La condenación es la causa raíz de tu problema. Devocional. De Joseph Prince
Romanos
8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús.
Cuando tienes una planta
con hojas enfermizas, sería tonto cuidar las hojas sin conocer la causa raíz
del problema. Del mismo modo, cuando "hojas" de enfermedad, pobreza y
hábitos destructivos comienzan a brotar en tu vida, necesitas saber cuál es la
causa raíz.
Los expertos te dirán que
es el estrés. Ellos pueden profundizar un poco y decir que es el miedo: miedo
al futuro, al rechazo, a la pérdida, a la muerte, etc. Pero, ¿el miedo es
realmente la raíz? ¿O hay algo más profundo que el miedo?
La Biblia nos muestra que
la causa más fundamental de los problemas en nuestras vidas es la condenación.
Con la condenación viene el miedo. El miedo luego induce el estrés que provoca
los síntomas de la maldición.
Esto es lo que le sucedió
a Adán. Mucho antes de que él enfrentara la pobreza, la enfermedad y,
finalmente, la muerte, tuvo estrés. Debido a su pecado, Dios le dijo: "Con
el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra"
(Génesis 3:19). El sudor habla del estrés. Pero antes de que hubiera estrés,
había miedo porque Adán le dijo a Dios: "Oí tu voz en el jardín, y tuve
miedo porque estaba desnudo; y me escondí" (Génesis 3:10).
¿Pero qué le hizo temer a
Adán? Adán solo temió cuando, viendo su desnudez, se dio cuenta de que había
pecado contra Dios. Se sintió tan avergonzado y condenado que se escondió. Entonces
Dios le preguntó: "¿Quién te dijo que estabas desnudo?" (Génesis
3:11). No había nadie más en el jardín aparte de Adán y Eva, así que sabemos
que probablemente fue el diablo quien le dijo a Adán que estaba desnudo.
Amigo mío, la condenación
es la causa raíz de los síntomas de la maldición que se manifiestan en tu vida.
Es por eso que necesitas saber que en la cruz, Dios tomó todos tus pecados, los
puso sobre Jesús y desató la furia completa de Su ira contra ellos hasta que
Jesús clamó: "¡Consumado es!"
Todos tus pecados han
sido completamente castigados en el cuerpo de Cristo quien fue condenado por
ti. La raíz de todos tus problemas ha sido tratada. Esto significa que el
diablo no puede imponer la maldición en tu vida aparte de que tú recibas la condenación.
Así que ven al lugar de no condenación ¡y ninguna hoja enferma brotará en tu
vida!
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