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Lugar correcto, momento correcto. De Joseph Prince

Eclesiastés 9: 11,12 Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos. Porque el hombre tampoco conoce su tiempo; como los peces que son presos en la mala red, y como las aves que se enredan en lazo, así son enlazados los hijos de los hombres en el tiempo malo, cuando cae de repente sobre ellos.

Quiero compartir contigo el pasaje de las Escrituras arriba que habla de la trampa del cazador. A veces, la mejor manera de interpretar las Escrituras es pedirle al Espíritu Santo sabiduría y revelación, buscar temas recurrentes en la Biblia y permitir que las Escrituras interpreten a las Escrituras. Lo que estoy diciendo es que hay aquí una poderosa verdad esperando ser descubierta.

¿Has notado que el número 911 aparece tanto en el Salmo 91:1 como en Eclesiastés 9:11? El número 911 es muy significativo para nuestro tiempo. Es un número que marca el ataque terrorista a mayor escala en suelo estadounidense hasta la fecha. Nuestros corazones se rompieron ese día, el mundo cambió y nunca olvidaremos lo que sucedió.

Si bien sé que los señalamientos de capítulos y versículos en nuestra Biblia no son inspirados, es mi opinión personal que la oración de protección en el Salmo 91 señala los tiempos en los que estamos viviendo y nos da una razón clara como el agua del porqué no tenemos que vivir en miedo.

En Eclesiastés 9, el rey Salomón nos dice que el ganador de la carrera no necesariamente es siempre el más rápido, y la persona que gana la batalla no necesariamente es siempre la más fuerte. Señala que los hombres de entendimiento no son los únicos que obtienen riquezas y los hombres de habilidad no siempre experimentan favor. Y luego dice esto: “sino que tiempo y ocasión acontecen a todos”.

Salomón luego continúa hablando de aquellos que son “como los peces que son presos en la mala red”, o “como las aves que se enredan en lazo”. (Nota que él está diciendo esto de los "hijos de los hombres" y no de los "hijos de Dios". Como creyentes, somos los hijos e hijas de Dios).

Por lo tanto, hay dos categorías de personas: las que son bendecidas porque se encuentran en el lugar correcto en el momento correcto, y las que son sorprendidas con la guardia baja en un tiempo malo y se encuentran en el lugar incorrecto en el momento incorrecto. No sé tú, pero yo sé a qué categoría quiero pertenecer.

Como hijo o hija de Dios, ten la seguridad de que la bendición de ser colocado en el lugar correcto en el momento correcto es tuya gracias a nuestro Señor Jesús. A pesar de los tiempos peligrosos en los que vivimos, puedes esperar que Él te proteja y te libere de todas las trampas del enemigo.

Extraído del sitio Joseph Prince Ministries:
https://www.josephprince.org/

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