APRENDE CÓMO DIOS TE HACE CRECER Y DESARROLLARTE PARA SER LA PERSONA QUE ÉL TE LLAMÓ A SER. De Joseph Prince
A
la mayoría de las personas no les gusta escuchar las palabras
"disciplina" o "corrección". Pero, ¿sabías que cuando
nuestro Padre celestial nos disciplina o corrige, nos está guiando a un lugar
de promoción? Aunque nunca usa enfermedades o accidentes para disciplinarnos,
sí utiliza situaciones frustrantes, oportunidades perdidas y personas difíciles
para construir nuestro carácter y prepararnos para un éxito duradero. Amado, no
importa los desafíos que puedas enfrentar hoy, ¡sabe que Dios está trabajando para
tu bien y convirtiéndote en la persona que Él te creó para ser!
¿Saben?
Dios nos corrige usando muchas veces a personas, y puede que esa gente no sea
perfecta, ninguno de nosotros somos perfectos, pero la cosas es esta: Dios
puede hablarte a través de ellos.
Como
Pastor, he corregido a mucha gente. He corregido a líderes, y he visto a gente
aceptar la corrección y también a otros rechazarla. Y he visto en el espíritu niveles
de promoción para ellos que pueden ser en el espíritu o en sus vidas. Cuando los
he visto recibir la corrección, eso los lleva a un lugar más alto. Y si vuelven
a recibir alguna corrección van a un lugar más alto. Y algunas veces, cuando
llegan a cierto lugar te dicen: “¿Quién eres “tú” para corregirme si yo soy “esto
u lo otro”?”, y con esa actitud nunca pasan al siguiente nivel que Dios tiene
para ellos. Dios tiene en los almacenes del cielo grandes cosas para ellos,
pero ellos se limitan a sí mismos porque solo tomaron una corrección.
Podemos
conocer gente y te sorprendes pensando, ¿qué es lo que ocurre con ellos?, ¿por
qué Dios no los bendice? Les digo esto basado en mi experiencia durante los
años, ves por ejemplo gente que van de un trabajo a otro, a otro, a otro, y si
hablas con ellos, te dicen que es por causa de su jefe o de un colega o del
gobierno, o algo o alguien más, nunca es su culpa. Y la constante en todos
estos empleos, ¡es la persona misma! Pero no están abiertos a la corrección.
Ellos piensan que todo lo tienen resuelto y que lo saben todo. ¡No amigo!
¡Debes estar abierto a la reprensión! Cuando a mi me ocurren cosas como esta,
me detengo a pensar “Joseph Prince, ¿qué pasa? ¿qué te está ocurriendo?”
¡Pregunta a Dios qué es lo que necesitas aprender! Pero en vez de tener esa
actitud, piensan que la culpa siempre es de otros. Veamos lo que dice
Proverbios:
Proverbios 13:18 Pobreza y vergüenza tendrá el
que menosprecia el consejo [“corrección” KJV]; mas el que guarda la corrección
recibirá honra.
Entonces,
Dios tiene grandes cosas en el almacén del cielo para ti, y la forma en que nos
disciplina nos lleva hacia ellas. Recuerda, Dios no nos disciplina con
enfermedades. Hemos aprendido que Jesús cargó con nuestras enfermedades, así
que cualquier cosa que él ha cargado, nosotros no tenemos porqué cargarla.
Jesús también cargó nuestra pobreza, y ahora nosotros a través de su pobreza,
podemos ser ricos a través de su suficiencia, de su riqueza. Así que no tenemos
porque cargar con pobreza, porque él la cargó. Cuando Dios nos disciplina, Dios
no usa enfermedades, pobreza o accidentes para enseñarnos, Él nunca hace eso.
El diablo lo hace, Dios no hace eso.
A
muchas personas les ocurren cosas, y no estamos aquí para juzgarlos, pero una
cosa si les digo: Dios no está detrás de eso. ¿Por qué ocurren esas cosas? Un
día en el cielo lo sabremos, pero aquí y ahora no juzguemos, pero una cosa sí
es segura, y esto lo establecemos en Isaías 53, que debido a que Jesús cargó
con ciertas cosas, nosotros no tenemos por qué cargar con ellas. Así que si
tienes una enfermedad en tu cuerpo, ¡ve contra ella en el nombre de Jesús!,
aprende cómo recibir sanidad a través de la comunión. Hemos recibido
testimonios de gente sanada de cáncer y de adicciones como a la pornografía o a
las drogas, pero debemos aprender los caminos del Señor.
Dios
no nos disciplina con accidentes y enfermedades. Entonces, ¿cómo nos disciplina
Dios? muchas veces lo hace con gente alrededor de nosotros que no es agradable.
Por ejemplo, vas conduciendo y te encuentras a alguien que te hace pasar un mal
rato, y tú dices “no puedo creer que haya gente tan desconsiderada”, y tu
esposa te está mirando, te sonríe y dice: “ahaaaa”. Y no nos gusta eso, no nos
gusta cuando la gente nos muestra nuestros errores, incluso con un simple
“ahaaa”. Muchas veces vemos a gente hacer cosas que no nos gusta, pero muchas
veces Dios usa esas circunstancias permitiéndolas para enseñarte, porque Dios te
ama. CUANDO ERES DISCIPLINADO, DEBES SENTIRTE AMADO. Dios no te deja ir como si
no fueras Su hijo. Yo disciplino a mis hijos y no a los hijos de otros, ¿por
qué? ¡Porque los amo!
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El
principio que Joseph Prince expone en este pequeño compartir es MUY IMPORTANTE
en nuestra vida como creyentes. Nos es NECESARIO ser mansos y humildes de
corazón para escuchar a Dios cuando quiere hacernos una corrección. En
realidad, somos niños creciendo, Sus hijos muy amados, y necesitamos MUCHAS VECES
corregir el rumbo, actitudes, pensamientos, acciones que pueden estar
trayéndonos dolor, frustración y constante fracaso.
El
generoso deseo de Dios es SIEMPRE BENDECIRNOS, y para ello, Él debe mostrarnos
el mejor camino a seguir, y nosotros necesitamos tener la mansedumbre para
escucharlo.
Hoy
le pido a Dios, nos dé un corazón manso y humilde para escucharlo y hacer Su
voluntad. Nadie mejor que Él sabe cómo funciona la vida ¡porque Él Mismo la
creó!, y nadie mejor que Él para instruirnos en el camino y llevarnos al éxito
seguro en cada área de nuestras vidas.
Y,
una corrección genuina del cielo siempre nos traerá SANIDAD aunque sea dura de
recibir. Si gente o líderes intentan corregirnos con dureza de corazón, sus
palabras siempre deben ser evaluadas y puestas en oración para saber si Dios
quiere decirnos algo a través de ellos, o, si ellos hablan en su propia carne y
opiniones, o incluso, si sus palabras vienen del infierno mismo.
¡Dios
les bendiga!
En
el amor de Cristo,
Claudia
Juárez
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