¡Llámalo de la forma en que Dios lo llama! De Joseph Prince
Romanos 4:17 (KJV) …Dios
quien da vida a los muertos, y llama las cosas que no existen, como si existieran.
Muchas veces, cuando nos
miramos a nosotros mismos, no vemos lo que podemos llegar a ser. Pero cuando
Dios nos mira, Él ve lo que podemos llegar a ser por Su gracia.
Cuando Jesús vio por
primera vez a Simón, cambió su nombre a "Pedro", que significa
"roca". Pero, ¿se convirtió instantáneamente en alguien con las
características de una roca: sólido, estable e inquebrantable? No, durante
mucho tiempo, continuó actuando como una caña que se dobla en todas direcciones
donde sopla el viento.
Una vez, cuando Pedro vio
a Jesús caminando sobre el agua, él dio un valeroso paso de fe y dijo:
"Señor, si eres tú, ordena que vaya a ti sobre el agua". Luego,
mientras caminaba sobre el agua, él vio el fuerte viento, se asustó y cuando
comenzó a hundirse, gritó: "¡Señor, sálvame!" (Mateo 14:28-30). En
otra ocasión, dijo: "Señor, estoy listo para ir contigo, tanto a la cárcel
como a la muerte" (Lucas 22:33). Luego, unas horas después, negó conocer a
Jesús no una, sino tres veces (véase Lucas 22:54–62).
Sin embargo, a lo largo
de su comportamiento como caña, Jesús siguió llamándolo "roca" hasta
que un día, la forma en que Jesús lo veía, comenzó a echar raíces en él. ¡Ese
día, en el Día de Pentecostés, Pedro se puso de pie para predicar y 3,000
personas fueron salvas (ver Hechos 2:41)! Pedro verdaderamente había llegado a
ser una roca, un pilar para la temprana iglesia.
Así fue como Jesús
transformó a Pedro. Y así es como Dios quiere que nosotros cambiemos a las
personas y las situaciones en nuestras vidas.
"Pastor Prince, ¿me
está diciendo que llame a mi esposa "una vid fructífera" como en el
Salmo 128:3? Debería ver a mi esposa. ¡Parece más a una ciruela agria y seca!
Amigo mío, Dios no nos
dijo que llamemos a las cosas que existen tal como existen. ¿Cuál es el punto al
decir lo obvio? No va a cambiar nada. ¡No, Dios nos dice que llamemos a las
cosas que no existen como si existieran, y existirán!
Extraído del sitio Joseph Prince Ministries
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