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Gloríate en la gracia de Dios por ti. De Joseph Prince



1 Corintios 1:31b…El que se gloría, gloríese en el Señor…

Si alguien te pregunta: "¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?", probablemente le dirías: "Cree en el Señor Jesús y serás salvo", ¿no es así?

Bueno, un rico y joven gobernante le hizo a Jesús la misma pregunta, pero en lugar de decirle que creyera en él, Jesús le dio la ley (Marcos 10:17-22).

Jesús vio que el joven gobernante vivía su vida con el orgullo de su capacidad para guardar la ley, para ganar la salvación y el favor de Dios. Pero debido a su amor por este hombre, Jesús tuvo que demostrarle que aquellos que viven por la ley deben darse cuenta de que sus esfuerzos propios no puede salvarlos.

Así que él le recordó: "Tú conoces los mandamientos: No adulteres... No robes… Honra a tu padre y a su madre". El joven gobernante mostró que su confianza estaba en su guardar la ley cuando respondió: "Maestro, todas estas cosas he guardado desde mi juventud".

Entonces Jesús tuvo que decirle: "Una cosa que te falta ... vende todo lo que tienes y dalo a los pobres... y ven... y sígueme". Cuando el joven gobernante oyó eso, se alejó apesadumbrado.

Cuando nos gloriamos de haber guardado la ley, ella siempre nos señalará algo que nos falta o que no hemos podido obedecer. La ley es tan santa y perfecta que si no guardamos un ápice de ella, no tiene más remedio que juzgarnos y maldecirnos (Gálatas 3:10). Eso es para lo que la ley fue diseñada.

Gálatas 3:10 Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.

Dios no quiere que nos gloriemos en nuestras habilidades para guardar la ley. Si debemos tener nuestra absoluta confianza en algo, si debemos jactarnos por completo de algo, es en la gracia de Dios. Sólo Su gracia puede guardarnos, salvarnos, sanarnos, librarnos y bendecirnos completamente.

Así que no nos gloriemos en lo que hemos hecho o podemos hacer, sino gloriémonos en Su gracia para con nosotros, en que Él es nuestra fuerza, salud, favor, provisión, sabiduría, esperanza, salvación y gloria. ¡Así es como nos encontraremos disfrutando de nuestra herencia de la vida abundante!

Extraído del sitio “Joseph Prince Ministries”

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