A LA HERMANA IGLESIA- SEGUNDA CARTA - Por Juan Luis Molina

CARTAS DE LA CABEZA…

A la hermana iglesia 

  

Si el SEÑOR no edifica la CASA en vano se esfuerzan SUS edificadores

Por Juan Luis Molina

2ª CARTA

EL RIO CRISTO QUE CORRE DE TU INTERIOR

Preciosa iglesia, ayer me encontré con una visión tuya de un hermano en Cristo que está esperando el Rapto, con sus huesos secos esparcidos debajo de la tierra. Se la dio el Padre hace unos quinientos años atrás. Estoy hablando, claro está, del concepto “tiempo” del hombre, porque para el concepto del Padre, desde entonces hasta hoy, se ha pasado solo un medio día. Es mejor ver las cosas con el Punto de Vista de Dios. Es más alto. La visión que le mostró a éste hermano nuestro sobre ti, sigue cumpliéndose en tus miembros; en la Cabeza ya se ha cumplido, y ahora se cumple a través de todos los miembros también sobre la Tierra. Y con Su cumplimiento, con la realización de la visión que le dio Dios a este Su profeta, se ve hoy, sin duda alguna, mucho más brillante Su Gloria que hace medio día atrás. En medio de tus miembros, amada Iglesia, ya se está dando todo tipo de señales y de milagros que confirman Su Promesa – Su Palabra. Y que siempre proclamaron Sus profetas.

Yo no te estoy diciendo nada nuevo. Nada que a ti no te haya dicho ya tu Jardinero. Te repito solo lo que escuchamos todos desde el principio. Es cierto que este tipo de "visiones",  "sueños" y "revelaciones", que nuestro Abba Padre les dio a nuestros hermanos a Su tiempo, tampoco nos destaparon nada nuevo. Sino que nos sonaron todas las campanillas espirituales y volvimos a reconocer Su Voz. Todas estas riquezas que te coronan ahora, princesa mía, estaban guardadas todas en el Gran Secreto. Ese es el contenido de Sus riquezas para ti, te las está sacando Dios de dentro, de tu interior, y te está corriendo por tu boca Su Miel que es la alabanza y la adoración al Altísimo. Así debes leer esta visión ahora, porque son las cortinas abiertas de nuestros escenarios ahora, lo que verdaderamente está sucediendo en este preciso instante, de parte de Dios. Todos en el Cuerpo místico cuya cabeza te gobierna ahora, todos tus miembros hermanos lo han oído.  Es cierto, muchos lo tenían en el olvido, porque se dedicaron a otros “Quehaceres” en la casa, pensando que eso era lo necesario. No escogieron la “mejor parte” que eligió María estando a los pies de Jesús, que era solo creerlo.  Pero hasta aún para esos oidores olvidadizos, todo esto no les suena a nuevo, no les parece chino, sino que ya lo han oído en “cualquier parte”. Es como un vientecillo apacible que les llega, y les recuerda estas cosas.  Y esa parte, donde alguna vez escucharon y vieron estas visiones, era Dios en Cristo en ellos. Dios puede recordarles a cada una de Sus amadas Martas Su dulce y muy tierna Voz, cuando Le plazca. En un instante, en un abrir y cerrar de ojos, en un sueño o en un revelación, nuestro Dios se guarda para Sí Mismos esas vías, para "recordar-le" Su  Voz a quien quiera abrir sus oídos. ¿Lo ves, amadísima del cielo y mía?  Esto es una Ley inmutable que tenía Dios preparada para ti. No es algo que yo te diga de diferente.  Sobre ti dijo la visión, amada iglesia, que tus miembros vivirían todos en una nueva Ley, todos ellos se erguirían contigo de la Tierra, y serían todos arrebatados por la Cabeza en un abrir y cerrar de ojos. Y después de cuarenta años, volverían con él – con el Rey de reyes y Señor de señores, para imponer la justicia de Dios durante mil años de Su Reinado. Las recompensas que recogemos hoy, no visan el tiempo que estaremos con Cristo Jesús, después que hayamos sido reunidos con él en el aire. Ahí simplemente se nos atribuirá a cada uno nuestro cargo, en el Reinado del Milenio. Las recompensan que nos aguardan se funden y se darán en evidencia en cada uno en el Milenio. Según lo que haya hecho (en Cristo) aquí en la Tierra. Todo esto te lo mostrará Dios a ti, amada mía. ¡Cada día más brillante! Para que estés siempre con el Padre, murió Cristo, tus miembros por tanto, ya están fundidos a Él también. En Cristo Jesús conectados, ya se ha cumplido esta profecía, y esta visión. No que el Rapto se haya dado ya, sino que el Rapto vive cada día más brillante en ti sobre todas las cosas, y por añadidura hacia todos tus miembros en particular. Tus miembros juntos componen a Cristo, y tu Dios te está “alumbrando de lo Alto, mostrándote lo que hay “atrás del velo.” Nuestro Abba Padre le está revelando estas cosas de lo alto a tus miembros, amada mía, con maravillas y señales que nos confirman Su Palabra, las palabras que nos ha repetido y hemos oído  desde el principio. Nada de lo que hemos escrito en el espíritu es nuevo o distinto, sino que, aquello que nos decía el espíritu, ahora se ha vuelto más brillante, y en nuestro fuego por dentro no podemos dejar de decir lo que vemos con nuestros ojos espirituales. Todo lo viejo tuyo acabó en la cruz. Todas las leyes naturales por las cuales te regías, desaparecieron. Ahora haces parte de otro Cuerpo. Aquellas leyes viejas eran solo las viejas plumas que arrancaste de ti, el día que te lanzaste de cabeza en Sus aguas.

Preciosa iglesia, ayer me encontré con una visión tuya de un hermano en Cristo que está esperando el Rapto, con sus huesos secos esparcidos debajo de la tierra. Se la dio el Padre hace unos quinientos años atrás. Estoy hablando, claro está, del concepto “tiempo” del hombre, porque para el concepto del Padre, desde entonces hasta hoy, se ha pasado solo un medio día. Es mejor ver las cosas con el Punto de Vista de Dios. Es más alto.  Esta es otra visión del amor que Dios ha tenido especial y particularmente por ti, léela así, y recordarás un montón de cosas que Dios ya te ha dicho....

CÓMO VIO CRISTO LUTERO LA GLORIA DE NUESTRO ABBA PADRE HACIA SU HERMANA IGLESIA,  HACE “MEDIO DÍA” ATRÁS:

"Cuando la sinagoga envejeció, floreció el espíritu, surgió entonces la Iglesia, y empezó entonces el tiempo de la gracia, y la libertad de la misericordia.  La Iglesia es un reino o - según la metáfora que emplea Dios en la pluma de Pablo - un cuerpo místico, cuya cabeza es Cristo; de donde se deduce que Cristo es el rey, porque a la cabeza le compete reinar. No son leyes naturales las que rigen a la Iglesia, sino el poder y fuerza de la Palabra de Dios, que la despierta y empuja hacia el futuro. En la primitiva Iglesia se discurrió y se disputó sobre los misterios de la vida de Cristo con la viveza y suavidad de los pajarillos en el mes de mayo (sicut aviculae in maio) – La Iglesia es un cuerpo nuevo, el nuevo cuerpo de la fe, nacido del agua y del Espíritu Santo; un cuerpo que crece, se construye, se va perfeccionando oscura y misteriosamente en el curso de la historia, siempre entre nubes y siempre en alborada hacia luces más vivas (sempre in ortu esse, semper matutinum habere oportet), siempre en lucha con los herejes, que la intentan crucificar como a Cristo; pero Dios la vivifica y la conduce a la gloria futura. Fiel reflejo de esta vida peregrinante de la Iglesia, es la vida personal del cristiano. Cristo se siente inmerso en esa corriente divina, o, mejor, en ese cúmulo de nubes iluminadas por la esperanza del nuevo día."

"El Cristo que llevo tiene esa íntima satisfacción de considerarse dentro de Su Iglesia, y la firme voluntad de no separarse por la herejía -  Siendo Cristo nuestra Gallina, rehusamos nosotros ser sus polluelos; mas no podemos en modo alguno salvarnos por nuestras obras si no nos refugiamos bajo las alas de nuestra Gallina, de cuya plenitud recibiremos lo que nos falta; por el contrario, el que camina en su propia justicia será arrebatado por los buitres cruelísimos de los demonios."

"He aquí, que nuestro Señor expandió sus alas en la cruz para acogernos; pero algunos no sólo se retiran hacia sus propias obras buenas, sino que ni oír quieren la voz de la Gallina que los llama. No quieren, repito, oír que sus buenas obras son pecado, que tienen necesidad de la Gallina; y lo que es peor, se convierten ellos mismos en buitres, y tratan de arrebatarle a la Gallina los otros polluelos, que esperan salvarse en la misericordia que esta Gallina ha ganado para ellos, y apartándolos de la confianza en Cristo y vistiéndolos de la confianza en la propia justicia, más ciertamente los devorarán”

“Aunque es verdad que Dios nos mandó cosas imposibles y superiores a nuestras fuerzas, nadie tiene excusa....Siendo carnales, nos es plenamente imposible cumplir la ley; sólo Cristo vino a cumplirla...., y Cristo nos participa en el cumplimiento suyo, presentándosenos como Gallina para que nos refugiemos bajo sus alas....!Oh dulce Gallina!! ¡Oh felices polluelos de esta Gallina!! ...Pues conociendo que con nuestros medios y nuestros esfuerzos no podemos quitar de nosotros la concupiscencia, la cual va contra la ley que ordena (Non comcupisces) y experimentando todos que la concupiscencia es una condena y pena invencible: ¿Qué resta, sino que la sabiduría de la carne cese, se retire, desespere de sí misma, perezca, y, humillada, busque en otra parte el auxilio que ella no puede darse? - He dicho que a Dios hay que amarle sobre todas las cosas y que nadie posee en forma suficiente la castidad, la humildad, el amor al prójimo, etc., para la salvación, sino que hay que esperar que Cristo las complete en nosotros...por eso, el amor a esta justicia suya siempre va mezclado con el amor a manifestarla en alabanza al Altísimo....Cuando se dice: "Quien teme al infierno caerá en él", se entiende de quien tiene temor puramente servil y nada más, y eso le ocurre a todo aquel que está fuera de esta gracia."

  Martín Lutero

No temáis nada manada pequeña, porque a Mi Padre le ha placido daros el Reino. 

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