Donaciones
Fuera de México:

Check out with PayPal

LOS NIÑOS Y LOS ADULTOS - Juan Luis Molina



CARTAS ENTRE CREYENTES
----- Mensaje enviado ----
De: Juan Luis Molina
Para: La Iglesia de Dios
Enviado: viernes, 7 de enero, 2011.
Asunto: Los Niños y los Adultos.

Queridísima familia: 
Que enorme privilegio es aquella vida que espera cobijada en las alas de de nuestro bendito Abba Padre, porque es una vida que comienza a ver Sus magníficos propósitos. ¿Para que fuimos creados de nuevo en Cristo por la gracia y misericordia de nuestro Altísimo Dios? - cuando comenzamos a dejar a un lado todo lo que hemos aprendido anteriormente, y le permitimos al espíritu de sabiduría que nos muestre el punto de vista del Padre, caemos en tierra. Como cayó en tierra Pablo cuando iba de camino a Damasco, así caemos también nosotros.
No se puede entender el "punto de vista divino" si pensamos que podemos comprenderlo con nuestros razonamientos de “adultos”. Porque si no nos hacemos como niños, no vamos a poder verlo sino cuando vuelva Cristo. - ¿Qué habrá querido decir el Maestro, cuando nos dijo esto? - un niño es una esponja, que absorbe naturalmente todo lo que le envuelve, el adulto en cambio es una piedra, una roca impenetrable. Al niño le puedes decir tú (y de hecho se le dice con bastante frecuencia) que mire al cielo porque hay un burro volando, y lo cree. Ya verás como pone su vista en el cielo. - Al adulto, sin embargo, por mucho que le digas que mire al cielo, a las cosas de arriba, porque allí vive en Cristo, te dirá que mires tú, porque él no tiene tiempo. Pero no se pueden conocer los asuntos de arriba envueltos en los muchos quehaceres temporales, ni en las muchas responsabilidades horarias, como los pretenden ver los que no tienen tiempo para "estas cosas." Los adultos presentan con mucho orgullo sus logros y responsabilidades, para verse aprobados por la gente, y para tener a un dios que les sea propicio en sus corazones, y les atemoriza mucho cuando no cumplen esas responsabilidades. - ¿Qué querría entonces decir el Maestro en aquel día? - y mientras más se rascaban la cabeza sus discípulos, menos lo entendían - y cavilaban así en sus corazones - Los niños no tienen ninguna responsabilidad, están siempre agasajados con todo lo que reciben, y cuando precisan algo, patalean delante de quien sea, para ser complacidos. Que raras son estas cosas del Reino de los cielos - son absolutamente contrarias y enemigas a todas las cosas que hacemos nosotros los adultos responsables y buenos.
Amadísimos míos, aquí os adjunto este pequeño trozo de “La Biografía de Martin Lutero”. Espero que sigáis viendo en él, el mismo espíritu santo a través de la historia. La voz de nuestro Dios ha sido siempre la misma, Su amor por nosotros también. En verdad no muda este nuestro Todopoderoso Abba Padre que tenemos, y nos tiene en Sus Brazos para que no nos falte nada:
Entre tanto, Fray Martín buscaba sinceramente la verdad, amaba a la Iglesia y aborrecía a los herejes, decía en 1514 comentando el Salmo 69: "Verdaderamente hay muchos herejes que quieren mal a la Iglesia, porque le achacan falsedades y la fingen lodazal de vicios y perversos cristianos; y así, de un pequeño número de malos, concluyen que todos son malos. Porque ven muchas pajas en la era, afirman audazmente que todo es paja, sin un solo grano. Desean el bien para sí mismos, y el mal para la Iglesia; es decir, tienen voluntad y deseo de ser estimados por buenos solamente ellos, y que la Iglesia sea reputada o acreditada mala en todos los demás, ya que ellos no pueden parecer buenos sino afirmando que la Iglesia es mala, falsa y mendaz (mentirosa). La verdadera Iglesia que Dios está irguiendo, sin embargo, siempre la ve Cristo sin mancha ni arruga. La fe de nuestro Cristo en la Iglesia permanece firme. Mira a Dios con esa fe y te iluminará el entendimiento mostrándote la belleza que contiene Su Iglesia.”
En medio de cierta fraseología de ardiente vivencia personal con fuerza y colorido, como tomada en préstamo del acerbo de la Palabra divina o arrancada de su pluma con el afán de alabar a Dios, florecen no pocas expresiones felizmente acuñadas por el espíritu del joven profesor. Y no faltaban pensamientos celestiales y bellamente formulados. De la Iglesia nos dice que nació en Belén, porque allí nació Cristo, su cabeza, si bien más tarde pone su origen en el Monte de Sión en el día de Pentecostés, y dice así:
"Cuando la sinagoga envejeció, floreció el espíritu, surgió entonces la Iglesia, y empezó entonces el tiempo de la gracia y la libertad de la misericordia.  La Iglesia es un reino o - según la metáfora que emplea Dios en la pluma de Pablo - un cuerpo místico, cuya cabeza es Cristo; de donde se deduce que Cristo es el rey, porque a la cabeza le compete reinar. No son leyes naturales las que rigen a la Iglesia, sino el poder y fuerza de la Palabra de Dios, que la despierta y empuja hacia el futuro. En la primitiva Iglesia se discurrió y se disputó sobre los misterios de la vida de Cristo con la viveza y suavidad de los pajarillos en el mes de mayo (sicut aviculae in maio) – La Iglesia es un cuerpo nuevo, el nuevo cuerpo de la fe, nacido del agua y del Espíritu Santo; un cuerpo que crece, se construye, se va perfeccionando oscura y misteriosamente en el curso de la historia, siempre entre nubes y siempre en alborada hacia luces más vivas (sempre in ortu esse, semper matutinum habere oportet), siempre en lucha con los herejes, que la intentan crucificar como a Cristo; pero Dios la vivifica y la conduce a la gloria futura. Fiel reflejo de esta vida peregrinante de la Iglesia es la vida personal del cristiano. Cristo se siente inmerso en esa corriente divina, o, mejor, en ese cúmulo de nubes iluminadas por la esperanza del nuevo día."
"El Cristo que llevo - decía explicando el libro de Salmos en 1514 -15 - tiene esa íntima satisfacción de considerarse dentro de la Iglesia, y la firme voluntad de no separarse por la herejía - su teología sobre la concupiscencia (el deseo ardiente) y la justificación es muy firme y segura, de una total heterodoxia."  Y para explicarlo recogió una bella imagen empleada por el Espíritu Santo en Mateo 23:37 y en los Salmos, y dijo: "Siendo Cristo nuestra Gallina, rehusamos nosotros ser sus polluelos; mas no podemos en modo alguno salvarnos por nuestras obras si no nos refugiamos bajo las alas de nuestra Gallina, de cuya plenitud recibiremos lo que nos falta; por el contrario, el que camina en su propia justicia será arrebatado por los buitres cruelísimos de los demonios."
"He aquí - exclama con entusiasmo - que nuestro Señor expandió sus alas en la cruz para acogernos; pero algunos no sólo se retiran hacia sus propias obras buenas, sino que ni oír quieren la voz de la Gallina que los llama. No quieren, repito, oír que sus buenas obras son pecado, que tienen necesidad de la Gallina; y lo que es peor, se convierten ellos mismos en buitres, y tratan de arrebatarle a la Gallina los otros polluelos, que esperan salvarse en la misericordia que esta Gallina a ganado para ellos, y apartándolos de la confianza en Cristo y vistiéndolos de la confianza en la propia justicia, más ciertamente los devorarán....Aunque es verdad que Dios nos mandó cosas imposibles y superiores a nuestras fuerzas, nadie tiene excusa....Siendo carnales, nos es plenamente imposible cumplir la ley; sólo Cristo vino a cumplirla...., y Cristo nos comunica el cumplimiento suyo, presentándosenos como Gallina para que nos refugiemos bajo sus alas....!OH dulce Gallina!! ¡OH felices polluelos de esta Gallina!! ...Pues conociendo que con nuestros medios y nuestros esfuerzos no podemos quitar de nosotros la concupiscencia, la cual va contra la ley que ordena (Non comcupisces) y experimentando todos que la concupiscencia es una condena y pena invencible, ¿qué resta sino que la sabiduría de la carne cese, se retire, desespere de sí misma, perezca, y, humillada, busque en otra parte el auxilio que ella no puede darse? - He dicho que a Dios hay que amarle sobre todas las cosas y que nadie posee en forma suficiente la castidad, la humildad, el amor al prójimo, etc., para la salvación, sino que hay que esperar que Cristo las complete en nosotros...por eso, el amor a esta justicia suya siempre va mezclado con el amor a manifestarla en alabanza al Altísimo....Cuando se dice: "Quien teme al infierno caerá en él", se entiende de quien tiene temor puramente servil y nada más, y eso le ocurre a todo aquel que está fuera de esta gracia."

En el amor de Dios y dedicado a Claudia Juárez Garbalena
Juan Luis Molina.

Si deseas recibir nuestras publicaciones directamente en tu direccion de e-mail contactanos en: mirasoloadios@live.com                        

Comentarios