El Año del Jubileo. Por Claudia Juárez Garbalena
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En
2017 comenzará un año de Jubileo.
Levítico
25:1 Jehová habló a Moisés en el monte de Sinaí, diciendo:
25:2
Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo
os doy, la tierra guardará reposo para Jehová.
25:3
Seis años sembrarás tu tierra, y seis años podarás tu viña y recogerás sus
frutos.
25:4
Pero el séptimo año la tierra tendrá descanso, reposo para Jehová; no sembrarás
tu tierra, ni podarás tu viña.
25:5
Lo que de suyo naciere en tu tierra segada, no lo segarás, y las uvas de tu
viñedo no vendimiarás; año de reposo será para la tierra.
25:6
Mas el descanso de la tierra te dará para comer a ti, a tu siervo, a tu sierva,
a tu criado, y a tu extranjero que morare contigo;
25:7
y a tu animal, y a la bestia que hubiere en tu tierra, será todo el fruto de
ella para comer. (¡Tremenda promesa de Dios!)
25:8
Y contarás siete semanas de años, siete
veces siete años, de modo que los días de las siete semanas de años vendrán a
serte cuarenta y nueve años.
25:9
Entonces harás tocar fuertemente la trompeta en el mes séptimo a los diez días
del mes; el día de la expiación haréis tocar la trompeta por toda vuestra
tierra.
25:10 Y santificaréis el
año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores; ese
año os será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual
volverá a su familia.
25:11 El año cincuenta os
será jubileo; no sembraréis, ni segaréis lo que naciere de suyo en la tierra,
ni vendimiaréis sus viñedos,
25:12 porque es jubileo;
santo será a vosotros; el producto de la tierra comeréis.
25:13 En este año de
jubileo volveréis cada uno a vuestra posesión.
25:18 Ejecutad, pues, mis estatutos y
guardad mis ordenanzas, y ponedlos por obra, y habitaréis en la tierra seguros;
25:19 y la tierra dará su fruto, y
comeréis hasta saciaros, y habitaréis en ella con seguridad.
25:39 Y cuando tu hermano empobreciere,
estando contigo, y se vendiere a ti, no le harás servir como esclavo.
25:40
Como criado, como extranjero estará contigo; hasta el año del jubileo te
servirá.
25:41
Entonces saldrá libre de tu casa; él y sus hijos consigo, y volverá a su
familia, y a la posesión de sus padres se restituirá.
El Jubileo, o año del
Jubileo (en hebreo, “yobel”, “bocina” o “cuerno de carnero”), es una celebración
judía que debía efectuarse cada cincuenta años según la ley dada por Dios. Se debía
anunciar el día diez del mes de judío Tisri, (entre septiembre/octubre), en el
“Día de la expiación” (Yom Kipur), por medio de un toque de trompeta o de
cuerno. Yom Kipur es el día judío del arrepentimiento, considerado el día más
santo y más solemne del año. Su tema central es la expiación y la
reconciliación.
Entonces, vemos que el
año cincuenta, tras siete años sabáticos, se dedicaba a proclamar libertad.
El año del Jubileo se
caracterizaba por lo siguiente:
1. No se debía sembrar y cosechar (Levítico 25: 11, 12). Se les
permitía comer lo que la tierra diera espontáneamente. Se dejaba descansar la
tierra. Dios prometió a Su pueblo que Él les proveería lo necesario para el año
sabático (el cuarenta y nueve), el año del jubileo (el cincuenta) y el
cincuenta y uno, cuando sembrarían de nuevo. No habría nueva cosecha sino hasta
el año siguiente.
2. Devolución de las tierras a sus primeros propietarios o a sus herederos
(Levítico 25:13–17, 23; 27:16–24). Los bienes raíces se consideraban
inalienables (que no se podía ceder el derecho o el dominio que se tiene sobre
un bien o una propiedad.), y tan solo su usufructo podía cederse durante algún
tiempo: el valor de una tierra estaba determinado por el número de años que se
medían entre la venta y el Año del Jubileo, porque al llegar este último, el
propietario recobraría sus bienes, sin indemnización. Cada propietario
recobraba las posesiones que se hubiera visto obligado a vender, hipotecar o
enajenar, excepto las casas situadas dentro de ciudades amuralladas.
3. Liberación de todos los esclavos israelitas (Levítico 25:39–55),
los cuales regresaban “a su familia, y a la posesión de sus padres”, con sus
mujeres e hijos.
En Año del Jubileo estaba
diseñado para dar a cualquier israelita la oportunidad de reconstruir su vida
económica y socialmente. Era un tiempo de liberación y regocijo que Dios había
planeado para Su gente.
Sin embargo, la Biblia no
ofrece ninguna confirmación de la puesta en práctica del año del Jubileo. Según
la tradición rabínica, no se observó después del destierro. Tampoco parece
haberse observado estrictamente antes del destierro, pues de lo contrario no se
explicarían las quejas de los profetas contra los acaparadores.
Entonces, el año de Jubileo
se celebraba cada 50 años.
Levítico
25:10-13 El año cincuenta lo declararán ustedes año santo: será un año de liberación, y en él anunciarán libertad para todos los
habitantes del país. Todo hombre volverá al seno de su familia y a la posesión
de sus tierras. 11 El año cincuenta será para ustedes año de liberación, y en
él no deberán sembrar, ni cortar el trigo que nazca por sí mismo, ni podar los
viñedos ni recoger sus uvas, 12 porque es un año santo y de liberación para
ustedes. Comerán solo lo que la tierra produzca por sí misma.
13 En este año de
liberación todos ustedes volverán a tomar posesión de sus tierras.
El tema de toda la
Palabra de Dios desde Génesis 3:15, hasta Apocalipsis 22:21 es CRISTO, todo el
Antiguo Testamento está repleto de ilustraciones de lo que sería la vida y el ministerio
del Mesías. Jesucristo cumplió la Ley de Moisés cabalmente, cada fiesta, cada
celebración lo evocaban a él y a Su ministerio.
Es simplemente
impresionante conocer cada vez más profundamente a nuestro Dios y Su Santa
Palabra. ¡Nos deja sin palabras Su grandeza, gloria, majestuoso poder y
sabiduría mientras conocemos más de cerca Sus pensamientos y designios! ¡Los
trazos en Sus planes y propósitos divinos son finos y exactos, precisos y
detallados! ¡Nuestro Padre es sencillamente el más dedicado Artesano, el más
preciso Matemático, el más maravilloso Arquitecto!
La Palabra nos deja ver
que nuestro Dios trabaja en ciclos, ciclos perfectos y precisos. Él planea y
diseña tiempos y el cumplimiento de eventos. Según estudios minuciosos de las
Escrituras, la verdadera fecha del nacimiento de nuestro hermoso Salvador
Jesucristo fue un 1º de Tisri del calendario hebreo, en lo que hoy se considera
el año nuevo judío, lo que los judíos llaman Rosh Hashaná, donde celebran, con
el sonido del shofar, la Creación de la tierra y del primer Adán en “La Fiesta
de las Trompetas” (Levítico 23:24). Jesucristo, el Segundo Adán, nació
justamente el día que nació el Primer Adán. ¿Coincidencia?
Gálatas
4:4 Pero CUANDO VINO EL CUMPLIMIENTO DEL TIEMPO, Dios envió a su Hijo, nacido
de mujer y nacido bajo la ley…
Observemos esta sección
en Mateo:
Mateo
1:17 De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son
catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la
deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce.
¡No es casualidad estas
14 generaciones entre eventos muy importantes que Dios menciona aquí en la
genealogía de Jesucristo! Todo fue y es trazado por Dios a la hora de cumplir
Sus propósitos. No todo lo que ocurre en
la tierra es Su voluntad, pero Sus propósitos y designios se cumplen con
exactitud.
Jesucristo nació “cuando vino
el cumplimiento del tiempo”, nació en un día preciso, murió en un día preciso,
resucitó en un día preciso. Así pues, vemos que eventos en su vida estuvieron
calculados precisa y matemáticamente.
Es impresionante la
“coincidencia”, el significado y representación que las fiestas judías tienen
en el ministerio de nuestro Señor Jesucristo, por ejemplo, él es nuestra Pascua
ya que murió exactamente el día y la hora en que se hacia el sacrificio
pascual, un 14 del mes judío Nisán del año 28 d.C. (Datos extraídos del libro
“Jesucristo nuestra Pascua” de V.P. Wierwille).
1
Corintios 5:7b …porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por
nosotros.
Jesús también es nuestras
primicias. En el mismo libro, “Jesucristo nuestra Pascua”, refiriéndose al día
de la resurrección, dice: “La ofrenda mecida de los primeros frutos, en la cual
las primicias de la cosecha de la cebada de primavera se presentaban como una
ofrenda a Dios en el templo, iba a ser presentada ese mismo día. Jesucristo
ahora reemplazaría esa ofrenda como la verdadera ofrenda de las primicias de
los muertos”.
1
Corintios 15:20 Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los
que durmieron es hecho.
1
Corintios 15:23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego
los que son de Cristo, en su venida.
Ahora, Lucas 4:16 y
siguientes, hablan de la pública apertura del ministerio de Jesús en un Sabbat
(sábado), esto ocurrió el día 13 del mes hebreo de Siván (equivalente a un 7 de
junio), en el verano del año 27 d.C., según el libro “La armonía de los Cuatro
Evangelios”.
Lo que Jesús leyó ese día
fue el “Parashá” o sección de escritura correspondiente a ese Sabbat (sábado).
Lucas
4:16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la
sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer.
4:17
Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el
lugar donde estaba escrito:
4:18
El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por
cuanto me ha ungido para dar buenas
nuevas a los pobres;
Me
ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los
cautivos,
Y
vista a los ciegos;
A poner en libertad a los
oprimidos;
4:19
A predicar el año agradable del Señor.
4:20
Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en
la sinagoga estaban fijos en él.
4:21
Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.
¡Nuestro Señor Jesucristo
parece haber proclamado un Jubileo al comienzo de su ministerio terrenal!
¡Proclamó un tiempo de liberación y restauración! ¡El vino a proclamar “el año
agradable del Señor”! ¡Al nosotros comenzar a entender lo que Dios había
dispuesto que debía ser un Jubileo, esto es estremecedor!
He hecho las cuentas
retrocediendo al año en que Jesús comenzó su ministerio, y no parece haber
coincidencia con un Jubileo, pero cabe mencionar que el calendario hebreo no es
igual al nuestro, es solar y lunar, así que no tiene los días exactos del
calendario gregoriano. He puesto aquí una muestra de cómo el año nuevo judío ha
variado en los últimos 15 años. No puedo afirmar que el año en que comenzó
Jesucristo su ministerio fuera un jubileo, pero parece él haberlo proclamado.
Otro punto, Dios hizo en
siete días Su obra y reposó al séptimo día. Ordenó al hombre descansar el
séptimo día, y cada siete años ordenó descansar la tierra en el año sabático.
Los números en la Biblia tienen un valor y relevancia, no están puestos al
azar. El número siete, significa perfección espiritual (“Los Números en la
Escritura”, de E.W. Bullinger). Y no estoy hablando de la falsificación de la
numerología.
Ahora, los expertos
afirman que no se pueden decir con exactitud cuándo se celebra el Jubileo, pero
muchas evidencias apuntan que 1917 y 1967 fueron años de Jubileo marcados por
acontecimientos relevantes para los judíos.
En 1917 al acercarse el
final de la Primera Guerra Mundial, el general Edmund Allenby, un británico,
recuperó Jerusalén de los turcos otomanos, tomó la cuidad sin hacer un solo
disparo en un acontecimiento milagroso. Este general envió vía aérea (lo cual
era sumamente raro en esa época), hojas con un mensaje en arameo a los otomanos
diciendo: “Salgan de Jerusalén ahora” firmado por el general Allenby. Ellos
pensaron que era Alá quien les ordenaba salir de este territorio, así que
simplemente lo abandonaron. Jerusalén fue devuelta entonces al mundo cristiano
en ese evento. En ese momento tomó el control del territorio Gran Bretaña, pero
eventualmente en 1948 la tierra fue puesta en manos de los judíos y se fundó la
nación de Israel como la conocemos hoy.
En 1967, la nación de
Israel enfrentó la “guerra de los seis días”. Este evento fue tremendamente
importante también para ellos. Fue una guerra en que siendo muy superados en
número por el enemigo, recuperaron gran parte de su territorio. Parte de su
territorio les fue devuelto. Ambos eventos tuvieron que ver con lo que es un
Jubileo: devolver su territorio a sus poseedores.
Ahora, todo esto nos
lleva a pensar que en el inicio del año nuevo judío, este próximo 21 de
septiembre de 2017 comenzará un año de Jubileo, ¡un año de liberación! ¡De
proclamación de libertad!
En el libro “Gods Final
Jubilee” (“El Jubileo final de Dios”), el investigador Dan Goodwin apunta este
versículo:
Génesis
6:3 Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque
ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años
(“shanah”, “año”, “era”, o “tiempos” según la concordancia de Strong).
Hay quienes interpretan
este versículo como la edad que Dios fijaría en el general para la duración de
la vida del ser humano. Pero hay quienes piensan que se refiere a periodos de
tiempo. Personalmente, hasta donde pude estudiar en la concordancia y otras
versiones, el contexto de Génesis 6 se refiere en general a la humanidad. Nadie
es poseedor de la verdad, así que ¡Pidamos a Dios sabiduría!
Como hemos dicho, los
números en la Biblia tienen un significado. Según el investigador Goodwin el
comienzo de este próximo año judío es muy significativo en sus números. El
próximo 21 de septiembre, comenzará el año 5778 judío, y resulta que, según
este investigador (y “la Biblia compañera” corrobora estos datos en su apéndice
50), desde Adán hasta hoy se cuentan 120 Jubileos (6,000 años), desde Moisés
hasta hoy 70 Jubileos, y de Jesucristo hasta hoy 40 jubileos. Génesis 6:3 habla
de 120 años o eras. El numero 70 habla de perfección, de que algo está
completado, y el número 40 es el número de juicio. ¡Todos estos números en el
mismo Jubileo!
A los diez días de que
comience el año nuevo judío, habrá otra fiesta significativa: El Día de la
Expiación o Yom Kippur que será el próximo 30 de septiembre. Yom Kippur es
considerado el día más santo y solemne del año y finaliza con el toque de las
trompetas, ese día comenzaría el próximo Jubileo.
Dan Goodwin cree, dado
que es evidente en la Palabra, que Dios trabaja en ciclos exactos y perfectos,
que en este año judío tan significativo existe una alta probabilidad de que
Cristo regrese por su iglesia. Nadie puede decir cuándo será el Rapto o
Arrebatamiento, pero es para considerar muy seriamente todas estas
coincidencias. Si Cristo no regresara en el próximo año judío, de igual manera
su venida debe estar muy, muy cercana.
Otro evento significativo
es el siguiente. La Palabra de Dios está escrita en las estrellas:
Salmos
19:1 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
Y
el firmamento anuncia la obra de sus manos.
19:2
Un día emite palabra a otro día,
Y
una noche a otra noche declara sabiduría.
19:3
No hay lenguaje, ni palabras,
Ni
es oída su voz.
19:4
Por toda la tierra salió su voz,
Y
hasta el extremo del mundo sus palabras.
Las estrellas tienen un
lenguaje que era conocido por los antiguos judíos. Este conocimiento se perdió
por muchos años, y hoy se tiene noción de ello. Los sabios (mal llamados reyes
magos) que visitaron a Herodes, conocían este idioma. Cuando Daniel estuvo en
la cautividad en Babilonia cientos de años atrás, transmitió este conocimiento
que perduró por generaciones en estos sabios. No hablamos de ninguna forma de
la astrología, lo cual es una rotunda falsificación de este conocimiento divino,
sino del lenguaje que tienen las estrellas.
V.P. Wierwille, en su
libro titulado “Jesucristo nuestra simiente prometida”, hizo un serio y
minucioso estudio sobre el nacimiento de Jesucristo. Este libro revela, a
través del lenguaje astronómico de Apocalipsis 12:1, la fecha exacta del
nacimiento de nuestro Salvador Jesucristo: 1º de Tisri, equivalente a un 11 de
septiembre del año 3 a.C.
Apocalipsis
12:1 Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la
luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.
No puedo cubrir los
detalles de este minucioso estudio, pero puedo decir que una serie de
conjunciones o agrupamientos importantes de planetas ocurrieron alrededor del
nacimiento de Cristo, fue así que estos estudiosos de las estrellas supieron
que “un rey había nacido y vinieron a adorarle”. Bueno, ¡el próximo 23 de septiembre
de 2017, ocurrirá el mismo evento astronómico registrado en Apocalipsis 12:1! ¿OTRA
CASUALIDAD!!!???
No estoy dando una fecha
o día para el retorno de Cristo y mucho menos para el fin del mundo,
pero sí estoy apuntando todos estos eventos tan significativos. ¡Cristo está por regresar por su Iglesia!
¡Lo cual todos los creyentes anhelamos con gran fervor!
Jesús dijo en Marcos 13:32 Pero de aquel día y de la hora
nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el
Padre.
Pero también dijo:
Marcos
13:28 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y
brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.
29
Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, conoced que está
cerca, a las puertas.
¡Es evidente que el
tiempo está cerca! ¡Algo importante señala el Jubileo 120 desde Adán, el 70
desde Moisés cuando fue dada la Ley, y el jubileo 40 desde Cristo hasta ahora!
¡Y algo indica este evento astronómico tan relevante tan próximo al año nuevo
judío!
Apocalipsis 22:20b: Amén;
sí, ven, Señor Jesús.
Cuando comencé a
investigar el presente estudio, parecía tener solo puntos en el aire, pero Dios
en Su gracia me ha ido guiando, y Él Mismo me confirmó que el próximo 30 de
septiembre, 10 de Tisri, de 2017 comenzará un año de Jubileo. La Escritura dice
en 1ª Tesalonicenses 5:21 examinadlo todo; retened
lo bueno. Así que les recomiendo investigar por su cuenta, hablar con
nuestro Padre a este respecto. ¡Nadie mejor que el espíritu santo para guiarnos
a toda la verdad!
Ahora, el profeta Isaías,
en los años 700s a.C., escribió proféticamente (y esta es la misma sección que
leyó nuestro amado Jesucristo documentada en Lucas 4:16 y siguientes):
Isaías
61:1 El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová [me
ha puesto aparte solemnemente para un oficio]; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los
quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos
apertura de la cárcel;
2
a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová…
¡Él se detuvo en este
punto y cerró el rollo que tenía en sus manos! ¡Su ministerio de liberación
comenzó proclamado lo que parece ser un jubileo! Y esa coma, en Isaías 61:2,
representa la Era de Gracia, el tiempo en que ustedes y yo vivimos. Pero vendrá
un día en que se cumplirá el resto de la profecía. Los cristianos esperamos el
rapto o arrebatamiento, enseguida vendrá el cumplimiento del Apocalipsis o
Revelación, lo que la Biblia llama “El Día del Señor”. Al concluir el periodo
de Apocalipsis, Cristo vendrá nuevamente a esta tierra con sus santos a gobernar
como Rey de reyes y Señor de Señores, entonces comenzará el Reinado del
Milenio, y se cumplirá el resto de esta escritura:
…y
el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados;
61:3
a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo
de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y
serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.
61:11 Porque como la tierra produce su
renuevo, y como el huerto hace brotar su semilla, así Jehová el Señor hará brotar justicia y alabanza delante de todas las
naciones.
¡Estas profecías son
parte de nuestra bendita esperanza que se cumplirá en tiempos futuros! Cada
persona en esta tierra tendrá la oportunidad de escuchar el evangelio de la
salvación por gracia. Quienes reciban a Cristo, serán arrebatados en el rapto. Después
que nos hayamos ido, la vida en esta tierra seguirá su curso y se cumplirá
letra por letra lo que está profetizado en el libro de Apocalipsis. Para
quienes rehúsen creer hoy, tendrán una nueva oportunidad mientras el periodo de
Apocalipsis ocurra en esta tierra. Cristo también será la esperanza para
aquellos que quieran creer en él en el periodo o administración de Apocalipsis.
Dios siempre salva, protege, bendice y guarda a aquellos que le buscan, le aman
y esperan en Él. Esto también será verdad para aquellos que vivan en la
siguiente administración. Si quieren saber más de la Segunda Venida de Cristo,
les invito a escuchar la siguiente enseñanza:
“Las
dos partes de la Segunda Venida de Cristo”:
La siguiente profecía
también forma parte del Reinado del Milenio:
Isaías 11:1 Saldrá una vara del tronco de Isaí [nuestro
Señor Jesucristo], y un vástago retoñará
de sus raíces.
11:2
Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de
inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de
temor de Jehová.
11:3
Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista
de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos;
11:4
sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los
mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el
espíritu de sus labios matará al impío.
11:5
Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.
11:6
Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el
becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los
pastoreará.
11:7
La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey
comerá paja.
11:8
Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado
extenderá su mano sobre la caverna de la víbora.
11:9
No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del
conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.
Al final del Reinado del Milenio,
periodo en el cual el diablo y sus huestes estarán sujetas mil años, vendrá una
gran batalla donde el enemigo y todas sus huestes serán arrojadas al lago de
fuego “y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos”, y el
paraíso será reinstaurado:
Apocalipsis 21:1 Vi un cielo nuevo y una tierra
nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no
existía más.
21:2
Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios,
dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
21:3
Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los
hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará
con ellos como su Dios.
21:4
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá
más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
21:5
Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las
cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.
Video
en inglés sobre el jubileo del investigador Dan Goodwin:
Gracias hermanita por tu trabajo de amor hacia al Padre y hacia nosotros, ¡tus hermanos!, que el Padre siga alumbrando el entendimiento de todos los hijos que tiene el anhelo y deseo de aprender, Amen!
ResponderEliminar@ELIDA SCARANO Amén Ely! Que así sea! Dios es un generoso galardonador de los que le buscamos! tenemos un Padre FIEL! El TODOPODEROSO! Gracias por tu comentario hermanita! Dios te bendice! Shalom!!! :)
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