“¡Abba, Padre!” De Joseph Prince
Romanos 8:15–16 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Amo cuando estoy en Israel y escucho a los niños pequeños corriendo en los patios de juego gritando: “¡Abba! ¡Abba!”, y saltando a los abrazos de sus papás. Para los judíos, Abba es la forma más íntima en la que puedes dirigirte a tu padre. Es una hermosa imagen de la verdad de que a través de Jesús, has recibido el Espíritu de filiación por el cual clamas “Abba, Padre”. ¿Notaste que el Espíritu Santo se negó a traducir la palabra aramea original “Abba” al español? En los brazos de Abba, un niño está más seguro, protegido y amado. Ningún enemigo puede sacar a un niño de los fuertes brazos de Abba. Esa es la imagen que Dios quiere que tengamos cuando le oramos y lo llamamos “Abba”. Por supuesto, puedes llamarlo “Pap...