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Déjalo ir y fluye en la vida de la vid. Segunda Parte. De Joseph Prince

(Publicado originalmente el 23 de noviembre de 2016)

¡Alabado sea Dios! Aun ahora mientras estoy predicando, estoy descansando, porque yo sé que no es Joseph Prince quien va a beneficiarlos, lo que está saliendo de mi viene de Cristo en mí, la esperanza de gloria, de la Vid verdadera y él está hablando a través de mí y eso va a bendecirles. Nuestra vida unida a la Vid verdadera se vuelve una vida de descanso, la vid puede ser colocada en donde sea y nosotros no nos vamos a preocupar. Puede haber un reto muy grande delante de nosotros y nosotros simplemente descansamos y permitimos que la suficiencia fluya.

Muchos de nosotros ponemos nuestros ojos en las circunstancias y en los obstáculos delante de nosotros, en los retos que enfrentamos, en lo que sea que estemos expuestos en días demandantes, en las cosas del diario vivir. ¿Qué piensas de ti mismo? ¿que tú eres el responsable?, dices: “yo soy quien tengo que resolver esto, yo soy el que tengo que buscar la forma que esto se arregle, si yo no tomo cuidado de la situación todo va a colapsarse”, ¿así es cómo piensas? Muchos de nosotros actuamos como si todo dependiera de nosotros, nos subimos a un avión y queremos ayudar al piloto a pilotear el avión, ¿han visto a esas personas que se agarran fuertemente a los brazos del asiento? ellos pensaran que pueden ayudar al piloto a volar. Así es cómo actuamos, pensamos “yo soy el responsable de las cosas”, y no nos damos cuenta que estamos tratando de ayudar al piloto a volar el avión.

Muchas de las personas que viajan en avión descansan, aún sin que el vuelo haya comenzado, ellos se recuestan y simplemente se duermen, caen como en estado de coma. Ellos confían que van a llegar bien.

“Pastor Prince yo estoy haciendo mi mejor para permanecer”, ahí estás de nuevo, permanecer no es trabajar en ello, no tienes que trabajar para permanecer, solo permanece, simplemente descansa. “Estoy tratando de hacer mi mejor para creer la Palabra de Dios”. Cuando alguien me dice: "Pastor Prince estoy haciendo mi mejor para creer en su palabra”, ¿Saben algo? eso es un insulto, cuando alguien me dice “estoy tratando en creer en tu palabra”.

La mayoría de esta gente que no tiene esta confianza en la Palabra, se suben al avión se sientan en su lugar, escuchan una voz que ni siquiera saben de dónde viene: “les habla el capitán Juan Pérez, estamos volando a tal y tal altura, simplemente relájense en sus asientos, disfruten el vuelo”. Todo lo que ustedes saben, es que el capitán les está hablando, ¿cómo saber si él en realidad no se quedó en el aeropuerto y alguien más está en su lugar?, tú no te preocupas por eso, no vas a chequear si en verdad es el piloto, tú simplemente crees, confías. Estás confiando en la palabra de un hombre, ¿y qué es lo que haces? te sientas y te relajas, nosotros ni siquiera conocemos al piloto y no nos importa, confiamos en la palabra de un hombre, pero cuando vamos a la Palabra de Dios decimos, “estoy tratando de creer en la Palabra”, que tal si alguien te dice a ti: "bueno estoy tratando de creer en tu palabra", o la crees o no la crees. No te preocupas por conocer al piloto, pero tú sí conoces a Quien te ha dado Su Palabra y Él no puede cometer un error, no puede, los pilotos pueden, pero Dios no puede fallar.

Cuando tu permaneces en la Vid no te preocupas a dónde vas a ir, qué tienes que hacer, ¿saben una cosa? el mundo esta tan lleno de miedo hoy. La gente tiene miedo aun de salir de su propia casa, ¿y esta es la forma en que Dios quiere que vivamos?, no, Dios quiere que enfrentemos la vida con valor, que confiemos en que Él está tomando cuidado de nosotros, que sepamos que donde quiera que estemos Él está allí con nosotros bendiciéndonos y protegiéndonos.

El diablo puede decirte, “mira lo que le ocurrió a tal y cual persona, y era un cristiano”, debemos pensar “esto no va a ocurrirme a mí” simplemente mantén esta actitud. “Mis hermanos y hermanas en Cristo son buenas personas, y si les ha ocurrido algo, no sé qué pasó, pero yo sé una cosa, caerán a mi lado mil y diez mil a mi diestra más a mí no llegará, yo vivo una vida como una rama, como un pámpano, yo no soy responsable de mí mismo, Dios va a tomar cuidado de mí”.

La gente tiene miedo aun de viajar, y cometen el mismo pecado de Cades-barnea (Números 32:8-13) , Dios les dijo que tomaran la tierra, esa tierra donde fluía leche y miel, Dios nunca mencionó los problemas, nunca mencionó las murallas que había, tampoco mencionó los gigantes, Dios nunca dijo que había obstáculos. Dios dijo “es una tierra donde fluye leche y miel y Yo se las he entregado”. Así que los doce líderes de las doce tribus entraron en la tierra y solo dos de ellos regresaron con este reporte: “Dios está en lo correcto, vayamos y tomemos la tierra”; y diez de ellos dijeron, “¿no vieron las murallas?, son inmensas, ¿no vieron los gigantes?, ¡son tan grandes!

Y Dios les dijo a Moisés: “esos diez que no creyeron mi palabra caerán en el desierto”. ¿Había gigantes allí? sí, había, sin embargo, Dios dijo respecto a los dos que dijeron que Dios estaba en lo correcto, “ellos entrarán a poseer la tierra”, porque ellos compararon a Dios con los gigantes y los gigantes perdieron. Siempre que comparas a Dios con tu problema, con tu enfermedad, con la circunstancia que estés atravesando, cualquier cosa que el diablo este tratando de arrojar en tu vida, permíteme decirte esto: Con Dios todas las cosas, todas las cosas, no algunas, no la mayoría, todas las cosas son posibles. Así que Josué y Caleb tuvieron esta actitud.

El diablo quiere traerte miedo aun mientras estas sentado en tu casa viendo televisión, él quiere provocarte miedo con todas esas imágenes en televisión, con lo que estás escuchando, él quiere que vivas en miedo, por eso es  tan importante que escuchemos la Palabra de Dios. Debes tener esta actitud: “caerán a mi lado mil y diez mil a mi diestra más a mí no llegará”. Yo no digo que la gente no falle o que no caiga, pero eso no pasará cerca de mí, “caerán mil a mi lado y diez mil a mi diestra más a mí no llegará”. “¿Acaso piensas que tú eres mejor?” No, yo solo sé lo que Dios dice de mí, yo solamente soy una rama, un pámpano, yo no puedo hacer nada, yo no soy nada, todo lo que sé es que debo permanecer en la Vid verdadera y que él va a tener cuidado de mí, él quiere que yo tenga esta actitud: “caerán a mi lado mil, pero a mí no llegará”. ¡Amén!

Juan 15:2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.

Esto era algo por lo que yo solía estar muy preocupado, ayer incluso estaba viendo un comentario de un muy reconocido erudito en los 1800’s, que decía que este versículo significa “llevarlo al cielo”, “llevarlo a casa”, esto te deja congelado, pero en esa época era lo que pensaban, ellos creían que este versículo se refería que, si alguien no estaba produciendo fruto, Dios se los iba a llevar a casa. Pero esto no es de lo que este versículo está hablando. En griego "lo quitará", es la palabra “airo”, que significa “levantar”.

La vid debe estar colgada para producir. Hay unas cosas que se usan llamadas espalderas o emparrados, que son una especie de cruz, que se ponen donde se planta la vid para que se enrede ahí. Así que la naturaleza de la vid es que se va a enredar a esta espaldera, y así es como produce fruto. Hay que levantarla para que dé fruto. Si la vid se queda en el suelo, no puede producir fruto, la razón porque muchos creyentes no producen fruto es porque el diablo los derriba y los mantiene deprimidos, los mantiene en el lodo. 

Mientras estaba en Israel hace años, encontramos una vid muy grande y vieja, y unas de sus ramas había colapsado, estaba seca, sin fruto. La naturaleza de la rama es que tiene que estar sostenida por algo. A veces escala o se enreda en un pilar o en otro árbol. Cuando hay varias vides plantadas en hilera, se entrelazan las ramas unas con otras, es como si todas de ellas se tomarán de las manos, esa es la naturaleza de la iglesia, amarnos los unos a los otros, somos interdependientes, no solamente una rama. Jesús dijo: “yo soy la vid y ustedes las ramas los pámpanos”, así que el Señor quiere levantarte, porque una rama que está caída no lleva fruto.

Entonces este versículo Juan 15:2 no está diciendo que te va a quitar, no está diciendo que va a deshacerse de ti si has fallado o has caído, no, lo que el Señor va hacer para ayudarte a producir fruto es levantarte. El Señor Jesús, siempre nos está ayudando a levantarnos. Levantó a la mujer de Samaria cuando nadie se preocupaba por ella. Se preocupó por esa viuda de Naín cuando su hijo único había muerto. Se preocupó por las lágrimas de Marta y María cuando murió Lázaro. Él siempre está levantándonos, él siempre está haciendo bien, sanando, restaurando. Él levantó a la hija de Jairo, él levantó a la suegra de Pedro de su fiebre, él siempre está levantándonos, y el diablo siempre viene y te derriba. ¿Recuerdan a aquel muchacho que cayó al suelo poseído por un demonio? Jesús reprendió al demonio: “sal del él y no entres más en él”, y el demonio se fue y Jesús levantó al muchacho, él siempre nos está levantando. Cuando no lleves fruto, él te va a levantar, no te va a echar fuera, no va a quitarte como está traducido aquí.

Esta misma palabra “airo” es usada con esos dos leprosos que levantaron su voz y dijeron: "Jesús, ten misericordia de nosotros" cuando dice que “daban voces”, es la palabra “airo” en griego. En el libro de Hechos, cuando los ancianos y sacerdotes retaron a los apóstoles que dejaran de predicar en el nombre de Jesús, ellos regresaron con los suyos y “alzaron unánimes la voz a Dios”, ahí está la palabra “airo”, levantaron sus voces.

En Juan 19, en la tumba de Lázaro, Jesús vino y dice que levantó sus ojos al cielo, “airo” es la palabra griega. Entonces “airo” no es echar fuera, es levantar. Un sermón proveniente de Dios siempre va a levantarte, no va a derribarte, no va a hacer que tengas esa conciencia de pecado.

Juan 15:2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.

El versículo 5 dice: Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.

En inglés estos versículos dicen que llevará fruto, más fruto y mucho más fruto. Así que se paciente contigo mismo. Cuando comiences una compañía, un empleo, date tiempo, date dos o tres años, porque saben, el árbol de la vid no produce fruto inmediatamente cuando ha sido plantado, no tiene ese resultado en el mismo año, de hecho, lleva aproximadamente tres años, antes de que la vid produzca uvas. Y algunas personas son muy impacientes, se preguntan en el primer año, en el segundo año, ¿dónde están las uvas? ¿saben lo que pasa durante estos dos o tres años? Lo que está sucediendo en estos dos o tres años es que el árbol de la vid está  haciendo sus raíces más profundas, y sus ramas, su tronco se están fortaleciendo de tal manera que cuando el fruto venga, estarán en posición de sostener a las uvas, de suplir los nutrientes y él agua.

Si comienzan un ministerio, una compañía, y si ya pasaron 10 años y no dan fruto, bueno, tienen que ir a otra cosa, no pierdan su tiempo ahí, tu vida es muy preciosa, escucha a Dios y da unos dos, tres años, pero si todo esto proviene de Dios, va a darte fruto. Incluso aunque en el tercer año la vid da fruto, no da uvas de calidad. Le lleva otros cinco o seis años a esa vid para que dé uvas de calidad y para que estén listas para producir vino. E incluso en ese momento el vino solamente será realmente bueno cuando se deje añejar. El vino es como el hombre o la mujer en el Señor, mientras más añejos están es mejor. Jesús dijo: “Yo soy la vid verdadera”, y le doy tantas gracias a Dios que él uso esta analogía de la vid.

Cuando él convirtió el agua en vino, imagínense el milagro que hizo porque lleva entre diez y veinte años tener un buen vino añejo de calidad. Lo más viejo que sea el vino, lo mejor que es. Bueno, Jesús ahorró todo ese tiempo convirtiendo esa agua en un vino de excelente calidad.

“Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era…llamó al esposo y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora” (Juan 2:9,10). Él dejó que el crédito se lo llevara esta pareja de recién casados. Jesús se mostró así mismo en esta señal como el Señor del tiempo.

En el segundo milagro, él sanó a distancia desde Caná. Él también es el Señor del espacio, este es el fundamento de las señales: tiempo y espacio. Jesús es el Señor del tiempo y del espacio. ¿Qué nos dice esto? Que no tienes que esperar a que él baje del cielo y te toque, él es el Señor del tiempo. El doctor puede decirte “vas a recuperarte en nueve meses”. Jesús que es el Señor del tiempo, puede comprimir el tiempo y puede hacer cosas instantáneamente, cosas que al hombre le llevaría mucho, mucho tiempo lograr. La cuestión es si nosotros creemos, porque el sistema del hombre es opuesto al del Señor, el hombre dice que tiene que trabajar antes de descansar, bueno, el Señor dice que tienes que descansar para que trabajes efectivamente. A menos que permanezcas como una rama no puedes producir, no puedes llevar fruto, la Vid es la que hace producir el fruto, no eres tú. Como rama, tú eres parte de la Vid.

A veces es bueno simplemente sentarnos y decir: "la savia de la Vid está corriendo a través de mi", y disfrutarlo. Es bueno meditar: “la savia, los nutrientes, la vida de la Vid, no están fluyendo en mí intermitentemente, no vienen un poco y se van, ¡no! fluyen consistentemente y continuamente, incluso ahora mismo está fluyendo esa vida a través de ti. Mantén tus ojos abiertos, tu mente alerta, créelo, ¡cree que eres parte de esa Vid!

Créelo, créelo, aunque no tengas fuerzas, cuando todo en tu cuerpo te dice que estás cansado, y que debes tomar un descanso, di: "Señor tus fuerzas", y ponte de pie actuando como que ya tienes esa fuerza. Olvida esos sentimientos y di: "yo no estoy cansado" porque yo soy una rama de la Vid viva y verdadera.

“Pastor Prince ¿qué hay con la enfermedad?” permítanme decirles algo, muchas veces el diablo les da síntomas mentirosos. Recientemente uno de los líderes de la iglesia debía viajar y tenía una molestia en la espalda que lo inmovilizó, y él hablo conmigo acerca de esto. Él me preguntó si era conveniente que viajara y predicara e hiciera todas las cosas que tenía que hacer, y yo recibí una palabra del Señor que fue acerca de esos diez leprosos que gritaron a Jesús, ellos alzaron la voz y dijeron: “ten misericordia de nosotros”, y Jesús los llamó, los sanó y les dijo: "Vayan a mostrarse a los sacerdotes", y esto es asombroso porque no ibas a mostrarte a los sacerdotes a menos que estuvieras completamente sanado, porque no era cuestión de que fueras al sacerdote y el sacerdote iba a sanarte, el sacerdote no tenía poder para sanarte, sólo Jesús puede sanar. Pero en aquellos días en la ley, Levítico dice que cuando eras sanado de lepra entonces debías ir a los sacerdotes.

La ley fue hecha para que el Hijo de Dios, Jesucristo, viniera y la cumpliera, para que fuera testimonio de que el Hijo de Dios había venido, de que el Mesías estaba aquí. Así que Jesús les dijo a estos leprosos “vayan y muéstrense a los sacerdotes”, y la Biblia dice que mientras ellos iban, fueron sanados. Ellos pudieron quedarse frente a Jesús y decirle “mira Señor, nada está pasando, estoy igual, yo no voy a ningún lado hasta que no esté sano, pero Jesús les dio la indicación de que fueran, se mostraran a los sacerdotes y le dijeran: “Mira, estoy sano”.

Ellos no insistieron, diciendo “pero mira todavía estoy lleno de lepra”, la Escritura dice que mientras ellos iban, la Vid verdadera los sanó. Así que le dije a este hermano “yo creo que la Palabra que Dios te está diciendo en esa situación es: ¡ve!”. Cuando él regreso me dijo, “Pastor Prince, mientras iba de camino todos los síntomas se fueron”, y él regreso más fuerte. Este es un testimonio vivo.

Los médicos pueden decirte, “toma tus medicinas, haz este tratamiento”, y eso puede disminuir los síntomas, ¿pero sabes una cosa? Dios es quien sana, ¿quieres ser sanado? ¿o quieres que tus síntomas sean calmados?, una aspirina puede quitare el dolor de cabeza, pero no quita la raíz de lo que te está causando ese dolor de cabeza, recuerda eso. Así que no dependas de la medicina de la misma forma de que dependes de Dios, Dios es digno de que dependamos de Él completamente. Usa la medicina, aprovecha los beneficios que te da, pero ¡depende de Dios!

Amigo mío escucha con cuidado lo que voy a decirte, yo suelo enseñar esto de una forma muy enfática.

1 Juan 4:17 En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.

Puedes memorizar estos nueve monosílabos y ponerlos en tu corazón, son muy poderosos: "como él es, así soy yo en este mundo", apréndelos, son los monosílabos más poderosos en el universo, esto va a cambiar tu vida.

Cuando Jesús caminó por las tierras de Galilea sanando leprosos, echando fuera demonios, dando vista a los ciegos, ese era un Jesús maravilloso, pero hoy Jesús esta glorificado, ascendido y sentado a la diestra de Dios, está entronado a la diestra de Dios, y la Escritura dice que como él es a la diestra de Dios, así soy yo, ¿en dónde? ¿cuando muera? ¡no! en este mundo, porque como él es, así somos nosotros, ¿quiénes? nosotros los creyentes, ¿en dónde? en este mundo.

¿Jesús está sano ahora? ¡no hay enfermedad en el cielo! El problema es que el diablo quiere que los predicadores permanezcan en el nivel donde están y que nunca se levanten más allá, pero Dios quiere que prediquemos Su estándar, Su nivel, para que Él pueda levantarnos, “airo”, a ese estándar.
Somos transformados a través de contemplar Su gloria, no nuestra propia gloria, sino la gloria del Señor.

Quiero compartir un testimonio que llegó a mi hace muchos años de una dama, a ella le encontraron un tumor en su seno, y ella se mantuvo confesando: “como él es, así soy yo en este mundo”, y ella puso en el resultado de su examen, “¿acaso Jesús tiene tumores en sus senos? no, pues como él es, así soy yo en esta tierra”, y regresó por un segundo examen y el doctor no pudo encontrar el tumor. A raíz de este testimonio, han habido muchos más referentes a este mismo versículo. Te aliento a confesar: “como Jesús es así soy yo en este mundo”, como él es saludable ahora mismo, así soy yo. El dolor quizá va a gritarte “no, no es cierto”. El diablo te quiere en el reino de los sentimientos, pero Dios te quiere en el reino de la fe.

Ahora voy a leerles un testimonio, es el más reciente que ha llegado, este es de una mujer llamada Michelle de Minnesota, Estados Unidos:

“El 27 de diciembre fui diagnosticada con cáncer de garganta. Después de serios estudios y un procedimiento en que me hicieron una cirugía, me dijeron que no había más cáncer, pero en setiembre del siguiente año el doctor volvió a encontrar una masa en mi garganta, por ese tiempo yo había estado escuchando al Pastor Joseph Prince en televisión, él habló del testimonio de una mujer que había tenido un tumor en su seno y que ella había repetido este versículo 1 Juan 4:17 “como él es, así soy yo en este mundo”.

Esta es otra forma de decirlo: “él es la vid y yo soy la rama”. Jesús no está separado de nosotros, él no está en el cielo y nosotros acá en la tierra, lo que él es, eso somos nosotros.

Permítanme decirles algo que entibia, que enternece mi corazón, Jesús no vive para sí mismo, él está ahí para nosotros, todo lo que él es, su posición, su estatus, su gloria, él la usa para nosotros, él está sentado a la diestra de Dios usando esa potestad para nosotros, todo el poder en el cielo y en la tierra le ha sido dado a él, y él lo está usando en favor de nosotros.

La Biblia dice que él se sentó a la diestra de Dios, no porque era el hijo de Dios, que sí lo es, él se sentó allí porque pagó el precio por nuestros pecados, si nuestros pecados no hubieran sido pagados él no hubiera podido sentarse. Los sacerdotes del Antiguo Testamento, nunca se sentaron, ellos tenían una mesa en el tabernáculo, pero nunca se sentaban, porque el trabajo nunca estaba terminado, nuestro Señor Jesucristo se sentó una vez que había limpiado todos nuestros pecados.

Así que a esta dama, le encontraron ese tumor de nuevo en su garganta y continuo leyendo su testimonio: “yo tome esta Escritura, 1 Juan 4:17, también para mí. Mi primer impulso al escuchar este nuevo diagnostico médico fue, como él es, así soy yo en este mundo, y ya que Jesús no tiene cáncer, yo tampoco lo tengo. El miedo trataba de entrar a mis pensamientos. Durante días tenía pensamientos y sentimientos negativos. Fui para que me hicieran una biopsia, y me iban hacer un procedimiento para remover lo que había vuelto a crecer ahí, mientras me estaban preparando para la cirugía, el doctor vino y me dijo, “no necesitas la cirugía ya no tiene más cáncer”. Eso fue exactamente lo que pasó cuando el doctor vino, la biopsia mostró que yo ya no tenía cáncer, cuando me dieron la buena noticia, yo sonreí y dije: "Muchas gracias Jesús". Yo tengo el libro "Cien Días con el Favor de Dios", y donde explica 1 Juan 4:17 yo lo tengo marcado, tengo un separador y lo leo con frecuencia, porque yo soy continuamente liberada por el evangelio de la gracia. ¡Alabado sea el Señor!”

Cualquiera que sea la condición en que te encuentres, por favor no hagas a un lado tu medicamento, simplemente empieza a confesar que “como él es, así soy yo en este mundo”. No pongas tu completa confianza en lo que el médico dice, ni pongas tu confianza en el medicamento, confía en el Señor, usa la medicina, usa todo lo que los médicos te recomienden, gracias a Dios por los médicos, pero pon tu confianza en el Señor. Él es tu Vid verdadera, y la misma salud que corre en esta Vid verdadera fluye en las ramas.

Yo sé que ahora mismo gente está siendo sanada mientras escuchan esta enseñanza, porque están permaneciendo, están permitiendo que ese flujo de vida, que esa savia, fluya a través de ellos. Esa vida de resurrección que fluye en la Vid está fluyendo en tu cuerpo creando salud, creando nuevas partes en ti, removiendo obstáculos, removiendo crecimientos anormales, removiendo tumores, removiendo obstrucciones en sus arterias y creando un nuevo órgano ¡Aleluya! Está creando nuevas células, reprogramando tu ADN para que tengas una vida larga y saludable. Ahora mismo la misma vida de la Vid está fluyendo en ti que eres la rama, recíbela en el nombre de Jesús, no luches con eso, simplemente recíbelo.

“Señor no tengo la suficiente fe para creer”, bueno, mira al Señor y dile: “Señor dame tu fe”, incluso la fe que yo necesito es suplida. “Soy tan pobre, tan débil, no tengo fuerza”, entonces di: “Señor tu fuerza”. ¿Qué es lo que necesitas ahora mismo? “necesito fe”, di: “Señor tu fe”. ¿Saben ustedes que su fe no es nuestra fe? Pero aun nos es suplida fe a través de él, es un regalo de Dios y no viene por obras para que nadie se gloríe.

Juan 15:2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.

“Lo limpiará”, en esta expresión tenemos esta idea de una mujer con unas tijeras para podar que va cortando ramas, tenemos esta imagen en la mente acerca de este versículo, cuando dice: “todo aquel que lleva fruto lo limpiara para que lleve más fruto”, pensamos que esto es lo que ocurre aquí, nos da la idea de que el labrador está cortando ramas, y pensamos que tiene que ver con aflicción, que nos están disciplinando, y esto es lo que se ha predicado años atrás, de hecho hay eruditos que creían esto, pero en lo que han fallado es en comparar esto con plantas que necesitan ser podadas, pero no están comparándolo con la forma en que se sembraba y se cultivaba la vid en los días de Jesús en la nación de Israel.

La palabra “limpiará” es “kathairo”, y esto se refiere a limpiar con agua, y lo que ellos hacían en esos tiempos de la Biblia era que vertían agua en las ramas para limpiarlas de los depósitos de insectos, mosquitos o de moho para que no se obstruyeran las ramas de dar fruto. Ellos literalmente lavaban las ramas, no las cortaban, las lavaban. Y dice aquí entonces “lo limpiará para que lleve más fruto”.
En el versículo 3: Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.

Y la palabra “limpios” es “katharos”, en Juan 15:2 la palabra “kathairos” es el verbo y aquí en el versículo 3 “katharos” es el adjetivo de la misma palabra.  Cómo es que Jesús nos limpia de todos estos síntomas mentirosos, de todos estos depósitos de depresión, de la auto conmiseración, de envidia, de celos, de amargura, de resentimiento, de impaciencia, de irritabilidad, ¿cómo Dios nos limpia de todo esto? “Por el agua de la predicación” aquí lo dice claramente en el versículo 15:3 “ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado”.

Así que lo más que estés sentado en un sermón que este ungido, eso va a levantarte, va a lavarte y vas a llevar más y más fruto. En Juan 13, en el mismo contexto del sermón del aposento alto, Jesús comenzó lavando los pies de sus discípulos y había una lección ahí, que es algo más que una acción física. Jesús dijo: “lo que estoy haciendo ustedes no lo comprenden ahora, pero lo entenderán después”. Por supuesto que fue algo físico, él les lavó los pies, pero se está refiriendo a un acto simbólico que ellos iban a entender después, así que vamos a ver esta historia cuando Pedro le dijo: “no solo mis pies Señor también mi cabeza” y el Señor les dijo:

Juan 13:10: …El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos.

“Lavado”, se refiere a ser salvo. Una vez que has sido regenerado por el Espíritu Santo, que has sido lavado de todos tus pecados por Jesús, no puedes ser lavado de nuevo, una vez que eres salvo, eres salvo para siempre. A partir de ese día, cada día necesitas lavar tus pies. En este versículo 10 la palabra “lavarse” los pies, es la palabra “nipto” en griego, que es lavar una parte de tu cuerpo. Bañarte completamente es la palabra “luo”, aquí la primera palabra en el versículo 10 Jesús le dijo: “El que está lavado” esa primera palabra está completamente limpio es “luo” ustedes están limpios aunque no todos, porque él sabía quién le iba a entregar, por eso dijo: “no todos estáis limpios”, esta parte se está refiriendo a Judas Iscariote, pero al resto de ellos les dijo: una vez que ustedes están lavados, están completamente limpios, todo lo que necesitan hacer es lavar sus pies cada día ¿con que lavas tus pies? Con agua, ¿qué significa eso? debes estar constantemente en la Palabra, en algún punto en tu día debes encontrar tiempo en la Palabra, puedes tener un programa diario de lectura, yo escribí uno, pero puedes usar el de otros, hay muchos, siempre y cuando este centrado en Jesús, hay muchos devocionales, puedes comenzar a leer cualquiera, lee la Palabra de Dios y comienza a lavarte mientras escuchas la Palabra, lo más que escuches la Palabra, la rama va hacer lavada de todos los depósitos de insectos del pasado y vas a llevar más fruto. No se trata de, “bueno ya escuche este sermón ya se, ya lo entendí” la fe viene a través de permanecer oyendo, la fe viene por el “oír”, que es un verbo continuo, no puedes por ti mismo sacar tu mente del miedo, pero puedes escuchar o leer aquello que te ayude a sacar tu mente del miedo, los sermones de gracia no producen miedo.

Isaías 40:28 ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.
29 El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.

El Señor habló conmigo hace poco y me dijo: “mi pueblo estudia mucho la palabra ‘salud’ en mí Palabra, y se encuentran que esta palabra aparece solamente unas pocas veces, de hecho en el hebreo en el Antiguo Testamento la palabra ‘salud’ es la palabra ‘medicina’, así que no hay una palabra ‘salud’ como tal, el Señor me dijo: estudia la palabra ‘fuerza’, dile a mi gente que estudie la palabra ‘fuerza’, porque aparece a lo largo de toda la Biblia, de todo el Antiguo Testamento. ¿Qué es la enfermedad y la debilidad? La ausencia de fuerza, ¿qué es envejecer? La ausencia de fuerza, llegas a estar enfermo. Así que aquí dice que Dios no se cansa, El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los jóvenes piensan que esa juventud dura para siempre, porque ellos están llenos de vivacidad y de energía.

30 Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;

Dios dice: no envidies a los jóvenes porque aún los muchachos se fatigan y se cansan, y si quieren envidiar a alguien envidien a esta gente:

31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

Aquellos que esperan en el Señor, a ellos les van ser renovadas sus fuerzas, levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

Incluso la gente joven flaquea y se cansa. La palabra hebrea “esperan” es “qavah”, “esperanza”. El mundo usa la palabra “esperanza” para decir que algo quizá suceda, o quizá no, pero una esperanza bíblica es algo bueno que ciertamente va a ocurrir en el futuro. La palabra “esperanza” es algo ciertamente bueno en el futuro.

Cuando te despiertas por la mañana el diablo dispara pensamientos negativos hacia ti acerca del día, acerca de tu cuerpo, de tu familia, de tu trabajo, bueno, ponte el yelmo de la esperanza sobre tu cabeza, rechaza eso, y di: “hoy va a ser un gran día porque soy una rama de la Vid verdadera no hay nada que voy a enfrentar hoy, que Aquél que suple, no este para darme”.

Quizás en situaciones yo no sepa qué es lo que voy hacer, pero yo soy una rama, yo no soy quien suple, yo soy quien es suplido, así que rehúso preocuparme o angustiarme, todo lo que me ocupa es mirar a Cristo, así que por la mañana pon estos pensamientos en tu mente. 

Saben, el himno de la nación de Israel hoy, Hatikva, significa “esperanza”, y tiene una música muy bonita.

Cuando Rahab la prostituta arrojó una cuerda para que escaparan los espías israelitas, esa cuerda es “hatikva”. Arroja tu esperanza, tu esperanza está en la sangre de Jesús. Porque a causa de que has sido lavado por la sangre de Cristo tu puedes tener la esperanza, la expectativa de tener buenas cosas en tu futuro.

¿Saben algo? Esta semana va a ser maravillosa, y el Señor me enseñó esto, el versículo 31 dice: pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

Y me dijo el Señor, “hijo en el mundo es totalmente lo contrario”, la Biblia dice que Dios renueva tu juventud como las águilas, las águilas renuevan su juventud, es un proceso que ellas atraviesan, y eso es literal, así que vamos a levantar alas cómo las águilas.

Primero que todo, esperas en el Señor cuando pasas tiempo en Su Palabra muy temprano en la mañana. Encuentra tiempo para pasar con la Vid verdadera, mantente cerca de él, mantente en contacto con Jesús, y ¿sabes una cosa? Vas a volar, levantarás alas como las águilas, vas a planear [habla del vuelo de las águilas con sus alas extendidas]; en segunda instancia vas a correr y en tercer lugar vas a caminar y no vas a cansarte. El Señor me dijo esto mientras estaba estudiando, en el mundo esto es lo opuesto. El mundo primero camina, después corre, pero nunca vuela. La Biblia dice que tu fuerza va a ser como esta, tú vas a empezar con Dios en los celestiales, vas a volar con alas como águila primero y después vas a correr y no vas a estar cansado, vas a caminar y no vas a cansarte. ¡Amén!

Esto está escrito en la Biblia, y el Dios tres veces Santo no puede mentir, ¡Él no puede mentir!, Él dice que vamos a correr y no vamos a cansarnos, Él va a renovar nuestra juventud como el águila.
Hay un hombre en la Biblia que olvidó envejecer. Su nombre es Caleb. Caleb fue con Josué a espiar la tierra prometida por 40 días, él fue uno de los que dijo “vayamos, tomemos la tierra, esos gigantes serán como pan para nosotros”. El vio las dificultades como comida, él dijo: “esta dificultad es comida para mí”.

Tú puedes decir lo mismo: está dificultad es pan para mí, porque yo estoy conectado a la Vid verdadera. No hay situación que estemos enfrentando que el Señor no tenga suficiencia para ella, incluso si no tengo una respuesta para esto, puedo descansar en la Vid verdadera sabiendo que él va a tomar cuidado de esto y que no tengo que preocuparme de ello. El diablo va a venir y decirte “¿qué vas hacer con tu situación? Dile ¿yo?, no me mires a mí, ve a Jesús. El diablo viene a decirte “sino no haces algo todo se va a caer”, “bueno, si se cae, se cae”, debes tener esta actitud de descanso.

Personalmente tengo que estar recordándome estas verdades, porque es una batalla constante. Compartía el otro día con unos de mis Pastores que casi olvido ese mensaje donde hablé que lo más que yo retengo una cosa menos Dios trabaja en ella, y mientras más la suelto Dios hace. Así que Dios te va a decir: “¿quién sostiene esta situación, tú o Yo?”. Y créeme, la mano de Dios es más grande y más poderosa, Él conoce el principio y el fin de todo, así que dejemos ir esta circunstancia, estos problemas.

Regresemos a la historia de Caleb. Cuando él fue por primera vez a la tierra prometida tenía cuarenta años, y cuarenta y cinco años después él estaba frente a la tierra prometida y vino a Josué y le dijo: “¿Recuerdas cuando el Señor nos preservó?” Vamos a leerlo en sus propias palabras.

Josué 14:10 Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años.

Así que aquí dijo a Josué, ¡el Señor es quien me ha hecho vivir!, ¿por qué preocuparnos? ¿Quién te mantiene con vida? ¡El Señor!

Cuando enciendan la radio, van a escuchar a expertos diciendo, “una de cada cinco personas sufre de tal y tal cosa”, ¿sabes qué?, apaga eso, porque lo que te hace tener esta expectativa de que tú no estás fuera del mundo, debes rechazarlo. Si esta mujer de la que leímos el testimonio, no hubiera pensado que estaba en este mundo pero que no era de este mundo, ella no estaría donde está ahora, no hubiera tenido la cosecha que ella tuvo, los frutos que ella tuvo, el fruto abundante de salud que ella tuvo.
Nosotros estamos en el mundo, pero no somos del mundo, el mundo es parte de aquellos que caen mil a nuestro lado y diez mil a nuestro otro lado. Miren a la gente cuanto observa revistas de medicina, ¿saben? esto nos da una conciencia de enfermedad, tú puedes correr todos los días y estar en forma, pero estar en forma no es salud, la salud viene del Señor, la fuerza viene del Señor, puedes estar en forma pero no ser saludable, medita en eso.

Josué 14:10 Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años.

11 Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.

¿Cuántos años tenía cuando entró a la tierra prometida? ¡Ochenta y cinco! Este hombre olvidó envejecer porque no leyó las revistas médicas que nosotros leemos, él no vio los programas de televisión que nosotros vemos, él no escuchó el radio que nosotros escuchamos, su única conciencia era lo que el Señor había dicho, y él dice “el Señor me ha hecho vivir y soy tan fuerte este día como lo era antes”, y esta gente estaba bajo la ley, era un pecado mentir, Josué se hubiera dado cuenta si él estaba mintiendo, Caleb dijo: “soy tan fuerte como cuando Moisés me envió a la tierra, mi fuerza sigue siendo la misma”.

Caleb no dijo: “Josué estoy fuerte todavía, no lo puedes ver, pero es una fuerza espiritual”, ¡no!, él está diciendo “yo estoy fuerte aun para la guerra”, esto es lo que él dijo: “cualquiera que se me enfrente, yo estoy listo”, está hablando de una fuerza literal, de una juventud literal.
No veas que tú tienes que aferrarte a Dios, no, Él se aferra a ti, Él te sostiene, tú puedes soltarlo, pero Él jamás va a soltarte a ti, así que cuando sientes que tu fe se escapa, descansa en aquél que es fiel, si nosotros somos infieles Él permanece fiel.

11 Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.
12 Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y que hay ciudades grandes y fortificadas. Quizá Jehová estará conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho.

A sus 85 años estaban estos gigantes ahí, los anaceos, los mismos gigantes que estaban cuando se derribó el muro de Jericó, ahí estaban en el monte de Hebrón, y de hecho hoy en día ese monte sigue allí, Caleb le pidió a Josué esa tierra.

Josué 14:13 Josué entonces le bendijo, y dio a Caleb hijo de Jefone a Hebrón por heredad.

Él fue y conquistó esta tierra de gigantes, los arrojó de allí y ese monte llegó a ser suyo. Así habla la gente de Dios: ¡esa montaña es mía!, ¡dame esa montaña! ¡Amén!

Habrá personas diez años menores que tú, y ellos van a lucir mayores que tú. Los muchachos se fatigan y se cansan, pero tú vas a mantenerte fuerte, esto va a suceder si no aceptas las mentiras del diablo. En el momento que comiences a olvidar cosas, no digas, “¡ay!, me estoy haciendo viejo”. No aceptes cuando el doctor te diga, “esto que te está ocurriendo es parte del envejecimiento”, di: “yo rechazo eso, en el nombre de Jesús” ¡Amén! Aun la gente joven olvida cosas, si no todos saldrían exentos en sus exámenes, pero saben una cosa, ustedes son diferentes, están conectados a la Vid viva y verdadera.

Cuando vemos el mundo, vemos solamente ramas muertas, cuando te miren a ti van a mirar a una rama viva. El diablo odia eso, porque tú eres un testimonio vivo, tú vas a llevar fruto, más fruto y mucho más fruto, y el diablo aborrece eso, así que él va arrojar sobre ti acusaciones, va a arrojar sobre ti síntomas mentirosos y va a decirte, “¿ya viste lo que está sintiendo tu cuerpo?, te estas poniendo viejo, ¿sientes ese dolor?, eso pasa cuando llegas a cierta edad. ¿Ya notaste cómo te sientes? ¿Oíste lo que dijeron en la radio?, entonces es normal que tú a esta edad te sientas así, ¿tienes bochornos? estas en la menopausia”. Eso es el mundo.

Todo lo que sé es que ustedes y yo somos hijos e hijas de Abraham, y la Biblia dice que ustedes son hijas de Sara si no se dejan llevar histéricamente por las preocupaciones y el miedo (1 Pedro 3:6). A Sara se le pasó el tiempo en que podía tener hijos, y de hecho no podía tener hijos, pero recibió la promesa porque dijo: “el Señor es fiel conmigo”. Mientras leía 1 Pedro 3:6 le pregunte al Señor ¿por qué dices hijas de Sara? ¿por qué no hijas de Ester o de Rut que fueron mujeres maravillosas? y el Señor me dijo: “Porque Sara fue la única mujer en la Biblia a quien su juventud le fue renovada y su menopausia revertida ¡Amén!

Si ustedes escuchan lo que la Palabra de Dios dice, van a recibir fruto, mas fruto, mucho fruto ¡Aleluya! Sí, ustedes son ramas de la Vid verdadera.

Amigo mío, todo comienza al estar conectado con la Vid viva y verdadera. Dios envío a Jesucristo, el Hijo de Dios que vino a morir, él fue el único bebé que nació para morir, porque todos nosotros habíamos pecado contra Dios, cada uno nos habíamos desviado por nuestro propio camino. No nos importaba si Dios nos amaba, no nos importaba la fidelidad de Dios, no nos importaba un Dios que no puede mentir, un Dios que tiene el mejor interés en Su corazón para nosotros. Todos nos descarriamos como ovejas, y Dios se preocupa por nosotros, aun cuando no nos preocupemos por Él, Él nos ama. Cuando aún éramos pecadores Cristo murió por nosotros, Cristo cargó tus pecados y te dio su justicia, él fue maldecido para que tú puedas ser bendecido, para que Dios siempre pueda estar contigo, Dios nunca va a dejarte ni a abandonarte.

Los amo, y oro en el nombre de Jesucristo que mientras miran hacia adelante esta semana vean sus días con esperanza con una confiada expectación del bien. El mundo allá afuera no nos entiende, ellos sólo piensan que somos gente que no nos importa el dinero o que no nos importa el sexo etc., ellos no saben y no ven, no entienden la hermosura de Jesús que nosotros vemos, seamos comprensivos con ellos, pacientes, porque ahí estábamos nosotros antes de ser salvos, vayan afuera y compartan las buenas nuevas con ellos.

Levanten las manos por favor, que el Señor los bendiga a ustedes y a sus familias, que el Señor los bendiga ahora mismo con fuerza y juventud renovada como el águila, eso está sucediendo ahora mismo en el nombre del Señor Jesucristo. Dios está renovando cada célula de tu cuerpo, desde la coronilla de tu cabeza hasta las plantas de tus pies, está reprogramando cada defecto en tu ADN, en tus genes, y el Señor está renovando tus fuerzas para que puedas volar como el águila, para que corras y no puedas cansarte, para que camines y no te fatigues. El Señor te garantiza que la gracia fluirá mientras tú permanezcas como una rama, reconoce que todas tus responsabilidades son Suyas, el Señor te bendiga y el Señor te guarde a ti y a tus amados de todos los peligros, de accidentes, de enfermedad, de los poderes de las tinieblas, que ningún mal venga sobre ti, que el Señor te guie ti y a tu familia y te proteja de todo daño y maldad, que el Señor haga brillar Su rostro sobre ti y en tu familia y que te de sobrenatural favor y que su paz-shalom, esa fuerza, ese descanso, esa salud, este en ti en el nombre de Jesús ¡Amén! ¡Ahora sal y vuela!


Traducción Claudia Juárez Garbalena.

Comentarios

  1. que tremenda enseñanza! Permanecer igual a descansar, es de gran liberación para nuestras vidas cuando entendemos esto en nuestros corazones que el trabajo lo hace DIOS, El esta delante nuestro para ayudarnos!! Cada día debemos mirar lo que DIOS dice de nosotros como comparte el pastor Prince que digamos continuamente lo que dice 1 Juan 4:17 “como él es, así soy yo en este mundo”. este versículo me bendijo realmente para sacar todo pensamiento negativo de nosotros, gracias por compartir Claudia, es de gran bendición esta enseñanza. amen amen

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  2. @Nestor Gonzalez Es siempre para mi un placer y gran privilegio compartir la maravillosa e incomparable Palabra de Dios! Es de gran bendición compartir lo que Dios en Su gran bondad y gracia nos da! Bendiciones Néstor!

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