Cómo Ester obtuvo favor. De Joseph Prince
Ester 2:15 Cuando le llegó a Ester, hija de Abihail tío de Mardoqueo, quien la había tomado por hija, el tiempo de venir al rey, ninguna cosa procuró sino lo que dijo Hegai eunuco del rey, guarda de las mujeres; y ganaba Ester el favor de todos los que la veían.
Cuando sabes que eres muy
bendecido, muy favorecido y profundamente amado, no tienes que depender de tus
propios esfuerzos. Mira la historia de Ester, por ejemplo.
Cuando el rey Asuero
estaba buscando una nueva reina, las mujeres más hermosas de la tierra fueron
llevadas al palacio. Todas las mujeres tuvieron la oportunidad de adornarse con
lo que quisieran de los aposentos de las mujeres antes de ser llevadas a una
audiencia con el rey. Pero cuando fue el turno de Ester, ella “no pidió nada
más que lo que aconsejó el eunuco del rey Hegai, el custodio de las mujeres”.
Y mira los resultados: “Y
el rey amó a Ester más que a todas las otras mujeres, y halló ella gracia y
benevolencia delante de él más que todas las demás vírgenes; y puso la corona
real en su cabeza, y la hizo reina”. (Ester 2:17)
Mientras las otras
mujeres tomaban las mejores prendas, perfumes y accesorios para embellecerse,
Ester no confió en sus propias habilidades, sino que se sometió a Hegai, el
funcionario que había sido designado por el rey para supervisar a las mujeres.
Había tanta sabiduría y humildad en su decisión. ¿Puedes ver la belleza de Ester?
Ella no confió en sus
propios esfuerzos. Mientras las mujeres intentaban superarse unas a otras
confiando en sus propios esfuerzos, Ester se sometió sabiamente a la única
persona que conocería mejor las preferencias del rey, y los resultados hablan
por sí mismos.
Este incidente también
nos demuestra que Ester dependía completamente del favor inmerecido del Señor.
(Cuando dependes por completo del favor inmerecido del Señor, estás confiando
en Él y estás en una posición de descanso). Ester no tuvo que luchar. Cuando
descansó en el Señor y tuvo una actitud de humildad, el Señor la ascendió y la
exaltó por encima de todas las demás mujeres hermosas.
Dios resiste a los soberbios
y da favor inmerecido a los humildes (1 P. 5:5). Cuando tienes humildad y dejas
de esforzarte por promocionarse, y dependas únicamente de Jesús, el Señor mismo
será tu promoción e incremento. Como Ester, destacarás entre la multitud y
obtendrás la gracia y el favor de Dios y de los hombres.
¿Sabes por qué la
historia de Ester es tan importante? Lee los detalles en el Libro de Ester.
Debido a que Ester fue ascendida como reina, estuvo en una posición
privilegiada para proteger a todo el pueblo judío del reino de ser asesinado.
Cuando el Señor te promueve, te da la influencia para ser una bendición para
las personas que te rodean. No hay coincidencias, solo incidentes de Dios. ¡El
Señor te bendecirá para que seas una bendición!
Del Libro "Favor inmerecido" de Joseph Prince
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