Nada Está Mal Con Dios, Con Su Palabra Ni Contigo. De Joseph Prince
Cantares
4: 7 Toda tú eres hermosa, amiga mía, y en ti no hay mancha.
A veces, cuando no recibimos
nuestra sanidad, restauración, milagro o cuando parece que nuestra situación no
avanza, no podemos dejar de pensar
que algo está mal con nosotros. Nos decimos: "No hay nada malo con Dios,
no hay nada malo con la Palabra, ¡así que algo debe estar mal conmigo!" Amigo
mío, si piensas que tu milagro depende de ti, entonces estás en terreno
inestable.
En el antiguo pacto,
vemos esta demanda puesta en el hombre: "todo depende de mí". La parte
de Dios era bendecir a Su pueblo, pero solamente si ellos cumplían su parte
obedeciendo todas sus leyes. Si no hacían su parte, no sólo no serían
bendecidos, sino que la maldición también vendría sobre ellos.
La mayoría de las veces,
terminaban bajo la maldición porque simplemente no podían guardar todas las
leyes de Dios. Así que Dios encontró fallas en ese pacto porque, aunque Él
quería bendecir al hombre, los pecados del hombre le dificultaron a Él hacerlo
así. El hombre mismo
era el eslabón débil.
En el nuevo pacto, el
hombre no tiene ninguna parte que cumplir excepto creer y recibir. El nuevo
pacto de gracia fue llevado a cabo entre el Padre y el Hijo, ambos infalibles y
más que capaces de guardar el pacto.
El Hijo de Dios es el
representante del hombre. Jesús nos representa a ti y a mí. Así que en este
pacto, todo lo que podemos recibir de Dios depende de cuán bueno sea nuestro
representante, de cuán perfecta es su obediencia. Por supuesto, Jesús es el
hombre perfecto con una perfecta obediencia. ¡Así que en él estamos calificados
para recibir todas las bendiciones de Dios! Sólo necesitamos creer y recibir.
La sangre de Jesús ha
sido derramada para la remisión de todos tus pecados. Tú eres ahora la justicia
de Dios en Cristo (2 Corintios 5:21 Al
que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos
hechos justicia de Dios en él). Por su único
sacrificio perfecto, Cristo nos ha perfeccionado para siempre (Hebreos 10:14 porque con una sola
ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados).
¡No hay mancha en ti!
Hoy, el diablo no tiene derecho
a decirte que no puedes ser bendecido porque hay algo mal contigo. Así que
mientras esperas tu milagro, di: "No hay nada de malo con Dios, no hay
nada malo con Su Palabra y no nada hay de malo en mí. ¡Voy a recibir mi
milagro!
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