CITAS DE E.W. BULLINGER SOBRE LA "evolución”, Y LA FALSAMENTE DENOMINADA “ciencia”.
Traducción por Juan Luis
Molina
De
“El
Libro de Job, La Lección Más Antigua del Mundo”.
Por
E.W. Bullinger,
P.
40-42.
…! Oh! Qué importante y enorme
lección para todos aquellos que ministran o hablan de parte de Dios es esta en
el Libro de Job: Que Dios Mismo sea el único gran tema de todo nuestro
testimonio. Nada menos; nada más; y ninguna otra cosa diferente.
Y qué contrario es todo esto a
la idea de la “evolución”, tanto Científica como Cristiana. Aquí (capítulos 36
a 41 del Libro de Job), nosotros tenemos a Jehová en cada línea hablando de Sus
propias obras, como siendo, cada una de ellas, de Su propia y específica
creación, y el resultado de Su propio acto creativo.
Justo igual como, en Génesis 1,
tenemos al gran Creador hablando, moviéndose, haciendo y bendiciendo, treinta
y cinco veces
en aquel solo capítulo, igual pasa aquí, en cada línea que vemos, Jehová habla
de Sí Mismo como siendo el Creador de todas las cosas, así en todos sus
maravillosos detalles, como en su objetivo, y propósito y efecto. Así que es
del todo imposible recibir y creer el testimonio de la Palabra de Dios, y al mismo
tiempo las conjeturas de la “evolución”. Son dos cosas opuestas y contrarias.
No hay sitio para las dos cosas. Una debe prevalecer, y la otra dejarse de
fuera.
Si aceptamos la Palabra de Dios,
no podemos admitir al mismo tiempo la idea de la denominada “Evolución
Cristiana”. Si aceptamos la “evolución”, sea científica o Cristiana, entonces
hacemos a la Palabra de Dios más que mentirosa; la tomamos como una impostora
de la peor clase.
De acuerdo a Génesis 1, y estos
cuatro capítulos de Job, Dios creó cada cosa con sus específicos atributos, y
poderes de reproducción “según su especie”; cada una con su definitivo objetivo
y propósito señalado.
De acuerdo a la “evolución
Cristiana”, se afirma que Dios no hizo las especies. Él creó, asegura esta
teoría, una “célula”: ¡y de ahí se nos pide que creamos con “fe ciega",
que todo lo demás, a partir de ella, se hallaba envuelto!
Nosotros respondemos, que es más
fácil creer a Dios que creer a esta sin cabida hipótesis. Si la creemos será
simplemente credulidad, y no fe; puesto que nadie
ha visto todavía cosa alguna evolucionando en otra diferente. Podremos, eso sí,
ver flores y animales “mejorados” o “empeorados” genéticamente por cultivo;
¡pero nunca una flor evolucionó hasta hacerse un
animal! Estas plantas podrán ser respectivamente desarrolladas o mejoradas,
pero si se las dejase en paz sin intervención humana alguna, revertirían del
todo a su tipo de origen, y no pasarían como una “evolución” de ninguna manera,
ni tampoco yendo a una diferente y más alta especie de ninguna clase.
¡No! los dos sistemas son incompatibles. Y nosotros creemos a
Dios. Nosotros aceptamos la gran verdad aquí anunciada: que Dios es más grande
que el hombre. Él
es el Creador Todopoderoso: y nuestro testimonio tiene que ser de Él, y de Su
Palabra, y de Su gracia, y de Su poder y de todos Sus demás maravillosos
atributos.
Sin embargo, he aquí, hoy en día
los púlpitos están siendo ocupados por predicadores alabando al hombre;
los maravillosos descubrimientos e inventos del hombre se sobreponen a todo. La
sabiduría humana y agudeza se engrandecen. El hombre es prácticamente
endiosado; mientras que Dios es desposeído, o desacreditado de Su propia
creación. Este es el evangelio de la humanidad que se está predicando en los
púlpitos, en vez del Evangelio de Dios.
Su Palabra, en vez de ser
proclamada, es criticada. Y, en vez obedecerla, ¡el hombre se afirma haciendo
juicios sobre ella!
Esta, la más antigua lección
(del Libro de Job) en el mundo, por tanto, nos llega como un resplandor de luz,
exponiendo la vanidad del ministerio moderno, e iluminando y dejando ver bien
las tinieblas por las que estamos rodeados.
No hay que admirarse de que el fin que persigue
el hombre sea
tan diferente del fin
que persigue el Señor. No es de sorprender que en vez del pecador se
humille en el polvo delante del gran Dios, él se exalte con su propia justicia
y orgullo. No es de sorprender que, en vez de inclinar su rostro, lo levante
con altanería hacia lo alto. Y tampoco nos sorprenderá que se muestre desde el
principio el ministerio de Jehová, como vemos, y que lo hallemos en este libro
más antiguo (el de Job).
El objetivo y deseo de uno (del
hombre), es hacer y volver al hombre moralmente bueno y recto durante un cierto
tiempo; mientras que el “Fin” del otro (de
Dios), es la humillación reconocida del hombre, para que pueda ser Divinamente
justificado para siempre por Su sola gracia.
La mejoría moral del hombre es
la finalidad y meta que el hombre persigue; mientras que convencer al hombre de
su pecado, como condición de
eterna bendición, es el objetivo de Jehová – “el fin que persigue el Señor.
Los mismos preceptos y
persuasiones que dirigen los hombres (tanto santos como pecadores) solo sirven
para ministrar al natural orgullo del corazón humano; y así se tiende a
derrotar el mismo fin en vista que persiguen. Porque cumpliéndolos, solamente
elevan al hombre a un temporal sentimiento de mayor o menor justicia; mientras
que el objetivo único del Evangelio y Sus preceptos es convencer a todos los
hombres de su total error y equivocación; de su caída. Porque ese es el
requisito único necesario que tiene hoy delante el hombre para conocer la
gratuita justicia de Dios. El hombre debe humillarse antes de poder ser
exaltado.
Elifaz, Bildad y Zofar están tan
activos hoy en día como siempre – intentando hacer buenos a los
hombres, a través de razonamientos y persuasiones. Pero solamente, oscurecen el
consejo con palabras sin entendimiento.
¡Oh! Qué bueno sería si, igual
que Eliú, hablásemos en
respaldo de Dios: porque
expondríamos la vanidad completa de este evangelio de la humanidad; y
señalaríamos a los hombres al Dios vivo y verdadero.
Esta es la lección que
aprendemos del hecho de que, cuando Jehová interviene dirigiéndose a Job, se propone mostrarse
en Si Mismo y a Sí Mismo solamente. Donde todos los demás denominados “amigos”
han fracasado, Él se basta por Sí Mismo.
Aparte de todo lo que Él dice;
aparte de la belleza y gloria de todo lo que Él revela; el hecho de que, Él
Mismo, sea Su gran y único tema, nos enseña mucho si tenemos oídos para oír; y
ese hecho nos dice que: el verdadero ministro, tiene que interpretar
solo al Padre de Gracia a los perdidos pecadores. Y este fue el
objetivo del propio ministerio de Cristo sobre la tierra (Juan 1:18)…
"La
Ascendencia Del Hombre”
Por
E.W. Bullinger
De
“Las Cosas Por Venir”, Julio 1894,1(1):20.
…Vivimos días en los cuales la levadura está tan esparcida
a través de toda la masa, que el pan sin levadura de
sinceridad y verdad raramente
se deja ver o casi nunca aparece.
No solamente la levadura de los Escribas y
Fariseos se halla presente, sino también la levadura de los filósofos mentales
y naturales se divulga y se lee por todos lados…
Cuando el Profesor Drummond y
Herbert Spencer reconstruyeron su Filosofía de Dios,
el Hombre y el Universo, descubrieron para confusión y vergüenza suya que
su anterior sistema de Ética
Social no
pasaba de ser al final de cuentas algo muy pobre, y que el verdadero “Factor”
que sostenían en aquel libro era completamente deficiente. Pero tendrán que
admitir que, más allá del rango de su filosofía, existe además una sabiduría
que no
se les ha dado a conocer a los príncipes o filósofos de este mundo, porque si
la hubiesen conocido, no habrían crucificado al Señor de Gloria.
…De acuerdo ahora al Profesor
Drummond, el primer hogar del hombre
primitivo fue una caverna en las
rocas, la más rudimentaria y áspera forma de habitación humana. Esta
declaración no es, evidentemente, una cita de Génesis, porque el hombre no está
relegado a una cueva en Génesis cap.1, ni se puede hallar la palabra
“troglodita” en el capítulo 2, pues allí, lo que sobresale es el
hermoso lugar que se le otorgó por hogar al hombre, al cual se denomina “Edén”.
Ciertamente que el florido aposento y los recónditos valles de este bien regado
jardín, eran muy superiores al “pobre cobertizo” del Profesor Drummond.
El más famoso discurso de Lord
Salisbury en frente de la Asociación Británica Reunida en Oxford apela en ser
una réplica, no solamente del Profesor Huxley y los evolucionistas de la
“Filosofía Agnóstica” de Herbert Spencer, sino también de los “Evolucionistas
Teocráticos” tales como el Profesor Henry Drummond y Le Conte…
Al mismo tiempo que podemos
distinguir claramente los “evolucionistas monistas” del tipo del Profesor
Haeckel de Jena, que niegan que haya designio previo en la naturaleza, también
encontramos que se desprecia completamente de igual manera la Revelación,
por los “evolucionistas teístas” tales como el Profesor Drummond y Le Conte,
que si reconocen el diseño, y creen, hasta un cierto punto limitado, en la
Palabra de Dios. No podemos cerrar nuestros ojos al hecho de que Lord Kelvin ha
respondido con justicia, diciendo que libros tales como el Ascendente del
Hombre, que
sostienen la hipótesis Darwinista del origen y transmutación de las especies, y
la gradual evolución de todas las razas de los hombres a través de los
animales, proveniente de la más simple protoplásmica forma de vida, no puede
ser tenida en cuenta sino como un necio intento muy
bajo de burlarse del Creador…
…Nosotros, los que creemos que
existe una Divina
filosofía y verdadera ciencia en la Palabra de
Dios, que contrasta y es enemiga con los libros de tales escritores, no estamos
de manera alguna sorprendidos por los torpes apuros y dificultades en que estos
modernos científicos se meten por sí mismos en sus propias filosofías
mundanas.
La verdadera respuesta a estas
teorías animales, terrenales y diabólicas tiene que ser hallada únicamente en
la Palabra de Dios…
Evolución
y Cristiandad, o
"El
Ascendente del Hombre” del Prof. Drummond
Por
E.W. Bullinger
De
“Las cosas por venir” Septiembre
1894, 1(3):53-54.
…Para poder poner al descubierto
el engaño de la naturaleza espiritual de ángeles caídos y hombres perversos, y
finalmente la adoración a Satán por el hombre, como se predijo en Apocalipsis
13, esta reacción de la evolución en un sentido
teísta, es por supuesto participe con aquella antigua perversión que hace burla
y escarnece la revelación de Dios al hombre, esta evolución tiene significativamente
un rasgo muy similar a los sistemas religiosos de Egipto e India…
…! Ahora bien! Sabemos que tanto
Satán y el hombre rebelde, se saldrán por algún tiempo con la suya en la
administración venidera. El mundo entero terminará en el Apocalipsis adorando
al dragón. Este dragón le entregará su poder, su trono “y su gran autoridad” al
“Hombre” venidero, y la adoración de la humanidad irá de la mano con la adoración al
caído Lucifer a través de la Bestia o Anticristo. Así dice la Profecía.
Los cristianos que han
sido ya trasladados espiritualmente a un “plano superior”…a través de la redención
por la preciosa sangre…serán en breve trasladados
por poder divino, y entonces, y no hasta entonces, será Satán, con estos
ángeles perversos…los que minuciosamente instruirán a los
hombres llevándolos a su perdición.
La Señal de los Tiempos: "Evolución
de la humanidad”
Por
E.W. Bullinger
De
“Las Cosas por venir”. Octubre
1894, 1(4):79.
…El gran deseo de Satán es deshacerse de
Dios: verse
libre de lo sobrenatural. Los
críticos se deshacen de lo sobrenatural en la Revelación; los científicos se
deshacen de lo sobrenatural en la Creación; y ahora, los Predicadores procuran deshacerse
de lo sobrenatural, en Su obra de la Nueva Creación. En cualquier caso y de
todas maneras, para ellos es una cuestión de “evolución” y no del propósito de
Dios, demostrando con esta afirmación que la evolución es Satánica en su
origen, aunque ignorantemente asimilada y llevada a cabo por los hombres. Y el
fin de todo lo que persigue esta teoría es decir… ¡No hay Dios! ¡Y es donde todo
acabará! Esto
es lo que dijo el necio en su corazón. Hoy lo dicen a
gritos sin pudor y a voces con sus labios, tanto el hombre en el mundo como los
predicadores en sus púlpitos.
Sin embargo, no deja de
ser en la obra de la Nueva
Creación, como fue también en la antigüedad, que todas las cosas
son de Dios.
Si algún hombre se halla en
Cristo, es una nueva creación; las cosas viejas pasaron: he aquí que todas son
hechas nuevas. Y todas las cosas provienen de Dios (2ª Co. 4:17, 18).
Este es el testimonio de la
enseñanza del Nuevo Testamento. Ahora es verdad y se da el caso, de que,
en el corazón del pecador salvo, habita y habitó la vieja creación. “Dios
que mandó de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en
nuestros corazones, para darle la luz del conocimiento de la gloria de Dios en
la faz de Jesucristo. Ahora
sucede como sucedió entonces – “Dios mandó”, “Dios dijo”, “Dios llamó”, “Dios
bendijo”. 35 veces aparecen expresiones así en Génesis 1, ¡parece como si Dios,
previendo de antemano la invención de la teoría de la evolución – hubiese
estampado Su nombre tan indeleblemente en aquel primer capítulo, para que nadie
pudiera verse libre de él, sin verse libre de la totalidad del libro! Y esto es
lo que los críticos están haciendo en este momento, pretenden librarse de toda
la verdad, diciendo que la Creación y el Paraíso y la Caída, etc. etc., son todo
“Mitos”, y que todo está sujeto antes a su teoría de evolución.
Pero eso lo único que hace es
confirmar la veracidad del Libro: puesto que es precisamente eso mismo lo que
predice que sucedería y tendría lugar. Viene el tiempo
cuando no sufrirán la sana doctrina; sino que…apartarán sus oídos de la verdad,
y se volverán a las fábulas (Gr.
– Miths. 2ª Timo.4:3,4)…
Esta obra de la Nueva Creación
es tan completa que, cuando experimentamos y recibimos Su maravillosa luz (2ª
Co.3:6), hemos con ella ganado también el glorioso conocimiento de Dios, y,
como resultado, sabemos que hemos muerto con Cristo; que fuimos sepultados con
Cristo; que fuimos vivificados con Cristo; que fuimos levantados con Cristo; y
estamos ahora solamente aguardando por nuestra ascensión, para estar siempre
juntos con Él.
Esta es la salvación de Dios. Es
divina en su origen; perfecta en su obra; y eterna en sus resultados…
Si alguno tuviese consigo un
poquito o una minucia del conocimiento de lo que Dios ha hecho en Cristo, vería
lo necio que sería añadirle alguna cosa o idea humana a Su plenitud, y lo único
que se puede hacer, seremos conscientes, es suspirar y tener pena de uno mismo,
viendo la incapacidad de intentar si quiera una tan imposible obra, además YA
CONCLUIDA por el Creador. Si alguno se da cuenta de la maravillosa Salvación
que Dios ha producido, y tiene una buena medida de conocimiento de lo que Dios
ha hecho en Cristo para él, entonces tendrá un perfecto reposo, paz y gozo; y
en vez de vanamente esforzarse y luchar para el progreso y evolución en Justificación o en
Salvación, estará “dándole gracias al Padre, que NOS HIZO aptos,
para ser participes de la herencia de los santos en luz.
Editorial: ¿Evolución en la
"Nueva Creación”?
Por E.W.
Bullinger
De “Las
cosas por venir”. Septiembre 1902, (9):3.
…La teoría de la evolución no es
tan actual como parece, sino que tiene su origen en las tinieblas de la mente
pagana de la antigüedad también. Fue impartida por Anexagoras (año 428 A.C),
Platón (año 384 A.C.), y Epicuro (año 270 A.C.).
El fallecido Sr. Darwin fue, eso
sí, es el avivador moderno de esta teoría pagana. Él mismo dice: “Yo creo que los
animales descienden en total de solamente cuatro o cinco progenitores, y las
plantas proceden de un igual o menor número. Análogamente, de aquí daría un
paso más al frente a la credulidad de que todos los animales y plantas han
descendido de algún único prototipo o célula…puedo además deducir por analogía,
que probablemente todos los seres orgánicos que han vivido alguna vez sobre
esta tierra, han descendido de alguna forma primordial, de la cual la vida
respiró su primer aliento” (del
libro, “El
Origen de las Especies”, 1ª
edición. 1859, Pag.484).
El fallecido profesor Huxley
llegó a ser el exponente máximo de las teorías de Darwin, y en su último sermón
predicado el 7 de Enero de 1866, dijo lo siguiente: “El escepticismo es
el más alto de los deberes…”.
…Huxley continuó diciendo: “Si la doctrina de
la evolución es verdadera, las criaturas vivientes deben haber surgido de
criaturas no vivas, (en
“Anatomía de los Animales Invertebrados”. Pag.39). Así que aquí estamos,
después de todo, estancados en el más puro y simple escepticismo; ¡y se espera
que nosotros recibamos esta afirmación, llenos de “fe ciega”!
Pero, igual que Eliú en el Libro
de Job, tenemos algo a decir en respaldo de Dios, y unos pocos hechos valdrán
la pena ser leídos en todo el volumen de “Hipótesis e inferencias”…
La primera es la PERMANENCIA DE ESPECIES.
El gran lema o axioma de Harvey era: “Toda vida es
proveniente de un huevo. Los pájaros primeramente produjeron sus huevos y los
pusieron; mientras que los animales los incuban internamente y los dan a luz
posteriormente. Todos los huevos de los pájaros tienen la misma composición; y
sin embargo cada huevo produce su propia especie, sin variación alguna. Cada
especie tiene sus propios hábitos identificativos e instintos, diferenciándolos
así de las demás especies. Un pato incubado por una gallina irá, al salir de su
propia cáscara, a buscar el agua, de la cual nunca tuvo experiencia alguna
previa; aunque la gallina no la busque.
Así, pues, tanto en los animales
como con las plantas, en ambos reside invariablemente la permanencia de las
especies. Es cierto que,
“Híbridos y variedades”, pueden obtenerse a través de cruces de una misma
especie, pero esos resultados no son permanentes ni tienen poder de
reproducción. La manzana brava y la viña pueden crecer juntas desde el mismo
suelo. Sus raíces pueden entrecruzarse; pueden tener el mismo aire, la misma
agua de riega, el mismo sol; sin embargo, una saldrá amarga y la otra dulce.
Esta diferencia siempre se ve permanentemente.
Viendo claramente esta
permanencia, el propio hombre nos pide que creamos con fe ciega al hombre,
cuando nos dice que esta diferencia la cuentan ellos y quieren que nosotros
contemos, como evolución.
Nosotros replicamos, que no cometeremos el pecado de poner una “fe ciega” en la
teoría del hombre; sino que nos mantendremos escépticos al respecto, y creeremos a Dios,
debido a que la inmutable permanencia que vemos en todas las especies de
vida, prueba la veracidad de su indeleble marca “según su especie”
(Génesis 1:11, 12, 21, 24, 25, etc.) “teniendo dentro su propia semilla”
(Génesis 1:11, 12).
Así, pues, probado por los
hechos, estamos abiertos a verificar por todo lo visto, que las teorías, y creencias, e inferencias e hipótesis de los hombres no
valen para nada y son vanas y sin provecho alguno, y está visto que son completamente
indignas de cargar consigo el nombre de ciencia. Pues en latín “scientia” significa conocimiento.
….Hechos son lo que actualmente conocemos,
mientras que evolución es solamente lo
que el hombre soporta
o sostiene con su sola imaginación, apartado de Dios.
Lo que nosotros demandamos, y tenemos el
derecho de requerir (en el interés de la propia Ciencia) es que la evidencia debe estar
presente, para justificar cualquier creencia en la transición gradual de un genoma en otro diferente.
Y nuestros lectores deben
rehusarse a aceptar cualquier hipótesis que sea puesta sin la tal evidencia.
“Cosas Antiguas y Nuevas: Las
Falacias de la evolución”
Por E.W.
Bullinger
De “Las
Cosas por venir”
Agosto
1903, 10(2):19-20.
Damos a continuación unos pocos
extractos de una muy brillante noticia que apareció en el periódico “Daily
Telegraph” del 9 de Febrero. Es una ilustración de lo que Dios dice de los
simples científicos que: Pretendiendo ser
sabios, se volvieron necios (Romanos
1:22). Y esto es verdad. Tan real, que mientras más grande sea la profesión que
el hombre pretenda hacer alejado de Dios, más grande aparece el necio
resultado…
Estas son en esa noticia las
“últimas Palabras” de Ernest Haeckel, del contenido en un panfleto impreso de
tres intervenciones leídas que el profesor Jena presentó en Berlín, y están
traducidas de la segunda edición alemana por el Sr. Joseph McCabe. Se refieren,
tratando "la evolución", a la hermosura y diseño perfecto del
Radiolario o caparazón o huevo de la Euplectella o variedad de "esponja de
mar":
“Innumerables observaciones y
reflexiones ininterrumpidas se hacen del maravilloso y vital movimiento que se
despliega a través de esta más baja y frágil cosa viva, es un ser hermosísimo y
muy variado…El bello y pétreo armazón del Radiolario, que envuelve y
protege el cuerpo unicelular es significativo y remarcable, no solo por su
extraordinaria fineza, sino también por la regularidad geométrica que tiene y
la relativa constancia de sus formas…La constancia relativa con la cual 4.000
especies trasmiten la metódica y a menudo muy compleja forma de su dura estructura
protectora, de generación en generación, solo puede explicarse
admitiendo en su construcción el plasma invisible molecular del pseudópodo, (fina extensión del citoplasma
celular que engloba materiales o partículas externas y tiene funciones
locomotoras, alimentarias o de defensa)y una tenaz “recolección” del poder
arquitectónico de sus progenitores.
La respuesta del Dr. Haeckel… ¡Es toda una obra
de memoria genética!
¡Genial! ¿Quién podría esperar tanta “memoria”
en una simple – célula microscópica radiolaria, que no posee ni cerebro ni
nervios? Pero por esas líneas ¿No podríamos explicar entonces todas las cosas?
- Y además ¿cómo es que sus progenitores aprendieron y adquirieron, en las
edades pasadas, el valor de la “geométrica regularidad” que pasaron a su
descendencia...si no hubiesen tenido "el diseño o propósito Divino?
....Nos estamos refiriendo a
la más bella de las “esponjas de mar”, la Euplectella. El profesor Jena admite que:
“…Las sensaciones y
movimientos se desarrollan en el grado más bajo en la esponja de mar; no tienen
nervios, ni músculos, ni órganos ni sentidos, y sin embargo tienen memoria y
“sensaciones plásticas remotas”, suficientes como para construir un sistema de
canales, impregnando a sus paredes
protectoras, con tal simetría y belleza, que difícilmente el hombre podría
siquiera “imitarlas”.
El Profesor Haeckel hizo un
profundo estudio de la proteína unicelular y su célula de alma
primitiva…Haeckel, dejando de lado el propósito y diseño Divino, no
tiene duda alguna afirmando que no hay "una", sino un cierto número
de “almas”. A la par de la célula
de alma, también
tiene la célula de vida común, la de la vida de los tejidos, la vida de
planta, y
fácilmente pondría, no tenemos dudas, si eso fuese deseable y necesario para
sustentar su teoría, crear así de la nada cualquier número más de “almas” que
quisiera…
Los lectores berlineses bien
hubieran hecho en suspender la admisión que este mismo autor había hecho unos
años atrás en el mismo auditorio, diciendo entonces “que el más intimo o
recóndito carácter de la Naturaleza, es tan poco comprensible para nosotros,
como también lo fue para Anaximander y Empedoces 2.400 años atrás!...”
…Aquí están sus “Últimas
Palabras”: “…Tal y como dice el Evangelio…Encontramos a Dios en las propias
leyes naturales. La voluntad de Dios está en operación en cada lluvia que cae y
en el cristal que se forma, en el perfume de las rosas y en el espíritu del
hombre”.
Son palabras que provienen de
uno que se considera a sí mismo como un ateísta
monista, alguien que ha ridiculizado la creencia en Dios como si de
superstición se tratase, y como si fuera una página pasada que debe “cesar de
tenerse como verdad”; sin embargo aquí en sus solemnes “últimas palabras”, les
dice a sus discípulos que “¡la
voluntad de Dios está operando en cada lluvia que cae de cielo!” ¡Oh Dios mío! En vez del Misterio
del Universo, ¡ahora,
lo que tenemos por fin es…el Misterio de Haeckel!
Las Cosas Nuevas y Antiguas:
Últimas Palabras sobre evolución: el Misterio de Haeckel.
Por E.W. Bullinger
De “Las Cosas por Venir”
Abril 1906, 12(4):43.
El hombre sin poder ser
regenerado, lo mismo da que sea un cristiano profesante como si no lo es, está
siempre procurando justificar su incredulidad. Por eso acepta el hombre tan
fácilmente la teoría de Darwin…
El hombre ha observado lo que
hay en el mundo, y llega a ser consciente y se depara con, dos métodos
distintos de obras. Estos
dos métodos proceden de dos orígenes espirituales diferentes y son radicalmente
diferentes el uno del otro. Uno es el método de la evolución: que
es, un método de cambios continuos y de una serie de condiciones casuales hacia
otras, con una creciente diversidad y ramificaciones, en el intento de
producir, un resultado, que no está claramente definido ni para la conciencia
de los que la formulan ni para sus receptores, y que constantemente eluden y
tergiversan lo que inicialmente persiguen.
El otro es un método de creación; que está de
acuerdo con que el plan y modelo de que, cada especie y sus variedades, son
completamente perfectas desde el principio, no admitiendo mejoría, ni evolución
o desarrollo ninguno dentro de ellos.
Un método, es el de un poderoso
pero imperfecto ser espiritual, que procura alcanzar, después de una larga
sucesión de tentativas y fracasos, algún estado o resultado ideal, y quien en
ese esfuerzo perseverante, evoluciona en un nuevo expediente detrás de otro, a
medida que los sucesivos fracasos vayan apareciendo.
El otro método es aquel de un
Ser Omnipotente y Lleno de sabiduría, que opera todo según el consejo de Su
buena y perfecta voluntad, El Cual no precisa de experiencias, y con Quien el
fracaso es imposible que se pueda dar.
Un método es el de Satán; el
otro método es el de Jehová –Elohim…
El método de la evolución se da y se halla, solamente, en los asuntos internos
humanos y en ninguna parte más del universo…
Podemos estar seguros y decir
que Satán desea ardientemente que su método sea bien asimilado y seguido por el
hombre, sea cual sea la idea que él propio tenga de él, después de tantos
siglos de experimentos (pues bien sabe él que Dios hizo todas las especies
perfectas desde el principio); y sin duda alguna le da mucha satisfacción
engañar con él al hombre, y haberle además impuesto a la apóstata cristiandad
la convicción de que, su método de evolución, fue el método Divino de la
creación…
La verdad acerca de la
"Evolución”
Por Mauro,
P.,
De “Las cosas por venir”
Enero 1908,
14(1):6-9.
La Evolución, innegablemente, no
es otra cosa sino el orden gradual de este mundo actual donde se halla la
perversión y se dirige a su más bajo grado, (pues la perversión, al igual que la evolución, no puede
hallarse fuera del mundo del hombre), y no tiene escape de
su evolución perversa el hombre pecador excepto a través
de la muerte. Por eso:
Cristo se entregó a Sí Mismo por
nuestros pecados, para que pudiese librarnos de este presente y perverso mundo,
de acuerdo a la buena y perfecta voluntad de Dios nuestro Padre (Gálatas: 1:4).
Una cualidad común de todos los
productos de la evolución que sirve para distinguirlos y separarlos de todos
los productos de la creación, es la inestabilidad de la forma o
molde primitivo, y su tendencia para revertir su condición original, es decir,
revertir la condición en la cual fueron producidos por la creación.
A la luz de la verdad que aquí
se nos presenta, podemos percibir bien a quien adoran estos hombres cuando así
le prestan homenajes al dios de la evolución.
La Verdad de la "Evolución”
Por Mauro, P.,
De “Las
Cosas por venir”
Febrero
1908, 14(2):20-23.
Tomas A. Edison no es un mal científico,
y esto es lo que dice acerca de la falsamente denominad ciencia en su libro “Terapéuticas Sugestivas”.
....Hay más fraudes en la
ciencia moderna que en ninguna otra parte…Formarían un gran montón si nombrase
todos sus engaños ahora, y le proporcionaría no solo incertidumbre, sino
imposición por medio de lo que ellos declaran como una verdad científica.
Desde hace tiempo se nos exhiben
experimentos como si fuesen hechos por “la ciencia”, curiosamente, sacados por
una vía experimental que nunca se ha trillado antes, y sobre la cual han basado
“los científicos actuales” las
denominadas verdades
científicas. Yo mismo he sido desviado de mi trabajo a menudo por esos
engaños y sus engañadores, y eso durante meses y meses seguidos… Pero intenta por ti mismo hacer los
experimentos que proponen, y hallarás que el resultado es totalmente diferente
de lo que predican…Te puedo bien decir que preferiría no saber ninguna cosa de
la ciencia, que estos libros "falsamente científicos" me dijesen.…
para propósitos prácticos, para ciencia aplicada, en la mejor ciencia, la
ciencia única, yo prefiero asumir la materia y seguir adelante por mí mismo,
pues así encontraría más cosas acerca de la verdadera ciencia de lo que
hombre alguno de entre estos falsos científicos pudiera decirme, y estaría
seguro de lo que vaya conociendo. Esta es la cuestión. El Profesor éste o aquel
te discutirá y
controvertirá este sencillo principio, diciendo por los libros de que no puede
ser así, por la vía correcta, ¡aunque tengas todo el derecho de tu lado y todo
el tiempo, con el cual puedas quebrar todas su espectacularidades!
¿Qué es lo que los científicos dirán
de este testimonio proveniente de un hombre tan experto y perito? ¿Y qué dirán
los muchos que se han acostumbrado a poner tanta “fe ciega” en lo que
dicen los científicos?
"La falsamente denominada
Ciencia”
Por
E.W. Bullinger,
De “Las Cosas Por Venir”
Octubre
1901, 8(4):39-40.
El “asegurado” resultado de
ayer, ha sido sobrepasado por los investigadores actuales del día de hoy. Sin
embargo, Dios, “Tú
Palabra es Verdad, y permanece para siempre”.
E.W. Bullinger
El articulo en inglés:
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