Déjalo ir y fluye en la vida de la vid. Primera Parte. De Joseph Prince
Quiero hacerles saber que
a pesar de que Singapur es una isla pequeñita, estamos exportando el evangelio
de la gracia. Por alguna razón a Dios le gusta usar las cosas pequeñas, débiles
y que parecen insignificantes para hacer algo grandioso. Esta es la gracia de
nuestro Señor Jesucristo y a él sea toda la alabanza y la gloria.
Juan
15:1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
2
Todo pámpano que en mí no lleva fruto, le quitará: y todo aquel que lleva
fruto, le limpiará, para que lleve más fruto.
3
Ya vosotros sois limpios por la palabra que os he hablado.
Jesús dice: “yo soy la
vid verdadera”, ¿por qué dice esto?, ¿por qué dice Jesús que es la vid
verdadera? recordemos que él les está hablando a sus discípulos, que en este
punto eran todos judíos, esto es parte de lo que se conoce como “el discurso
del aposento alto” y está dirigido a la iglesia. El sermón de la montaña fue
dicho para el reino de Dios que está suspendido porque ellos rechazaron al Rey,
pero el discurso dado justo la noche antes de que él fuera crucificado, a esto
se le llama “el discurso del aposento alto”. Todo este discurso está dirigido a
la iglesia, y tengan en cuenta que esto está en el evangelio de Juan.
El evangelio de Juan
tiene registrados siete milagros o señales, los milagros son llamados señales,
y estas señales son para la nación de Israel. Juan dijo a través del espíritu
que Jesús hizo muchísimos milagros, y que si fueran escritas todas las cosas
que él dijo e hizo incluso todos los libros del mundo no podrían contener todo
lo que fue dicho y hecho, pero aquí en el evangelio de Juan el Espíritu Santo
eligió siete señales, siete milagros, ¿por qué?, ¿para quién son estas señales,
para quién han sido dadas? para la nación de Israel.
La primera de ellas habla
de seis tinajas de agua que eran para la purificación de los judíos, el número
seis es el número del hombre, Jesús convirtió esa agua en vino. Entonces, el
judaísmo es como el agua, pero la gracia de Jesús convirtió el agua en vino. La
primera señal que Jesús hizo fue hacer el agua en vino, la primera plaga de
Moisés, el representante de la ley, fue convertir agua en sangre, que resultó
en muerte, el primer milagro de gracia de Jesús, fue hacer agua en vino, lo cual
resultó en celebración y vida. Entonces la ley fue dada por un siervo, Moisés,
pero la gracia y la verdad vinieron a través de nuestro Señor Jesucristo, y
Jesús dijo que el siervo no permanece en la casa del amo para siempre, pero que
el hijo permanece para siempre, y si es el Hijo el que te hace libre, serás
verdaderamente libre.
Entonces aquí en Juan 15
el Señor Jesucristo está diciendo: "Yo soy la vid verdadera".
En el Antiguo Testamento
Israel era personificado por una vid, ellos suplían el conocimiento, la
sabiduría de Dios para todas las naciones que les rodeaban, pero ellos
fallaron.
En
el Salmos 80:8 Hiciste venir una vid de Egipto; Echaste las naciones, y la
plantaste.
Obviamente se está
refiriendo a Israel, pero Israel falló. En muchos lugares en el libro de Isaías
vas a encontrar a Israel como la vid, pero Israel falló.
En Juan 15:1 nuestro
Señor Jesucristo dice: "Yo Soy la
vid verdadera y mi Padre es el labrador".
Juan
15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él,
éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Yo soy la vid y ustedes
son los pámpanos, las ramas. Como creyentes todos estamos conectados al Señor
Jesucristo, somos ramas de la vid viva, verdadera. El problema es que estamos
tratando de ser la vid, cuando el Señor nos ha hecho ramas. ¿Qué parte del
árbol es donde crece el fruto?, en las ramas, como las uvas en la vid. Todos
nosotros somos ramas de la vid verdadera que es nuestro Señor Jesús. La vid y
las ramas son uno, de hecho, la vid es un árbol muy interesante, no es un árbol
con un tronco erguido y ramas, literalmente no tiene tronco, está hecho de
ramas colgantes y torcidas. Jesús dice: “Yo soy la vid”, soy el que suple, y
ustedes son la parte que da el fruto, ustedes son la parte que lleva el fruto,
ustedes no tienen que ser el que suple, ustedes no tienen que ser el que
produce, ustedes no son responsables de esto, yo soy el responsable. Tu parte
es simplemente permanecer, llevar el fruto, manifestar el fruto.
Si observas la imagen de
la vid, las uvas crecen de las ramas, el crédito se lo llevan las ramas, pero
la savia, el alimento, la riqueza viene de la vid. La misma vida, los mismos
nutrientes, la misma savia que fluye en la vid, fluye en las ramas, y todo lo
que el Señor nos dice que hagamos en este discurso entero en Juan 15 es:
Juan
15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque
separados de mí nada podéis hacer.
Versículo
4: Permaneced en mí, y yo en
vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Noten esta recurrente
palabra: “permanecer, permanecer, permanecer”, eso es todo lo que ustedes
tienen que hacer "permanecer". ¿Saben qué es permanecer?, lo que voy
a decir nunca me ha pasado, y oro a Dios que nunca me pase, pero qué tal si yo
estuviera aquí predicando y tuviera necesidad de ir al baño. Porque cuando
tienes que ir, tienes que ir. Un hombre tiene que hacer lo que un hombre tiene
que hacer. Así que imagínense, yo tengo que irme y no sé cuánto voy a tardar,
pueden ser 10 ó 15 minutos, y yo les digo: ‘bueno chicos permanezcan aquí’. ¿Qué
significa eso?, que estés allí, que te quedes allí, ¿ese eso difícil?, tú ya
estás aquí. Permanecer no es un lugar donde estás tratando de llegar,
permanecer significa quedarte donde ya estás, quedarte ahí como una rama. No
trates de ser aquel que suple, ¿quién es responsable por el fruto? la vid. La
vid es la responsable. Entonces, ¿por qué actuamos como si nosotros fuéramos
los responsables? La verdadera actitud de la rama, es una actitud de descanso y
una actitud totalmente libre de preocupación porque toda la suficiencia viene
de la vid, y mi parte solamente es permanecer, permanecer como una rama y no
hay nada más fácil que permanecer en un lugar donde ya estás. Si le digo a mi
hijo “quédate aquí, no te vayas”, no le estoy diciendo “ve a otro lugar”, entonces,
¿qué debe de hacer? la cosa más fácil que es descansar. Así que el único
criterio de esta discusión en Juan 15, hablando de las ramas, es acerca de la
palabra “permanecer”, lo que nos pide hacer es: permanece en Cristo.
Si pudiéramos entrevistar
a esa pequeña rama y le preguntáramos: “¿cómo es que produces ese fruto tan
hermoso y abundante? yo he hecho mi mejor, y soy mucho más inteligente que tú,
yo me veo mejor que tú, pequeña rama, pero tú tienes resultados maravillosos, muy
abundantes, un fruto hermoso, dime tu secreto”. ¿Qué piensan que diría la
rama?, “yo simplemente permanezco como una rama. Ese es el secreto, saber quién
nos está supliendo.
Nosotros no nos pusimos a
nosotros mismos en la vid. 1 Corintios 1:30 dice:
Mas
por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios
sabiduría, justificación, santificación y redención.
Ahí está hablando de algo
que Dios hizo, no de algo que hiciste tú por ti mismo para estar en Cristo. En
el momento en que pusiste tu confianza en Cristo, Dios te puso en él, y ahí vas
a permanecer para siempre, tú ya estás conectado con esa vid viva y verdadera.
Regresando a nuestra
conversación con la pequeña rama, la rama podría decirte: “la savia de la vid fluye
constantemente, y lo único que tengo que hacer es no restringir esa provisión
que me está siendo dada, y permitirme a mí mismo ser una rama. No tengo
preocupación, no tengo ansiedad, de hecho, no tengo responsabilidades, porque
toda la responsabilidad está en la vid, mi única parte en todo esto, si lo
puedo llamar responsabilidad, es descansar, permanecer, porque toda la
suficiencia viene de la vid, cuando es tiempo de dar fruto, yo simplemente
confío en que la vid va a suplir y que ese fruto va a crecer, a desarrollarse. Si
no hay lluvia por algún tiempo yo confío en que el sistema de raíces de la vid
que es mi suficiencia, va a darme lo que yo necesito, va alimentarme a través
de sus raíces, que va a buscar lo que necesito. Yo no me preocupo acerca del
agua, porque la vid es quien me suple. Cuando el tiempo de la cosecha viene, yo
no me preocupo pensando qué clase de uvas voy a producir, porque no es asunto mío.
El labrador no va a culparme si las uvas que doy son de buena calidad o de mala
calidad o si no hay uvas, porque él ha puesto la responsabilidad en la vid. Mientras
yo permanezca ahí, toda la responsabilidad está en esa vid”.
Imagínense qué clase de
vida la que pueden vivir a partir de este día. Si estás en una situación
estresante puedes decirle: “Señor dame tu paz”, y esa paz va a ser suplida en
ese momento. Cuando debes tomar una decisión, o enfrentas un proceso en que necesitas
sabiduría, dile: “Señor, dame tu sabiduría”. Si te sientes cansado, o has
tenido un día difícil o tu cuerpo no se siente muy bien, dile al Señor: “Señor
dame tus fuerzas”, y actúa como que Él te está supliendo.
Imagínate qué clase de
vida puede ser esta, una vida de descanso, y tu descanso será un tremendo
testimonio por tus palabras y la forma en que las hablas y cómo te conduces. Un
cristiano que está vestido de descanso es un tremendo testimonio y glorifica al
Señor.
En la Biblia hay una
figura literaria llamada “oximoron”, es una figura literaria que consiste en
combinar dos expresiones de significado opuesto en una misma estructura, con el
objetivo de generar un tercer concepto con un nuevo sentido, y está usada donde
dice que “hay que trabajar para entrar en su reposo” (Hebreos 4:11). La versión
KJ en inglés dice: “Trabajemos, pues, para entrar en ese reposo”, es como
decir, “trabaja sin trabajar”. Yo no estoy diciendo que no trabajes, tú puedes
trabajar y a la vez estar descansado.
¿Cómo es esto de trabajar
para entrar en el reposo?, porque lo más que tienes reposo en tu corazón, lo
más que va a fluir Su suficiencia. Lo más que descansas lo más que simplemente
vas a permanecer. Tu responsabilidad como creyente es tener una vida de
descanso y más descanso, y más descanso. Y no piensen por favor que esta es una
vida de flojera, tú no puedes de ninguna manera estar conectado a la vid verdadera
y tener una vida de flojera. No hay forma de que eso suceda, y muchos de
nosotros estamos tratando de producir el fruto, somos esa rama, pero estamos
luchando por producir ese fruto, y de pronto damos una pequeña uvita. Lo más
que luchas por ser tu suficiencia en todo, lo más que estás restringiendo ese
flujo de la Vid. La savia, la vida, la riqueza que ella tiene, no va a fluir, y
no vas a dar ese fruto, si te estás resistiendo a que esa vida fluya a través
de ti.
La realidad del nuevo
pacto en el Nuevo Testamento es que no vivimos bajo la ley, vivimos bajo la
gracia, bajo el descanso, en el poder del espíritu santo que, si se lo
permites, trabaja en ti, produciendo en ti el querer como el hacer conforme a Su
buena voluntad. Dios te da los deseos de lo que Él quiere que hagas. Incluso la
forma de hacerlo no viene de ti, Él te da la forma para hacerlo igualmente como
te da el deseo, es Dios quien trabaja en ti. Tú no trabajas para ser salvo sino
porque eres salvo, porque Él está trabajando en ti. Tenemos la idea de que
mientras más luchamos vamos a dar fruto, va a salir una uvita en nuestra rama,
de hecho, lo más que tenemos esa lucha lo peor que es.
En Gálatas 5:4: De Cristo os desligasteis, los que por la
ley os justificáis; de la gracia habéis caído.
La vieja versión de la
King James dice “Cristo ha dejado de tener efecto en ti”. La nueva versión King
James dice “ustedes se han distanciado de Cristo”.
Si estás buscando justificarte
por la ley, si haces esto, has caído de la gracia. En el Antiguo Testamento tenías
que luchar por encontrar esta justificación. Hoy, si eres renacido, ya estas
justificado, y como caes de la gracia ¿pecando? no vas a encontrar un solo
versículo en el Nuevo testamento que diga que por pecar has caído de la gracia.
Ahora yo estoy en contra del pecado, repito, ¡estoy en contra del pecado!, pero
mucho antes que peques, has caído de la gracia.
Cuando el pueblo de
Israel dijo delante del monte Sinaí: “podemos hacer todos los mandamientos de
Dios”, ellos cayeron de la gracia, y estaban dependiendo solamente de ellos
mismos, ya no dependían de la gracia de Dios, y lo primero que ves después de
eso, es el pecado, ellos hicieron ese becerro de oro, ahí vino la idolatría. Antes
de que caigas de la gracia está el que andes por la carne, antes de que suceda
el adulterio, has caído de la gracia, por eso amo predicar lo que realmente
importa.
Quiero leerles un
testimonio de una dama de Estados Unidos de Norte América, de Texas, ella dijo
lo siguiente:
“Yo
crecí en una iglesia que no entendía que Jesucristo había pagado el precio
total por todos mis pecados. Cuando tuve 19 años comencé por el mal camino,
comencé a fumar marihuana y cigarros, esto automáticamente me llevó a la
fornicación, a beber mucho y a tener relaciones abusivas, y todo era porque
estaba tratando de encontrar amigos y de tener una relación con otros. No me
daba cuenta que estaba haciendo a un lado mis bendiciones y mis oportunidades. Cuando
tenía 27 años, se me brindó la oportunidad de ser una gran cantante y de hacer
una carrera en el mundo del espectáculo, pero debido al cigarro, el don que
recibí comenzó a fallarme y comencé a perder mi voz lentamente. Las
oportunidades iban y venían, pero finalmente mi sueño se vino abajo cuando dejé
de recibir ofertas de trabajo, y caí en una profunda depresión por ocho años y
comencé a pensar que mi vida se había terminado. Seguía luchando con mi
adicción a fumar, me sentía amargada porque veía a otros triunfar y yo me
estaba quedando atrás. Esto fue antes de que el Padre me enviara el maravilloso
mensaje de la gracia, yo seguía pecando y fumando, pero gracias al ministerio
de Joseph Prince encontré a mi amor verdadero: ¡mi Señor Jesucristo! Ya no
tengo más relaciones abusivas. (Y hace una pausa el
Pastor Prince: Piensen esto, lo peligroso que es predicar la gracia, así de
peligrosa es esta es la enseñanza de la gracia de la cual tus amigos te están
advirtiendo). También con mucha alegría
le comparto que mi voz ha sido sanada, incluso es mejor que antes, y he sido
bendecida con una nueva oportunidad para trabajar con un mánager muy talentoso
y reconocido. Ahora tengo 36 años, 10 años después que comencé mi carrera. El
Señor ha restaurado mi alma, mi juventud y me ha dado un nuevo comienzo, los
mensajes de la gracia del Pastor Prince realmente han transformado mi vida
entera, y mi forma completa de pensar, ahora entiendo que no es por mis propias
obras, sino por la gracia que he sido salva, gracias Señor Jesús”.
Esto es lo que la vid hizo
por esta mujer, de hecho, lo más que tú luchas es peor, ella dijo que su
liberación no fue por sus obras.
Gálatas
5:4 De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia
habéis caído.
Gálatas 5:4 dice que
aquellos que están buscando ser justificados por la ley, caen de la gracia. Aquí
no está hablando de que vas a perder tu salvación, está diciendo que estás
cortando el suministro, que estas cortando todo lo que Cristo puede hacer para
ti.
Si observas a Jesús
cuando estaba en la tierra, los pecadores pudieron recibir de él, los
recolectores de impuestos, las prostitutas, la gente que no eran socialmente
aceptadas, los leprosos, pudieron tocarlo y recibir. Él hizo efecto en ellos. Los
únicos en quienes Jesús no tuvo efecto, es decir, que fue cortado el suministro
de sanidad, que no recibieron la vida de esa vid, fueron los fariseos, la gente
que estaban justificándose a sí misma, religiosos que estaban confiando y
buscando ser justificados por la ley ¿me siguen hasta aquí?
En Juan 15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque
separados de mí nada podéis hacer.
Nada podéis hacer… quiero
que entiendan una cosa, hay muchas cosas que podemos hacer sin Cristo, el mundo
está lleno de eso, está lleno de gente que hace cosas sin Cristo. Así que cómo
el Señor puede, ya que él no puede mentir, cómo puede decir que, “sin mí no
pueden hacer nada”.
Si observamos a todos los
grandes hombres que jamás han vivido en el mundo, y vemos todas las cosas que
han hecho sin Cristo, ¿qué valor tiene su obra al final?, esas obras se vuelven
nada en cuestión de trascendencia eterna. Solamente lo que es hecho en Cristo
va a permanecer para siempre, Recuerden esto iglesia, la economía del cielo no
es como la nuestra. Nosotros vamos detrás del oro, pero allá arriba vamos a
caminar en él. Nuestras prioridades deben ser las obras hechas en Cristo,
porque eso va a permanecer para siempre, así que cuando Jesús dice “no pueden
hacer nada sin mí”, quiere decir que sin él no puedes hacer nada de valor
sustancial, nada con consecuencias eternas, nada que perdure eternamente, nada
de calidad eterna. Las obras hechas en Cristo, son cosas que tienen resultados
en esta vida y en la venidera. Así que él dijo:” separados de mí nada podéis
hacer”.
Si seguimos con la
entrevista a la pequeña rama y le preguntamos, ¿qué pasa cuando el tiempo de la
cosecha viene? Y ella dice: “Yo no me preocupo porque el Labrador no va a
culparme si no doy uvas mientras yo siga permaneciendo como una rama. La
responsabilidad es de la vid. Esa es la vida cristiana. Siempre pensamos, “soy
la justicia de Dios en Cristo” Dios te ha hecho la justicia de Dios en Cristo,
pero aún seguimos teniendo este pensamiento, que cuando oro, estoy haciendo
algo justo, que cuando leo mi Biblia estoy haciendo algo justo, que cuando voy
a la iglesia estoy haciendo algo justo, pero cuando el lunes estoy conduciendo
mi auto, cepillándome los dientes, eso no es justo, pero dado que tú eres la
justicia de Dios en Cristo, todo lo que haces, todavía sigue conectado a la vid
verdadera, sigues conectado a esa vid que da esa suficiencia, cuando te
cepillas los dientes, es un acto de justicia, cuando conduces tu carro, es un
acto de justicia, cuando das un beso a tus hijos, es un acto de justicia,
cuando amas a tu esposa, es un acto de justicia, cuando estás haciendo tu
trabajo es un acto de justicia, no hay tal cosa como el que un acto de justicia
sea dar dinero a los pobres, o hacer caridad, que esas cosas sean justas, no,
tu vida entera es justa, porque emana de la justicia de Dios que eres tú. Si el
árbol es bueno, todo lo que viene de ese árbol: la rama, la savia, y el fruto,
todo será bueno. Si el árbol es malo, incluso aunque luzca verde, un tiempo
después lo vas a encontrar secándose, ¿por qué? porque el árbol es malo.
Amigo mío, la cosa es
esta, tú eres la justicia de Dios en Cristo. Puede ser que pienses que no estás
haciendo nada significativo en este momento, pero si tú crees y permaneces en
él, la misma vida de Cristo está permeando en ti. Tú no sabes la forma en la
que impactas si hablas en Cristo a tus colegas. Cuando ellos te ven en paz, ven
que tu rostro brilla, das un gran testimonio. Y el efecto que haces en tus familiares
y amigos es muy poderoso.
Unido a la Vid, tu vida
entera permea su vida. Nosotros pensamos que la vida está dividida en segmentos
y que recibimos pequeños suministros de sabiduría, o fortaleza, pensamos que
Dios está en el cielo y nosotros estamos aquí y nos despertamos en la mañana, y
pensamos, “hoy necesito favor”, y dices “Dios dame tu favor”, y pensamos que Dios
dice, “ahí te va un poco de favor” y que nos echa una cubetada de favor. Así es
como pensamos, nos vemos separados del Señor Jesucristo. Pensamos que él está a
la diestra de Dios, y nosotros aquí, que estamos separados de él. Si
necesitamos sabiduría, si tengo que hacer esa presentación en mi trabajo y mi
jefe realmente quiere que haga un buen trabajo, digo “¡oh!! Señor, dame
sabiduría, dame sabiduría”, y pensamos que él nos suple esa cubetada de
sabiduría. Hacemos oraciones como si las cosas fueran así, pero amigo mío, eso
no es verdad. La oración en primer lugar debe ser una comprensión de lo que tú
ya eres, reconociendo que tú ya estás conectado a la fuente de recursos, por
ejemplo, ahora mismo, puedes decir: “Señor tu sabiduría” y si tú estás creyendo
que ahora mismo que estás conectado con la vid viva, sabes y reconoces que el
suministro de la vid vendrá a ti abundantemente.
Jesús dijo en Juan 15:5 “Yo
soy la vid, ustedes los pámpanos”; él no dijo: “trata de ser una rama” él dijo:
“tú ya lo eres”. El Señor dijo: “Yo soy la vid, tú eres el pámpano” ¿así, que
qué haces? Dices: “Señor gracias, que la misma vida que fluye en ti, fluye en
mí, la misma sabiduría que fluye en ti, mi vid viva, fluye en mí”, yo me siento
débil hoy, pero la misma vida, la misma fuerza que fluye en ti, fluye en mí.
“Pastor Prince, no lo siento”,
amigo mío, la vida cristiana no es una vida de sentimientos, es una vida de fe.
Los sentimientos pueden traicionarte. ¿Cuantos de ustedes han ido en un crucero?
Incluso horas en un bote pequeño. Cuando finalmente pisan tierra firme de nuevo
y han pasado horas o días ahí, sienten que todo se sacude, ¿han sentido eso? La
realidad es que tú estás parado en tierra firme, la tierra no se mueve, ¿que se
están moviendo? tus sentimientos, siempre recuerda esto, el diablo te quiere en
el reino de los sentimientos, el diablo es un espíritu y te quiere en el reino
de los sentimientos, te da sentimientos de dolor en tu cuerpo, te da
sentimientos de depresión, sentimientos de suicidio, de conmiseración por ti
mismo, sentimiento de que no eres amado, él te quiere en ese reino. Dios te
quiere en el reino de la fe, ¡Amén! La fe dice: “Yo estoy conectado con la
misma riqueza de la vid, y eso fluye en mí y ahora mismo, la misma fuerza, la
misma vida, la misma salud fluye en la rama ahora mismo”, ¡Amén!
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