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Recibe mientras escuchas las buenas nuevas. Devocional. De Joseph Prince


Romanos 1:16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree…

Si has asistido a seminarios motivacionales, probablemente hayas escuchado a oradores decir: "Si sigues estos cinco pasos, llegarás a un lugar de aumento financiero". Probablemente también te habrán dicho que si no tienes éxito, es porque no seguiste los pasos correcta o diligentemente.

¡Gracias a Dios que el evangelio o las buenas nuevas no funcionan así! En el momento en que escuchas o lees las buenas nuevas, y las crees y las recibes, Su Palabra sale para “sozo” (la palabra griega para "salvar"), haciéndote completo en todos los sentidos, "porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree".

¿Cuáles son las buenas nuevas? Es que Dios nos ama tanto que dio a Su Hijo para que Él recibiera los azotes que eran para nosotros para que podamos tener Sus bendiciones sin tener que trabajar por ellas. En este momento, mientras lees este devocional, escuchas a un predicador o miras el DVD de un sermón, mientras escuchas la Palabra de Dios, Su poder se libera en tu situación, trabajando cosas para ti y cambiando tu situación para tu bien.

En Hechos 14:8–10, vemos a Pablo predicando las buenas nuevas en Listra. Un hombre lisiado de nacimiento estaba escuchando a Pablo. Pablo, viendo que tenía fe para ser sanado, dijo: "¡Ponte de pie!" ¡Y el hombre saltó y caminó! Escuchó las buenas nuevas, las creyó y fue sanado.

En una conferencia de liderazgo en Oslo, Noruega, donde estaba hablando, un pastor allí compartió cómo un respetado hombre de negocios en su iglesia fue sanado mientras escuchaba uno de mis sermones en CD. Este hombre era sordo de un oído. ¡Y cuando estaba escuchando mi enseñanza en el CD, su oído sordo se abrió sin que nadie le impusiera las manos u orara por él! Estaba escuchando las buenas nuevas cuando su oído se abrió. ¡Ahora, eso es lo que yo llamo el poder de Dios para salvación, haciendo a este hombre “sozo”, haciendo que su audición fuera sanada!

Amigo mío, estos milagros suceden no porque sigamos fielmente algún tipo de fórmula, ¡sino porque escuchamos las buenas nuevas predicadas y simplemente las creemos!


Tomado del sitio: Joseph Prince Ministries
Traducido por Claudia Juárez Garbalena

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