La verdadera fuente de la juventud. Por Joseph Prince

Hechos 20:7 KJV El primer día de la semana…
los discípulos se reunieron para partir el pan.
Permíteme decirte por qué
creo que la Santa Comunión es más poderosa que cualquier medicamento, que cualquier
procedimiento médico, que cualquier antibiótico y que cualquier quimioterapia
que se use para curar nuestros cuerpos. Permíteme decirte por qué creo que la
santa Comunión es la proverbial "fuente de la juventud" que la
humanidad ha estado buscando durante generaciones y por qué creo que cada vez
que participamos de ella, estamos haciendo que nuestra juventud se renueve como
la del águila (Sal. 103:5).
La tierra ha estado bajo
un juicio divino desde que Adán pecó. El envejecimiento, la enfermedad y la
muerte son parte de esta sentencia divina.
La realidad es que
vivimos en un mundo caído y los efectos de la sentencia divina están sucediendo
en nuestros cuerpos mortales. Pero Dios nunca tuvo la intención de que Sus
hijos sufrieran nada de esto.
Por eso envió a Su Hijo a
llevar nuestros pecados y enfermedades en la cruz. Por eso proporcionó la santa
Comunión como una forma de escapar del juicio divino que está sobre este mundo,
para contrarrestar sus efectos.
La santa Comunión es un
canal sobrenatural para que Su salud y plenitud fluyan hacia nuestros cuerpos.
Mientras el mundo se debilita y enferma, creo que nosotros estamos llegando a
estar más fuertes y saludables cada vez que participamos de la Comunión por fe.
La temprana iglesia
entendió claramente cuán poderosa es la Comunión. Por eso la Biblia nos dice
que partían el pan "de casa en casa" (Hechos 2:46).
Cuando se reunían el
domingo, la razón principal no era para escuchar la predicación y la enseñanza:
"Los discípulos se reunieron para partir el pan" (Hechos 20:7).
Aunque el apóstol Pablo fue el orador invitado ese fin de semana, la razón
principal por la que se habían reunido fue para partir el pan.
Si las personas de hoy
conocieran la magnitud del poder contenido en la Cena del Señor, serían como la
temprana iglesia, participando de la Cena del Señor tan a menudo como pudieran
y recibiendo tantos de Sus beneficios como pudieran. ¡Nos han robado, gente!
¡Es hora de despertar!
Tomado del sitio: Joseph Prince Ministries
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