible, 1974,
Apéndice 179, pág. 200).
Fue durante este tiempo
de servicio en el templo que Zacarías se enteró de que él y su esposa Elizabet
tendrían un hijo (Lucas 1:8-13). Después de completar su servicio y viajar a
casa, Elizabet concibió (Lucas 1:23-24). Suponiendo que la concepción de Juan
tuvo lugar cerca de fines de junio, agregar nueve meses nos lleva a fines de
marzo como el momento más probable para el nacimiento de Juan. Agregar otros
seis meses (la diferencia de edad entre Juan y Jesús) nos lleva a fines de
septiembre como el momento probable del nacimiento de Jesús.”
Nuestro hermoso Salvador ha sido el regalo más
maravilloso que la humanidad ha recibido jamás; e individualmente, su don de
vida eterna y el nuevo nacimiento, es el regalo más grande y precioso que ser
humano puede recibir al creer en él.
ÉL ES EL PAN DE VIDA, LA
RESURRECCIÓN Y LA VIDA, EL CRISTO, EL SALVADOR DEL MUNDO, LA LUZ DEL MUNDO, LA
PUERTA DE LAS OVEJAS, EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA, LA VID VERDADERA, NUESTRO
INTERCESOR Y GRAN SUMO SACERDOTE, NUESTRO HERMANO MAYOR QUE NO SE AVERGÜENZA DE
LLAMARNOS HERMANOS, EL AMADO, EL NOVIO DE LA NOVIA EN EL LIBRO DE CANTARES, EL
RESPLANDOR DE LA GLORIA DE DIOS Y LA IMAGEN MISMA DE SU SUSTANCIA, EL LEÓN DE
LA TRIBU DE JUDÁ, EL RENUEVO DE DAVID, EL UNIGÉNITO DE DIOS Y PRIMOGÉNITO ENTRE
SUS HERMANOS, EL ALFA Y EL OMEGA , EL ES NUESTRO HERMOSO SEÑOR, SALVADOR Y REY
JESUCRISTO!
GRACIAS DIOS NUESTRO POR
TU REGALO INEFABLE!!!
2 Samuel 23:3 ...Habrá un
justo que gobierne entre los hombres, que gobierne en el temor de Dios. 4 Será
como la luz de la mañana, como el resplandor del sol en una mañana sin nubes,
como la lluvia que hace brotar la hierba de la tierra.
Apocalipsis 5:12 ...El
Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la
sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. 13 Y a todo lo
creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el
mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el
trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los
siglos de los siglos.
AMÉN!!!
Lectura sugerida:
“Matrimonio o noviazgo -
¿Cuál De Los Dos?”, Por el obispo K.C. Pillai
https://mirasoloadios.blogspot.com/2011/07/matrimonio-o-noviazgo-cual-de-los-dos.html
Comentarios
Publicar un comentario