Señala a Jesús, tu calificación. Devocional. De Joseph Prince
1
Corintios 1:30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido
hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención.
Cuando el diablo nos
acusa de haber hecho algo malo y nos dice que no merecemos las bendiciones de
Dios, ¿qué debemos hacer? Bueno, el Señor me mostró un día lo que debemos
hacer. Debemos señalar y dirigir todo a Jesús, quien nos califica para todas las
bendiciones de Dios.
Entonces cuando el diablo
te dice: "No eres lo suficientemente justo", solo pon tus ojos en
Jesús y declara, "¡Él es mi justicia!"
Cuando el diablo te dice:
"No eres lo suficientemente santo", simplemente pon tus ojos en Jesús
y declara: "¡Él es mi santificación!"
Cuando el diablo dice:
"No mereces ser sanado", solo pon tus ojos en Jesús y declara:
"¡Por sus llagas he sido curado!"
Cuando el diablo te dice:
"No calificas para esa bendición", simplemente pon tus ojos en Jesús
y declara: "¡Él es mi calificación!"
Cada vez que señalas y
diriges todo a Jesús, el diablo no tiene nada qué decir porque Jesús te cualifica
para todas las bendiciones de Dios. En ti y por ti mismo, no calificas. Sin
Cristo, no hay nada bueno en ti que pueda calificarte.
Pero con Cristo, tu
descalificación se convierte en tu calificación para las bendiciones de Dios que
no puedes ganar y que son totalmente inmerecidas. Y debido a que Dios pone tu
vida en Cristo (Colosenses 3:3), quien es aquel que lo merece todo, tú llegas a
ser merecedor de todo. Porque estás en Cristo, estás calificado.
Jesús te califica porque
murió por ti y te dio un derecho comprado por sangre para cada bendición de
Dios. Tienes el derecho comprado por sangre a una vida llena de significado,
propósito y abundancia. Tienes el derecho comprado por sangre para caminar en
salud divina. Tienes el derecho comprado por sangre a la provisión de Dios,
incluso cuando la economía sea mala. Tienes el derecho comprado por sangre a un
trato preferencial porque Dios te favorece. ¡Tienes el derecho comprado por la sangre
de Cristo a una buena vida!
Amigo mío, tienes derecho
a todas estas bendiciones, no porque seas bueno, sino porque Jesús derramó Su
sangre y te calificó para tenerlas. ¡Entonces no dejes que el diablo ni nadie
te diga que no puedes esperar caminar en las bendiciones de Dios!
LA ORACIÓN DE JABES
Jabes dijo a Dios en:
1 Crónicas 4:10 (MSG)
Jabes oró al Dios de Israel: "¡Bendíceme, bendíceme! Dame tierras, grandes
extensiones de tierra. Y bríndame tu protección personal, no permitas que el
mal me hiera". Y Dios le dio lo que pidió.
¡Jabes clamó por tener
bendición! Y Dios llama a esa oración, una oración honorable, porque Dios dijo
en el versículo 9 que este hombre era más honorable (“Kabad”- “honorable,
ilustre, honrado”) que todos. Siguiendo el ejemplo de Jabes, podemos orar:
¡Dios y Padre bendíceme!
¡Bendice a mi familia! ¡Bendice mi caminar contigo! ¡Bendice la revelación que
tengo de ti! ¡Bendice mi cuerpo! ¡Hazlo fuerte y saludable! ¡Mantenme joven
para servirte con él! ¡Bendice a mis hijos! ¡Bendice a mi esposo, a mi esposa!
¡Bendice mi Iglesia y bendice mi nación! Y Dios y Padre, protégenos del mal en
el nombre de Jesús. ¡Me cubro a mi mismo y a mi familia con la preciosa sangre
del Señor Jesucristo! En el nombre de Jesús, ¡AMÉN!
Cuando nuestro Señor
Jesús murió en la cruz, pagó por nuestra sanidad. Él pagó por nuestra
provisión. Él pagó por nuestra paz. Él pagó para que nuestros matrimonios sean
bendecidos. Pagó por el bienestar de nuestros hijos. Pagó para que el
suministro celestial fluyera en cada área de nuestras vidas, para que los
torrentes del cielo fluyan sin cesar sobre nosotros, trayendo un constante
suministro a nuestras vidas.
amada es I de cronica 4:10
ResponderEliminarQue DIOS te continue Bendiciendo
ResponderEliminar@Karelia Briceño Gracias hermana! Dios te bendice! Gracia y paz a ti!
ResponderEliminar