La causa y raíz de tu problema es la condenación. De Joseph Prince
Recientemente, el Señor
me dijo: “Hijo, lo que te he mostrado desde hace algún tiempo −que la
condenación mata− es hora de tomarlo en serio. Has estado predicando a la
iglesia sobre los peligros del estrés, pero hay una raíz más profunda que el
estrés”.
Tus
problemas no son la raíz
Amigo mío, cuando
atraviesas momentos malos, eres como una planta enfermiza con hojas enfermas. Puedes
tener hojas de enfermedad, pobreza, un matrimonio roto o depresión en tu vida.
Pero estas son sólo las hojas. Estas son sólo las manifestaciones de la raíz.
Sería absurdo atacar las hojas porque no son la causa de tus problemas. Todos
sabemos que no hay hoja si no hay raíz.
Incluso el mundo lo sabe y
muchas personas en la ciencia médica están empezando a darse cuenta de que hay
una raíz para la enfermedad. De hecho, un estudio realizado por un reconocido
centro médico, demostró que alrededor del 70 por ciento de todas las
enfermedades se deben al estrés.
La
Condenación: La raíz más profunda de todas
Ahora, la raíz más
profunda del estrés es el miedo. Todo estrés es causado por el miedo: miedo al
fracaso, miedo a no tener lo suficiente, miedo a la muerte y así continúa. Pero
esto es lo más lejos que la ciencia médica puede llegar. Ellos no pueden tocar
la raíz más profunda porque es espiritual. Y la raíz más profunda de todas es
la condenación. Donde hay condenación, habrá miedo. Donde hay miedo, va haber
estrés. Y donde hay estrés, habrá manifestaciones de la maldición.
Ahora, si no estás de
acuerdo conmigo en que la causa y raíz es la condenación, permíteme referirte a
Génesis, el libro de los comienzos.
¿Sabes que Adán fue
plantado en medio de una obra terminada? Todo estaba preparado para él. Pero el
diablo le dijo que necesitaba hacer algo con el fin de calificar para todas las
cosas a las cuales ya había sido calificado. El diablo le dio una identidad equivocada.
Él dijo: “No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán
abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal”. (Génesis
3: 4-5).
¡La verdad es que Adán ya
era como Dios! Pero Adán le creyó al diablo, comió el fruto y cayó. Y vino la
maldición.
Antes de que hubiera
pobreza, enfermedad y muerte en la vida de Adán, hubo estrés. ¿Cómo sabemos
eso? Bueno, Dios dijo: “Con el sudor de tu rostro comerás el pan…” (Génesis
3:19) y el sudor habla de estrés y esfuerzo propio.
Pero si vas más profundo,
encontrarás que ahí había miedo. ¿Sabes lo que Adán le dijo a Dios cuando Dios
le preguntó dónde estaba? Él dijo: “Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque
estaba desnudo; y me escondí” (Génesis 3:10). Adán estaba asustado. Estaba
temeroso. Así que la raíz más profunda del estrés es el miedo. Pero antes de
tener miedo, él se sentía condenado.
La
Ley condena
¿Por qué Adán se sentía
condenado? Era porque comió del árbol del conocimiento del bien y del mal. No era
el árbol del mal o el árbol del pecado. Entonces, ¿a qué se refiere el árbol
del conocimiento del bien y del mal? ¿Cómo causó que Adán pecara?
Amigo mío, el árbol del
conocimiento del bien y del mal es una representación de la ley, porque la ley nos
da el conocimiento del bien y del mal. La Biblia dice: “... por medio de la ley
es el conocimiento del pecado” (Romanos 3:20). Contrariamente a la opinión
popular, Dios no dio la ley para que el hombre viviera a través de ella o para
hacer al hombre santo. Dios dio la ley para que supiéramos que somos pecadores
y para que viéramos nuestra necesidad de un Salvador.
Ahora, sabemos que la ley
trae el conocimiento del pecado. Pero, ¿qué sucede cuando tienes el conocimiento
del pecado? Te vas a sentir condenado. Así que, cuando piensas en la ley,
piensas en condenación. No pienses de la ley como algo que nos hace hacer el
bien o que hace que no hagamos el mal porque Dios no nos dio la ley para ese
propósito. La ley condena.
2
Corintios 3:7 Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue
con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el
rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer,
3:8
¿cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu?
3:9
Porque si el ministerio de condenación
fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación.
Las
tácticas y armamento del diablo
Puedes preguntarme,
“Pastor Prince, ¿qué tiene que ver la ley con mis problemas?”
Amigo mío, nuestro
enemigo el diablo es más inteligente que muchos psiquiatras, psicólogos e
incluso que muchos creyentes. No se ocupa de lo periférico y de lo superficial.
¿Sabes cuál es su primer nombre? No es “ladrón” o “asesino”, aunque que él roba
y asesina. Su primer nombre es Satán, que es el hebreo para “fiscal en la ley”
o “acusador”.
¿Sabes cuál es el papel
de un fiscal en un tribunal? Él está allí para procesarte y condenarte. Él nunca
habla de tus puntos positivos. Él sacará a relucir toda tu ropa sucia y te
acusará implacablemente hasta que te sientas condenado.
Así que el nombre del
diablo nos dice que él va directo a la raíz de tus problemas. Él no viene a ti
y te dice: “Desatiende tu negocio” o “descuida a tus hijos”. Por el contrario,
viene a decirte cosas como: “¿Cómo puedes desatender tu negocio?” o “¿¡te dices
cristiano!” ¿Te dices un buen padre? ¡Eres un pésimo padre!” Él te acusa hasta
que te sientas condenado. Y él usa la ley, que es santa, buena y justa, para
condenarte. Es por eso que la condenación, que es la causa y raíz de todos tus
problemas, es tan sutil. Es por eso que la condenación normalmente pasa
desapercibida.
Me he dado cuenta de que
el diablo no ha cambiado su táctica, ni siquiera con una iglesia como la
nuestra, donde predico con tanta fuerza contra la condenación. ¿Sabes por qué?
¡Porque no tiene otra táctica! ¡No tiene otra arma! El diablo no puede hacer
cumplir la maldición en tu vida sin la condenación. El diablo no puede
enfermarte sin la condenación. Tienes que cooperar con él y recibir la condenación
primero.
Dios
desarmó al Diablo en la Cruz
Colosenses 2:14-15
Anulando
el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria,
quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados
y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la
cruz.
Amplified Bible (AMP):
Colosenses
2:14 habiendo cancelado el [g] certificado de deuda consistente en [h] demandas
legales [que estaban en vigor contra nosotros] y que nos eran hostiles. Y este
certificado Él lo ha puesto a un lado y removido completamente clavándolo en la
cruz.
15
Cuando desarmó a los gobernantes y autoridades [las fuerzas sobrenaturales del
mal que obran contra nosotros], Él hizo un ejemplo público de ellos [exhibiéndolos
como cautivos en su procesión triunfal], habiendo triunfando sobre ellos a
través de la cruz.
g.
Este término se refiere a la nota manuscrita de un deudor que reconoce la
deuda.
h.
Los requisitos encontrados en la Ley Mosaica que fueron violados. La deuda es
el castigo debido a los pecados del trasgresor.
La buena noticia es que
Dios desarmó al diablo en la cruz. Dios tomó su única arma, la ley, ¡y la clavó
en la cruz! ¡Sí, Dios ha triunfado sobre el diablo y sobre todos sus demoniacos
principados y potestades! Es por esto que a menudo le digo a la iglesia que no
estamos luchando por la victoria.
Estamos luchando desde la victoria.
La victoria ya es nuestra a través de la obra finalizada de Cristo en la cruz.
La
clave para la no condenación
El hecho de que puedes
sentirte condenado es la prueba de que tienes un corazón de carne, y no un corazón
de piedra. (Ezequiel 11:19, 36:26) Es la prueba de que verdaderamente eres renacido.
Entonces, ¿cuál es la clave para salir de tu día malo? ¿Cuál es la clave para
no tener condenación en tu vida?
Romanos
8:1
Ahora,
pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús.
El único lugar donde no
encontrarás condenación está en Cristo Jesús. Las palabras “ahora, pues”
conectan a Romanos 8:1 con los versículos anteriores en Romanos 7, donde Pablo
habla de cómo fue condenado por la ley que él conocía tan bien.
La razón por la que ahora
no hay condenación, es que Dios nos amó tanto que nos dio a Su Hijo Jesucristo
para morir por nuestros pecados. Jesús vino y fue condenado por nuestros
pecados en la cruz. Cuando él colgaba en la cruz, Dios tomó absolutamente todos
los pecados de nuestras vidas, y los apiló en Jesús. Entonces Él desató la
venganza de Su furor contra el desenfreno y el pecado en el cuerpo de Jesucristo
hasta que Jesús clamó: “¡Consumado es!” La razón por la cual tú y yo no
experimentamos ninguna condenación hoy, es que todos nuestros pecados han sido
castigados y condenados, pero en el cuerpo de otro: ¡en el cuerpo de
Jesucristo!
Qué
significa vencer al diablo por la sangre del Cordero
Apocalipsis
12:10–11
Entonces
oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder,
y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado
fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro
Dios día y noche. Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y
de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la
muerte.
Muchos cristianos saben
que vencemos al diablo por la sangre del Cordero. Sabemos que hay poder en la
sangre de Cristo. Pero, ¿qué es lo que hace a la sangre de Cristo tan poderosa?
¿Qué dijo Jesús de su
sangre cuando instituyó la Cena del Señor? Él dijo: “porque esto es mi sangre
del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.
(Mateo 26:28).
¡La sangre es para el
perdón de los pecados! ¡La sangre está ahí para asegurar que vivas sin ninguna
condenación! ¡Eso es lo que la hace tan poderosa!
Nota también lo que se
dice en el versículo 10, “…porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros
hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche”. El diablo es
llamado el acusador de los hermanos. Y acusa sin cesar al pueblo de Dios día y
noche. ¡Pero la buena noticia es que ha sido lanzado fuera! ¡Ha sido derrotado!
En el momento en que te des cuenta de que no tiene poder para acusarte, ¡la
salvación, la fuerza, el reino de Dios y el poder de Cristo se manifestarán en
tu vida!
No
respondas al acusador
Algunos de ustedes pueden
decir: “Pastor Príncipe, yo no tengo ningún problema con esta raíz. No me
siento condenado”.
Amigo mío, te sorprenderás.
La condenación es muy sutil, especialmente si eres una persona que cree en
hacer lo que es correcto. Continúa haciendo lo que es correcto, pero no
respondas al acusador. Cuando elijas no responderle, él no podrá condenarte. La
raíz de todos tus problemas será destruida, y vendrás al lugar donde no hay
ninguna condenación en tu vida.
Extraído
del sitio “Joseph Prince Ministries”
GRACIAS POR COMPARTIR ESTAS ENSEÑANAZAS .
ResponderEliminar@daniel rivoira Es un privilegio para mi! Amo aprender cada día mas lo que Dios planeó para nosotros con Su absolutamente asombroso Plan de Redención! A Él sea la gloria!!! Dios te bendice Daniel!
ResponderEliminargracias
ResponderEliminargracias
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir verdades tan poderosas para nuestras vidas, por recordarnos como vivir en la Gracia de Dios y como dia a día vivir desde la victoria de Cristo en la cruz. Dios le bendice enormemente. Gracias ♡♡♡
ResponderEliminar@Maria Gracias Maria! Es un honor y gran privilegio para mi! Igualmente! Bendiciones!
ResponderEliminarGracias Claudia por compartir estas traducciones del pastor Prince las he escuchado todas y son un manantial de vida para mi alma.
ResponderEliminarGracias por dejarse usar por el Señor en este ministerio de gracia.
Siga adelante. Su ministerio nos bendice en gran manera.
@Charito Vega Gracias por tus palabras Charito! Mi amor en Cristo para ti y me gozo en nuestro Señor por poder bendecirte! A Él sea la gloria!!!! Dios te bendice!
ResponderEliminarBendito Día Claudia, amada de Ntro Tierno y Buen Dios q nos da este tiempo maravilloso de gracia, para disfrutar, permaneciendo en Cristo sin condenaciCto Cta paz y entendimiento dan a mi vida y fundamentalmente a mi corazón éstas tremendas enseñanzas de ntro amado Prince, q vos tan amorosamente traduce para nosotros .Alabo a ntro amado Padre x haberte elegido para tan grande ministerio !! Oro al Dios ntro x vos, y la iglesia de mi casa tmb para q lluvia de bendiciones lleguen a tu vida amada Claudia.
ResponderEliminar@Elisa Leger Mil gracias Elisa!!! Me llenan de gozo, consuelo y aliento tus palabras! Muchas gracias por tus oraciones que son muy bienvenidas y necesarias! Mi amor en Cristo para ti amada hermana! Yo también estoy aprendiendo mas de la gracia y es un deleite para mi compartirlo con mis hermanos!! Dios te bendice amada hermana!
ResponderEliminarCada día le doy gracias a Dios por aprender más el evangelio de la gracia. Me hace replantearme que he estado creyendo y que es verdaderamente lo que Dios quiere que crea. Gracias por este ministerio
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