Donaciones
Fuera de México:

Check out with PayPal

Sentado con Cristo. De Joseph Prince


Salmo 91:1 El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.

Hay mucho terror por donde sea que mires hoy: en las noticias, en los periódicos, a través de las redes sociales y, desafortunadamente, también en los medios cristianos. Sin embargo, es vital que no dejemos que el miedo se apodere de nuestro corazón.

Como creyentes, no tenemos por qué alimentarnos del miedo. Si tu mente está enredada con nudos de ansiedad, tal vez sea hora de que examines tu dieta mental.

¿En qué has estado meditando, consciente o inconscientemente? ¿Estás ingiriendo y creyendo todo lo que ves en las noticias, o estás viviendo a través de lo que el Señor Jesús compró para ti en el Calvario?

Para ayudarte a comprender el corazón de Dios para ti con respecto al miedo y tu caminar en Su protección, quiero compartir contigo una clave poderosa del versículo de hoy, el primer versículo del Salmo 91, la oración de protección. La palabra hebrea para "habita" es “yashab”, que significa "sentarse, permanecer o establecerse".

Observa que lo primero que Dios quiere que hagas para disfrutar de Su protección es descansar. Su protección, paz, amor y otras bendiciones fluyen en tu vida cuando estás en un lugar de descanso.

Acampemos en la palabra habitar un poco más. Meditemos sobre lo que significa descansar o "sentarse". La Biblia dice que estamos sentados con Cristo a la diestra de Dios (Efesios 2:6, Hebreos 1:3). La palabra "sentados" es hermosa, significa que ya no estás de pie y trabajando.

Bajo el antiguo pacto, el sacerdote tenía que ofrecer el sacrificio de la mañana a las 9 a.m., y luego permanecer de pie durante seis horas hasta después del sacrificio vespertino a las 3 p.m. Nuestro Señor Jesús fue crucificado a las 9 a.m. Y estuvo colgado en la cruz durante seis horas hasta que murió a las 3 p.m., Cumpliendo así el tipo de los sacrificios matutinos y vespertinos (Hebreos 10:11-12).

A causa de que Jesús se convirtió en el sacrificio final, el trabajo del sacerdote está hecho y ya no tienes que permanecer de pie. Porque nuestro Señor clamó: "¡Consumado es!" en el Calvario (Juan 19:30), hoy estamos sentados en Cristo. Podemos morar en el lugar secreto del Altísimo, un lugar de paz, seguridad y protección, y podemos vivir sin temor porque la sangre de nuestro Señor Jesús ha pagado por cada bendición de protección en el Salmo 91.

Hoy, ya sea que estés lidiando con una situación financiera difícil, un trastorno del sueño o plagado de pensamientos depresivos o incluso suicidas, mi deseo es que descubras a un Dios que te ama y cuyas manos fuertes de protección están sobre toda tu vida y sobre todas las áreas que te conciernen.

Extraído del sitio “Joseph Prince Ministries”

Comentarios