¿! SER LIBRE DE DIOS!!!??? EL DESEO DE CONTROL E INDEPENDENCIA - Por Wayne Jacobsen
Por Wayne Jacobsen
La Vida del Cuerpo-
Septiembre 1996
Traducción por Juan
Luis Molina y Claudia Juárez.
"El
deseo de ser libre de Dios
es el anhelo más profundo del hombre. Es más grande
que su anhelo por Dios. "
es el anhelo más profundo del hombre. Es más grande
que su anhelo por Dios. "
Esta frase saltó de la página
y casi me dejó sin respiración. Estaba leyendo el libro de Helmut Thielicke
"Entre Dios y Satanás," un estudio provocador acerca de las
tentaciones de Jesús. Thielicke fue un teólogo alemán que vivió en medio de los
horrores de la Segunda Guerra Mundial como miembro activo de una resistencia
contra su propio gobierno. Una profunda fe forjada en la agonía de aquellos
años de lucha impregna todo lo que escribió.
Yo estaba disfrutando
tremendamente la lectura de este libro hasta que llegué a esta frase. Como
alguien que enseña frecuentemente la intimidad con Dios, a mí me gusta pensar
que esto satisface o llena el profundo clamor del corazón humano. ¿Quién no
desearía conocer al Creador personalmente; sentir la majestuosidad de Su Presencia;
escuchar Su tierna Voz, y ver Su poder lograr cosas que ni siquiera podría
haber imaginado? ¿Qué otra cosa mejor podría realmente desear alguien?
Antes de saberlo, yo estaba
argumentando con el Profesor Thielicke, intentando rechazar su conclusión. Sin
embargo, mientras más pensaba en el asunto más sentido hacía lo que decía. Su
conclusión responde algunas preguntas interesantes: Aunque es verdad que yo
realmente deseo conocer mejor a Dios, ¿por qué será que a menudo tomo decisiones
que me llevan a alejarme de esta realidad? ¿Por qué llego a encontrarme en
circunstancias y confío tan fácilmente en mi sentido común, antes que
verdaderamente esperar y oír lo que Dios tiene que decir al respecto? En pocas
palabras, ¿por qué es tan difícil seguir a Alguien que deseemos amar tanto?
Yo se que existe un
profundo anhelo en mi corazón de conocer a Dios, pero, ¿será posible que haya
todavía algún clamor más profundo?
La búsqueda del Control
Sí, lo hubo para Adán y
Eva. No fue suficiente que Dios los hiciera al uno para el otro, les diera un
jardín donde vivir o incluso momentos diarios de comunión con Él. Ellos
desearon algo más. Algo que Dios les dijo que no debían tomar para ellos mismos
o morirían.
Pero de todas formas lo
tomaron. No hay ninguna parte donde leamos que Adán y Eva quisieran rechazar a
Dios. Todo lo contrario, ellos lo que desearon fue ser más parecidos con Él, y
este conocimiento del bien y del mal pudo ser el engaño para caer en la trampa.
Aquí estaba una forma sencilla de obtenerlo. Todo lo que tenían que hacer era
comer del fruto que tenían delante. ¡Ellos desearon tener el control de su
destino, la libertad de Dios para seguir sus propios caminos y por sus propios
medios!
Y por supuesto que fue Dios
quien les había dado el poder para poder hacerlo así. Él les dio la libertad de
auto determinar el don de escoger. Él no sólo les invitó a que confiaran en Él,
sino que, además, también les puso a disposición el fruto de aquel árbol como
medio para adquirir conocimiento a parte de Él. Les advirtió que no lo
hicieran, pero después se quedó observando como el enemigo hizo nacer en Eva la
desconfianza hacia el Padre. "Dios sabe muy bien que cuando tu comas vas a
ser como Él." Él no quiere eso para ti, Eva.
La decisión fue clara para
ella. Confiar en el Padre y despreciar la tentación del diablo; o confiar en su
propio punto de vista y fuerza para obtener lo que lograría hacer por sí misma.
Adán no tardó en seguirla, y aunque consiguieron el conocimiento que buscaban, aquel conocimiento llegó a ser su esclavitud. No tenían el poder de
escoger el bien sobre el mal. El deseo de tener el control de sus vidas fue
mayor que el deseo que tenían hacia Dios.
Yo he sostenido o resistido
esa misma lucha. Algunas veces sólo comienzo a orar acerca de una situación,
cuando mi mente ya esta lista planeando las llamadas telefónicas que puedo
hacer o una carta que puedo escribir para arreglar la situación. Y muy a menudo
ha sido solamente después de intentar hacer estas cosas y de hacer cosas peores
que me he tranquilizado a mí mismo lo suficiente como para escuchar la
sabiduría de Dios.
¿No odiamos estar en
cualquier tipo de situación en la que no tengamos el control? El temor y la
ansiedad nos abruman y emprendemos toda clase de esfuerzos o manipulaciones
sobre los demás para que volvamos a tener el control. ¿No hemos ya aprendido
todos cuán horrible puede ser el estar a merced de las circunstancias o de
otras personas? Si no controlas tu propio destino, las personas se aprovecharán
de ti, y te usarán para obtener sus propios intereses.
El deseo ardiente en
nuestros corazones de ser libres de Dios nace de esta fuente. No es que
rechacemos a Dios; es que queremos tener control de nuestras propias vidas.
Deseamos eso, y también a Dios, y aquí llegamos a la decepción. No nos damos
cuenta de que ambos deseos son mutuamente excluyentes.
El
Opuesto Revés Traicionero
Cuando buscamos el control
de nuestras propias vidas, y al mismo tiempo intentamos mantener una relación
con el Padre nos sobreponemos a Él. Pensamos saber lo que es mejor para
nosotros, y si Dios no satisface nuestras expectativas dudamos de Su amor por
nosotros, o de nuestro amor por Él, o de ambos. Toda circunstancia difícil,
llega a ser entonces una causa de desespero y desilusión. Le pedimos Su ayuda
para que cambie las circunstancias o lo que otros están haciendo y nos sentimos
frustrados cuando Él no honra nuestros intentos. O peor todavía, asumimos Su
favor cuando alguien responde a nuestra manipulación, pensando que hemos ganado
una gran victoria.
Pero, ¿te has dado cuenta
de lo que ha sucedido en todo este proceso? Al querer que Dios sea el medio
para que se cumplan nuestros planes, hacemos del Todopoderoso Dios nuestra hada
madrina personal. Nos imaginamos que Él existe para volver nuestras calabazas
en carruajes, y nuestros ratones en caballos blancos. Por supuesto que todavía
queremos a Dios, pero no como Dios. Lo que queremos de Él, es que supla
nuestras necesidades a nuestra manera. Queremos Su poder para servir nuestra
comodidad y conveniencia.
Jesús no lo vio de la misma
manera, eso es por lo que él parece decir cosas verdaderamente extrañas para
nuestra manera común de pensar. “Bienaventurados
seréis cuando estéis al final de la cuerda. Con menos de ti, hay más de Dios y
de Su gobierno." Esta es la traducción de Eugene Peterson de Mateo
5:3. ¿Cuántos de nosotros nos sentimos bendecidos cuando llegamos al final de
la cuerda? ¿Cuántas personas has visto
tú compartiendo lo grande que fue su semana porque perdieron el control de la
situación en sus vidas?
No, nuestro sentido de
estar bendecidos generalmente procede de cómo nos sentimos "en
control". Si tenemos suficiente dinero, amigos, salud y posesiones nos
sentimos seguros. Cuando no tenemos estas cosas estamos con miedo y tenemos que
trabajar aun mas penosamente para poder manejar nuestras circunstancias hacia
un lugar más seguro.
Yo he llegado a darme
cuenta de que me he pasado la mayor parte de mi vida trabajando en contra el
plan de Dios para mi vida y que ni tan siquiera lo sabía. Estaba intentando
ayudar a Dios (¡piensa en lo retorcido que es esto!) a llevarme a un lugar
donde todo en mi vida fuese fácil y maravilloso. En pocas palabras, yo deseaba
estar tan seguro en mis circunstancias que no precisara de Él cada día. Durante
todo ese tiempo Él estaba intentando enseñarme que yo preciso de Él, y de que
no hay otro lugar en el mundo más seguro que aquel en el que no tenemos en
cuenta lo que las circunstancias externas parecen.
Lamentablemente, sólo
llegamos a darnos cuenta de esto cuando nuestros intentos por controlar
nuestras vidas fallan miserablemente. De acuerdo a Jesús este es el mejor lugar
para nosotros estar, y él es misericordioso para mostrarnos una y otra vez que
nuestros esfuerzos no serán nunca lo suficientemente buenos. Cuando por fin lo
aceptamos, ya nunca más confiamos en nuestro punto de vista o nuestras
habilidades o capacidades y estaremos en el mejor lugar para ver la mano de
Dios más claramente. Entonces podemos darle paso a Su gobierno, o a Su
propósito en nosotros. El secreto de la intimidad con el Padre es renunciar a
nuestras ideas de qué es lo mejor para nosotros y rendirnos completamente a los
propósitos del Padre aun cuando quizá no los entendamos.
Recuerdo como me sonaba tan
arriesgado poner todo esto en práctica. Incluso la idea de rendirme
completamente a Dios, levantaba en mí el temor de los servicios misioneros en
tierras lejanas o de la labores menores cerca de casa. Confiar era sinónimo de
terror. Ahora nunca más.
La
Vida al Final de la Cuerda
Siempre que hablaba con
otros pastores que estaban hambrientos de ver al Cuerpo de Cristo como gente
dinámica creciendo juntos en amor al Padre y compartiendo su vida juntos, casi
siempre surgía una pregunta: "si todo el Cuerpo comparte juntos responsabilidades, ¿cómo vamos a justificar
nuestros salarios?" Algunas veces nos reímos de esto, era demasiado
incómodo el tema. En tiempos más seguros, entablamos serias discusiones acerca
de cuán grande sería para el Cuerpo no tener la imagen de cristianos a tiempo
entero intentando ser el Cuerpo de Cristo para todos los demás. Pero nunca
hicimos nada al respecto porque teníamos miedo de perder el control de nuestras
vidas.
En vez de eso nos poníamos
a trabajar más duro y a hacer más que otros para justificar nuestra posición y
nuestro salario. Yo me sentí presionado a enseñar o a coordinar actividades,
para que las personas pensaran que estábamos honrando o que valía la pena
nuestra paga. Es un círculo vicioso. Mientras más hacía, más me dejaban hacer
las personas. Mientras más me dejaban hacer ellos, menos oportunidades había
para que otros crecieran en sus dones, y menos llegábamos a ser parecidos a un
cuerpo.
Hace unos dos años atrás,
llegó a ser evidente que tanto Sara mi esposa, como yo nos encontrábamos en una línea o
senda diferente de otros en el grupo de
líderes de la iglesia que yo había ayudado a fundar 15 años atrás. Intentamos
todo lo que sabíamos para acabar con el problema o para llegar a acuerdos entre
las diferencias, pero todos los intentos fracasaron. Dios fue muy claro
poniendo en el corazón de Sara y en el mío salir y dejarlo todo: ministerio,
amistades, reputación y salario. Fue la cosa más dura y dolorosa que
nunca antes habíamos hecho.
Nunca antes había estado
verdaderamente al final de mi cuerda. Había estado antes un par de pulgadas
hacia abajo, pero ahora yo sabía que nunca había llegado hasta el final. Todo
lo que había tenido bajo de mi control durante los 20 años de mi vida en mi ministerio
vocacional se evaporó en un sólo día. Clamamos a Dios que arreglara las
circunstancias, pero no hizo nada al respecto. Oh, sí, Él cuidó de nosotros lo
suficientemente bien. Nunca nos faltó una comida, ni un pago de la casa. Él
empleó libremente nuestras vidas para
animar a otros así como también
nos acercó a otros para animarnos a nosotros.
Los seis primeros meses
fueron horribles. Podríamos haber puesto nuestra mejor cara algunas veces, pero
la ansiedad era muy grande. Los dos libros que yo había publicado estaban
agotados. Pocas fueron las iglesias que nos invitaron para ir a enseñar, y yo
no estaba ya tan seguro si creía en el sistema de la iglesia en la que había
invertido tanto tiempo entrenando a otros a seguir.
Había perdido el control de
mi vida y me sentía miserable por ello. Antes, nunca me podrías haber
convencido de que lo tenía todo bajo control. No pude verlo hasta que lo perdí.
Intenté una serie de cosas para recuperar el control pero todas ellas
fracasaron, o alguien me lo impidió antes de que hiciera algo peor. A través de
todo este proceso el Padre se mantuvo lidiando conmigo para que confiara en Él.
"Para de una vez por todas de ser el pastor de tu vida, Wayne. Ese es mi trabajo.
Todo lo que tienes que hacer es confiar lo suficiente para dejármelo todo a
Mí." Seguí tratando de explicarle a Él que sería más fácil ceder si
tuviera más control.
No sé cómo. Ni tan siquiera
estoy seguro exactamente cuándo, pero de alguna manera las palabras finalmente
penetraron a través de mi incredulidad. El último año ha sido de un gozo
absoluto viendo a Dios abrirnos puertas, abasteciéndonos, y enseñándonos cómo
vivir la vida fuera de nuestro propio control y debajo de Su seguridad.
Volviendo a mirar atrás en medio de todos los momentos dolorosos, yo me siento
increíblemente agradecido por lo que Dios nos ha enseñado.
Nunca he conocido una
libertad como esta. Nunca más he sentido la carga de tener que ganarme
mi camino, ahora puedo disfrutar de la gracia de Dios. Ya no tengo que
manipular a las personas para que entren en mis planes, puedo sencillamente
amarlas y liberarlas para que descubran la voluntad de Dios y que vivan en ella
con gozo. Ya no procuro más la seguridad en un salario, sólo tengo que
obedecerle a Él cada día y regocijarme a medida que Él me provee. Y ya no estoy
a cargo de una reunión, yo sólo puedo ser lo que el Padre me ha hecho ser en el Cuerpo, y no encajo en un papel
cultural que ningún hombre puede honestamente soportar.
Perdiendo
el Control, Ganando un Padre
Cuando Kevin Smith, un
amigo de Australia, estuvo aquí este verano él dijo algo que me dejó intrigado.
Debido a que en realidad no confiamos en que Jesús sea la Cabeza del Cuerpo,
ideamos sistemas o esquemas que se lleven a cabo bajo del control del hombre en
su nombre. Lo cual significa que muchas de nuestras estructuras para la vida
del Cuerpo hoy en día son en realidad edificadas sobre incredulidad.
Algunas veces me siento
como un tonto habiendo estado en el ministerio por tanto tiempo sin aprender
que Jesús reina en mi vida hasta el punto que yo se lo permita. Él lo dice
claramente, "Aquel que quiera salvar
su vida la perderá; pero aquel que pierda su vida la hallará." Yo
pensaba que sabía lo que esto significaba, pero si hubiera escuchado
cuidadosamente mis ansiedades me habrían probado que estaba equivocado. El
temor es la evidencia cierta de que estoy andando en base a mi propia sabiduría
y expectativas en lugar de andar en base a mi confianza y seguridad en el
cuidado y atención que tiene el Padre por mi vida.
Mientras que estemos
intentando manipular las circunstancias que nos rodean, encontraremos nuestra vida espiritual
debilitándose. Esto es tanto verdad para nuestros empleos, como lo es también
para nuestros ministerios y para nuestros hijos. Eso se debe a que estamos
intentando vernos libres del Padre y estamos persiguiendo nuestra propia
voluntad y deseos. Este camino siempre se ve seguro pero nos lleva a la ruina.
Yo estoy tan agradecido de que Dios ha provisto un camino mejor.
Aun en medio de nuestros
fracasos, puede nuestro Padre obrar Su propósito. Eso fue lo que hizo para Adán
y Eva. De hecho Él sabía que Su primera invitación a confiar en Él podría ser
ignorada. El sabía que podría costarle entregar a Su Hijo antes de que fuéramos
capaces de entender lo mucho que somos amados y cuan seguro es poner toda
nuestra confianza en Él. Él también sabe cuán lentos somos para aprender esto, y
con una enorme paciencia continúa invitándonos a sobrepasar nuestros miedos y
ansiedades, a sobrepasar la necesidad de controlar cada circunstancia de
nuestras vidas y rendirnos a Su obra y propósito.
¿A qué le temes tú hoy?
¿Dónde sientes que tu vida se encuentra fuera de control? Justo ahí mismo, al
final de tu cuerda, déjala ya y cae en el regazo de un Padre amoroso y
poderoso. "Dios mío, lamento tanto haber intentado adaptar las
circunstancias a mi imagen; estoy tan cansado de haber estado buscando mi
seguridad en la inconstancia de la circunstancias. Muéstrame, Padre, como estoy
manipulando a otros y enséñame como encontrar todo mi regocijo y seguridad en
Ti, y solamente en Ti."
Él sabe todo acerca de ti.
Él conoce cada circunstancia que te bombardea y quiere emplearlas todas para
enseñarte como confiar en Él. Él nunca tomará el control de tu vida; eso es
algo que tú debes entregarle a Él cada día, circunstancia por circunstancia.
Desiste de querer lograr lo que más deseas. Hazlo y encontrarás que la
verdadera seguridad no viene con el dinero que poseemos, la iglesia a la que
asistimos, o la circunstancia que podamos manipular. La seguridad se
halla solamente en el Padre.
Entonces te encontraras
edificando tu vida con un nuevo enfoque o expectativa, no basado en los temores
de la incredulidad, demandando que tus expectativas se cumplan, sino en la
Presencia de un Padre que es más maravilloso de lo que tú jamás hayas podido
pedir o imaginar. Allí es donde encontrarás una paz y un descanso que ninguna circunstancia
o persona te podrá minar.
Finalmente, llegarás a
descubrir lo que es ser libre de la necesidad de controlar tu propia vida.
Encontrarás que el Padre verdaderamente sabe lo que es mejor, y que Él puede
trabajar en ti mejor de lo que tú jamás pediste o imaginaste. Entonces y
solamente entonces tendrás el profundo deseo de conocer a Dios más plenamente.
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Hola amados de Dios !!!
ResponderEliminarQue hijo de Dios no se ha sentido identificado en la realidad que nos comparte Wayne Jacobsen?
Al menos yo me siento señalado y agradezco a Dios que alguien como él nos recuerde y nos lleve a la reflexión y podamos hacer memoria de lo que Dios quiere para Sus hijos.
El quiere que seamos salvos y vayamos al conocimiento de la verdad.
Debemos, primero ser salvos, y ser salvos es ser rescatado de la potestad de las tinieblas (el hábitat de Satanás) y eso se logra conociendo y aceptando a Jesucristo, el Salvador y es entonces cuando se produce el milagro de los milagros, pasamos a tener vida "Zoe", espiritual.
A partir de entonces podemos ir "al conocimiento de la verdad" La Palabra de Dios. Pasamos a ser espirituales y no solamente hombres y mujeres de cuerpo y alma. A partir de aquí empezamos a ser entendidos de cual es la voluntad del Señor y deja de ser locura porque ahora podemos discernirla espiritualmente.
Es a partir de entonces es cuando no tenemos que aclimatarnos al mundo por lo que percibimos en cuerpo y alma con nuestros cinco sentidos, sino empezar a andar por el espíritu, la otra vía de conocimiento y que proviene de Dios.
"Yo he venido para que tengan vida "Zoe" y para que la tengan en abundancia." Dijo el Señor Jesucristo, nacimos con vida "bio" y "suche",(cuerpo y alma)y renacimos para obtener vida "zoe". Estamos completos.
Deberíamos tener una vida de reposo, con nuestros pensamientos en Su voluntad perseverando siempre porque tenemos una absoluta confianza en El.
No lidiemos mas en nuestros corazones dejándonos llevar por nuestro ego y las circunstancias y librémonos del viejo hombre y y vivamos en la libertad con que Cristo nos izo libres.
Con el amor de Cristo
Cacho
Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
ResponderEliminar2:21 No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.
Exacto amado de Dios! No hay libertad mas gloriosa que a la que hemos sido llamados como hijos de Dios, del Dios Altísimo que creó los cielos y la tierra! Y a El sea honor y gloria eternamente y para siempre por brindarnos esta VIDA NUEVA.
Qué bendito gozo esperar de los cielos a nuestro señor y salvador Jesucristo!!! No crees hermano mio!? Como siempre, es un gozo y bendición recibir tus comentarios!
Dios te bendiga!
Dios los bendiga muy amados de Dios que comparten con nosotros la Presencia de Dios en este blog! :)
Realmente maravilloso. Le oro al Padre para que me enseñe a vivir asi. Gracias, realmente gracias.
ResponderEliminar@Unknown Bendiciones amado en Cristo! Amén! que así sea! Shalom!
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