Años perdidos restaurados. De Joseph Prince
Joel 2:25-26 Y os
restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta… Comeréis
hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo
maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado.
La escritura de hoy
contiene una promesa tan hermosa. La cosa más preciosa que nuestro Señor Jesús
te puede restaurar son los años perdidos de tu vida.
Todos los años que la
langosta se ha comido, Dios te los puede restaurar sobrenaturalmente. Cada
minuto pasado en el miedo, la preocupación, la duda, la culpa, la condenación,
la adicción y el pecado se suma a los años perdidos que te han sido robados.
Pero hoy tengo buenas nuevas
para ti. ¡Por lo que nuestro Señor Jesús ha hecho por nosotros en la cruz, tú
puedes creer por la restauración total y completa, para que Dios redima TODO el
tiempo que se ha perdido y ha sido desperdiciado!
Permíteme compartir este
fenomenal testimonio de la restauración de Dios de un hermano llamado Clarence,
que reside en Virginia Occidental:
Fui adicto a las drogas
durante diez años, inyectándome opiáceos en las venas todos los días. Aunque
sabía que la adicción me estaba destruyendo, no quería parar de hacer lo que
estaba haciendo.
Pero hace dos años, mi
Papá celestial me liberó de la adicción al colocarme en un centro de
rehabilitación. Estaba atrapado allí, incapaz de irme y sin conseguir que nadie
me recogiera. ¡Y Dios no solo removió mi adicción a las drogas, sino también al
mismo tiempo mi adicción al tabaco!
Mientras estaba en la
casa de transición, escuché a muchos predicadores de la gracia, pero siempre
terminaba con una sensación de peso sobre mis hombros. Mi madre me había estado
diciendo que escuchara a Joseph Prince, pero al principio me resistí,
preguntándome cómo un hombre de Singapur podía tener algo que decir sobre la
gracia de Dios.
Amigo, yo estaba
equivocado. ¡Singapur envió un misionero a América! ¡Alabado sea el Señor!
A través de los mensajes
de Joseph Prince, encontré descanso al comprender la obra finalizada de Jesús
en la cruz. También aprendí que la condenación mata y que en la cruz, Cristo
había absorbido toda mi condenación. Una vez que vi eso, vi la siguiente cosa
crucial: ¡que DIOS ES MI PAPÁ, y eso significa que todas las cosas buenas son
mías en Cristo Jesús!
Hoy dirijo un exitoso
negocio de arte que ha crecido a pasos agigantados. Ahora soy dueño de una casa
junto con mi esposa y ella también tiene un negocio en crecimiento.
Además, también se ha
restablecido mi relación con mi hija de mi matrimonio anterior. No se me
permitió verla durante los últimos diez años, pero ahora, ¡se ha estado
quedando conmigo los fines de semana!
¡Es realmente abrumador
pensar en lo rápido que mi Papá ha restaurado todos los años desperdiciados! No
solo ha restaurado mi vida, sino que también ha restaurado mi corazón y mi
mente hacia Él. ¡Qué contraste con los años en que todavía era adicto a las
drogas, sin hogar y comía sobras de los platos en las casas de los traficantes
de drogas!
La revolución de la
gracia es una revolución de restauración. Todos los años que este precioso
hermano había perdido por su adicción le fueron restaurados cuando abrazó la
gracia de nuestro Señor.
De la misma forma, todos
los años perdidos vagando en el seco desierto del legalismo, la religión
cristiana y los caminos del antiguo pacto pueden ser restaurados para ti. No
tienes que vivir atado por ningún grillete. ¡Puedes ser liberado para vivir
verdaderamente la vida abundante que Jesús vino a darte!
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