LA TIERRA PROMETIDA. SEGUNDA PARTE. (Audio) Por Claudia Juárez Garbalena
He encontrado que hombres y mujeres de
Dios que han hecho conexión con esta tierra prometida, ha sido al entender y creer su identificación con Cristo. Cuando un hijo de Dios sabe que
sabe que es amado por Dios incondicionalmente y que la sangre de Cristo los ha limpiado
de todo pecado, eso le permite vivir una vida plena y llena de gozo. Esta es la
verdadera vida abundante que nada tiene que ver con las posesiones materiales.
Dios
ha derramado de Su gracia y nos ha dado toda bendición espiritual en los
lugares celestiales en Cristo Jesús. (Efesios 1:3).
El
Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, nos ha derramado gracia sobre gracia y
cualquier presión o sentimiento negativo de éste mundo palidece ante el poder
que hay en Cristo. Cuando decidimos creer que nuestro Padre ES ABSOLUTAMENTE FIEL
y que Sus maravillosas promesas ciertamente se cumplen, eso…!LO ECLIPSA TODO!!
¡TODO!! Un creyente no debe guiarse por lo que ve o siente o por las
circunstancias. Andamos por fe y no por vista. El justo vive por la fe, ¡por
creer en Aquel que todo lo puede y que guarda nuestras vidas en Sus poderosas
manos de amor!
Por
medio de Cristo, hemos sido reconciliados con Dios (2Corintios 5:18) y
recibimos vida eterna (Efesios 2:4,5), y con ella una herencia hermosa y
riquísima, todo POR GRACIA, ¡por el favor inmerecido de Dios!
En
el Antiguo Testamento, los hijos de Israel debían observar la Ley y sus
preceptos. ¡Hoy el hijo de Dios debe simplemente CREER en la obra completa y
finalizada de Cristo!
Romanos 8:17:
Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y
coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que
juntamente con él seamos glorificados.
La
Biblia dice que irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios (Romanos
11:29). El hombre podrá negar aquello que le ha sido dado por Dios en Cristo o
vivir como si no lo tuviera, pero el maravilloso don que ya es nuestro,
permanecerá por toda la eternidad, y eso
es algo simplemente maravilloso.
La sabiduría de Dios
Mis
hermanos, aun teniendo esta riquísima
herencia, y sabiéndolo y creyéndolo, tendremos días difíciles en los que nuestros
sentimientos y las circunstancias nos dirán lo contrario a lo que la Palabra de
Dios dice, pero debemos rehusarnos a escuchar a la mañosa y vieja serpiente
–satanás- quien siempre contradice las maravillosas promesas de Dios. Debemos
persistir en mirar sólo a nuestro bendito Padre Celestial absolutamente
persuadidos de que Él es fiel y poderoso para cumplir Su Palabra en nuestras
vidas. Somos lo que Dios dice que somos y tenemos lo que Dios dice que tenemos
a través de la obra completa y finalizada de nuestro glorioso Salvador
Jesucristo. Debemos tener la fe o creencia de un niño y el corazón del profeta
David, es decir, nos es necesario aceptar con humildad y mansedumbre lo que
Dios nos dice en su incomparable Palabra.
Marcos 10:15
De cierto os digo, que el que no reciba
el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Salmos 25:4 ,5
MUÉSTRAME, oh Jehová, tus caminos; ENSÉÑAME
tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi
salvación; En ti he esperado todo el día.
Hay
cientos de promesas en la Palabra de Dios, miremos una de ellas:
Jueces
5:31b
…Mas
los que te aman, sean como el sol cuando sale en su fuerza…
La
NBLA dice: “Pero sean los que Te aman
como la salida del sol en toda su fuerza”.
Podemos
pensar: “pero es que yo no me siento así, me invade el desaliento, la tristeza,
me faltan fuerzas…”, bueno tenemos un Dios llama a las cosas que no son como si
fuesen. A Abraham lo llamó “padre de muchedumbre” cuando era un hombre de casi
100 años y con una mujer estéril y de edad avanzada también. Fue decisión de
Abraham creer lo que Dios decía o creer lo que sus cinco sentidos le decían.
Abraham se fortaleció en Dios hasta que llegó a estar plenamente convencido de
que Dios es poderoso para hacer lo que ha prometido, cuando Dios promete algo, Él
ciertamente lo cumple. Hoy esa promesa es una completa realidad. ¡Abraham es
padre de una gran muchedumbre! ¿En dónde fijó sus ojos Abraham? ¿En las
circunstancias o en la promesa y fidelidad del DIOS TODOPODEROSO?
Ahora,
el tema de la Palabra de Dios desde Génesis 3:15 hasta Apocalipsis 22:21, es Cristo.
En el Antiguo Testamento, Cristo está representado por varios temas en cada
libro, sabemos por un maravilloso estudio del Dr. Víctor P. Wierwille llamado
“El hilo rojo”, que Cristo representa “la sabiduría de Dios” en el libro de
Proverbios:
Proverbios 8:10-21:
10 Recibid mi enseñanza, y no plata; y
ciencia antes que el oro escogido.
11 Porque mejor es LA SABIDURÍA (Cristo) que las piedras preciosas; y todo cuanto
se puede desear, no es de compararse con ella (con la vida en Cristo).
12 Yo, la sabiduría (yo,
Cristo), habito con la cordura, Y hallo
la ciencia de los consejos.
13 El temor de Jehová es aborrecer el
mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco.
14 Conmigo (con Cristo) está el consejo y el buen juicio; Yo soy
la inteligencia; mío es el poder.
17 Yo amo a los que me aman, y me hallan
los que temprano me buscan.
18 Las riquezas y la honra están conmigo
(en
Cristo); Riquezas duraderas, y justicia.
19 Mejor es mi fruto que el oro, y que
el oro refinado; y mi rédito mejor que la plata escogida.
20 POR VEREDA DE JUSTICIA GUIARÉ, POR EN
MEDIO DE SENDAS DE JUICIO,
21 PARA HACER QUE LOS QUE ME AMAN TENGAN
SU HEREDAD, Y QUE YO LLENE SUS TESOROS.
“Mi
Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en
Cristo Jesús” (Fil. 4:19). El que no escatimó a Su propio Hijo, ¿no nos dará
con él todas las cosas? La VIDA EN ABUNDANCIA que nuestro hermoso Salvador
Jesucristo vino a hacer disponible por la gracia y misericordia de Dios, es
extraordinaria, muy rica, plena, deleitosa. Las benditas promesas de Dios se
cumplen, son “si y amen” porque es FIEL Quien las prometió. Les recuerdo Lucas
12:15, “la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que
posee”. Las verdaderas riquezas que hay en Cristo, son muy superiores a
cualquier cosa que el dinero pueda comprar.
Mateo 11:12
Desde los días de Juan el Bautista hasta
ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.
Mateo 11:12 (BLA)
Desde los días de Juan Bautista hasta
ahora el Reino de Dios ES COSA QUE SE CONQUISTA, y LOS MÁS DECIDIDOS SON LOS
QUE SE ADUEÑAN DE ÉL.
Este versículo
enfatiza el denuedo, la decisión, el coraje, la fuerza con la que debemos
apropiarnos de las promesas de Dios. A los hijos de Israel les fue ofrecida por
gracia la tierra prometida, pero ellos rehusaron creer y tomarla. Se dejaron
tomar por el miedo y decidieron mirar las circunstancias en vez de la promesa
de Dios y que Su poder los respaldaba y no su propia fuerza. ¡Ellos se
perdieron la oportunidad de gozar la herencia de Dios! Conquistamos las
promesas de Dios a través de la fe o creencia, así de sencillo.
La Tierra Prometida
El
pasaje que veremos a continuación, está dirigido al pueblo de Israel en la
administración de la Ley, pero sabiendo que TODO el tema de la Palabra de Dios es
Cristo, podemos aprender y deleitarnos muchísimo en mirar lo que habla de la
Tierra Prometida que ellos recibieron cuando finalmente creyeron que Dios sería
fiel para cumplir Su promesa.
En
el libro de Deuteronomio Cristo está representado entre otras cosas por “las
Leyes de Dios”.
Deuteronomio 7:
6 Porque tú eres pueblo santo para
Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial,
más que todos los pueblos que están sobre la tierra.
7 No por ser vosotros más que todos los
pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más
insignificante de todos los pueblos;
8 SINO POR CUANTO JEHOVÁ OS AMÓ, y quiso
guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano
poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto.
Por el sacrificio de Cristo,
hemos recibido simiente incorruptible (1ª Pedro 1:23) y una herencia
incorruptible, incontaminada e inmarcesible (eterna) sólo por la bendita gracia
de Dios y porque Él nos amó (1Pedro 1:3,4). Nuestro Padre nos rescató de la
servidumbre del faraón de éste mundo.
9 Conoce, pues, que
Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los
que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;
10 y que da el pago en
persona al que le aborrece, destruyéndolo; y no se demora con el que le odia,
en persona le dará el pago.
11 Guarda, por tanto,
los mandamientos, estatutos y decretos que yo te mando hoy que cumplas.
Cristo
fue el fin de la Ley, ya no vivimos a través de estos mandamientos, ahora nos
esforzamos en vivir en LA GRACIA que es en Cristo Jesús. (2 Timoteo 2:1).
Si
permitimos que Cristo viva su vida a través de nosotros (Gálatas 2:20,21),
viviremos a través de una realidad mayor que la Ley: el amor de Dios, y
entonces andaremos en esta vida nueva que automáticamente cumple con la Ley
(Romanos 13:8-10). La gracia no es un “permiso para pecar”, sino que en ella
somos constreñidos a vivir en el amor.
En
Cristo hay una nueva ley: la ley del espíritu de Vida en Cristo Jesús que nos
ha librado de la ley del pecado y de la muerte (Romanos 8:2), ahora vivimos en
la realidad del sublime amor de Cristo: “un
mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que
también os améis unos a otros.” (Juan 13:34,35). Estas verdades son las que
ahora guardamos en Cristo.
12 Y POR HABER OÍDO
estos decretos y HABERLOS GUARDADO y puesto por obra, Jehová tu Dios guardará
contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres.
El
decreto que debemos guardar ahora es creer en la gran liberación que Cristo logró
para nosotros con su asombroso sacrificio.
13 Y te amará, te
bendecirá y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de
tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños
de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría.
14 Bendito serás más
que todos los pueblos; no habrá en ti varón ni hembra estéril, ni en tus
ganados.
15 Y quitará Jehová de
ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las
pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren.
¿Acaso
Dios, nuestro Padre perfecto y amoroso, hará menos por Sus amados hijos en ésta
Administración de Gracia que lo que hizo por el pueblo de Israel?
16 Y consumirás a todos
los pueblos que te da Jehová tu Dios; no los perdonará tu ojo, ni servirás a
sus dioses, porque te será tropiezo.
17 Si dijeres en tu
corazón: Estas naciones son mucho más numerosas que yo; ¿cómo las podré
exterminar?
18 no tengas temor de
ellas; acuérdate bien de LO QUE HIZO JEHOVÁ TU DIOS con Faraón y con todo
Egipto;
19 de las grandes
pruebas que vieron tus ojos, y de las señales y milagros, y de la mano poderosa
y el brazo extendido con que Jehová tu Dios te sacó; así hará Jehová tu Dios
con todos los pueblos de cuya presencia tú temieres.
Cristo
ya ha vencido al faraón de este mundo, y nos ha dado la Vara de autoridad para
ordenarle en él nombre de Jesucristo que se aleje de nuestras vidas. Tenemos
todo el derecho y la autoridad para traer la voluntad de Dios en concreción en nuestras
vidas, en las vidas de los que amamos y en las vidas de los que Dios nos
acerque. ¡Tenemos autoridad en el nombre de Jesucristo! Todo lo puso Dios
debajo de los pies de Cristo y nosotros somos parte del Cuerpo de Cristo, aún si fuéramos parte de la
planta de sus pies, somos parte del Cuerpo de Cristo, y todo principado y
autoridad y poder y señorío está de bajo nuestro una vez que hemos aceptado a
Cristo como el señor y salvador de nuestras vidas (Efesios 1:20-23). Parte de
nuestra herencia en él, es la autoridad de representar a Cristo en la tierra y
esto lo hemos recibido por gracia (Efesios 1:16-23). El diablo no tiene derecho
de perseguirte, en cambio tú, EN CRISTO, tienes derecho a perseguirlo a él y de
ordenarle, andando por el espíritu que deje de afligir tu vida, las vidas de
los que tu amas y las vidas de los que Dios te acerca para que les des
testimonio de Su gran poder y gloria. La autoridad no es nuestra, sino parte de
nuestra herencia que recibimos con el espíritu de Cristo que llevamos dentro.
¡Podemos ejercer nuestra autoridad en Cristo cuando así se nos revele!
Hechos 1:8
Pero recibiréis poder, cuando haya
venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en
toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Deuteronomio 7
20 También enviará Jehová tu Dios
avispas sobre ellos, hasta que perezcan los que quedaren y los que se hubieren
escondido de delante de ti.
21 No desmayes delante
de ellos, porque Jehová tu Dios está en medio de ti, Dios grande y temible.
22 Y Jehová tu Dios
echará a estas naciones de delante de ti poco a poco; no podrás acabar con
ellas en seguida, para que las fieras del campo no se aumenten contra ti.
23 Mas Jehová tu Dios
las entregará delante de ti, y él las quebrantará con grande destrozo, hasta
que sean destruidas.
Cristo
es el absoluto vencedor en cada y toda batalla espiritual que enfrentamos. Al
reclamar lo que ya es nuestro por derecho a través de él, disfrutamos de esta
Victoria. Amado de Dios, tu señor y
salvador murió por ti en aquel muy cruel y diabólico sacrificio, fue
escarnecido, burlado, humillado y brutalmente torturado para librarnos a ti y a
mí de todo yugo, de toda culpa, de toda enfermedad. En Cristo tú eres libre de
toda opresión, el ganó este privilegio para ti y para mí y nosotros lo
reclamamos en el poderoso nombre que es sobre todo nombre que se nombra: Cristo
Jesús.
Lucas 4:
17 Y se le dio el libro
del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba
escrito:
18 El Espíritu del
Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los
pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar
libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los
oprimidos;
19 A predicar el año agradable del Señor.
20 Y enrollando el
libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga
estaban fijos en él.
21 Y comenzó a
decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.
Jamás
permitas que el acusador te engañe haciéndote creer que no eres digno o
merecedor de la herencia que has recibido en Cristo POR LA GRACIA DE DIOS. Tú
puedes pararte delante de Dios sin ninguna conciencia de pecado, culpa o
condenación debido a la obra completa y finalizada de Cristo. No lo ganamos, no
lo merecíamos, pero a Dios le plació regalarnos su justicia habiendo sido
limpiados por la sangre de Cristo.
Romanos 3:21-26:
21 Pero ahora, aparte
de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por
los profetas;
22 la justicia de Dios
por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay
diferencia,
23 por cuanto todos
pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
24 siendo justificados
gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
25 a quien Dios puso
como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia,
a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
3:26 con la mira de
manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que
justifica al que es de la fe de Jesús.
Deuteronomio 8:1:
Cuidaréis de poner por
obra todo mandamiento que yo os ordeno hoy, para que viváis, y seáis
multiplicados, y entréis y poseáis la tierra que Jehová prometió con juramento
a vuestros padres.
Nuestro
mandamiento hoy es vivir en Cristo, en la nueva naturaleza, permitir que él
reine y gobierne absolutamente en nosotros. (Gálatas 2:20,21). ¡Él es nuestro
Señor!
Los
israelitas debían obedecer la ley de Moisés y sus mandamientos, nosotros hoy
debemos CREER EN LA OBRA COMPLETA Y FINALIZADA DE CRISTO.
Después
de la caída de Adán, necesitábamos ser rescatados de la miserable condición de
muerte en que nos encontrábamos, por eso Dios tuvo que pagar con el altísimo
precio de la sangre preciosa de Cristo por nuestra redención, para librarnos
del yugo opresor del faraón de este mundo.
Israel,
por su incredulidad y dureza de corazón vivió todos aquellos 40 años sin
disfrutar lo prometido, teniendo la Tierra Prometida a la mano, aun así, Dios
siempre estuvo con ellos y proveyó todo lo que necesitaban. Dios nunca ha
deseado ni desea afligir a nadie, mucho menos a Su pueblo.
El
Todopoderoso le mostró a Su pueblo en el desierto que Él era su suficiencia.
Ellos fueron instruidos por Dios ha recoger sólo el maná suficiente para cada
día. Cuando intentaron guardar más alimento para el siguiente día, éste se agusanó.
Sólo el día que DIOS les había ordenado guardar una doble porción (un día antes
del día de reposo) es que el maná duraba intacto para dos días, su DIOS les
mostró Quién los sustentaba y cómo debían obedecer Su instrucción. Nuestro Dios
también nos instruye amorosamente a cada uno de Sus hijos para que entendamos
que Él y sólo Él es nuestra suficiencia,
que Su plenitud y gracia es suficiente para todo.
Deuteronomio 8
6 Guardarás, pues, los
mandamientos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y temiéndole. (Teniendo
respeto por Él).
7 PORQUE JEHOVÁ TU DIOS
TE INTRODUCE (Él, Él y sólo Él) en la buena tierra, tierra de arroyos, de
aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes;
8 tierra de trigo y
cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel;
9 tierra en la cual no
comerás el pan con escasez, ni te faltará nada en ella; tierra cuyas piedras
son hierro, y de cuyos montes sacarás cobre.
10 Y COMERÁS Y TE
SACIARÁS, Y BENDECIRÁS A JEHOVÁ TU DIOS POR LA BUENA TIERRA QUE TE HABRÁ DADO.
Después
de “comer” y “saciarnos” de todo lo
excelente en gran manera que nos ofrece la “Tierra Prometida”, el
resultado es que bendecimos el Nombre de
nuestro Dios, porque no es posible mirar y disfrutar tantas riquezas tan
abundantes que son parte de nuestra herencia y no caer rendidos a los Pies de
nuestro Padre para bendecirlo, adorarlo, alabarlo y decirle ¡GRACIAS! Con todo
nuestro ser.
Nuestra
Tierra Prometida, Cristo en nosotros, es buena en gran manera, es una Tierra
fértil donde abunda, todo lo excelente: una liberación que jamás soñamos, el
amor, la sabiduría, la paz, el regocijo, una gran quietud y muchas otras joyas
más que vienen en esta herencia que Él nos
ha otorgado, riquezas que no perecen, como las vanas riquezas de este mundo, y
que sólo Dios puede y quiere darnos.
SÓLO POR LA GRACIA
DE DIOS, se puede disfrutar lo que
Cristo ganó con su perfecto sacrificio. No llegamos a la Tierra Prometida por
nuestra lucha y esfuerzo, sino por CREER en lo que Cristo ganó por y para
nosotros y que está disponible para cada uno. Debemos como niños acudir a
nuestro Padre y permitirle que nos guíe. Todo aquel que pide, recibe según
Mateo 7:7. ¡CRISTO ES EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA!
No
fue el Pueblo de Israel que ganó la Tierra Prometida. No fue su esfuerzo y
lucha lo que se las entregó en sus manos. No fue por su propia sabiduría y destreza
que tomaron su herencia. ¡No! Fue por la misericordia y amor de Dios que la
heredaron y ellos la recibieron hasta que murió toda aquella generación
incrédula que se negó a recibir estas riquezas y se levantó una nueva
generación que SÍ se apropio por creencia de su herencia. Pelearon sus
batallas, es cierto, ellos hicieron su parte obediente y creyentemente, pero
fue SIEMPRE DIOS quien les daba Su guía, Su fuerza y Su victoria. Así también
necesita morir “en el desierto” nuestro viejo hombre (viejos hábitos y
pensamientos), ¡considerarlo muerto! (Romanos 6:11) y reconocer y entender que
hay una nueva vida que Cristo ganó para
nosotros.
2 Corintios 5:17:
De modo que si alguno
está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son
hechas nuevas.
¡Es
hermosísima la heredad que hemos recibido los hijos de Dios por el sacrificio
de Cristo! ¡De ninguna manera se compara con la Tierra Prometida que recibió el
pueblo de Israel! Nuestro legado es mucho más rico, pleno, eterno y lleno de
frutos excelentes.
La
“Tierra Prometida”, tu herencia en Cristo te pertenece, ¡Toma posesión de ella!
Dios
no hace acepción de personas aunque pareciera
que ÉL favorece especialmente a algunos. (Efesios 6:9).
El
Todopoderoso y Altísimo Dios riega con Sus misericordias toda la Tierra cada
mañana (Lamentaciones 3:22,23), hace salir el sol sobre buenos y malos y hace
llover sobre justos e injustos (Mateo 5:45). Dios es muy bueno y generoso, Él
es Quien sustenta toda la vida en ésta Tierra, Él hace que los árboles
reverdezcan en primavera, Él riega la tierra para hacerla germinar y producir,
Él llena de flores los campos, Él es Quien alimenta a los animales silvestres,
El Padre Celestial sustenta a toda Su creación en todo el Universo. Sólo el ser
humano por decisión propia se ha alejado de Dios neciamente sufriendo las
consecuencias de su extravío.
Es
la mujer o el hombre mismo quien decide
aproximarse y cobijase en Dios y recibir Sus bendiciones, o quien decide
rechazar a Dios creyendo La Mentira que la vieja serpiente les dijo en el
paraíso a Adán y a Eva: que desobedeciendo al Creador serian como Dios, sabiendo el bien y el mal.
La
humanidad ha creído por siglos esta mentira de Satanás: ¡que puede ser como
Dios sabiéndolo todo y resolviéndolo todo por
si mismo! Pero eso sólo le ha llevado a su autodestrucción. Vivimos en un
mundo lleno de ciencias humanas y tecnologías muy avanzadas, pero también
vivimos en un mundo lleno de miseria y podredumbre donde gobierna la maldad, el
dolor, la ambición, la vanidad, la enfermedad, la depravación, la ambición y
toda obra perversa que hunde al hombre en la más terrible esclavitud, dolor y
miseria.
Cristo
vino para librarte a ti y a mí de toda esclavitud del pecado y de las
consecuencias del pecado. Él entregó por amor su preciosa vida por toda la
humanidad.
Salmos 1
1Bienaventurado el
varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni
en silla de escarnecedores se ha sentado;
2 Sino que en la ley de
Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.
3 Será como árbol
plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja
no cae; Y todo lo que hace, prosperará.
Aquel
que busca al Creador, es hallado por Él. No es que Dios favorezca a algunos,
sino que, aquellos que se le acercan deseando conocerlo y reconocerlo, Él en Su
amor, misericordia, fidelidad y poder los atrae a Sí Mismo y les muestra Su
grandeza.
Dios
ha dado la demostración del más grande y sublime amor a toda la humanidad con
la ofrenda perfecta, el sacrificio de Su Hijo en aquel madero. De ti depende si
lo buscas para que te muestre las Riquezas que hay en Cristo. Dios te ama
entrañablemente, ÉL te escogió desde antes de la fundación del mundo, te tejió
en el vientre de tu madre y esperó con paciencia recibirte en Sus Brazos. Él
anhela mostrarte que es un Padre bueno, generoso, fiel, compasivo, tierno y muy
amoroso.
La
humanidad se equivoca terriblemente creyendo que Dios es castigador, vengativo,
intolerante y cruel. DIOS ES AMOR y derrama ese amor en toda la humanidad y
busca favorecer las vidas de Sus hijos.
Aférrate
al Autor de la vida porque no hay nada que ÉL anhele más que traerte a Su Casa
donde hay una hermosa chimenea encendida esperando para recibirte y cobijarte
de todo el frio que hay en este mundo. ¡Nunca has imaginado ser amado como tu
Padre Celestial te ama! ¡El amor de Dios excede todo conocimiento! Y Quien
realmente puede contarte en la cámara más secreta esta bendita y sublime
historia de amor jamás contada, es Dios mismo.
Sólo
al Dios eterno y glorioso corresponden justamente toda la gloria, la honra, el
honor y el poder. ¡Bendito seas Padre,
desde la eternidad y hasta la eternidad!
Si deseas recibir nuestras publicaciones directamente en tu dirección de e-mail contáctanos en:mirasoloadios@live.com
Comentarios
Publicar un comentario